Horacio Santana
Ellas,
su música, los pueblos. . .
Colonia del Sacramento
Para la presente edición
Diagramación total y de tapa Horacio Santana
Copyright Horacio Santana
ISBN 978-9974-99-410-2
Rosenthal esq. Fray Bentos Colonia
Tel. 45224096
098699084
Email: lastejas @hotmail.com
www.horaciosantana.blogspot.com
Me cayó la ficha. . .,
suerte igual te vi. .
.,
como mi
suerte es . . .,
amiga de la acción ,
suerte te encontré
Esta propuesta como de macho nace, trabajo para
encontrarte, con transcurso. . . trabajo, con aquél incendio interior de años
jóvenes,
con adhesión a celebrarte, en comunidad y foros , en
asambleas y reconocimientos, como artífice de la historia te mantengo en menos
violencia, en toma de conciencia.
Te igualo en oportunidades, en respuesta de los dueños
que fueron, en sacarme la gola y decidir enfrentarlos contra las diferencias
étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y hasta políticas.
Suerte mi obligación, de pedir disculpas por mi loquerías
tontas de ayer. . .
Te encontré en el antepecho de la ventana de despachos
clamando por igualdades, y. . . entonces. . .;
suerte, suerte, te encontré , MUJER!
El
autor
Nace: El Año Internacional de la Mujer
Clara Zetkin, mujer alemana, del Sindicato Internacional
de Obreras de la Confección, en Copenhague, Dinamarca, un ocho de marzo de mil
novecientos diez, se paró frente al Congreso Internacional de Mujeres
Socialistas allí instaurado y honrando la memoria de sus congéneres que, en mil
ochocientos cincuenta y siete habían ocupado la fábrica donde trabajaban en el
imperio yanqui, ciudad de Nueva York, exigiendo igualdad de salarios y una
jornada de diez horas de trabajo; solicitó que, a partir de allí el ocho de
marzo quede denominado mundialmente como fecha oficial: ‘Día Internacional de
la Mujer’. Aquellas ciento veinte y nueve obreras del siglo XIX, murieron
calcinadas, pues la respuesta de los dueños a sus justos pedidos fue: ‘incendiar
la fábrica’.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) adhirió a la celebración de
este día. Desde mil ochocientos setenta y siete lo venía haciendo, en la
promoción de toma de conciencia a que
mujeres cotidianas del diario vivir, participen junto a la sociedad
desempeñando funciones en la historia plurisecular de los derechos de la mujer.
Sin discriminación, con igualdad de oportunidades, con menos violencia, vivir
exigiendo cambios, destacando actos de valor y reflexionar en avances
conseguidos.
La visión de género, se ha hecho esperar en este
continente, no obstante, podemos asegurar que nuestro país Uruguay, ocupa en
este momento uno de los primeros lugares mundiales, donde los derechos se han
compensado. Tenemos en nuestro departamento, unos de los primeros casamientos
de personas del mismo sexo. ¡Un logro nacional! Una
Comisión integrada por Mujeres comprometidas con esa visión, realizan
anualmente un evento a nivel departamental y reconocen en el fomento de
acciones promovidas por mujeres en diversas actividades esa vocación de género
en beneficio de la comunidad.
Es de mi interés, como un artífice más hacia la cultura
de mi departamento en el área letras, integrar a ésta, el arte de la mujer
comprometida con la cultura musical. Unirlas no será tarea fácil, pero me
juego, en honor a mi esposa, mi hija y las hijas de mi hija. Este es mi
agradecimiento para con ustedes. Inclino mi mentón y levanto lentamente mi
cabeza, como cuando dejo desenredarse los acordes finales de mi guitarra,
concluyendo alguna de mis interpretaciones
musicales, frente a un auditorio.
Horacio Santana
Algunas precisiones teóricas acerca de análisis y métodos en la musicología
Es mi intención, comenzar un libro demostrando con antelación las características
que pretendo desarrollar y que ustedes evaluarán con el recorrido de la lectura,
hacerlo no es pretencioso, no revelaré estudios sobre la música, aunque me adentraré en ella de diversas formas.
Verán que no hay aproximaciones metodológicas, análisis pormenorizados,
prácticas teóricas de músicas populares. Eso queda para catedráticos que algún
día desarrollen estos trabajos, que por otra parte, quedan muchas veces
circunscriptos al ámbito de trabajo de ellos y sus alumnos, vale decir
Licenciaturas, Maestrías, Doctorados y demás; una lástima, pues el pueblo, ésta
humilde masa humana que debe y tiene el derecho de educarse y plantearse la
necesidad de tener conocimientos más amplios y vastos sobre la música en general
de nuestros países latinoamericanos y más específicamente sobre la querida
patria oriental. Deberíamos conocerlos, ya que desde allí es que nos enriquecemos
a tal efecto. Uno, nunca sabe dónde está el futuro director de una orquesta
sinfónica, ni el concertista instrumental, ni el cantante que nos deje bien
reconocidos en cualquier parte del mundo.
Jamás he concurrido a participar de algún coloquio,
aunque más no sea para informarme sobre cuestiones generales o específicas.
¿Por qué no. . .? Ya sea acerca de música tradicional, popular o culta. Desde
ese ámbito hubiese preferido encauzar esta edición, hubiese sido de mi agrado
tener sustancia explícita sobre los temas que uno debería abordar para un
sinfín de aspectos debatidos o un
conjunto de problemas teóricos. Sin duda, esto nunca ocurrió y si ocurriese,
tomarían alguna prueba o ponencia en la que los catedráticos autorizan o no,
haciendo cuestionamientos como los de un interpelador, para como en un examen,
dar cabida a cierta cantidad de conocedores de la materia musical, que se fuese
a tratar. Reitero, nunca he visto algo abierto al público en este sentido. Evidentemente, la Musicología habría
incorporado u aportado una visión crítica desestructuradora de jerarquías
arraigadas y órdenes consagrados, dando paso a corrientes sociológicas con
perspectivas diversas y esto como en todo arte, o ciencia, se cree,
aportaría consideraciones contextuales diversas y los etnomusicólogos
virarían sus perspectivas siempre hacia un componente antropológico. Debemos de
propender de desplazar ciertos criterios abyectos y propiciar aspectos
performáticos nuevos, en nuevos circuitos de comunicación social.
Como verán, mi defensa sobre la música se inclina a mirar
con detenimiento, con ingente esfuerzo y continuidad al siglo XXI, como el
nuevo iluminante de aspectos sociales en los que no debe escapar esta arte milenaria.
Me pregunto entonces, nuevamente: ¿Existen en mi país aquellos seres que
procuren el abordaje de un estudio sobre el costado musicológico de lo que es
la plena o de la música popular, el rock nacional, mismo los grupos que están
realizando música de proyección aborigen (pues, no nos dejaron ni un rastro de
nuestros hermanos ancestrales originarios) como música en sí y su incidencia
social? Leyendo a Diego Fisherman,
Sergio Puyol o Leonardo Waisman este último insiste: ‘. . . quizás por mí
tradición de musicólogo histórico, me falta por sobre todo establecer
relaciones con el hecho sonoro: cómo suena cada banda o cada estilo de toma de
decisiones – si falta esto, queja eterna de los histo - contra los etno-, no
hay musicología’. Deberían existir posibilidades de una perspectiva
musicológica para un estudio factible y productivo de la música popular.
En este pretendido camino de búsqueda es que, he de basarme
en el esbozo de expresiones populares cuyos lineamientos no intenten recortar
urgencias ni necesidades, sino emplazar una mirada de la disciplina desde estas
latitudes. Aquí no busco un ensayo de la música de todos, la musicología no es
una disciplina neutral, tiene una tendencia, se limita a un grupo de
compositores y un determinado repertorio, ello contribuye a formar esa estética
que nos venimos a proponer mostrar.
En esta proposición de un muestreo generalizado, quedarán
sin duda, muchas cantantes que desconocemos. No es pretendido mi trabajo a
valorar sus virtudes artísticas, sino desarrollar en ustedes la visión de que
existen, están allí y usted las leerá y escuchará de la mejor manera que
pudimos lograrlo.
Como he realizado el trabajo
El mayor inconveniente a enfrentar es sin duda, colectar
datos, es imposible llevar adelante este tipo de situación metodológica cuando
en realidad uno denota que aunque se haya ido conformando caminos en la música
popular, siempre hay ausencia de obras de referencia para con cada intérprete
que nos ayuden a imaginar. He
encontrado textos o hechos anecdóticos, que se pueden incluir en la literatura
periodística, no he buscado adentrarme límites escuetos de diferencias
genéricas preestablecidas, busqué en todo caso poner en este juego estrategias
que hagan menos rígidas las clasificaciones esquemáticas que la gente oye sin
aportar discusión sobre el tema. Me he preguntado eso sí, desde la perspectiva
del oyente o lector en cuanto afecta el cómo, el dónde y cuándo, en prestar
atención a la música que escuchamos, he encontrado una heterogeneidad de
situaciones. Es decir: ¿La técnica que se emplee media en las situaciones del
sujeto a entrevistar? Estoy persuadido
que, cuando se genera música popular, la recepción de los distintos géneros
concita atención. Son sistemáticos los
hechos y acontecimientos de ello, estos hacen que hoy tiendan a ser leídos como
textos. No olvidemos, es la época de la
reproducción mecánica, en todos los aspectos del arte. En los pasos dados se
reconocen etapas, ensayo, arreglo, producción, edición discográfica, todo ello
se vale del software para abordar el material sonoro. He recogido, registrado
tanto literalmente en la escritura, como en la música interpretando valores, gracias
a lo anteriormente dicho. Importante hecho a destacar, es que la tecnología ha
separado (cuando quiere) lo que es ruido, de música, ampliando el paisaje
sonoro y dejando con firmeza en alguna mente la huella de la sonoridad,
advirtiendo que lo sonoro se realza cuando entra en ese estadio del ser humano,
de entendimiento, de placer por oírlo. Ustedes se habrán preguntado después de
todo esto, si es que en el mercado existe algún diccionario musical, pues si lo
hay para todos los otros elementos que el hombre ha inventado o capturado a su
intelecto, supondríamos de que hubiese esa tal herramienta para los no
conocedores a ultranza de la música. Si, lo hay, es argentino el más cercano,
un estudio de varios años de Leandro Donozo en el que se adentró en el diccionario
internacional Grove (secciones argentinas), denominándose Diccionario
Bibliográfico de la Música Argentina, fue corregido en el V Congreso de la Rama
Latinoamericana de la Asociación Internacional de la Música Popular. Hoy se
exprime al máximo el catalogo ‘on line’, en realidad es la herramienta de hoy
día, pero también están aquellos que gustan de dar un paseo e interiorizarse de
lo que a música bibliográfica se refiere y allí entran a jugar el papel
preponderante de los estudios de campo como llaman los arqueólogos a sus
trabajos ‘in situ’, del que no pretendemos ser uno de ellos, pero sí colaborar.
En estos nos encontramos con cuatro trabajos bien diferenciados que exponemos
al criterio de quienes nos leerán. Ellos son: ‘música rural o de campo’, ‘música
popular urbana’, ‘música afrodescendiente’ , ‘tango: soportado en la
musicalidad de músicos académicos rioplatenses’.
Música rural o de Campo
Dentro de la música de tradición oral también la
conocemos como folklore. Esta música comparte muchas estudios adjuntándose a
marcos teóricos, enfocando metodologías que se centran específicamente en la
música popular lo que la hace sin duda una
especialidad coloquial de lo
tradicionalmente criollo emanada de un manantial inagotable que posee la
oralidad de los países, máxime el nuestro, nutriente insatisfecho de esa
locuacidad innata en muchos músicos a la cual deberíamos de prestarle
mayor atención.
Música popular urbana
Cuando se hace mención a este término, se escatima muchas
veces de pecar por desinteresado o prestar poca atención desde la mira de la
musicología hacia esta música, que se viene estudiando por medio de la academia,
desde principio de los sesenta. Para saber un poco más sobre ello, el
musicólogo argentino Carlos Vega es un pionero en dichos trabajos, él la
denominó ‘mesomúsica’. Ésta se alimenta de editoriales e imprentas, industrias
del disco, televisión, radiofonía, grabadores, cines, teatros, comentarios de
prensa especializada y no, academias, repertorios para espectáculos, catálogos,
impresiones propagandísticas, derechos de autor e intérprete, todo ello hace
que se colmen un sinfín de insatisfacciones de intelectuales de esta disciplina
que lo necesitan. Sin embargo el término ‘música popular urbana’, surge allá
por mil novecientos ochenta cuando, los por entonces estudiantes de musicología
de la Universidad Católica Argentina Marcela Hidalgo, Omar García y Ricardo Salton
sin mucha metodología contextual, deciden dejar de lado el término de Vega e
imponer este otro. Éste, contrapone las prácticas opuestas a la música popular
de origen rural, ya que Vega suponía estratos o niveles de música, con esta
expresión se tiende a no recordar con vivacidad lo antes expuesto por el musicólogo
de la ‘mesomúsica’. De una cosa estamos seguros, el incremento de trabajos
sobre la denominada a secas música popular ha sido elevadísimo en estas últimas
décadas. El estudio en diversas áreas de universidades ha complementado este
conocimiento, en el año dos mil se ha
llegado al trabajar con un Diccionario de
la Música Española e Hispanoamericana, lo que habla a las claras que la
intencionalidad y el gusto y agrado por intensificar el estudio académico de que
dicha actividad ha proliferado y en hora buena.
Música Afrodescendiente
La literatura musical nos obliga a reconocer su
relevancia, su vigencia, a sopesarla en sociedad, tanto o mayor a las otras
metodologías musicales de nuestro país. Los descendientes de los negros
esclavizados durante la época colonial, la abolición de ese sistema que aún en
cierta manera perdura y que con el trabajo arduo de organizaciones para que se
contemplen sus derechos, ha comenzado a verse efectivizado. Los inmigrantes que
aún hoy arriban desde el África hacia nuestro continente en busca de mejoras de
calidad de vida en países sometidos por siglos a la esclavitud, ‘in situ’ de
los racistas blancos y grupos hegemónicos los han degrado espiritual y
metodológicamente en todos sus derechos.
Esos mismos ‘blancos’ que miraban por sobre el hombro a
‘El Candombe’ como música característica
de los negros y a sus danzas que hacían al son de los tambores, hoy en este
país, han debido de bajar a los niveles de una sociedad culturizada humana,
social y musicalmente, adentrarse a mirar, estudiar, evaluar y definir a la
música negra como un verdadero rubí pulido en todas sus aristas. Los
principales compositores de este género fueron negros e incluso muchos de ellos
años atrás y hasta no hace mucho tiempo, incursionaron con éxito en la
orientalidad rioplatense, en la payada principalmente. Esta población negra que
se desconocía como ínfima, hoy dos o tres siglos después, negros, zambos y
mulatos conforman un mapa etnográfico importantísimo. Fue así cuando en las
guerras por la independencia, nuestro prócer y sus allegados, vieron gran
cantidad de negros con valores destacadísimos entre sus huestes. Sin embargo,
fueron pocos los estudiosos que reconocen a esas personas como relevantes
músicos, entre ellos organistas en la segunda mitad del siglo XVIII. Se notaba
claramente su exclusión del pensamiento académico y del imaginario colectivo.
