martes, 17 de septiembre de 2013

Atónitos del Siglo XX

Será que no nos damos cuenta. . .


Vidrios Oscuros



Los vidrios polarizados, señal, presagio de: ¿Oscuridad, ocultamiento. . .?
Los gobernantes y con más precisión el Estado y más aún el ministerio correspondiente al área de control ciudadano, han tercerizado una situación, haciéndonos creer que los delincuentes, se ocultan tras estos elementos cortantes que te degollarían vivo. Ahora bien, los inspectores (de toda índole, los hay hasta para buscar ínfimos detalles) acompañados de agentes del orden: ¿Detectan e intentan erradicar males oscuros sociales?
¿Los estados, unidos, todos, incrementan impuestos a costa de qué, de quién? :
¡Darle de comer a los más pobres, sumergidos (como se dice hoy día), bajo la línea de pobreza (como si la pobreza fuese una línea equidistante entre puntos, deberíamos saber si la línea es gruesa o fina y si los puntos son los que nos enseñaron en física o aquellos que deambulan por la vida, casi siempre política, aprovechándose de los pobres), indigentes (figura creada ambivalente, pues faltos de medios para pasar la vida, los hay, claro, vaya si los hay, pero se los transformó alquímicamente en engorde de los que piden préstamos monetarios internacionales)!
¡Aumentar útiles escolares, (que nunca, salvo contadas excepciones de la que fui partícipe en los años sesenta, con cuadernos de tapas grises con la foto de José Pedro Varela y con un lápiz marrón y una goma a hoy a  una década de comenzado el siglo veintiuno, en nuestro territorio el primer gobierno de izquierda, se acordó y priorizó el arma con que estoy escribiendo una computadora para cada niño escolar y eso si que es bueno) o libros de enseñanza!
¡Proteger en salud (hoy también después de casi una década de comenzado el siglo XXI, podemos afirmar que, toda la población posee asistencia médica gratuita y quien no la tiene, es por que quiere aparentar estar enfermo o morirse en lugares de mayor gasto , como si enfermar o morirse en un hospital público te deja en condiciones inestabilizadas para el posterior acceso a termitas y gusanos de las mejores especies) a la población!
¡Cambiar latas, cartones, fibras (elementos que paralicen el frío, el agua, la escarcha convertida en hielo en el invierno, o el calor atormentante del verano) por ladrillos, mezcla de cal y arena, techos dignos, agua potable, red cloacal, en barrios periféricos de las metrópolis nacionales o departamentales, que ha muchos libretistas de la vida, se les ha antojado en llamar villas miseria (Hoy, a dos días de asumir el segundo gobierno de izquierda, se declaró como prioritario este trabajo mancomunado entre rede sociales y ministeriales, veremos en cinco años)!
¡Quién se vaya a jubilar, no deba, recorrerse el país entero buscando su ex lugar de trabajo que, en la mayoría de los casos ya no existen más, debido a los malos ejemplarizantes creídos y engreídos políticos que dijeron haber hecho el territorio nacional!
O para :
¿Polarizar vidrios oscuros de autos ministeriales y presidenciales?
Salvedad: Esperemos ver en este nuevo período presidencial la eliminación de esta parafernalia sin sentido. ¡Que se vean las caras también de nuestro pueblo dentro de sus autos!




Junta Cadáveres
      
 Como en nuestro paisito oriental, no existieron pueblos originarios, Bernardino García en Tacuarembó junto a su prole, juntaron los cadáveres de los gobernantes que trajeron a Vaimaca al Cementerio Central, en vacaciones escolares, las de primavera.
¿Ocultismo. . .? en un estado democrático de casi ciento ochenta años, donde no hubo ‘muertos por la dictadura’, ni por Gabriel Terra. . .
No lo puedo creer. . .: ¡Oh! ¡Sí, existieron, aborígenes, pueblos originarios, muertos por la dictaduras!
¿Vamos? Están invitados, a juntar cadáveres al cementerio central.
¡Pasen! Los ven, allí, detrás y delante, de costado, de frente, acongojados, lagrimosos, son ellos, los familiares; ¡pasen. . .! son suyos, son míos. . .