Tenemos varios valores agregados en nuestro territorio a partir del siglo
pasado, son muchos, pero creemos justo en sus apellidos homenajear aquellos que
aunque el tema ya no permanezca tan virgen y que en la realidad habían querido
borrar de un plumazo, ellos se encargaron de demostrar que no pudieron:
¡familia Fatorusso, familia Rada, familia Gularte y otras tantas! ¡negros
queridos! Se estimaba que esta música, no tenía diferenciación entre sus
prácticas, creyendo justamente, que la población estaba logradamente dividida y
por ende, nada podía aportar relevante en búsqueda del conocimiento. El trabajo
de campo de estudiosos bien intencionados y despojados de racismo, dieron
cuenta de una perspectiva nativa, a sabiendas que esto tiene costo
principalmente en lo monetario y para la población blanca que es quien posee el
capital monetario aparecen cuestiones, historia, representaciones de la raíces
afrodescendientes dando explicaciones de las desigualdades y explotaciones.
Allí el establishment empieza a escuchar y obrar. Es así que en el Río de la
Plata se comienza a ver diversidades de prácticas musicales afro como, la del
Culto a San Baltazar instituida por el
clero en la fe católica para los cofrades esclavizados, venerar a un santo a
través de la música y la danza. El ciclo festivo del santo es del veinticinco
de diciembre al seis de enero. Es de acotar que en la ciudad de Colonia del
Sacramento, Uruguay, nuestro músico ‘Yabor’, es quien ha comenzado desde hace
algunos años ha rendir culto a esta fiesta en nuestro país.
A saber se conocen
la danza de la charanda o zemba, el candombe, música criolla con tambora y el
baile de los cambara’angá, algunos de ellos en la Republica Argentina. Como
expresábamos, el charanda o zemba se da en la provincia de Corrientes,
localidad de Empedrado, se realiza para influir sobre fenómenos naturales,
invocando al espíritu del santo para lograr el milagro. La musicalidad
ejecutada es instrumental y vocal, comenzando con el bombo o parche chico,
sumándosele el parche grande, guitarras y triángulos. Como membranófono el bombo
se ejecuta con las manos, mide 1,13 mts de largo ahuecado en forma abarrilada y
con sus bocas tapadas con cueros sin pelos de perro o chivo, es el instrumento
más vinculado a lo afro en esa disciplina. Referido a la música criolla con
tambora se da en Chaco, Santa Fé, Corrientes y Formosa, por medio de otro
tambor, cuyas dimensiones son de treinta y cinco centímetros de alto por
treinta de diámetro, cuerpo tubular, con parches en ambos huecos y ataduras
sosteniéndolos en el mismo material del parche. Se le considera ‘la voz del
santo, el símbolo de lo africano’. Existe procesión y baile durante la fiesta.
En lo que concierne a el baile de los cambara’angá voz
guaraní que podría descifrarse como ‘disfrazado de negro’ o ‘negro de mentira’,
se realiza en el departamento de Goya provincia de Corrientes localidad El Batel,
en pueblo de General Obligado, provincia de Santa Fé, localidad de Mercedes y
de Ifrán, ambas en provincia de Corrientes. La fiesta se realiza con gritos y
peleas pantomímicas. No poseen baile ni música propia, puede hacerse al son de
valseados, cumbias o chamamés. La identidad de lo afro se hace respecto a su
devoción al santo en cumplimiento de los favores otorgados por él, a sus
familias. Por último dejamos ‘al candombe’ como la expresión más autóctona
afrodescendiente de nuestro país. Es tenido como la danza y toque musical más
emblemático del culto. Aquí es sólo instrumental y bailado. Las comparsas son
de varias decenas de personas que danzan al son de tres tamboriles en forma
abarrilada de aproximadamente ochenta centímetros de largo, variando su
diámetro, según sea chico, repique o piano como se les denomina. Se les coloca
un solo parche de lonja de animales en donde se ejecuta el instrumento con un
palo en una mano y con la otra libre. La indumentaria emula la población negra
colonial, pantalón, medias hasta la rodilla, camisa, blusón y sombrero de
diferentes colores de los ejecutantes. En la danza, normalmente descalzos, con
pantalón y el torso desnudo, los portaestandartes y los bastoneros, las mujeres
con polleras hasta los tobillos acampanadas y camisa para las mamas viejas,
ellas son cortejadas por el gramillero quien representa al médico o boticario
con una valija donde guarda sus hierbas, con atuendo de galera, barba, bastón,
chaqueta y pantalones en blanco y negro. En cuanto a las vedettes, semidesnudas,
con atuendos que dejan lucir su esbelto cuerpo. Normalmente casi todas las
músicas conocidas en Latinoamérica son: con un canto en modo mayor en cuatro
por ocho, líneas melódicas que finalizan
en la tónica. Realiza un ciclo de ocho compases de ostinato y en el noveno,
comienza el canto por una o varias voces, siempre al unísono. Ningún canto es
tético, sin embargo, se crean contrapuntos rítmicos de gran riqueza, el tiempo de la nota negra sería entonces de
noventa.
Nos preguntamos entonces: ¿La música afro es popular? Lo
es, pues los medios masivos de comunicación la han adoptado y tenido en cuenta
para la industria discográfica. Sencillamente se alinea con las clasificaciones
de otros países con población afrodescendiente y que la reconocen como propia.
Cuba fue la pionera en calificar a esta música como ‘afro’. Es
por todo esto que la ausencia generalizada de material documental, las
entidades estatales con su falta de interés, es la primordial consecuencia de
que estas amadas y sufrientes personas de mi sociedad recién en estos tiempos
vean a la luz su arte milenario. Se han salvado gracias a sus propios
habitantes negros que han estudiado extrayendo de fuentes secas, como bibliotecas,
archivos, etc., documentación al respecto. Sin embargo, interculturalmente
cimentaron nuestras vidas, genuinamente americana, mestiza. ¡Creo, en un acto
cultural, algún día, de nuestra memoria y entender que fue lo que nos
impusieron por descarte y lo que pretendieron imponernos como propio!
Tango: Guardia Vieja, Guardia Nueva, soportados en la musicalidad de
músicos académicos y no académicos rioplatenses.
Cuando nos referimos a esta modalidad, evidentemente
debemos de insertarnos en el mundo del siglo XIX, podría abarcar desde la séptima década hasta
nuestros días. En mil ochocientos ochenta se ve su gestación, tal vez factores
como la misma raíz afro que describíamos
anteriormente, la habanera, o por medio de la milonga gaucha, etc., se reencuentran
en este ritmo popular. Pero en realidad los musicólogos lo encuadran a partir
de mil ochocientos noventa, pues antes de esa fecha se lo conoce como un
incipiente tango, cuyo género no fue destacado por músicos con formación
académica o profesionalizados. Incidencias
que estos músicos desarrollan, nos permiten visualizar como se mantiene este
estilo. En la realidad de época vamos viendo la diferenciación. En sus
comienzos, principio del siglo XX, queda casi intrascendente en el imaginario
colectivo, con el tiempo se afianza a partir de su triunfo en el exterior. Es
la cultura francesa la que produce en el Río de la Plata, que esta formación
musical se nacionalice y donde se mezcle lo exótico, la cultura de orilla, lo
mundano, haciendo que se encontrase un
lugar para que estos cultores, sus ejecutantes, se desinhiban. Lo encontramos
entonces en Buenos Aires, lugar por excelencia para la demostración de este
arte y en menos medida en Uruguay, aunque, éste país pequeño y formal, brinda intérpretes
y arregladores de primer índole internacional. Mencionamos algunos de la
primera época de ambas nacionalidades, los hermanos Canaro, Firpo, o
Bardi, hacen de la Guardia Vieja un
historial del tango, componiendo sus estilos originales, en determinado
momento, se ven enfrentados a los músicos renovadores o también llamados de la
Guardia Nueva. No es un momento histórico determinado que hace que esta
renovación se particularice, pero si vemos que los primeros músicos con su
intuición poética, tocaban ‘a la parrilla’ no poseían un estudio musical
sistemático, improvisaban temas mal escuchados, mal conocidos y por ende mal
expuestos a sus tango-escuchas, eran normalmente conjuntos de tres o cuatro
ejecutantes, flauta, violín y acordeón, de fácil transporte. Luego va
adquiriendo relevancia la guitarra hasta pasar a ser ‘el instrumento’, pautando
la melodía y el cifrado o sea ensayo-error. El piano un instrumento de lujo a
principios del siglo XX, es quien aporta una especie de esqueleto armónico en
las partituras que comienzan a escribirse, forma el acompañamiento y amplía el
registro armónico. Sin embargo el bandoneón como instrumento en sí, aporta un carácter temperamental, apagado,
una ejecución lenta y ligada. La primera orquesta típica que se conoce es la de
Vicente Greco a fines de mil novecientos
once. Es entonces que se suprime la flauta por el violín, pasando a ser la
formación de piano, violín, bandoneón y contrabajo los instrumentos básicos
para su formación. Algunos autores ensayan que, la conclusión de esta Guardia
Vieja arriba, cuando el mismo músico ejecutante de ‘a la parrilla’, se comienza
a preocupar por la armonía. Máxime aún cuando el tango llega a Europa como
decíamos más arriba y comienza a acceder a las compañías discográficas, cuando nace en sí el tango
continental y es en la década de mil novecientos veinte donde se deja el
fraseo, se piensa el género para incluirlo al mercado y se le da participación
a la danza, el tango bailado. Sellos como Odeón en Europa le da amplia
participación, abriendo la necesidad de que toda la clase social, sin
excepciones, lo consuma. En París se transforma en una fiebre y sin darse mucha
cuenta socialmente, va abriendo fuentes laborales en cantidad. Por ende, se
recurre a la escritura literaria y ella le da forma y hace que el canto también
participe de forma activa. Es por ende que la estructura social y los públicos
se adueñan de ellas. No es el lugar
adecuado, creemos, para extendernos en aspectos musicales como interacción de
motivo-forma o acompañamiento, plano armónico,
composición en sí, o seguir extendiéndonos en formaciones instrumentales como
el sexteto u orquesta típica o de grandes compositores como De Caro, Cobián,
Fresedo, Flores, Pugliese, Mafia, Delfino, Arolas, de Dios Filiberto, Matos
Rodríguez, Lomuto, Aieta, y otros tantos. Es por ellos que dejamos esos
estudios para otro posterior, más pormenorizado.
Colonia, mayo de 2013
Horacio Santana
Colonia
del Sacramento
“!Como toda mujer, tengo algo en
común, soy celosa del hombre que amo. . .
caprichosa, vidente y
audaz. . ., yo soy débil y fuerte a
la vez . . ., a tropiezos me hice coraje. . .!’
Resulta que Alejandro Vezzani como
autor, llega a toda mujer, y quedó ensamblado en sus inconscientes populares.
La tarea comienza
Este grupo de mujeres cantantes,
creo, mejor dicho estoy seguro de ello, es el eslabón más propiciatorio para
delegar en sus enterezas, la fuerza que una sociedad debe de impone a sus
habitantes. Colonia del Sacramento no es el símbolo perfecto de ello, sin
embargo, un día sacaron sus gargantas a relucir, así, no más, encontrando en su
actual Directora Prof. Silvia Maddalena de Durañona el estandarte para que
resuenen entre barrios, caserones, culandrillos, higuerones, rudas macho y
hembra, piedras moras, calizas, malvas, salvias, palmas. . ., y en aplausos han
rodado cierta parte de Latinoamérica.
Ella, nos resume este emblema
social.
-
Nos
parece Silvia, como decíamos en la introducción de este tema; la sociedad de
Colonia tuvo la imperiosa necesidad de poseer esta diferenciación en el arte
musical, esta expresión que ya estaba dada hace años, aunque claro está y es
más que entendible, diríamos necesario, la municipalidad posee desde hace tres
décadas y pico un coro femenino y masculino que nos representa y muy bien a
nivel mundial inclusive. No obstante la particularidad de Voces de mi Ciudad,
es que nos atrapan cuando las vemos, casi y a veces más, de cincuenta voces
femeninas y con el aliciente de ser mujeres grandes, mayores, algunas
permítaseme el término abuelas y bisabuelas. El comienzo. . ., cuéntame cómo
cayó la hoja del cuaderno musical, en qué nota y en qué fecha.
-
La
realidad; un día allá por noviembre o diciembre del dos mil tres, llamaron a
Fernando mi hermano, director del Coro Municipal de Colonia, un grupo de
señoras que se reunían en casa de una de ellas a cantar y no tenían quien las
dirigiera. Él las derivó a mí. En su trabajo cotidiano, mi hermano, me explicó
que era interesante que yo me involucrara en esto, pues, a él le parecía que el
medio era el adecuado para adentrarme en un panorama musical del que no me iba
a sentir ni agobiada, ni defraudada. Yo accedí, pero también ubiqué a mi otro
hermano el Prof. Daniel Maddalena Balbi, para que realizáramos el
emprendimiento juntos, principalmente en el orden de arreglos musicales y
demás. Mi tarea en realidad es dirigir coros de niños en enseñanza primaria.
Creí que el desafío era importante y me encaminé junto a ellas, que lo hacían
con el sólo fin de cantar para sacar necesidades interiores que uno tiene,
pero necesitaban que alguien las
dirigiera, no es que se llevaran mal cuando el momento llegaba sino que faltaba
ese ensamble, esa adecuación a ritmos, vocalización, etc. Vamos a mencionarlas,
Maestra Irma Peña, Sra. Graciela Guerra y Sra. Nelly Roqueta quien ya hoy no
está entre nosotros. Cuando nos pusimos de acuerdo, les pedí, un lugar físico y
encontrar más personas dispuestas al canto, consideré que veinte o más como
mínimo. Así fue y en febrero de dos mil cuatro empezamos. Como lugar físico,
encontraron el Salón de Actos de la Casa de la Cultura, un pedido que
realizaron al entonces Director Prof. Omar Moreira quien se los cedió
gentilmente. El comienzo fue te diría para resumirlo: ‘como del vamos, con
todas las ganas, no fue como otros ‘vamos’, que se van viendo a ver que sale, no, ‘este vamos’ fue con todo
y con todas’. El primer ensayo me marcó tanto, y marcó las ganas de todas las
que allí estaban, que nos mirábamos y quedó marcado ese ocho de febrero de dos
mil cuatro como el de inicio de las tareas como institución cultural
coloniense.
-
Por
las diversas sociedades en las que el coro ha atravesado, me consta, he
preguntado, cómo se ve, cómo se percibe esta agrupación femenina, busqué miradas
de género distintas para que me pudiesen aportar ópticas sociales, muchas veces
transculturizadas, que son atravesadas por una transversalidad que las hace
también poseer esta inquietud; pero a diferencia nuestra lo hacen con la
participación de hombres en esos coros. De allí parto con una mirada hacia los
lepidópteros y me fijo en un medio centenar de mariposas depositando sus
huevecillos en diferentes zonas de nuestra América, de repente salen las
crisálidas y echan a volar y son ellas, solas, de frente a ese otro mundo que
las espera.
-
Sí,
vos sabes, que hasta lo intentamos, hubo algunos maridos, algunas personas del
sexo masculino, que se habían interesado, pero nosotros que hemos ido a
encuentros y festivales de coros de adultos mayores y hemos visto esa
perspectiva, nosotras somos más y nos hemos preguntado: ¿Será que acá hay menos
viudos que viudas? Entonces la realidad implica que en este coro hay muchas
mujeres solas, viudas, divorciadas, y muy pocas las casadas, pero bueno la
realidad indica que en la vida el hombre va muriendo primero; ¿verdad?
-
¿Crees
en la mancomunidad, por todo lo expuesto?
-
Sí.
Claro aquí hubo un destape. Las personas querían algo y la comunión fue tal,
que yo me hice la idea de que ellas necesitaban imperiosamente una fuerza extra
y allí estuve brindándoles todo de mí.
-
¿Fue
una necesidad tuya?
-
Si
pero, no era en ese momento, tal vez más adelante. . ., pero me animé.
-
Te
adaptaste rápidamente al llamado.
-
Fueron.
. ., como mis tías. Sí exacto, como mis abuelas. . ., eran mías. No las conocía
y eran amigas, enseguida una me llamaba por teléfono que la mandaba tal o cual.
Aparecía otra y otra. Bueno fue en febrero como te decía, cuando llegó a su fin
ese dos mil cuatro, Fernando empezó algo que nunca nadie había realizado, con
el Coro Municipal salió a recorrer barrios de la ciudad y determinados
rinconcitos, en una tarde se hacían cuatro o cinco presentaciones. Él nos instó
a que saliésemos junto a ellos. Decidimos, aunque pensábamos que no era lo
correcto, en fin todas esas prerrogativas que uno tiene y que después si se
lleva a cabo la instancia, desaparecen. Así pasó. Ese fue nuestro debut, creo
que ni el mejor cantante se imaginaría nunca poder estar junto a su gente, a su
pueblo y nada menos que en: ¡Su debut!
-
Lo
tengo muy presente. Cantaron e media cuadra de mi casa en una rinconada de las
calles Fray Bentos e Italia en las Viviendas antiguamente llamadas del Banco
Hipotecario. Después lo hicieron en el Barrio El General. Luego en el Real de
San Carlos, en fin diversos lugares de Colonia. ¡Y qué acompañamiento social
fue aquello!!
-
¡Pero
claro! Cantaba: ¡la abuela, la tía, mamá, que se yo! Un sinfín de personas se
iban trasladando desde un sitio a otro, papá, el hijo, el nieto, el perro, el
almacenero, todos agolpándose para ver aquellas mujeres bien organizadas:
¡Cantando! En esa ocasión y de ahí en más, incorporamos al Señor Oscar Durañona
como percusionista del grupo.
-
Estaba
muy buena, la formación del coro. Me pareció muy afortunado y propicio el
momento de formación coral, pues vi también un contenido más que interesante.
La docencia. Un ítem que nadie lo hubiese contemplado sin embargo, tu lo
llevaste a cabo, fuiste descubriendo que se incluyeron maestras jubiladas,
otras no, pero ellas que tienen una formación musical muy primitiva, pero que
hacen o hacían que sus niños cantaran de la mejor manera posible. Ahora, ellas
brindaban su aprendizaje, su entonación a su pueblo y en cuestiones de rescatar
idiosincrasia, ese fue un
aporte muy interesante del coro.
-
Todo
coadyuva en aunar ganas. El objetivo era hacer algo. En ese día se logró, mucho
más de lo que ellas pensaban. No olvidemos que era ir a cantar solo los lunes.
Ellas no estaban hablando de hacer actuaciones.
En realidad era ir placenteramente a
sacar su interioridad semanal en esos cantos a los que tú deberías encaminar.
Ellas, principalmente las maestras, se verían reflejadas en ti, allá en sus
primeras aulas. ¡Qué historia! A partir de allí, yo dije bueno: ‘¡A cambiar la
óptica!’ Si lo pudieron hacer en la calle, haciendo cosas que yo le pedía, sin
ni siquiera haberlas ensayado, ademanes y movimientos que nunca realizamos.
Pues, les dije, con la alegría que tenían, yo me animo a sacar más de ustedes.
Y allí me propuse, bueno: ¡vamos! Entonces se me ocurrió, un uniforme, que no
teníamos, las vestí divinas, para cada ocasión. Conversándolo entre todas me
dieron la posibilidad de elegir y elaborar un vestuario propio para todas, en cada
una. A partir de ello empezaron a darse cuenta que no era discutible la
situación en muchos aspectos. Primero que al principio eran veinte, después
treinta y hoy son casi cincuenta. Se torna un poco difícil situarse frente al
grupo y dictarle pautas para cada acto, sea en función corporal, vestuario,
musical, de viajes que hemos realizado, en fin. Yo no soy un dictador al frente
de cincuenta seres femeninos, soy una organizadora que se le hace imposible:
‘preguntar’, debo de resolver, tratar de que elaboren lo que les pido, y ejecutar ello
sobre el escenario. Ellas querían que yo decidiera y entonces muchas veces
pregunté ustedes quieren. . . y ellas mismas me decían: ¡decídelo tú, pues no
nos podemos poner de acuerdo todas!
-
¿Y
te acuerdas de cuántos atuendos tienen?
-
Sí,
sí, tenemos dos fijos y de ellos sacamos diez, pues van cambiando el pantalón,
la chaqueta, una blusa, un vestido, etc. Siempre les dije que se tenían que ver
lindas. Impecables, ese también es mi estilo.
-
Exteriorizarse
en escena para poder interiorizarse desde la profundidad del alma.
-
Si
será así que hay personas, que jamás pisaron un escenario. ¡Podrás creer! Hay
personas que jamás pensaron en sacarse el batón o el delantal y menos verse
vestidas como lo hacen en ocasiones para estos eventos, que son muy importantes
para ellas. Y después la propuesta de actuar.
-
Esto
ya merece un párrafo aparte. ¿Verdad? Pues dentro del arte musical se pueden
mechar otras artes que van de la mano del canto y en eso tuviste la fortuna y
la inteligencia de demostrarte y demostrarle a una sociedad tan enfrascada como
la coloniense que podías ensamblar el canto y el escenario, teatralizando una
determinada realización artística, llámese comedia musical, ya sea de nuestro
continente o de otros más lejanos. Y eso estoy seguro que lo lograste y lo
lograron lejos de cualquier comentario adverso. Así mismo, y esto corre por mi
cuenta, sigo siendo crítico con los
medios de comunicación de nuestra ciudad. Muy pocos, diría contados con la mano
han concurrido a espectáculos que ha realizado el coro y que bien podrían hasta
pasarlos a nivel nacional en cualquier medio televisivo. Sin embargo, quietud
total en ese aspecto.
-
La
actuación, es muy difícil. A sabiendas, de ello, miramos en derredor y nos propusimos
realizar comedias musicales. Era como culminar un poco lo artístico, éramos
conscientes que el fin era, por un lado divertirnos y por el otro, hacer
beneficios con nuestras armas, el canto,
la representación, era estar conformes haciendo algo que nos guste pero que nos
diera plata. Fíjate que la mayoría de los grupos hacen la venta de pollos, una
rifa, un bingo, y nosotros propusimos a la sociedad realizar algo diferente,
dándonos dividendos económicos, divirtiéndonos. ¡No es poca cosa!
-
Aquellas
actuaciones, no fueron antes de hacer un viaje. Si no recuerdo mal, primero se
hizo un viaje y mucho después se empezó con esto de las actuaciones.
-
Tienes
razón, el primer viaje fue a Capao da Canoa, en Rio Grande do Sul, Brasil.
Aunque se comenzaron a foguear podríamos decir así, con algunas salidas fuera
de Colonia, en Montevideo cuando fuimos invitados a la Facultad de Ciencias. En
Piriápolis, donde intervinimos en un Festival de Coros Internacional, allí
estuvimos dos o tres días. Fue realmente precioso como lo vivieron a ese
evento.
-
Estimo,
que ha sido una revolución social, familiar.
-
¡Ah!!
Sin duda. De hecho los primeros involucrados, fueron los maridos. De allí en
más, hijos, nietos, amigos, familiares de cada una de ellas que han viajado
desde otras localidades, inclusive Montevideo para venir a Colonia, no solo a
escucharnos, sino también para después partir todos juntos hacia otros países,
como lo hemos hecho. Todo el mundo ha apoyado en algo. Vecinos que se han
acercado consiguiendo útiles, ropa, etc., en fin, Colonia, se ha visto
involucrada y sintiéndose parte. Músicos, los
actores más premiados de nuestra ciudad, han estado junto al coro. Con
el devenir del tiempo, hemos logrado reunir hasta dos ómnibus de cuarenta y
pico de personas cada uno, llenos y viajando a veces hasta cerca de
veinticuatro horas para llegar a una actuación a Paraguay o Argentina. Todo
esfuerzo. Me acuerdo en Capao, llegamos a las dieciséis, a las dieciocho
teníamos la primera actuación.
-
Sí,
sí. . . lo recuerdo claramente. Yo decía esto va ser. . ., cualquier cosa todas
cansadas. . ., mujeres adultas, de edad avanzada. Y la rompieron . . . (Risas)
¿Y en la Universidad, ese mismo día a la
hora veintiuna? Con todo el público jóvenes de entre veinte y treinta
años.
-
Recuerdo
perfectamente. Fue un éxito, total; nos miraban, escuchaban, después batiendo
palmas como diciendo: “¡. . .y estas veteranas que van a poder hacer!”
Terminaron, levantándose de las mesas y bailando con nosotras y no sólo eso
pidiendo ‘otra’, ‘otra’. Éramos todos mayores para ellos. Me preguntaba: ¿Hasta
dónde llegamos, a qué le llegamos: ‘al corazón’?
-
Es
que nos preguntábamos los acompañantes: ¿Pero que hicieron para levantar
aquella efervescencia, aquel delirio brasilero?
-
Sí,
yo he estudiado un poco el panorama de las actuaciones que tenemos. Y creo que
esto hasta traspasa la música misma, hay algo de olor a cariño, algo destila el
coro más allá de la música misma, pueden gustar los temas, la música que
hacemos, que creo, modestia aparte que, está elegida como gustosa, amena a la
gente misma. Sigo pensando, no obstante, que hay algo en las miradas, en las posturas, en
la alegría. . ., no
sé. . ., va más allá del coro mismo.
-
Estoy
haciendo un prologo para este mismo libro referido a un estudio sobre
musicología. Allí me refiero a la ‘etno’ y la ‘histo’ musicología, las razas
propias y la historia que generan esas razas dentro de la musicalidad en las
sociedades. Es así que veo que el coro sobrepasó esas dos barreras, principalmente
la historia, ello hace que trascienda
las fronteras, se ha ido a Paraguay, a Brasil, Chile. Queda en ello plasmado
esto que afirmabas tú, traspasa y queda más allá y deja firme el cometido de la
música. Esa música que también lo desarrollo en el prólogo puede ser folklórica
o de oralidad, la popular urbana, y la
académica y no académica. ¿Crees que está comprendida dentro de la popularidad
urbana?
-
Creo
que, es popular mundana. Hacemos música de todos lados.
-
Efectivamente,
donde las convocan allá están, por otra parte, siempre con temas relativos para
la ocasión.
-
Claro,
cuando tú nos convocaste para la exposición de pinturas tuyas, de tu amigo
Edgar Cedrés y de tus amigos venezolanos José Coronel y Ramón Belisario en lo
que se denominó “Encuentro de dos pueblos hermanos”. Bueno allí estuvimos y lo
hicimos con canciones en honor a la República Bolivariana de Venezuela. Fue
difícil, se hizo algo de muy alto nivel intelectual y había que ubicarse
mentalmente, la gente que estaba era. . .impresionante.
-
Mí
cometido como un trabajador más del arte, era dejar plasmado en la memoria
colectiva y personal de todas aquellas mujeres cantantes la posibilidad que se les brinda en lugares y momentos en
que ellas, jamás lo habrían logrado. Ejemplo claro: ¿Cuántas de ellas habrían,
no solo conocido (que de hecho uno va a Montevideo con un poco de tiempo y
entra en él para conocerlo, si quisiese), sino habrían entrado a cantar, en su
vida, dentro del Palacio Legislativo del Uruguay? Gracias a todos ustedes,
directores, profesores, músicos y a ellas mismas, cuando yo junto a Edgar
Cedrés realizamos la exposición de pintura y esculturas de papel, muestra
denominada “Antropología de la Libertad” para un dieciocho de Julio de dos mil
ocho, pudieron hacerlo. Esto no fue una pedantería, sí me parece más una
galantería de dos tipos que se esforzaron por ello y bien agradecidos a ustedes
por supuesto. No olvidemos que bajaban los diputados que estaban trabajando en
régimen de comisión a escuchar el coro. Fue realmente impactante para todos.
-
Si
todos estos trabajos, sacamos algo positivo. De todo esto se fue aunando ganas
para hacer cosas: “De que sí podemos” y que no hay fronteras. No hay edades
para conseguir propósitos
-
Unos
por sus años y sus mañas y los otros pues se dan cuenta que tienen toda la
prerrogativa de los años por delante.
-
Diciéndolo
cariñosamente: “mis viejas”, tienen sus mañas y hay que saberlas llevar,
entonces, me pongo firme, conociendo el paño. . . y a veces me interrogo diciéndome:
¿pero son mayores? Y en el momento, digo
no, no debo dejar pasar esto por alto pues sino. . ., yo las requiero, y ellas
saben que yo doy todo y dejo todo por ellas, tratando de que se luzcan. Y más
mal me pongo, cuando en un ensayo general ellas me dicen: ‘¡No podemos!’. ¡Sí,
pueden! Porque si lo pueden hacer el día del espectáculo, entonces: ¡Pueden!
-
Diríamos.
. ., ensayo general = distensión.