Repsol YPF

Han pasado apenas unas horas. Subliminalmente, se nos ha hecho creer, por medio televisivo, que un irakí, no es mi hermano. Poco menos, que ni siquiera era de sangre y hueso. Por otra parte, ese mismo medio, nos entregó noticias catastróficas sobre hechos que la madre naturaleza, habría desatado, sobre nuestros hermanos salteños, argentinos. En Tartagal estaba sucediendo, nuevamente, como hacía tres años, en el mismo barrio Santan Marta, un alud de agua, barro, aumentando su furia con lluvias intensas.
Mientras ello ocurría me preguntaba: ¿No hay ingenieros, ciencia, técnica?
Y me preguntaba: ¿Usted y yo conocemos los tartagaleños? ¿Y los santamarianos?
El medio televisivo haciendo gala de sabiduría periodística, interrogaban a los moradores:
-    ¿Se quieren ir. . .?
-    No por ahora – Respondían
-    ¡Qué esperan! ¡Qué esperan!
-    Nada y todo
La señora presidenta argentina Dra. Cristina Fernández, hizo acto de presencia, asumió su rol, debatió con la prensa mal intencionada, envió recursos, en fin, hizo parte de lo suyo como gobernante, asistir a los carenciados.
Ustedes y yo de seguro, esperábamos algo más: ¿obtuvieron respuesta?  ¿No? ¿Verdad?
Yo sí
Pero fue por medio de la Presidenta de Madres de Plaza de Mayo: Hebe de Bonafini.
Me respondió con dureza, firme y sencilla y le habló a la presidenta: “Presidenta , usted, ha hecho mucho, pero debe hacer más. No permita  que Repsol siga desforestando y cambiando el curso del río que concluye en Santa Marta, para su usufructo propio, en busca de más petróleo”.
Entendí con esto algunos detalles:
A aquél remisero, once en su familia,  que entrevistado por la prensa no quería irse de allí, tal vez necesitaba de algún combustible barato de por allí cerca, para darle de comer a sus hijos, aunque más no sea embarrado.
Y a los iraquíes pues el imperio y la comunidad económica europea ni siquiera los ve, como seres carne y hueso.




Velocidad Límite


Trasmito, la televisión es aterradora.
He visto en nuestro hermano país de Chile a una chica muy bonita y en su belleza, quisieron depositar a la Brad Manager de la Mercedes Benz. Ahora se utiliza, eso de seducir al comprador de un auto, con bellezas, y lo escribo así, por que parece que a los autos caros sólo lo pueden comprar, hombres, mirando mujeres bonitas. Junto a ella, estaba un locuaz Presidente de Ferrari y un aterrador Presidente de Masseratti, todos chilenos en sus tierras.
Habían ingresado al mercado, autos de 300 y más HP de potencia. Súper deportivos, descapotables, velocidades que superaban los trescientos kilómetros.
Uno era el modelo: ¡James Bond!
¡No le cuento el precio! Sí, mejor se lo digo. . ., cien millones de pesos chilenos promedio. Y el consumo. . ., parecido a tener un pozo de petróleo a su lado.
¡Ah. . .! lo olvidaba, las leyes chilenas no permiten velocidades de:  ¡Más de ciento veinte kilómetros por hora!






Norma

¿Qué es la norma ISO? ¿Usted lo sabe? Nadie los sabe. Sólo esto: ‘International Sistem Organization’
Quién conoce de ella, son aquellos que la inventaron  para dar descrédito al buen trabajo. Al trabajo, ordenado, serio, responsable. La inventaron para ello, para siempre encontrar el eslabón abierto a aquel trabajo bien ejecutado para dar crédito, según ellos, al trabajo realizado a conciencia. Pero si el trabajo está realizado a conciencia a quien le interesa pagar para que le den un diploma de buen ejecutor de la norma ISO 900, 9001, 9005, etc etc y que sé yo.
¡Bah. . .! Sí, lo sé. No se meta con la Norma, pues ella, si que lo vuelve loco y máxime si usted busca una ganancia con la Norma, como se decía antes. Ella también le saca buena plata. No le quepa la más mínima duda.
Imaginen años mil novecientos treinta, cuarenta, imponiéndole esto a los agropecuarios y ganaderos, al campo, digamos. Cosechadoras, tractores.
¿Y a la industria? Campomar y Soulas en mil novecientos dos. Sudamtex en mil novecientos cincuenta. Martinez Reina ‘La Aurora’. La Mundial.
Normas ISO ¡Qué grosería! ¿Jurados ISO?
¿Le aplican normas ISO a Bill Gates y su Microsoft? ¡Claro que no! Saben por que, pues sólo0 quedaría Linux, ese cooperativo mundial ejemplo de progrmación y de estabilidad.
Serán tiempos de ISO para usted, para mí, para mi esposa, mis hijos, mis nietos. . .y quien sería: ¿jurado ISO?
AH!!! Qué tonto. Los estudios ISO comenzaron en Ginebra en mil novecientos cuarenta y siete uniformizando las industrias. Sólo con el detalle que entonces, no había globalización. Recuérdelo!