-
¡No,
no . . .! Para mí, no. Porque es la última vista que yo tengo de lo que voy a
ver y es donde yo me pongo como loca y las hago exigir al máximo. Porque no es,
el momento de aflojar, es el momento de dar, para que yo pueda quedarme
tranquila y ellas mismas de que el espectáculo va a salir bien. Y eso también
lo fueron aprendiendo y lo siguen aprendiendo día a día, semana a semana. . .
-
Te
ha costado diez años. Y a cada momento, uno, se lleva algo consigo.
-
No
es fácil. Uno, ve la tarea concluida en cada espectáculo. Después de ello
entran las aflojadas corporales, los estrés. Cuando las ves contentas, felices,
que lograron el aplauso, la gente de pie, cuando me entregan simbólicamente a
mí un ramo flores que en realidad debería de ser para cada una de ellas. Allí
entra mi satisfacción personal, fluye y
va mucho más allá de todo lo que pasamos juntas. Ahí se logró y solo los
artistas saben cuando después que baja el telón y detrás, te abrazas, gritas y
hasta muchas veces uno llora emocionado de haber llegado al interlocutor
válido, el público asistente. Esa es la alegría de todo lo ensayado y explicado
y entendido por parte ellas.
-
Entrechocar
sudor con sudor. En eso creo se simplifican el estado de todo una temporada
pequeña o larga, pero período de tiempo al fin, lo mágico del artista.
-
Sí.
Ves como director, cuando se destapa el tapado aquel que parecía que no iba a
llegar pero llegó. Es parte de la cotidianeidad del arte.
-
¿Y.
. . en qué consiste el repertorio que utilizan. Llegan a él de determinada
manera, con un previo sometimiento a votación. . .? Supongo que tu ya tienes un
repertorio. Pero diríamos como lo seleccionas cuando deben de concurrir a un determinado
lugar o geográfico o estético. . .
-
Mira.
Entre Daniel y yo elegimos. Hacemos un ensayo primario diríamos con los temas
elegidos, por ejemplo para el día de la mujer buscamos algunas canciones las
hacemos cantar de acuerdo al arreglo hecho por Daniel y de ahí en más los que
más peguen o sean expresados de mejor calidad al oído los vamos separando.
Otras pueden ser mundanas, canciones con sentido, como ejemplo ‘Honrar la vida’.
Aquellas canciones que son amplias pero que siempre te llevan al tema. Hubo una
oportunidad que fuimos a una escuela rural y entonces buscamos canciones más
folklóricas. En ocasiones hemos tenido que cantar tangos o valsesitos y lo
hemos hecho sin inconvenientes, pero como nosotros tenemos bastante canciones,
no es problema para buscarlas. Hay cancioneros rioplatenses. . .
-
Paraguayas,
brasileras. . .
-
Sí
pero allí, ya depende del lugar a que vayamos y su idiosincrasia musical,
nosotros tenemos mucha afinidad musical con la argentina, no toda por supuesto,
pero la tenemos, no tanto así con Brasil o Paraguay como tú decías.
-
¿Existe
un registro por parte de la Dirección de la cantidad de canciones que llevan?
-
No.
Sí, en realidad las tengo apuntadas, podría sacarte la cuenta pero ahora es
medio apurado lo tuyo. ( Risas)
Esta Profesora, ha hecho revivir con
vivacidad a las señoras en esto de las actuaciones, revalorizando socialmente a
la mujer del departamento de Colonia. . .
El Valor social de Voces de mi
Ciudad
Hacía
aproximadamente unos seis años el coro no paraba de cosechar éxitos en todas
partes. Alguien, avezado y sabedor de lo que implica etnosocialmente un grupo
de habitantes de una comarca, no dejó pasar por alto el trabajo fecundo de
estas mujeres.
Se
estaba llevando a cabo en nuestra ciudad un curso de nivel superior, académico,
en psicología social; los egresados debían formalizar sus tesis en trabajos de
campo recogidos aquí, en su sociedad, fue así que dos chicas, futuras
psicólogas sociales (hoy ya lo son) pidieron permiso y se adentraron con
entrevistas personales con preguntas específicas a las señoras integrantes del
coro. Después del trabajo, ellas les entregaron a cada una su diagnostico
grupal. Aquí va el mismo como corolario de toda esta entrevista de ellas y mía
a un grupo social sin alternativas, enriquecerse de una plantación realizada es
enorgullecer al socio cultural de esa comarca y aún más, recoger en el futuro
una siembra que denote calidez y prestigio a cada ser dentro de la sociedad en
que uno vive, más aún.
Textual
: “En un bosque muy cercano, vivían unas
cigarras soñadoras a las que les gustaba cantar. Pero: no querían cantar solitas, ellas querían un coro de cigarritas. Un
hermoso día de verano, se encontraron paseando y se pusieron a conversar. Una
de ellas dijo: “Yo quiero llevar este
canto amigo a quien lo pudiera necesitar”, Otra le respondió: “!Claro! ¿Qué
vamos hacer? ¿Esperar la carroza?”. Todas corearon : “- NO!!! Necesitamos a
alguien que nos pueda ayudar”. Por eso convocaron a la maestra de los cantos.
Ella les dijo: “- Yo quiero tener un
millón de amigos y así más fuerte poder cantar”. Así, salieron a buscar más
artistas con vicios de cantor. “Toda mi esperanza eres tú, eres tú,
acompáñame”, les pedían a todos los seres del bosque, y al que dudaba, le
decían: “Tu vida tiene un karma: cantar
siempre cantar”. Llegaron a sumar cincuenta cigarras en poco tiempo, y
empezaron a trabajar muy en serio por lo que soñaban. Este gran grupo fue
encontrando sus ritmos, y se organizaron como hormiguitas para llegar a sus
metas.
Un
día, se descubrieron cantando en otras comarcas. ¡Sí, podían hacerlo, podían
cantar! Y contagiaron de música y alegría cada lugar por el que pasaron.
“Juntas y en armonía, podían sentir el placer y el orgullo de expresar la
música”. Como en todo bicherío, algunas se destacaban por su disposición,
laboriosidad y buena onda; y otras sumaban con su presencia; todas tenían algo
para aportar, con mucha alegría. Y la
gente se pone a murmurar: “¿Esclavas de la alegría? Hoy en día, gente mía, eso
no es normal. Isso nao é normal”.
Mas
no todo era alegría, armonía y felicidad; ‘no
todo fue tan simple, claro como el cielo, bueno como el cuento que en la las
dulces siestas nos contó el abuelo’. También se enfrentaban con batallas
cotidianas: contra la muerte, la soledad, el caos, las enfermedades, el pasado,
el dolor, los miedos. . . Pero: ‘altaneras,
preciosas y orgullosas, pasan luciendo su real majestad. Cantan, la gente está
aplaudiendo y aunque se estén muriendo no conocen su dolor’ Se concentraron
tanto por luchar contra esos enemigos que descubrieron ciertas cosas, como
mirar a la que estaba al lado, compartir, interesarse por la otra. Se olvidaron
que cada una ‘era el fuego de ese hogar’.
Construir una realidad a partir de sus
sueños no fue tarea fácil. Hoy no están todas la que empezaron a recorrer el
camino, pero nuevas voces se sumaron.
Un
par de mariposas que estaban de visita en el bosque las invitaron a un lugar
mágico. Las cigarras, con algo de curiosidad, siguieron a aquellos extraños
seres hasta una laguna de aguas serenas. Las mariposas les pidieron que dejaran
por un instante de ‘vivir en pleno
carnaval’, que se detuvieran en el reflejo que el agua mansa les devolvía,
que reconocieran la ‘sonrisa hermana que
cobijó su duelo’, que recordaran como era ‘sentir el calor de una mano amiga’.
Luego
de unos instantes de reencuentro consigo mismas y con las otras, de compartir,
de regalarse presentes hechos por ellas mismas, algunas expresaron en susurros
distintas emociones: “Nunca nos habíamos sentido así”, “Cuántas cosas sin saber
de mis hermanas cigarras”, “Deseo que se escuchen las voces de todas”.
Con
estos sentimientos retornaron a su vida cotidiana, sintiéndose poseedoras de
una gran riqueza cosechada en estos años de siembra, y sabiendo que tiene mucho
por sembrar y recoger de aquí en adelante. . .
octubre de 2008
Verónica
Laborda Victoria Rivoira
Colonia, 14 de mayo de 2013
“. . .una mujer se ha perdido,
conocer el delirio y el polvo. . .; historias que quedan allí, ni el recuerdo
los puede salvar, ni el mejor orador conjugar. . ., como un cuadro del viejo
Chagal . . .”
Como señal de un enamorado, Silvio
Rodríguez entra por la hendija de su corazón y la atrapa.
Y esta mujer, con sombrero o sin él,
familia tras familia, fue desentrañando esa imaginación que ustedes tendrán
hacia ellas, que nos agolpa, nos estruja, cuando las escuchamos.
María Concepción Fassini CONCE
Quien
ha recorrido por interés cultural, por amor a la música, tanto lo ha hecho por
dejarse transportar en sones melodiosos de una voz que dulcemente recorre y
embarga sus sentimientos, no habrá dejado pasar su oportunidad, de oírla. Digna
de una calidez sensible en su timbrado en la voz, no me lo niegue, usted, habrá
criado como a un hijo, un apego especial, hacia este ser humano, que deslumbra con sencillez los
escenarios del lugar en que se halle cantando.
-
Te
he encontrado varias veces en la vida por diversos motivos. Cuando nos
conocimos, allá por los noventa junto a tu hermana melliza Rossana que era, con
quien más acercamiento tenía, en realidad, empecé a descubrir tu musicalidad, inspirado
por el seguimiento de la cultura escuchando a la orquesta municipal y creo que
sin saberlo empezó la sociedad de nuestra comarca a descubrirte, como una cantante real. Ahora ya en estas épocas, de
vernos más frecuentemente, pues a tu oficina de trabajo debo de concurrir casi
semanalmente por mis actividades en el área de cultura; siempre me atiende
‘Conce’. Gracias por recibirme y por participar de este proyecto mío para con
ustedes.
-
¡No!
Por favor, las agradecidas debemos ser nosotras.
-
Conce,
tu perfil musical, se traduce dentro de lo que podríamos llamar música popular
urbana. ¿Es así?
-
La
música para mí, no tiene país, no tiene fronteras. Une pueblos, une culturas.
La música te cura.
-
A
ver, a ver. . . ¿Cómo es eso? Cuéntame un poquito más a ver. . .
-
Sí,
sí, totalmente. Lo he comprobado en persona, es mi mejor remedio. Hice un tema
casualmente, que lo denominé ‘Música’ y habla de lo que hace en mí la música,
creo que en todas las personas. Sí, seguramente que sí, en todas.
-
¿Crees
en la músicoterapia, entonces?
-
Tal
cual. cualquier problemita que haya en
los seres humanos, al que no escapamos, todos de alguna manera poseemos algún
conflicto interior, la música es la mejor manera de evitarlo. Quien tiene
posibilidades de hacerla o crearla, te subes allí arriba, de un escenario,
metafóricamente hablando, pues el mismo puede ser en tu casa, con guitarra en
mano, si es tu instrumento, y a mí me cura.
-
Crees
en la resolución de los problemas por medio de esa vía.
-
No
cabe la más mínima duda. Para estar sano de mente, de espíritu de corazón, la
música.
-
Volvemos
a lo anterior, trasciende al ser humano, y ayuda a desmitificar esas fronteras
que nos auto imponemos. Más aún si ayudamos a otro sin miramientos.
-
Poder
compartir con la gente, a mi encanta que me escuchen y me aplaudan, cuando es
con un aplauso sentido, claro. Porque uno después de tiempo en esto de hacer
música, se da cuenta cuando hay energía, cuando el calor se desprende de las
manos del otro cuando llega el reconocimiento.
-
¿Reconoces
los diversos aplausos?
-
Claro.
Uno detecta.
-
¿De
todo esto se desprende, que estás componiendo?
-
Sí,
estoy escribiendo y componiendo, mis propios temas, para que el público los
conozca, está muy bueno también.
-
Retrocediendo
un poco o mucho (risas) en el tiempo. Cuéntanos, que memoria musical tienes tú
de ti misma en la música.
-
Toda
la vida. Te digo más, no tengo memoria para algunas cosas que sí me ha contado
mi mamá. En el tiempo que antes se grababa con la cinta, nos contaba que ella
nos había grabado a mi hermana melliza y a mí.
-
Como
estamos haciendo ahora, de la misma forma. (Risas en forma desmesurada, hasta
llegar a la carcajada)
-
Si
éramos muy chiquitas obviamente, vivíamos en Carmelo. Y yo no recuerdo nada de
eso obviamente. Ella dice que tenía una grabación y nunca la pudimos escuchar,
pues una señora que nos cuidaba se la dio a los nietos para jugar. Obviamente,
concluyó en que la señora fue despedida, con bombos y platillos, fue despedida.
Así tal cual.
-
¡Con
musicalidad!
-
Era
un recuerdo para mi madre que no pudimos tener, a sabiendas como amaba mi madre
la música, y realizadas por sus hijas, con esa preponderancia por medio. Igual
viviendo en Carmelo, mamá nos regaló nuestra primera guitarra.
-
¿Vivieron,
hasta que edad en Carmelo?
-
Hasta
los diez años. Te decía en realidad que la guitarra fue destinada a mi hermano
Gustavo y a mí, que éramos los más afines a la música. Andábamos cantando por
ahí a pesar de que éramos muy tímidos. Y ese creo que fue nuestro comienzo.
-
María
Concepción, pasó por muchas etapas en la música.
-
Muchas.
-
¿Debido
a qué tantas etapas?
-
Debí
decir, ‘muchos grupos’, no ‘etapas’.
-
Siempre
dentro de la música popular, a ello nos referimos.
-
Exacto.
Si yo siempre recorrí el mismo camino musical. Gracias a Dios, mi camino, ha
abierto sus puertas cuando ve que viene esta o aquella persona
transitándolo. Siempre me ha dejado
pasar. Es muy benévolo, mi camino. Acá, allá, donde sea. He realizado mis
espectáculos musicales en donde a veces he tenido que saltearlo por momentos;
porque veo que hay que encauzar algo nuevo, en ese momento y en ese lugar. A
todos nos gusta triunfar.
-
Pero
tú haces lo que quieres y disfrutas con ello.
-
Si
realmente es así y me hace muy feliz.
-
¿Volviendo
a un momento que nos quedó allí detrás; has pasado por muchos grupos musicales?
-
Exacto.
De chica a los once años tuvimos un grupo que habíamos denominado ‘Los
Picapiedra’. Éramos tres hermanos, Gustavo, Rosanna y yo y teníamos un bajista
a ver, Núber era el nombre. . ., no recuerdo el apellido. Luego estaba José
Carlos Berrutti en guitarra, Caco Boné en batería.
-
¿Toda
gente de Carmelo?
-
No,
no de acá y lo formó Néstor Echecopar. Después mi hermano, entró a tocar con
él, en la orquesta de Plátano. Y nos llevó a las mellizas Fassini. Hablaron con
mamá y les dijo: ‘ . . .bueno si está Gustavo y si van las dos. . .’ y con la
promesa de que nos iban a cuidar mucho. A los dieciséis años, entramos a cantar
en la orquesta de Plátano. En realidad y modestia aparte, fue un boomn y aparte
debutamos en el Club Huracán de Riachuelo y con un aditamento imperdible para
aquella época, ‘luz negra’. ¿Te imaginas. . .?
-
Nooooo,
impresionante. (Risas por doquier)
-
Si,
muy cuidada, por el hermano que era un año mayor nada más. (Las risas brotaban
a carcajadas)
-
Si
hubiesen estado vestidas de blanco quedaban ahí de frente y perfil, vuestra
primera exposición pública.
-
Estuvimos
un tiempo allí. Más tarde formamos nuestra propia orquesta, la que llamamos
‘Cenizas’, bueno también, estaba el papá de mi hija, mi hermana, mi hermano,
Daniel Sobrero, Guillermo Gatti en guitarra, en percusión Diego Viera, mi
cuñado.
-
Lo
hacía, a Guillermo en percusión, tocando tamboriles.
-
No
pero, Guillermo tiene un oído privilegiado. Toca la guitarra como los dioses. Y
después bueno, ya se vino la orquesta municipal. Sí antes de formar ‘Cenizas’
estábamos en la orquesta municipal y eso fue gracias a Jorge ‘Negro’ Iglesias,
él nos dijo mira que van a hacer una prueba, están buscando cantantes pues
habría espacio dentro de la misma ya que un integrante Wilson Vega trabajaba
como solista, tenía solamente un año de formación la misma y allí nos tomaron
pruebas estaban recuerdo: Silvia Maddalena, Fernando Maddalena, Marcela
Hernández, Enzo Boschetti, Rossana Fassini (la hermana melliza) y yo. Fue más
gente a probar, claro, pero quienes quedamos fuimos nosotros. Recuerdo cantar
con Daniel Maddalena en el piano, luego se sentaba en el banco largo, nos hacía
cantar diferentes temas. Así quedamos. Yo tenía veinte años.
-
Siempre
con el Maestro Nelson García Prieto.
-
Sí.
Aunque, recuerdo que antes al principio de la orquesta fue. . . a ver. . .
Correa, claro fue Correa. Pero en esa época no estuvimos nosotros.
-
Claro.
¿Correa quien fue maestro director de banda del Ejército de Colonia?
-
Exactamente.
Si yo estuve quince años con Nelson allí en la orquesta, hasta que decidí hacer
otra cosa con la música.
-
¿Abrirte.
. . de corazón y espíritu musical?
-
Efectivamente,
pues a quien le gusta esto, es diríamos. . . como. . ., meter su propio
bocadillo. Hacer del canto lo que mi me gusta y sin animarme aún. . .
-
Una
experiencia más que saludable, Conce. Aparte viajando por diversos lugares del
país.
-
Sí.
Lo de la Orquesta fue genial, nunca lo olvidaré. También viajamos a la
Argentina, aparte con grandes músicos, viendo, escuchando otras culturas musicales,
otros desenvolvimientos de diversas armonías con muy buenas experiencias y
también de las otras. Allí contraje nódulos, no teníamos profesores de canto.
¡Cantabas. . . y cantabas! No había una educación de la voz. a partir de ello,
empecé a estudiar.
-
Interesante
la educación de la voz.
-
Fue
realmente apasionante para mí. Mis primeras armas en el armado de la voz fue en
Carmelo con un Profesor, Grosso de apellido, y en esa época nos vino a visitar
una soprano que, me sabrás disculpar pero no recuerdo el nombre en este
momento. Con ella hicimos algunas ‘master class’, en Montevideo y acá en
Colonia también, siempre buscando ayuda de profesionales y demás. Bueno hoy por
hoy, tengo un buen trabajo acá en la Dirección de Cultura y de hecho estoy
dando clases de canto
-
¡Qué
bueno¡ Eso hace falta en nuestra ciudad.
-
Después
de varios pedidos de la gente. Sí, me preguntaban y me dije nunca se me hubiese
ocurrido hasta que un día dije, bueno,
voy a dar, por otra parte enseño lo que aprendí y eso está bueno. Aunque te
diré que una cosa es aprenderlo para tu persona y otra cosa es darlo. Traté de
prepararme en eso, como trasmitirlo a otras personas. Y ese ejemplo de vida, me
sirvió para nunca más tener nódulos en las cuerdas vocales. Los disolví con
ejercicios. Te imaginas, lo que significa para un cantante tener las cuerdas
vocales limpias es tener tu herramienta de trabajo en orden.
-
Realmente
interesante, pues al poder realizarlo te sentís en plenitud.
-
¡Claro!
Quienes cantamos, no nos damos cuenta, pues al tener un don natural, que es
justamente el canto. Creemos que es solo esforzarnos un poco y nada más. ¡No!
Debes de estudiar canto y allí te das cuenta que nada que ver con lo que tú
puedes llegar a realizar sin haberlo estudiado, el esfuerzo que haces sin el
conocimiento previo y lo fácil que te resulta después de adquirirlo. Se daña
muchísimo el organismo. Todos los instrumentos hay que afinarlos y cuidarlos y
a las cuerdas vocales, mucho más.
-
Cuando
terminas la etapa de la orquesta municipal. ¿Qué pasó allí, como transcurrió tu
carrera?
-
Allí
formamos un dúo con Luis Vergara. Luis y Conce que tuvo, muchísimo éxito. La
gente me dice hasta el día de hoy que nunca van a escuchar otro dúo tan bien
concebido y esas voces que se esamblen de esa manera. Y yo, modestia aparte,
comparto esa apreciación.
-
Pienso
lo mismo, un brillo propio, con una delicadeza y finura, propio de grandes
cantantes.
-
Pensaba
en este momento, mira lo que es la vida, estuvimos años en la Orquesta
Municipal, un solo tema cantamos juntos.
-
Él
estuvo mucho tiempo allí.
-
Si
yo me fui mucho antes. Después se fue Luis.
-
Hicieron
un gran trabajo.
-
Tú
lo has dicho. Ejercimos un trabajo arduo. Muy trabajadas las voces, con
esfuerzo y laboriosidad. Pero realmente tuvimos tanto trabajo cuando decidimos
salir al público que nos parecía mentira tanto éxito.
-
¿Recorrieron
varios caminos en este país y en los aledaños?
-
Sí.
todo el Uruguay prácticamente, varios teatros y varios boliches en Buenos Aires
y parte de la Argentina. Estuvimos un mes en San Martín de los Andes, que nos
llevaron, vivir en esos lugares un experiencia fantástica.
-
¿Y
el público de pie aplaudiendo?
-
Vos
sabes que sí.
-
Claro
me consta, cuando los he visto ha sido así.
-
Después
decido retirarme del dúo, seguir como solista.
-
¿Y
él también?
-
Sí,
sí él también, ha tenido muy buen éxito.
-
Vos
sabes lo que dice la gente. Por ello te elegimos como una mujer representativa
de la música coloniense. Una luchadora de la creatividad musical.
-
Si
me considero una luchadora por la música en general. Allí es donde me animo a
hacer mis temas. Casualmente, uno de los temas que tengo que se llama ‘Llegaste
a mí’ lo hice cuando nace mi hija. La veo jugando un día en el corralito y allí
agarré una lapicera y di comienzo a la letra de esta canción. Nunca me había
puesto a escribir. Pues tengo eso que canto temas de grandes autores. Me gustan
las buenas letras. A mí siempre me costó inspirarme. Pero como empecé armar mis
propios espectáculos, digo ‘acá meto este tema mío’, y bueno como la gente lo
aceptó, fui metiendo uno y otro.
-
¿Y
algún espectáculo en particular, como solista?
-
Hago
teatros en diversos lugares. Y en Montevideo con mi espectáculo ‘Latino yTango’
con muchísimo éxito. El montevideano
con el tango se enfervoriza, te diré, a mí
me gusta el tango. No es lo que más me gusta. Pero como tengo la libertad de
elegirlos, cuando los canto ya estoy disfrutándolos, debido a esa elección a
que hacía referencia. Si estoy haciendo eso.
-
¿Y.
. . ahora?
-
Haciendo
de la música, mis gustos personales dentro de ella, si Dios me da
posibilidades, seguir mi camino hasta
que pueda y después también, vaya a saber que se encuentra uno después de esta
vida y si se puede seguir allá, disfrutando de esto.
-
Tuviste
oportunidades para irte.
-
Pues
a veces se pregunta uno: ¿Por qué en determinadas ocasiones, no te fuiste? Y la
respuesta es, por que vos elegís eso. Elegís que no quiero por determinado
valor afectivo, por ejemplo. En mi caso mi hija. Dije me quedo y aquí estoy.
-
¿Qué
edad tiene tu hija?
-
Treinta
y un años. Cuando me pude ir reitero, dije no, y después la pasé muy bien acá.
Seguí trayectoria. Mi hermana me decía Conce ven a España, que aquí hay
diferentes posibilidades para tu vida.
-
Claro
pues ella canta allá.
-
No.
(Risas) Yo le decía, mira Rosanna, yo mientras pueda hacer lo que me gusta acá,
no me voy. A no ser que me quede sin trabajo y sin nada, no lo dudaría. Pero
como la música es universal así como el mundo es de todos. Yo con ella me voy a
sentir bien allá, acá o en cualquier lado.
-
Totalmente.
-
Si
te tocó vivir acá, disfrutemos el mundo acá. Si fuera por mis descendientes
tendría que estar en Italia. Mis abuelos vinieron de allá. Tampoco tengo ese
apego.
-
Pero
fíjate que si será como tú dices, que han venido japoneses a cantar a Cosquín,
Córdoba, Argentina, uno de los más tradicionales y reconocidos festivales de
música popular urbana desde hace cincuenta años en Latinoamérica y han logrado hacer música folklórica y se han
llevado premios, queda demostrado entonces que la música es hipersensible y
trasciende fronteras, sin que se apegue a ninguna región. Es formidable.
-
A veces cuando dicen las raíces son lo más
importante. Claro uno nunca va a tener desapego con sus raíces, en realidad no
deberíamos mostrar más de lo que uno hace musicalmente, pues allí están las
raíces propias dentro de la música. Si se quiere saber más acerca de ellas,
están los que escriben y estudian sobre esto. Me gusta absorber y aprender de
otros lados lo interesante o sobresaliente del lugar o zona geográfica en que me
encuentre. Pero también digamos, no debo ser hipócrita en eso.
-
Algunos
autores de preferencia.
-
Para
mí, sin cambiar nunca, pues desde chica lo sentía muy cerca de mí musicalmente
hablando: Silvio Rodríguez. Recuerdo que Sabrina me decía: ‘. . .me atomizabas
mamá con Silvio’ y al día de hoy canto,
canciones de Silvio.
-
¿Tu
hija canta también, profesionalmente?
-
No.
Noo. Pero tiene muy buen oído, diría un fino oído musical. A veces me ha
dicho: ‘. . .
desafinaste acá’, el error más mínimo se da cuenta. Cuando a veces canta
conmigo, la nota se le dispara y la tiene que andar corriendo. (Risas).
-
¿Sólo
Silvio, Pablo Milanés, como ejemplo?
-
Me
gusta Pablo y mucho. Pero Silvio sin conocerlo, es como. . ., que fuera un
pariente mío ya. . . porque tanto escucharle, a veces como que hablas con él. .
. (Risas)
-
Nunca
investigaste sobre la nueva trova cubana
-
Vos
sabes que no.
-
Hay
otros autores muy interesantes dentro del movimiento que han recalado en un muy
buen puerto musical como Augusto Blanca fundador de la trova o José Pepe
Sánchez, Vicente Feliú, Fran Fernández, o Enriquito Núñez entre otros.
-
Escucho
todo lo que puedo, pero. . .
-
¿Y
algún otro? No siendo de esa formación.
-
Me
gusta mucho lo que escribe Sabina y admiro a Serrat, Mercedes Sosa, Sandra
Mihanovich, Rosana, me gusta Piazzola, Goyeneche y de ellos me prendí en el
tango.
-
Lo
del Polaco es incomparable.
-
Sí.
Le llegó a todo el mundo Goyeneche. Al anciano, al joven, a todo el mundo le
paso eso. Era un tipo que te contaba, te hacía sentir el tango, con las
interpretaciones que hacía. Eso creo de Goyeneche.
-
Ta
familia, toda dedicada a la música.
-
Sí,
mi hermano Gustavo tiene excelentes composiciones realizadas. Mamá toda la vida
cantó. Mira los cuatro hermanos cantamos. Y mamá que fue ganadora de festivales
de Durazno, en el Festival de Canciones a mi Patria, con canciones propias.
Interpretaba como solista. Mamá vive acá, en Colonia. Un día quiso cantar conmigo
en el Teatro Bastión del Carmen, pero tenía un problema en su rodilla que no la
dejaba vivir y no se animó a subir las escaleras y postergamos su actuación.
-
¿Y.
. ., como es el nombre de ella?
-
María.
Doña María Orfilia. Aparte de ser
cantante, tenía un muy bueno oído musical. Herencia total.
Bueno,
allí quedé destrabando mi pequeño grabador bajo el frondoso roble. Y a la
espera que Doña Orfilia nos reciba en su casa. . . , algún día.
Colonia, 14 de mayo de 2013
‘. . .si
te cabe el cielo en un abrazo, siempre habrá una estrella para ti, si catorce
vidas son dos gatos, aún queda mucho por vivir. . .’
¡¿qué
cómo?! ¡qué Fito & Fitipaldis, le saben bien!
Como una niña, la vemos, entre
ellos, sociológicamente enredada por los vidrios de algún mundano ruido que
asemeja a que vuele por sus convicciones de vida. . .
Seguimos en Colonia
Valeria Boné Carro Valeria Boné
-
No
te voy a pedir los años, pero sí las décadas. . . (Risas a discreción, de los
dos)
-
¡Cómo
no! Tres décadas y dos, jua jua jua, nos recontrareímos de alegría.
-
Decime
que te ha llevado a este camino musical, pues lo que yo he escuchado de ti, me
ha resultado muy bueno. Tienes un futuro con esta situación de hecho en la que
te insertas, lo considero muy
interesante por ello deseo quede plasmado en este humilde libro de mujeres
cantantes.