La Colsa

¿Usted conoce del tema?
¡Ah! Creían que, iba a escribir acerca de ‘la cosa’.
Nooo! Lo haré respecto del biodiesel del futuro.
Durante varios días he tomado la decisión de preguntar a ciudadanos de mi país si conocen ‘La Colsa’, nadie me respondió afirmativamente. En realidad, solo uno, ahora que recuerdo. Fue mi amigo el conocido investigador sobre pinturas rupestres en mi país (arte de pinturas indígenas sobre piedras) el Licenciado en Antropología y Arqueología Andrés Florines.
La colsa, se siembra en Argentina y Brasil, entre la cosecha de girasol y soja de primera y segunda. Un oleaginoso, cuyo rinde perdido es del diez por ciento mas o menos. Es de difícil cosecha. Su grano tiene un alto índice de aceites grasos no saturados. Se utiliza para aceite automotor. Se cosecha con una humedad en planta determinada.  El mercado actual es el europeo. En realidad para  su plantación, es necesario manejar datos extraídos desde países del viejo continente, franceses principalmente y luego estudios ambientales del terreno y el propio cultivo del oleaginoso. Normalmente cuando se planta junto al girasol o la soja, a los veinte días posteriores de su cosecha, se realiza la del girasol  y se efectúa a los siete u ocho días la de soja. En realidad la colsa, se adapta muy bien a ambientes fríos y semifríos.
En Argentina, solo el cinco por ciento del territorio cultivable, se la conoce y se siembra.
La pregunta que se hacen los técnicos es: ¿Utilizaremos la misma en nuestros automóviles como combustible biodiesel del futuro?
¿Alguien me contará . . ., más allá?







Números ISBN

Se imaginó estar numerado. Se le viene a la cabeza en el momento, ‘la cárcel’. O también por qué no, su cédula de identidad. ¿Y si fuera numerado y deletreado? ¡Ah! En nuestro país, credencial cívica, único instrumento de votación para ejercer su ciudadanía de elector en los gobiernos presidenciales, legislativos y departamentales.
¡Todos identificados! Pero. . .
¿Conoce lo del Internacional Sistem Number Book?
¡Ah. . ., lo agarré!; como dirían nuestros hombres de campo. Aunque aquí de campo no hay nada.
A ver, por si no lo sabe.
¿Usted, es autor?
Bueno ni se meta con el ISBN.
Una noche, tipo una de la mañana, mirando un programa de la televisión pública argentina muy interesante, arriesgo a que se llamaba ‘Científicos Industria Argentina’ conducido por el periodista, futbolero (que supo ser comentarista de Víctor Hugo Morales, nuestro uruguayo relator del más popular de los deportes), profesor de la Universidad de Buenos Aires, escritor, doctor en matemáticas, Adrián Paenza, desentrañó una intriga mía sobre el asunto.
Dijo hablando de los números infinitesimales : ‘Este sistema, tiene códigos de barras, cada barra tiene un número y a cada país se le asigna un número, como así también a cada producto que ofrezca ese país al mundo. Es decir, a cada autoría manufacturada, inscribiéndola en el registro de ISBN en su país de origen, el elemento elaborado, queda inscripto mundialmente. Pero mire bien, pues la sede de esto, está en Washington, Estados Unidos de América’.
Entonces, usted trabajador incansable y creador de un producto, fíjese que la propiedad de su creación queda registrada no en su país, sino en el imperialismo.
Por su bien, no registre en el ISBN.
Mire, quien escribe esto, lleva algunos libros escritos, he perdido la cuenta, creo dieciséis, pero registrados ocho.
¿Quiere enterarse cómo?   Inscribo todo en mi Biblioteca Nacional, allí en el centro de la capital, pegadito a la Universidad de la República. Derechos de Autor, Depósito Legal, Diario Oficial y así obtengo el registro de mi obra, en mi lugar de origen.
¿Si pago? Claro!! No la vida. Entre seiscientos y setecientos pesos uruguayos por cada creación. ¡Ah!! Y es mío, no en el territorio uruguayo solo, sino para cualquier parte del mundo, pues la Biblioteca Nacional Uruguaya es reconocida cono ente oficial de mi país en todo el mundo, así que usted también es reconocido en cualquier parte del mundo.
¡Ah!!! Olvidaba algo: ¡El ISBN es gratis!!!
En mi país se inscribe en la Biblioteca Nacional, entrando, a la derecha.
Derechos de Autor, entrando a la izquierda.
¡Por rara coincidencia!




La Voluntad


El hombre. Abarcativo de tantas sensaciones raras.
Demostrativo de cuantas emociones juntas.
Intuitivo, demagógico, puro e irreal, siempre especula, con el libre albedrío. Con el alma puesta en algo, en alguna cosa.
¿Qué gana o qué deseo uno impone sobre el mundo?
Sólo la voluntad, lo sabe.
Ella, que nos fue creada, determina, determinativamente
Contradictoria, determina a un hombre voluntarioso.
A poblaciones, no les satisface vuestra persona. A poblaciones, les demostramos cuan voluntariosos somos. Como una paradoja, conozco personas que por demasiado voluntariosas, han derivado en enfermedades, clínicamente, por ejemplo la cirugía diagnostica: fisura anal.
¡Es por mucho trabajar! ¡Mucha emociones juntas!
Cuando hay que operar el ano, anillo multimuscular, posee un primer músculo liso dependiente de la anatomía propiamente dicha y otro segundo músculo corrugado, dependiente de: ‘la voluntad’
Otra vea la paradoja: al operarse de una fisura anal, si el bisturí toca el músculo corrugado, el hombre, queda con incontinencia.
¡El voluntarioso. . ., decae de por vida!





Visceral


¿Será que esos individuos son los de tipología de los que hablaban nuestros ancestros? Mi madre especialmente.
Decían, cuando te veían emocionado por detalles mínimos: ¡Es tan visceral!
Y es que algo se termina rompiendo en ti con le desgaste de los años.
¡Y con las visceras estrujándose!





Discurso


‘¿. . . y que me dicen del Uruguay adentro? Ese que en la ruta veintiséis o en la treinta y uno o en las tantas otras, si te da un ataque al corazón, seguro que no la salvas, por que nadie llega a tiempo. Y ese norte, que Dios quiera o quien sabe quien, lo deposito allí, rocoso, hostil, lleno de ovejas, animal cariñoso, tierno, que necesita que se la mime, que se le acaricie.
¡Necesita del pastoooor. . ! viejo oficio, tan viejo que se necesita la vida para serlo. No hay un uruguayo que lo sea. . ., pues debe ser. . ., quieto, pensativo, mascullador de ideas. . .y de miradas lejanas. . .! Debemos formarlo!!!
Y en esos peones rurales, está el país oculto, hay más de seis mil quinientas familias que no tienen luz eléctrica. ¡No saben de heladeras, ni de televisores!
¡Hoy! ¡En Uruguay! ¡ Eso no es posible. . . carajo!
Somos vivos, rompimos la vías del ferrocarril.
Los soldados del cuartel saldrán a reponer vías, el ferrocarril va volver.
¡Y. . . volveremos los orientales!!!

                                      Palabras del Senador José Mujica
                                      Ex Ministro de Ganadería     
                                      Agricultura y Pesca
                                      Candidato Presidencial Año 2010






Desasnar lo del monseñor

Allá en otro territorio que podría ser el mío, encontré después de años, gracias a la democracia, donde otros creyentes que con saña apresurarían aquellos tiempos, mientras denostaban a su sociedad, le decía: ‘secuaces traidores viajaban por rutas inhóspitas tirando información’; palabras intimidantes al miedo que era expuesta toda Latinoamérica.
Descubierto que fue en mí, monseñor Angelelli, allá por el año mil novecientos setenta y seis de un siglo no tan pasado, La Rioja, provincia Argentina, muerta de hambre frente al mundo, recibió tu información. El hacinamiento y la contra, te mostraban el agujero imperfecto del fusil que te comiste para saciar el hambre de aquella burguesía atroz, delirante, que había empobrecido al pueblo riojano.
Más tarde, treinta y tres años exactamente, edad justificada en ti Angelelli Carlos Marcó, antes de morir, marcaste también el irregular agujero de tu arma. Fuiste quien pudiste desasnar la pretendida frágil memoria impuesta a tu sociedad y lo hiciste, en esa edad de Cristo, con tu cuerpo exhumado antes del juicio oral, que escuchó tu alma, tu espíritu combativo de pobreza y el público corazón latiente de muchos de aquellos que  habían seguido el polvo de tu camioneta que esta vez no se posó sobre los expedientes judiciales soportes de la realidad.