-
Vamos
a ver. Je je. Cuando entré en esto. . , la música es mi compañero (en este
caso), desde siempre, antes de empezar a tocar y cantar; escuchaba mucha
música. Elegía los temas que me gustaban, sinceramente viví la época del casete
y grabar de la radio esperando el tema que te gustara, apretar el rec y el play
ya que no había en ese momento dinero como para comprar los casetes del o la
cantante de tu agrado. Entonces sí, digo y afirmo que la música ha sido mi
compañero de horas circunstanciales de vida. También ha sido un medio de
comunicación recíproco. Cantar siempre me gustó, en el baño o en el cuarto
prendía la radio y cantaba y canto aún, los temas que me gustan. Y hacía eso
básicamente, de chica me compre un micrófono y como la radio también
amplificaba cuando uno le adosaba el mic, cantaba sobre el tema que salía en la
radio.
-
Y
te salía bien la opereta.
-
Claro,
ponía el casete (si lo tenía) y cuando echaba a rodar el mismo, yo cantaba
sobre el cantante, pobre, a quien le tocara tal situación de mi locura por
cantar. JA JA Je je!!. Todavía, con el condicionante, que como siempre me gustó
la guitarra, también metía la viola, entonces era completo aquello para mí. Tuve
así la posibilidad de poder cantar. Pues es muy difícil cantar a capela.
¿Verdad? ¿O de qué manera uno canta? Me preguntaba yo. Y. . . bueno, esta fue
mi oportunidad primera, acompañarse uno mismo.
-
¡Qué
buen inicio! Nadie hasta ahora de quienes he entrevistado se ha iniciado en el
canto de esa forma. Hacer un sobremontaje, diríamos muy cineásticamente
hablando, ¡está muy copado che!
-
Si
había solo que enchufar el eléctrico que todavía perdura. Ja, ja, ja (Risas
varias de ambos). De esa forma arranqué, es en realidad, como que la música me
ha identificado. De hecho te cuento como anécdota de vida, muy valedera por
cierto; yo nací de seis meses. Fui seis mesina, entonces, estuve dos meses en
Montevideo en el Centro de Prematuros, donde me decían que la compañera más
grande que teníamos era la música. Te dejaban con una radio prendida para
armonizarnos e insertarnos en el
mundanal ruido.
-
Ambientarte.
-
Claro
como si estuvieras en la panza pero insertados en la realidad. Yo estimo que de
allí, o tal vez no, pero es como que sentí siempre esa atracción muy particular
por la música, con la que me conecto a cosas que ni te imaginas. Yo hago teatro
además. Este arte me fascina, me comunica también, pero con la música es de
otra manera la comunicación.
-
El
teatro y la música, diferentes artes y diferencia en públicos también. ¿Cuál de
ellas es más intimista, te llega a
profundizar tu ego, satisface más tus convicciones?
-
Es
como, difícil la comparación, pero. . ., si tuviera que elegir como algo
íntimo, sería. . ., la música. El teatro para mí ha sido más colectivo, desde
la familia del teatro y la creación, la música en cambio tiene una creación muy
personal. En este momento, de hecho, estoy tocando sola, guitarra y voz así que
son mis sonidos vocales y el instrumento.
-
¿Cómo
fueron los primeros pasos en guitarra, como sacaste y emitiste tus primeros
acordes y arpegios hasta llegar a concretar una canción completa?
-
No
fue fácil, pues no tenía conocimientos musicales y no fui una habilidosa de la
guitarra. Hay gente que se sienta, agarra la guitarra y naturalmente, le sale
solo. En mi caso, tenía amigos que tocaban, empecé con la guitarra, en la misma
época en que con el teatro, estaba terminando el liceo, mi compañero de banco
me enseñó los primeros arpegios. Tenía amigos que también tocaban así que lo
primero, fue escuchar. Gustavo Gómez, Mauro Carrecelas que, en forma conjunta
hacíamos teatro y después de cada ensayo, había una guitarreada y allí me fui
prendiendo. Veo una guitarra y me atrae, me atrae en serio, ellos me fueron
pasando unos acordes y mi abuelo me regaló mi primera guitarra. De allí en más
no paré hasta hoy día con esto tan fascinante de la música y el canto.
Totalmente autodidacta, digamos.
-
Así
que el abuelo Carro, fue el primero que se
puso . . ., con la guita, para que la nieta se proyectara. ¡Qué visión,
señor! (Valeria tiene ese don, reírse desde su juventud. A mí, me encanta reír,
junto a la juventud Jo! Jo! Jo!)
-
Sabes,
el abuelo tenía un hermano que vivía en El General y él hacía guitarras, las
arreglaba y bueno de allí salió mi
primer guitarra. Una vez que tuve la guitarra en casa digamos que, la
relación se personalizó con ella. En mi caso por elección pura y por otro lado
que las cosas se han dado así. He trabajado a solas, porque era entrar al
cuarto mío cerrar la puerta y arrancar. Sacar de donde pueda e ir armando y
hace un par de años que siento he logrado como una conexión no solo
personal sino que bastante auténtica. A
veces, uno tiene que, tocar, y lo demás va llegando con el tiempo yo he logrado
de modo muy modesto, sentirme cómoda con ambas cosas, tocar y cantar, como la
revista ‘toco y canto’ ¡je je!
-
Después
que aprendiste a tocar los primeros acordes, como La, Sol, Do, Re, Mi , y sus
dominantes y séptimas, etc. ¿Adentraste tu personalidad buceadora, hasta a
veces extravagantes lugares musicales,
con alguien académico?
-
No,
realmente, nunca tuve la intención de buscarlo tampoco. Me fascina y admiro a
la persona que agarra un bajo, un piano, una guitarra y veo que sabe y toca.
Pero me siento muy cómoda en este amateurismo, muy propio. Soy consciente de
que también tiene la limitante que el campo
de acción musical es muy reducido. Es decir el conocimiento es el que uno se
quiere dar en la vida, y mejorar aprendiendo más. . .
-
Bueno
Vale, nunca lo sabemos. . .
-
No.
No. Claro, nunca lo sabemos, pero básicamente, al estar con otro, es como una
puerta más.
-
Sí.
A veces sí, a veces no. Mi experiencia personal allá por el sesenta y cinco
(!faaaa que de años!!; me descubrieron la edad!! Jijiji!!) te diría, empecé guitarra clásica a
los nueve años hasta los dieciséis. Comencé de nuevo a hace tres años, en un
conservatorio aquí en Colonia que demuestra ser muy catedrático. No obstante, a
mi este año dos mil trece, me querían hacer estudiar lectoescritura que ya lo
había hecho en mi primer año, y si no lo hacía, no me tomaban prueba a mediado
de año como se hacía siempre y no me tomaban el examen de fin de curso.
Entonces. . .,¿eso es incentivar cultura musical, con aditamentos externos
nocivos e imperativos para el alumno, aunque sea viejo? Por ahí con la
relatividad que toco, podría decir toco en algún lado, no lo hago. Lo que si
llamó mi atención fue tu música, la afinidad con los temas que realizas y cómo
los interpretas. No todos pueden lograrlo. Fue mi punto de in flexión musical
con aquella niña que realizaba teatro junto a la mía y te veía como una hija
más. Hoy veo esa niña, ya adulta, con la misma sensibilidad para con la música.
Por ello, la pregunta si te adentraste a la parte académica de la misma, aunque
sostengo que en tu caso si te metes en el trasfondo de la cuestión musical, ¡ah!
yo creo que la embarraríamos ¿No?
-
O
pertenece a otro caso que no es el mío. Es como te decía hoy, en su momento, no
fue como una elección razonada o muy clara desde el principio que pudiera tomar
por este camino, solo se fue dando por diferentes factores y lo que sí me pasa
hoy, es que disfruto mucho del aprendizaje que he realizado y cómo lo he hecho,
si estudio música que podría también hacerlo, no me influenciaría demasiado. Me
siento muy cómoda con lo que hago y en este lugar donde estoy y con mucha
libertad. Es lo que yo hago. A la hora de estar presentándome al público, es al
revés, me brindo y es lo que tengo. Brindo lo que soy a los demás a partir de
los conocimientos que yo tengo de la música que son hasta a veces intuitivos de
la misma. Eso que vos decís de los tiempos, los silencios, no es algo aprendido
en la técnica, sino como yo lo siento, lo escucho y luego lo ejecuto y
trasmito. Lo que aplico no lo hago desde
el ritmo, la métrica, ni nada de eso, ponle el nombre que le quieras poner a lo
que pase ahí.
-
Y
el efecto de las letras de tus canciones.
-
Yo
toco covers, letras de otros músicos, bastante variado, creo que lo que los
une, no es el género, justamente son aquellas letras de canciones que uno
siente que te conmueven, suenan a verdad, que te hacen ruido. . ., un Charly,
Fito & Fitipaldis, son letras que movilizan, y de allí parte la canción y
después. . ., tengo temas propios que. . ., los camuflo je, je, (pequeñas risitas),
entre medio de los covers, pues a estos no los conoce mucha gente tampoco, no
son de lo más popular. Ello permite ir mechando mis temas, sin hacer distinción
evidente, no digo este tema es mío, cuando lo hago.
-
Por
ello elegimos de que estuvieras presente. Soy reiterativo, lo tuyo se
diferencia de lo que uno está acostumbrado cuando va a escuchar cantar, y ahora
en la entrevista, a diferentes colegas tuya. Refiriéndonos a géneros musicales hay
cuatro o cinco diferenciados; pero dentro de ellos, hay una variedad infinita
de subgéneros y cada vez, se agregan más. Justamente dentro del género popular
urbano, lo tuyo es muy diverso o digamos moderno y simple. ¿Con qué
cantautores, te sentís identificada?
-
Bueno
como tengo la limitación de cantar y tocar, por ahí, hay temas que me gustaría
llegar a hacer. . ., Zitarrosa por ejemplo o Silvio Rodriguez, me fascinan,
pero a la hora de poder incorporarlos, cantando y tocando, lleva una complejidad
que. . ., ¡aún no! . . ., no sé Darnochauns, me llega mucho.
-
A
ver: ¿Y Mateo?
-
Vos
sabes que con Mateo me pasa algo, no soy muy conocedora de la obra de él. Me
gusta, pero me llega a través de Fernando Cabrera, que hace temas de él,
tímidamente me acerco, pero no toco su cancionero. Sí creo, que. . ., mis
comienzos como te dije fueron de ir cantando encima de temas desde la radio,
Mateo es un músico muy cargado de un estilo tan personal y con disonancias y
músicas llenas de contenido.
-
Y
ahora que pasaron unas páginas, tírame otros de aquellos que te encimaste
discográficamente para ser quien eres
hoy como cantante.
-
Faaaa.
Mirá (Comienza nuevamente su risita de pequeña pícara. Ji, Ji,. . .) Oveja
Negra y Pastoral por ejemplo. ¿Con estas te maté. . .? Ja Ja Ja!! [Risas plenas,
de conocedora de que yo, aunque le dijese que sí,. . . no los conocía, a los
grupos. (Jo Jo!!! estas fueron risas mías)]. Virus. Je Je Je!! Con este te agarré bien parado.
¿Verdad? (Sabía que yo lo conocía) Abuelos de la Nada. Y ellos también, fueron
mis comienzos musicales, me empujaban desde su discografía como diciendo:
‘!Dale vos podés!!’
-
Impresionante,
la enseñanza de vida que dejó Miguel Abuelo como Argentino, muy similar a lo de
Mateo en Uruguay. ¿Verdad? Dejaron su vida trunca, en la mitad, por y para la
música.
-
Bueno
como uruguayo, también El Príncipe, Gustavo Pena, que hace canciones de
Zitarrosa y de Mateo, con una autenticidad, que no pasa por la música que se vende,
sino por la expresión lisa y llana y con su forma de brindarse al otro. Y allí
si te diría que tengo como varios puntos de encuentro. Pero en la música a la
hora de tocar, no hay una selección consciente del repertorio. Es decir, no
está aquello que yo diga, quiero tocar tal canción, por allí, me llega la
canción, o una melodía de algún lado, investigo, la busco en internet, saco la
tablatura, pero lo que más disfruto no es sacarla para mi repertorio o la
obligación de incluirla allí, sino que me va llegando, lo voy haciendo mío y
tiene como su ritmo. Hace tiempo que ando como con estos temas, te decía Fito
& Fitipaldis y otros y no se me hace aburrido pues cada vez les encuentro
más vueltas, más conexiones. . .
-
Cuéntame
un poco más algo que habíamos quedado desconectados más arriba, el tema
composición literaria.
-
Sí,
en realidad Horacio, escribo desde siempre. Desde chica cuentos, poesía; leer,
ni te digo, Benedetti por ejemplo siempre, me iba a la biblioteca del liceo. En
mi casa no había libros, no se consumía para nada ni lectura ni música. Como
elementos cotidianos digamos. Y allí, me sentaba a copiar los poemas. Después
me puse a escribir canciones, en ese momento que aprendía guitarra y con sólo
dos o tres acordes, me largué como hacer mi primer canción y. . . nada. . .,
trato de que las canciones que componga hablen de mí, de lo que me ha pasado,
historias de vida digamos. Si me propongo elegir el repertorio, elijo canciones
que tienen que tener ese trasfondo de verdad o sobre mi vida o ya sea que las
vivió el otro pero que denotó la verosimilitud de los hechos y por eso me
llegan y las transformo en canciones.
-
Es
como que la injusticia se te arrima y tú tratas en ellas (las canciones) de
desdoblarlas, transformándolas en justicieras.
-
Si
además de esa justicia de vida, el amor. . ., ¡qué sé yo! Sí, también me pasa
con el teatro, es como tener algún peso
social, tiene uno identidad, una forma de pensar, una política. . . Bueno, yo
siempre digo que el teatro, o la música, te están brindando el espacio, como
para poder decir algo. Entonces uno vive ese espacio y me parece más que
importante crear cierta conciencia social. Igualmente en el momento de elegir
una obra, elegir un personaje desde: ‘el que decir’, eso es tenido en cuenta
por mí. En el caso de la música es así. De hecho algunas canciones, son mezclas con poesías,
con textos propios o de autores, y siempre es como que me tomo un ratito para
hablar de temas así, de índole social digamos.
-
Bueno,
que es justicia de vida en definitiva.
-
Sí.
Sí. claro.
-
También
debemos recordar que tu influencia de profesora de sociología, hace que: “tu
cuidado social”, sea para con la sociedad (valga la redundancia) muy fuerte y
tratando por medio del arte, influenciar poniendo en evidencia esos valores.
Por ahora, sola musicalmente. ¿Pero podremos ver algún día a Vale junto a otros
músicos, en un dúo, un trío, o una orquesta sinfónica? Jua Jua Jua (Risas fuertes de los dos)
-
No
es algo que descarto. De hecho, cuando empiezo a tocar la guitarra a los
diecisiete años lo que más me movilizaba era la presencia de los otros junto a
mí, como la idea de formar un conjunto. Pero como este camino sigue tan individual.
. ., no obstante, hay propuestas y yo tengo muchas ganas. Convengamos que se
abren otras puertas a nivel colectivo, pero bueno, hay que experimentar y hay
que ver, existe como una identidad muy
propia, en lo que hago, que para poder fusionarse con otra cosa, habría que ver
cómo sería. Es como conseguir pareja!!!
Jejeje JoJo jojojo!!! (Risas fuertes de los dos) Hay que ver cómo pasa y con
quien pasa, pero en fin. He tocado en el Buen Suspiro y sigo haciéndolo, hoy
toco allí y me acompañará Cazón en flauta y otras veces Mauro me ha acompañado
en guitarra.
-
¿Y
fuera de la localidad, has hecho alguna incursión?
-
Sí,
he partido hacia otros lugares. Tuve una invitación de jóvenes que hicieron un
campamento en Atlántida que se llama “Que Entren los que Quieran”, allí van
diversidad de asociaciones de jóvenes. Fue un fin de semana, hace algún tiempo,
donde se dan charlas sobre diversos
temas sociales, querían aparte contar con algo de música, teníamos una conocida
en común entre organizadores y yo. En primer momento dije que sí, después en el
afiche, terminé siendo la “Telonera de Labarnois- Carrero” y me dio un poco de
cosa (Risas a granel!!). Realmente estuvo muy bueno lo de Atlántida, después
tuve una invitación en San José, al Balneario Kiyú, que después a último
momento se suspendió debido a la inestabilidad atmosférica que no dejó hacer el
festival, debido a que era al aire libre. Después acá en Colonia, siempre en la
vuelta. He tratado de salir un poco de lo convencional, pues tengo como mi casa
propia de canto que es, como dije ‘Buen Suspiro’ de un amigo Wilde Raymondo que llamo y le digo: ¿Hoy puedo
tocar? y al toque estoy allá. No lo hago
con la idea de dar un show, sino que lo hago con la necesidad de expresar.
También estuve tocando en el Hostel y el Restaurante Mata Mala, alguna tarde en
Casa Grande. Han salido varios lugares y
otros espacios no convencionales, hay una tienda que vende discos allí en
General Flores, ‘El Abrazo Tiendita Cultural’
Si, el hecho de ir revolver las cosas, los discos, etc, y debido a la
amabilidad del chico que atiende le dije
un día mira yo toco los temas que vos vendes, puedo venir un día a tocar algo
si no te incomoda. Me dijo que sí que poníamos una silla en la vereda y así lo
hicimos, justo pasaba Mauro Carrecelas y así que ya también paró guitarra en mano (pues es su compañera) y
tocamos los dos allí, sacó algunas fotos, estuvo muy bueno. Veo que empiezo a
generar cosas lindas, pero también comprendo que son momentos.
-
Tampoco
te interesa participar en eventos en los que tengas que competir, en donde
arriesgues un poco más.
-
No.
La verdad que no va por mi lado. Me pasó lo mismo con el teatro, que si bien
ahora justo este fin de semana, hay un encuentro regional, somos integrantes de
ATI (Asociación de Teatros del Interior), si bien competimos en el tema de la Bienal y obtuvimos un premio Florencio,
que son instancias de competencia, no lo hicimos por la competencia en sí
misma, terminamos allí por elección de los jurados a la trayectoria, la obra,
etc. pero no lo tomamos como ir a la competencia. Y en la música me pasa lo
mismo, no sería el camino en el que yo me insertase, sino que si viene algo
será por otros medios pero no porque lo haya buscado, o quisiese ingresar. Por
ello digo: buceándome interiormente, sí, he tenido un crecimiento propio, pero
no tiene otra proyección más que eso.
-
Como
mujer coloniense Vale, has crecido. A lo largo de toda nuestra charla te lo he
reiterado, en todas las acciones tuyas, social y etnográficamente, lo has
hecho.
-
Me
veo hace quince años, con el micrófono sobre el equipo y discos, y me veo ahora
dispuesta, en cualquier lugar, a brindarme de esta manera, sin duda, es el
lugar donde me gusta estar, es como un momento de cambio de paradigma, no de
paradigma, sino de seguir este camino y perfeccionarlo. Esto fue cuando estuve
con una lesión en la espalda y eso me
llevó a estar como dos meses de quietud y no había mucho más para hacer que
escuchar música y darle a guitarra y cantar. Siempre con el tema del teatro en
medio, gracias a ello había hecho un curso de educación de la voz. El profesor
hablaba de dos caminos, uno era búsqueda de la voz interior, allí hay una
corriente propia que uno puede llegar a la armonización y otro, donde la técnica es la que juega su
papel, ella te informa el do, re, mi, fa, sol, la, si, entra por el oído el
sonido y tu lo adaptas luego para salir de tu ser. Él, nos enseñó técnicas
respiratorias que se ensamblarían con esa voz interior que es propia y decía:
‘el llanto de un niño nunca es
desafinado’ Dentro de esta filosofía que él manejaba, cuando uno empieza hablar
imita a la voz de sus padres. Comienza hablar con imitación de sonidos,
entonces realmente uno va amanerándose y tomando maneras de hacer las cosas,
una de ellas es cantar o hablar no son maneras propias, en realidad, nos
basamos en la imitación del sonido. Luego de grande, con relajación y
respiración, realmente, uno puede encontrar ‘su voz cantada’ que así se
denomina. Esa ‘voz cantada’, se desprende desde los músculos, desde la energía.
Desde allí es más fácil liberar la afinación que todos tendríamos naturalmente.
Y realmente todo este tiempo que pasé en reposo, ese tiempo me ayudo a tener
esa comunidad, de decir esto soy en realidad. En mi camino, la tendencia fue
escuchar siempre a otro, pues con el equipo a mi lado, cantaba junto a la voz
de otro en realidad, no sé, Sandra Mihanovich como ejemplo, yo era la voz del
otro. . . ¿No? Hoy por hoy siento mi propia voz, ese grado de comodidad lo he
logrado y disfruto mucho de la obra que hago.
-
Todos
disfrutamos de vos, pues cuando te escuchamos ya nos insertamos en ese mundo musical,
tan dulce que ofreces. Uno se siente muy cómodo y muy a gusto con la vibración
que se siente, cuando interpretas. No debes de abandonar este camino, pues vas
a llegar a una etapa muy buena porque así lo demuestras. A veces es conveniente
dejar a un costado algunos logros que algunos quieren o prefieren cuando llegan
sobre un escenario y seguir andando el sendero sin añoranzas vagas.
Simplemente, andarlo.
-
Sí.
Así lo vivo y así lo siento. Sigo de una manera muy natural, no es algo que me
cuestione, digamos. De la manera que lo disfruto y he pasado esta etapa que la
veo desde el canto mismo, que el público esté satisfecho que yo disfruto desde
mi silla de cantante; eso está bueno y a cada uno le llega a su manera.
-
Valeria,
gracias por tu deferencia de recibirme, que hayas aportado para este libro en
el que me inserté. Déjate algo dicho para quienes te van a leer, principalmente
para aquellas jóvenes que les gusta el palo musical.
-
Yo
diría, como en retrospectiva, de esa posibilidad de hablarse como, a uno mismo.
Desde los doce años yo supe que detrás de la música había algo que motivaba mi
ser. Entonces digo, hagan caso a ese llamado interior que se manifiesta y envía
señales. Hay que tener confianza en uno y en su capacidad de aprender. Por mi
trabajo, tengo la posibilidad de
vincularme con muchos jóvenes y allí veo en la escuela técnica (UTU) en el
taller de música del Prof. Mendiberry, donde concurro para ayudar al profesor y
para insertarme y aprender más de él y de los mismos alumnos, lo lindo de
seguir este camino. Busquen en la música, que es una puerta interesante y muy
válida. No olviden que mañana, por ahí hasta pueden vivir de esto, también como
oferta laboral. Pero rescato el medio de expresión que es lo que yo experimenté
y me ha servido muchísimo y lo sano que es. No estén pendiente del otro,
háganlo por su necesidad interior, atrévanse algún día a estar frente al otro haciendo
arte y verán el mundo que se encuentra delante de ustedes. Dense el tiempo para
ver los frutos que recogerán. Me gustaría que hubiese más escuelas técnicas
musicales con más profesores. Hay muchas personas tocando que necesitan un
apoyo. Hay que tomar conciencia de ello.
-
Agradezco
tu amabilidad y suerte!!!
-
Gracias
a vos y adelante con el proyecto que está buenísimo.
Colonia,
29 de mayo 2013
De
Colonia. . .a Durazno, pasando por Montevideo. . .,
viene cantando, cantando, a “Los
cuatro vientos” con los premios retornando.
Esta cantora, auténtica y
coloniense, define una historia de música hecha a esfuerzo, insertándose a
nivel nacional con empeño de ama de casa que funciona cantando junto a la
mesada.
Pero. . ., ¡¡se codeaba con los
mejores!!!
Amigos, con ustedessss:
¡Graciela Arroyo!! Graciela
Arroyo
¡Fuerte ese aplausooooooo!
Nos
encontramos en su casa, junto a su esposo. Sentados en el living, se me posó en
la tarde fría de mayo, el gato, casi. . ., casi. . ., mezclado entre cenizas,
lo desconocí, como gato, pues era gata, color cenizas.
Eterna,
según Graciela tiene, como, quince años y espera que la lumbre y el fuego le penetren su armadura regordeta.
-
Doña
Graciela, bueno, como desconozco la trayectoria de muchas de las mujeres
cantantes de mi departamento, espero que me ayude a develar si usted es tan
amable, como ha sido la suya. Como comienzo dígame, para que la gente se ubique:
¿Cuántos lustros lleva vividos?
-
Setenta
y dos. Veintidós de mayo de mil novecientos cuarenta y uno. No oculto mi edad.
si la tengo para que la voy a ocultar.
-
Bien,
bien, cuénteme cosas. . . de qué manera se
insertó en el arte musical, si
estudió o no. . ., cómo fueron sus comienzos.
-
No,
estudiar no estudié. Siempre me gustó cantar. al principio cantaba en la
escuela, en el liceo, en la coral. Vengo de cuna cantora. Mi padre cantó
siempre, el viejo Cacho Arroyo, y cuando era chica cantaba mucho con él. Tocaba
la guitarra y cantaba con él. En la Coral Colonia, canté muchos años,
-
¿En
la época en que el Maestro Rodas dirigía, que creo fue quien comenzó con la
Coral?
-
Sí,
sino me falla la memoria, y con Eric Simon. Después empecé a cantar como
solista. En Radio Colonia, me habían puesto un seudónimo: ‘Blanca Azucena’
(Fuertes risas de su parte).
-
¿Cuándo
Radio Colonia estaba por cerca o pegado a Orameco?
-
No,
no, no. . ., estaba en el mismo lugar de hoy.
-
Claro,
pues allí hay, una fonoplatea.
-
Allí
dieron comienzos por decir de alguna manera, los cantos míos. Después dejé de
cantar.
-
¿Tiempo
corto o largo?
-
Un
tiempito no más. Pero siempre, cantando en familia, en reuniones, que
antiguamente se solían hacer mucho, y ahora casi se han abolido, dijera yo. Después cuando
empezaron los temas de: ‘El Uruguay Canta en Durazno’ o en aquí, en los
certámenes ‘Colonia a los Cuatro Vientos’, allí yo estuve, pero perdí. Me ganó un
muchacho de Tarariras
-
Año
mil novecientos setenta y poquito. . .
-
Sí.
Si, era de apellido Rostagnol, el chico, él fue quien me ganó, aún andan los
recortes de ‘La Colonia’ (Periódico local) tanta cantidad de gente que se
inscribía y participaba, fue una pena que se haya terminado. ¡Los años que se
hizo. . .! ¡Y después. . ., cómo lo que pasa acá en Colonia, siempre igual!
-
¿Y
Colonia es muy complicada?
-
Lamentablemente
sí, pues tenemos todo y. . . todo queda en agua de borrajas. Fue hermoso
aquello, se hacía allá en el frontón, con una acústica espectacular y con
tribunas techadas para sentarse, quienes lo vivimos por dentro sabemos lo que
es. Después canté en la Bartolomé Hidalgo, quien la dirigía era Quique Oroná
recuerdo. Bueno y allí gané el primer premio. Después de allí, un tiempito
dejé, pues los chiquilines comenzaban a criarse y uno tiene que dejar algo, fue
eso dejé la música. Después alguien me dijo: ‘”Vos no te animas Graciela, va a
empezar Uruguay Canta en Durazno”. Me presenté un año. . ., quedé afuera. Me
presenté otro. . ., quedé afuera.
-
Habrá
sido por el setenta y seis setenta y siete por allí.
-
Sí,
pues más tarde me volví a presentar.
-
Recuerda
Graciela, que en esa época más o menos, los ganadores en la categoría dúo
fueron otros colonienses, Eduardo Cotelo y Oscar Daghero.
-
Y
yo en ese tiempo dije, me voy a preparar, y justo en aquel tiempo tocaba y toca
muy bien la guitarra, mi yerno. . .
-
Toca
algo la guitarra. . . (Risas de ella, su esposo que estaba junto a nosotros y
este humilde servidor)
-
Sí
toca muy bien la guitarra Fernando. (Fernando Germán, quien más tarde también
ganó el certamen en Durazno junto a un cuarteto) Es muy introvertido Fernando,
toca como los dioses pero nunca quiere estar allí en el momento justo.
-
¿Qué
le pasa a Fernando, lo conozco desde el año mil novecientos setenta y cuatro,
un genio tocando. . .?
-
No
sabemos hasta el día de hoy no sabemos, ya tiene nietos y sigue igual tan
bueno, pero tan introvertido, él toca para dentro, toca para sí. Nunca se lo
pudimos sacar. Y eso que ahora, toca públicamente diríamos, diez veces más de
lo que hace unos veinte o treinta años atrás.
-
Nos
encontramos el otro día y me dice: ‘Ahora estoy haciendo lo quiero mi loco,
estoy grabando guitarra, guitarrón, guitarra flamenca en el estudio de Carlitos
(hijo de Graciela) para unos temas de Sonia Falcón’
-
Si
nunca sabemos por qué Fernando es así.
-
¿Y
en Durazno fue quien la acompañó?
-
Sí,
junto a Angelito Villagrán que ahora está en España. Y bueno eso quedó también
en. . ., pues ellos después dijeron: ‘Nosotros no te vamos acompañar más, por
qué esto. . ., por qué aquello. . .’ Y bueno quedó ahí y yo tenía a los
chiquilines chicos, fui dejando, dejando y. . . quedó ahí. La verdad fue una
experiencia hermosa, eso de haber ganando en Durazno, una experiencia,
extraordinaria. Es como decirte ‘haber tocado el cielo con las manos’
-
¡Qué
emoción. . ., siente uno. . .!
-
¡Ah.