Quien agarra al chancho


Abott y Roche eran indisolublemente amigos. Esa indisolubilidad, hacía que, se tragaran las pastillas aquellos que se sentían enfermos, con alguna secuela, con algún problema corporal.
Ellos, seguían lamiendo las píldoras, aunque no se las tragaban. Ingerían en realidad, un sustento, pues de algo debían vivir, ese sustento era asustadizo para aquellos que podrían no ya ingerirlo sino escucharlo, decían: ‘!Si habremos comido tocino con más pelo que esto y no nos rayó la garganta!’ 
Allá, en sus pagos norteños lo hacían. Pero el pago, un día se fundió. O comenzó a fundirse.
¿Qué hicieron los tontos de Abott y Roche?  De tantas pastillas producidas que acumularon y acumularon, un día, dijeron que hacemos. . ., tardaríamos la vida del planeta en lamerlas y años en hacer tragar la píldora.
Pensaron como. . . tres días pensaron y se les ocurrió: ‘!Vamos hacer plata!’ 
¿Plata? ¿Qué es eso? Pregunto un indigente que justo desde la puerta escuchaba parados a estos dos.
‘!Tomá, acá está la papa!’ Y ambos le brindaron una gragea en cada mano.
El pobre se las tragó. Salió caminando en cuatro patas.
Al recibirlo en la emergencia del hospital, a diez cuadras de distancia, el médico actuante, en un inglés raro, nortificado, inentendible casi, al oído de la enfermera que lo asistía pronunció: “¡Ah! HN1”
¿Qué? Preguntó ella.
“A Hugo Numero 1, chancho de mierda; póngale en la ficha médica nueva que debe hacerle” Se le escuchó en un inglés ahora aporteñado.
¿Y el diagnóstico doctor?
“Gripa” Adelantó el gringo
Abott y Roche , que tenían las píldoras, fueron favorecidos. Habían conseguido emplear nuevamente a sus nueve mil funcionarios, que el día anterior, habían comenzado una huelga general a la empresa que ya estaba para dar quiebra.
Abott y Roche, cotizó la semana que comenzaba en la mejores bolsas del mundo con acciones no solidarias ‘en alza’.
El pobre indigente a los dos días de escapado del hospital y habiendo cruzado el Río Bravo desde Estados Unidos a México, leía en los titulares de los periódicos: ‘Se escapó el gen de fiebre porcina. Pandemia mundial’






Jurado

Te hablan. Lo dicen. Incorporas lo sustancial y es muy fuerte.
Jurado se es, cuando esa sustancia que te causa escozor,0 pica en otros.   
Cuando vos ni sueñas que puedes serlo, es más, estimas que no debes serlo
Pero factores, como ser: la identidad, el origen, los destierros, la voluntad, el esfuerzo, no se si tu forma artística de hacer las cosas pero, puede ser por qué no, se insertan en una población socio cultural que, te eligen para ello y entonces tú pones voluntad y conocimientos para ayudarlos.
¡En mí, no quiero que me llamen jurado!
Aunque cuando me designaron como evaluador, descubrí tres seres, que del tema que debían de aludir, ‘Historias de Migrantes’ mostraron historias, verdades, que las hay y que las son por doquier.
Me descubrí a mí mismo en esos textos. Lo que hice fue tarea improvisada, lo confieso y al concluir frente a todos pedí disculpas, agrandé mi vergüenza ajena frente a grandes escritos de gente grande de mente que superaron mis escritos, mis expectativas y descansé tranquilo, la noche de mis evaluaciones.









Pseudos. . .

Hoy lo he escuchado. Nada de imaginaciones. Es decir, he preferido escucharlo, convengamos que mi preferencia no pasa por él. Existe este pseudo historiador, él, ha creído desatar un nudo en una radio, hoy. Siempre he estado convencido de la miseria humana. Nos la enseñado los grandes filósofos, novelistas, literatos, historiadores verdaderos de haber estudiado la historia del mundo.
También, este sujeto,  parece que tiene una arista, de lado periodístico y hacía pasar sus anécdotas por veraces.
Si eres de carne y hueso, te preguntarás: ¿veraz. . .?
¿qué. . .?
Él te responde: ‘no importa como lo digo’
Sí, si tus fibras son tendones, si eres cartilaginoso, no eres malicioso, tendencioso, entonces yo creo que tú buscas veracidad. Pero él veo que no.
¡No! Bueno en historia y periodismo, hoy, se busca ganar a cualquier precio, diplomas para la pared. Títulos sin estudiar.
En mi caso, antepongo sangre indígena de la historia, poniendo a merced de mi audiencia en mi programa de radio, fibra, cartílagos. . ., huevos.
En este caso, el señor informa de atrocidades de colonizadores en mi ciudad.
Tú oculto por el desconocimiento, crees versos y cuentos de antaño por estos pseudos historiadores periodísticos    (que en mi ciudad los hay y varios)
No les creo.
Busquemos información veraz, científica y oral, para que te sientas más joven, más cartilaginoso, que te pandee como un junco y no cargues en el lodazal del caos expresado por ellos que terminan agotando tus y mis carnes.
Escucha bien, por ti y por todos.







Inspectores


En las sociedades modernas se impusieron. Antiguamente eran designados por la más alta jerarquía de los gobiernos actuantes en el momento. Es más, podríamos decir que en otros, los soberanos eran los inspectores del pueblo. Existiendo tecnología, tan o más elevada de la que disponemos hoy día. Sin embargo, en las sociedades occidentales en las que nos ha tocado vivir, los encontramos por doquier.
Demos vuelta la esquina de tu casa, y allí está, o están, uno al lado del otro. He comprobado, de tránsito pidiéndole la libreta a una sexagenaria que parecía octogenaria y a  treinta metros otro increpado por un adolescente pues su libreta de conducir no era para la cilindrada en la que el pibe rodaba en su ciclomotor; Otro, parado en la esquina anotaba con prisa y sin pausa, pues en una acera tenía un cartel de ‘pare’ y en la otra uno de ‘ceda el paso’ que no eran respetados, mientras pasaban las camionetas municipales a alta velocidad y agachaba su cabeza engorrada. Otro, de los cuatro que traía la camioneta, cuyo chofer estaba cebando mate y mirando por sobre los lentes negros y alargados depositados sobre la punta la nariz, que le dejaba una boleta blanca debajo del limpia parabrisas a un automóvil cuyo para golpe (lo juro) invadía no más de veinte centímetros el cordón pintado de rojo. Desviando mi ser hacia el lado derecho, veía a un personaje de traje, planilla y lápiz  en mano derecha, leyéndose en el encabezamiento de la misma ‘Dirección de Catastro, mientras en la muñeca izquierda le colgaba una cinta métrica, el mozo, verificaba los metros cuadrados de mi edificio para ver si eran los reales que figuraban en el aforo de la planilla municipal de contribución inmobiliaria. Me distrajo la atención un uniforme de color rojizo con letras verdes en la espalda que decía: INAC entraba a la carnicería en la que el dueño me alquila uno de los locales con un portafolio. Miré a mi izquierda otro de bromatología inspeccionaba el boliche de la esquina pues tenía la naranjas al sol. Curvo la mirada y el de metrología bichaba y pasaba revista a la balanza de la panadería contigua a mi edificio, pues el cero digitalizado, se encontraba sin la barrita en la parte de arriba, lo que hacía que el cliente corriese el peligro  de que lo estafaran pues en vez de dar el peso exacto, daba la ‘u’. Me corrí de lugar unos metros, pues el viento de la esquina me tiró sobre unos arbustos y encontré al inspector de edificación municipal diciéndole al constructor que le dijera al propietario del otro padrón contiguo al mío, que en el plano no estaba declarada la pileta de patio tapada y tampoco la grasera. Pero al levantar la vista, veo a una mujer junto a otro hombre, ambos de casco dentro de la obra y se escuchaba del diálogo ‘arquitecta, no esta firmada la planilla del técnico prevencionista’ y otro que se acerco le decía ‘arquitecta la avaluación que realicé para el banco de previsión social no se acerca ni ahí con referencia a los jornales que usted y el constructor declararon’. Abajo el frío comenzaba hacerse sentir, un carrito cartonero pasó allí frente de mí y como una luz una gorra antigua pasó por entre los arbustos, se depositó delante del matungo y el tipo gritaba muy a regañadientes ‘hermano no tenés el número pintado atrás, mirá y tampoco el ojo de gato, pero sos un inservible’. Froté las manos y dije: “me las voy a lavar con agua fría para que se calienten” cuando llegue a la canilla debajo del contador de OSE, uno hincado en el suelo me miró y me dijo: ‘Sabe los metros que tiene este mes. ¿No? Trescientos noventa y cuatro’. Decidí caminar hasta la puerta para irme a acostar y veo una señora con un celular filmando a los de tránsito. La rodearon. Todos. Ella le decía  a uno de ellos: ‘Pero usted es el Adeom, el que sale por TV, defiendo a los municipales. Los filmé cuando venían, el cartel decía cuarenta y cinco kilómetros por hora y ustedes venían a setenta y cinco. Tengo todo documentado’ Le hicieron prender luces, miraron cinturones de seguridad, libreta, chapas, señaleros, luces cortas, largas, de freno. . ., que se yo, hasta la valija abrió y uno de ellos, le decía: ‘Respeta, que somos la autoridad y con la ley hacemos lo que queremos. . . ¡No te pases, que vamos a llevar incautada a vos y al auto!’
Me dormí.
Al otro día, en los noticieros de televisión aparecía la filmación de la señora y los inspectores con un sumario administrativo. . .   





Paisajes Hindúes

Kailalash

La televisión sirve para algunas situaciones de hecho que no me han desamparado.
Hoy en mi país, el canal oficial ha recogido, interesantes lugares distantes de nuestro conocimiento decenas de miles de kilómetros. Es así que, me he encontrado tan de repente, mirando al Kailalash tibetano, el vértice del mundo, un lugar paradisíaco que no sé describirlo pero en el intento, espero no defraudarlos. Un monte de miles de metros de altura, que posee cuatro laderas, todas y cada una orientadas hacia los cuatro puntos cardinales exactamente. De ellas descienden en forma mágica cuatro ríos que desaguan a Pakistán, a la India y a Burma. En medio de tanta exuberancia natural, recordemos que es la región más forestada del mundo sin depredar. Existen trescientos sesenta lagos glaciares que ocupan cien mil kilómetros cuadrados, medio Uruguay.
Se mira el paisaje, contemplando a lo lejos y fumando una pipa de opio para reencontrarse nuevamente con la cosmogonía propia de la sabia naturaleza.
Y a los animales se los venera dejándolos transcurrir junto a ella; es el caso del pico cornejo tibetano que airea la tierra dejando huecos de oxigenación para el libre fluir de las entrañas terrestres. Sin embargo, la cadena de la supervivencia, hace que el zorro se coma al ágil pico cornejo y el oso pardo tibetano termine por satisfacer su hambre con el animal que más astucia posee, por ser zorro.
Varias religiones se atan al Kailalash, allí, se dejan a los humanos muertos a la intemperie, para que las aves carroñeras, cumplan su papel sagrado de vida, la armonía.






Partidos por la mitad

Nos ha tocado vivir, las vivencias, vividas y por vivir. Nuestros sentidos, fueron estructurados con la naturalidad de nuestro país oriental. Nos han enseñado y se ha demostrado que se trata de no cometer errores. Las fuerzas políticas lo han querido hacer saber con la impronta que sostenían. En la etapa organicista anterior a que la coalición de izquierda fuera electa por el cincuenta y un por ciento de los votos, hubo un sin fín de situaciones para que esa etapa se cumpliera. Llegar a la gobernabilidad. No viene por caso aquí profundizar esa etapa. Sería un estudio metodológico que coadyuva posturas a veces inequívocas de las pautas a seguir.
Pero un fenómeno que no puede, ni debe, quedar de lado se realizó durante el gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, en este segmento se le imprimió a la fuerza política, la característica más sublime que tiene el ser humano, la utilización de su cerebro.
Podríamos preguntarnos: ¿Qué había sucedido con el cerebro del ser humano uruguayo, en la etapa correspondiente desde 1830 a 2005?
En todos los aspectos de leyes sociales, antropológicas y políticas. En todos los órdenes pero principalmente en el político, el cerebro estaba, partido por la mitad. Estábamos así, no sabíamos quiénes éramos, ni quiénes eran (ellos los políticos).
Y cuando me refiero al cerebro pienso en el siglo XIX y en los estudios
Realizados entre otros científicos por Claude Bernard, en el siglo XX apogeo de los cerebralistas (científicos digo), no podemos olvidar a Carl Sagan, Freud, Klein y hasta el oriental Henry Engler, seres infinitos, seres estudiosos de nuestras moléculas y neuronas cerebrales y sus posteriores actos.
Es en esta fuerza política, que veo la equidistancia en cerebros que dictan normas políticas hacia nosotros los que podríamos llamar sometidos por  la ciencia de gobernar. Entiéndase bien, sometidos por qué no llegamos, por qué no podemos arribar la mayoría de las veces al puerto que quisiéramos aunque tengamos la mejor cualidad para ello, pues el misma situación política no nos arrima. Y tal vez, las mismas normas impuestas no nos dejan. No olviden que existen tantas normas que no podríamos salir a la calle si las cumpliéramos a todas.
Es en ese sentido que la figura de Vázquez como un integrante más de un partido político, pues alguien lo debe representar, hoy lo es Mujica mientras escribo esto, podríamos considerarlo como el ordenador del sistema no volátil con tecnicaturas ejemplares que desde la izquierda uruguaya, no se apea detrás de los pupitres legislativos, ni del plenario nacional, ni desde el ejecutivo. Tampoco lo está haciendo Mujica convengamos en ello.
Seremos reiterativos, los cerebros están en cada área estudiando y practicando quirúrgicamente como se debería plasmar el fuerte apego al país que habían desarmado blancos y colorados en los ciento ochenta años que hacíamos referencia. No dejemos de recordar las políticas sociales de Pepe Batlle principalmente despojándose de la iglesia o las de Barrios Amorín más acá en el tiempo en su proyecto de ley contra la timba y a favor de la escolaridad. No todo ni tanto fue excluyente.
Entonces la cuadratura del círculo con profesores de cátedra, comenzó a dar sus réditos en los cinco años del Sr. Vázquez.
Hoy Don José Mujica, firme ciudadano de la izquierda sigue el mandato de la gobernabilidad. Este viejo cerebro, cauto por la vida, permitió subir al diálogo a todos. Y sin tardanzas, quisieron atiborrar el carro de la orientalidad, pero este don impuesto por la naturaleza y también por qué no desde su tecnicatura de vida, destapó memorias anquilosadamente perimidas y así quedaron al descubierto, esas falencias propias de la ambición de poder. Me refiero a los ex partidos gobernantes como a la gerontocracia acaecida dentro mismo de esa fisura por la mitad a que hacemos referencia en la colación de gobierno.
Nos jugamos por algunos apellidos Lacalle Herrera, Gallinal, Heber, Larrañaga, Amorín Batlle, Sanguinetti, Abdala, Batlle. . . : ¿intrascendentes. . .?
Don José Mujica presidente de los orientales, los dejó hacer un poquito, ofreció algo así como trescientos cargos, en este estado de situación, los ‘chicos boys’ no se pusieron de acuerdo.
La estirpe, esa palabra que no quería emplear, la estirpe, hizo gala de altivez; se siguen peleando. Se desoyen gritan dentro de casas de partidos políticos con enormes marcos de puertas y ventanas de antiguo cedro comercializado quien sabe de qué forma y bajo que contexto político. Allí se dividen, se desgastan, elaboran nuevos espacios, esmerándose en viejos esquemas. Señores, así no es. Era antes, hoy la dinámica es otra. Por años, estimo, que con las viejas jugarretas no llegaran a despolitizar la coalición de izquierda. Estos, los cerebros que siguen su actitud como en cirugía donde no se puede errar la técnica y si erran deben mejorarla en el momento de cerrar la operación, para dejar al ser humano en las mejores condiciones de vida. Triste sería entonces mirar a los de otrora, como triste es también verlos sin saber qué hacer, esperando a que el contrario erre la técnica. Este contrario es difícil que erre  Y los que se animaron a cogobernar con la izquierda, deberán hacer buena letra, asignar buenas calificaciones, como en mi época, con bueno salvaba, con bueno regular, m m m . . .!
Será estudio para otro momento las vicisitudes internas de la coalición, cabe preguntarnos:  ¿Las jugadas políticas serán la nueva mina que hará explotar lo que da título a esta nota: ‘Partidos por la mitad’?