. .! Noooo, fue algo imponente. Me acuerdo que salimos a pasear allí en Durazno
con mi marido, a caminar y dar vueltas
por diversos lugares y estaban en un lugar todos premios en exhibición y me
acuerdo que había un reloj que estaba hecho de la piedra de ágata o amatista y
le digo: ‘este premio, me voy a ganar yo’, pero así de estas cábalas que uno
tiene ¿verdad?. Nunca soñé que fuera a ganar nada te imaginas. A parte ese año
se había instituido el premio a la mejor voz del festival, estaba el premio
solista y ese que lo acababan de crear, también dúos, conjuntos, etc. Era
fantástico aquello, pues aparte del escenario, la cantidad de gente que había
cinco o seis mil personas, bueno, uno va y se sube allí arriba y . . ., yo en
mi caso llevaba un vestido largo, pero si la gente supiera o pudiese ver cómo
le tiemblan las piernas a uno allí arriba, ¡Ah. . . , por favor. Qué
disparate!!! Y en aquel tiempo se estilaba, dar los premios a última hora. La
gente no se movía de ahí de abajo del escenario, se quedaban hasta el final,
lloviera o tronara ellos estaban allí. El maestro de ceremonias, decía: ‘Vamos
a dar los premios de los solistas, nombraba el tercero, el segundo y por último
el primero; o sea te podías quedar afuera o podías ganar entre todos los que no
habían nombrado en esos dos premios. Pero cuando nombraron que era yo la
ganadora del premio solista, ni te imaginas, ¡yo no lo podía creer, no podía
subir a que me entregaran el premio! Había mucha gente que había ido de
Colonia, recuerdo a Moris que tenía fotografía acá en Ada. Artigas y él me
había anticipado: ¡Vas a ganar, vas a ver qué ganar! Y yo decía: ¡Qué voy a
ganar! Y se me dio, tengo fotos por allí, cuando me dieron el premio y entregas
de diplomas que anda por ahí fuera y siempre digo lo voy a tirar a la basura y
en casa me dicen: ¡Pero qué vas a tirar, es un premio que entregaba CX 22 Radio
El Espectador! Tenía una emoción, que no
podía ni hablar. De allí me bajé, siguieron dando premios, a los conjuntos, a
los payadores, los distintos premios que se dan. Al final de todas las entregas
dijeron: ‘Este año, tenemos el premio a la mejor voz del festival’. A todo
esto, yo estaba ya en la camioneta disfrutando del premio que me habían
entregado. Pero ni ahí de pensar que fuera yo quien me podría llevar otro
premio y en realidad como quien dice como una revelación en voz. Cuando por los
parlantes escucho que dijeron: ‘Se le va a dar a una dama, del departamento
de. . ., del departamento de. . .,
que tenía el número diecinueve’ Fa cuando dijo ese número yo no podía creer,
ese era nuestro número de participación. ‘¡Y. . . es del departamento de Colonia, la señora
Graciela Arroyo!!! Lloraba como una loca, no podía creer lo que me estaba
sucediendo, y aún hoy muchos años después, no lo puedo creer. Me movían la
camioneta, me llevaban en andas, me llamaban de una radio de otra y otra. . ., y
terminé yendo al canal cinco de Montevideo que era el canal oficial, me
invitaron a cantar allí en el programa ‘La Rueda del Cinco’, los sábados de
tarde, cante dos o tres temas y conductor, de quien no recuerdo el nombre
ahora, me decía: ‘¡los productores la van a contratar eh!, tengo fotos y la
grabación del programa. Fue algo realmente excepcional que se da solo una vez
en la vida, es especial, muy especial.
-
Uno
recuerda eso y no puede dejar de emocionarse.
-
Parece
que fue ayer y fue en el ochenta y uno. Pasan los años y pienso lo fantástico
que fue realmente me siento muy orgullosa. La gente de Durazno, sensacional.
Allí fue a saludarme, Wilson González Alfonso que es un maestro de allí, que me
hizo un poema extraordinario; algún día
te lo voy a mostrar, y decía en sus comienzos algo así como: ‘La voz de
Graciela Arroyo, dejo en suspenso la noche. . .’, no me di cuenta de buscarlo
para que lo llevaras o leértelo, pero está tan hermoso. . . (queda un breve
instante pensativa) y me dice, algo del poema que recuerda: ‘era más que
calandria. . . y los grillos enmudecieron y sus violoncellos. . .’, no recuerdo
bien el texto pero estaba tan interesante que otra vez me conmovió Durazno y su
gente. Le agradecí tanto que después me lo mando a mi casa y con su permiso lo
publicamos en La Colonia. Lo raro fue cuando llegamos, la Intendencia, no sé si
no se dieron cuenta o eran otra épocas también que no trascendí mucho, no sé lo
que pasó pero bueno. . .tampoco fue tanto lo que hice ¿no?. Hace dos o tres
años cuando estaba Fernando Maddalena de Director de Cultura, me llamaron y me
hicieron un reconocimiento en el Bastión del Carmen por haber ganado el
Certamen en ese año. Pero también habían ganado, El gordo Cappelino, Alfredito
Villagrán. Estaba el Dúo Buenhora de Carmelo. También estuvieron una actuación
destacadísima un cuarteto Nelson Gotero, Oscar Daghero, Carlitos Rodríguez y
Fernando Germán, ‘Los trovadores del Plata’. En otro año, tuvo mucho éxito
también ‘Los Costeros del Plata’ que estaban: Mi marido, mi hermano, el
Chalchalero González y Gotero. (Allí entra con todo su esposo, Quintana y dice
eso fue, en el año mil novecientos setenta y uno y ganamos el Departamental de
Folklore, auspiciado por cigarrillos La Unión y con ello ganamos un contrato en
Radio Real, que lo efectuamos y un contrato para actuar en todos los canales de
Montevideo, donde nos mandaron a buscar varias veces y decíamos unos van otros
nos quedamos y al final decidimos quedarnos. Después se fue para Australia El
Chalchalero y volvió a los años, no conseguimos otro para reemplazarlo a él y
bueno. . .) Todo esto. . .,
evidentemente, fue fruto de una trayectoria, hecha a fuego, marcada a esfuerzo,
en el devenir del tiempo. Y también tengo grabado, todo casero, varios temas
que tal vez algún día (aunque lo dudo) se pudiese lograr ensamblar todo eso y sacar
un cd. Pero ahora que recuerdo En un tiempo fui a grabar a Montevideo con las
guitarras de Eladio Pérez y no me acuerdo que pasó. . . si me querían contratar
para dar comienzo a mi carrera allá. Pero en realidad ni a mi marido ni a mí
nos gustaba vivir allí. Igualmente Eladio grabó dos temas en el sello Odeón del
Palacio de la Música. Y bueno eso quedó allá y nunca supimos más de ello.
Igualmente no estamos arrepentidos de vivir aquí.
-
¿Y
qué cantaba con su padre un poco el pionero de esto?
-
Y
yo recuerdo a papá que cantábamos, tango. Mi padre era. . ., medio arrabalero,
era. . ., medio bohemio fue mi viejo. . . eh!! bandido!! el viejo!! Era muy
‘cuida de mí’ Me llamaba y decía:’ Veni nena. . . veni. . ., vamos a cantar esta.
. .’ Y me hacía cantar Mano Cruel un tango; que se escucha poco y cantaba
siempre con él. Re cuerdo que gané una beca para ir a estudiar canto al Sodre y
no me dejó ir. ‘La calle pepiril. . .’ , me acuerdo que decíamos con el viejo.
-
¿Qué
edad tendría usted en ese momento? Entonces. . .(allí no resiste más y da
comienzo al trino de sus cuerdas vocales cantando esto. . .: )
-
Y
catorce o quince años. Y canta: “El amor mío se fue ay! ay!! y se me muere de
frío. . .”; ese era otro tema que cantábamos con mi viejo. (Con nostalgia lo
recuerda e interpreta como si estuviera a su lado y me dice. . .:) ‘¡Pobre
viejo, él era una cosa
que. . .!!
-
En
ello es que uno va formándose. ¿Verdad Graciela? ¿Estudiar canto. Tuvo
oportunidad?
-
Sí.
Lo hice en Montevideo con Elda Müller quien era que me hacía impostación de
voz, un poco con ella.
-
¿De
adulta digamos?
-
Sí.
De grande. . .
-
Y
en la Radio Colonia, como era eso. A ver cuénteme, que la gente ni idea tiene
como fue y es, tener uno de los mejores estudios para cantar en vivo dentro de
una radio y que hace añoooossss está inutilizado (pues no presta servicio)
porque funcionar funciona a las mil maravillas.
-
Los
miércoles y sábados había una búsqueda de valores departamentales.
-
¿A
usted, con quien le toco cantar? ¿Quién la acompañaba?
-
Estaban
los Hermanos Díaz, los Hermanos Silva y ellos tocaban la guitarra y yo cantaba.
-
¿Había
piano allí también?
-
¡Y
qué piano!
-
Había
un vidrio muy grande, y de otro lado las consolas de salida de la emisión al
aire. . .
-
Allí
concurría algún que otro a escuchar. Pero también, canté en Canal 3, cuando
estaba en el centro. Allí canté folklore. fue cuando el canal recién empezó.
Antes de ganar el concurso de Durazno y cuando intervine en ‘Colonia a los
Cuatro Vientos’, el que me quiso llevar para Buenos Aires fue Eduardo Falú.
-
¡Nada
más, ni nada menos!
-
Exacto,
él quería que me fuera, quería llevarme para allá y como era antes (y ahora
también, creo) apadrinarme. Pero bueno yo no es por echarle culpas a mis hijos,
ni mucho menos, pero les tenía chicos a ellos y evaluando, se me hacía
imposible dejar todo e irme o llevar mi familia y nada menos que a Buenos
Aires. Mi esposo tenía su trabajo acá, Javier (su hijo) era chico y uno va
dejando, dejando pasar el tiempo y bueno, me quedé.
-
¿Y
dónde lo conoció a Falú?
-
¡Y
acá!, cuando vino al festival ese del que hablábamos.
-
¿Qué
encontró en esa persona?
-
Me
escuchó cantar y me dijo: ‘Vos tenés algo especial, en el canto’. Yo siempre
digo, que teniendo oído, cantar puede cantar cualquiera. Ahora, trasmitir,
pues, no es cantar por cantar, sino, llegar al otro de manera de hacerle sentir
la interpretación de la letra que uno canta. Pues yo me acuerdo de años atrás,
cuando por ejemplo cantaban las Trillizas de Oro’, ‘Alfonsina y el Mar’, que es
un tema que a mí, me identifica. Pues uno no puede cantar (y me interpreta a capela unos versos del
tema en sí, y dice:) ¡No! no se puede cantar así porque sí nomás, pues yo la
veo a Alfonsina yéndose. . ., ahogándose, en la inmensidad del océano, deja su
vida en el agua, uno entonces tiene que expresarle toda su experiencia y
sabiduría de cantor, al que escucha eso. Tal vez no va, en cantar bien, sino en trasmitirlo.
-
Si
el Turco (cariñosamente), la quiso llevar es porque algún valor encontró. Claro
uno tiene que decidir en ese momento. (Allí interviene su esposo afirmando, esa
posibilidad que había quedado desperdiciada y a la que sumó que Falú le podría
haber presentado a Mercedes Sosa que era muy conocida de él)
-
Y
me lo dijo Amalia de la Vega también.
-
Bueno
si se lo dijo Amalia que era un líder, un estandarte del cancionero folklórico
nacional, estamos en presencia de alguien que sin duda hubiera triunfado por decir
algo en las dos orillas del Plata.
-
Y
también estuve cantando en la ciudad de Chajarí Entre Ríos. Cariñosos los
entrerrianos y me mandaban invitaciones de un lado de otro. (Vuelve a
intervenir su esposo y nos dice: ‘ofrecieron un contrato de trabajo para mí
otro para ella, y no es poca cosa que le hubiera ofrecido trabajo Falú’ ) y no
quisimos ir, en fin. . .
-
Bueno,
un va eligiendo en la vida y por allí, van quedando cosas a un lado por otras y
hoy ya no da el tiempo para arrepentirse. ¿Verdad?
-
Yo
siempre digo que yo soy una artista frustrada. Yo sentía eso, aunque, que a mí me gustan
muchísimo los niños también, crié tres hijos, tengo seis nietos, cinco
bisnietos y uno en camino, amo a mi familia. Adoro los niños, no obstante el
arte, todo lo que sea música, el canto, el balet, me apasiona.
-
Está
incorporado en usted. Y dígame, en el Tricentenario de Colonia. ¿Participó en
algo? No usted sabe que no. Allí fue
cuando recién empecé a ensayar para participar en Durazno. Y le dábamos todos
los días mañana tarde y noche. Me acuerdo que mi hijo que era un gurí todavía.
-
¿Y
nunca fue a Orillas del Olimar en Treinta y Tres?
-
Nunca
fui. Yo. . ., después dejé. Después del Festival de Durazno, yo quedé
embarazada de Carlitos, nació de seis meses, tuve diez mil problemas y me
dediqué a él por completo. Me nació músico, me hice a un costado y lo dejé a
él. toca teclado, canta, hace letras, escribe sus canciones. . . y un hijo. .
., ¡uno deja todo por los hijos!
-
Siiiii
claro. Bueno y que más nos puede contar de sus andares como cantora reconocida
de Colonia.
-
Y
bueno hoy lo hago para. . .
-
¿Cómo,
cómo. . ., explíquenos un poco más eso?
-
Y
sencillo, un hogar de ancianos, allá
iba, el Club de Leones estaba presente. Cantaba, ahora ya no lo hago más, solo
canto, en el Coro de la Iglesia Apostólica, a la que concurrimos. Porque, empecé
a pensar la gente va a pagar para escuchar a Graciela. . ., no, no, entonces, si
me ponía en la posición de decir: ‘Bueno cobro. . . tanto’ Y. . ., reflexiono pues no te olvides que, yo
dependía que me acompañaran para que cante y eso implica un desembolso, para
presentarme delante del público tenía que estar, modestamente bien arreglada,
peluquería, una ropa, u otra, en fin una inversión, terminaba sacando de mi
bolsillo dinero para cantar. Mira canté mucho tiempo allá en la calle a la
vuelta de la Prefectura Vieja en un local que era una cantina. Allá, me
acompañaba siempre Luis Nuñez, canté mucho tiempo, los fines de semana, iba
mucha gente. Después cante en la parrillada de San Cono de Mengueche Torres,
fui varias veces a lo de Cuqui Barolín cuando él tenía el Colonial.
-
Siempre
dentro del Tango y el Folklore.
-
Sí,
sí, siempre dentro de ese género musical. Igualmente más folklore que tango.
-
¿Algún
repertorio en especial?
-
No,
no, todo mixturado digamos. Y tango hacía muchos de Gardel. Hacía, algunos de
Cacho Castaña. Y de la Guardia Vieja, pero vieja, vieja.
-
Graciela
(y esposo) les agradezco que me hayan recibido y hayan hecho este aporte para
la cultura del arte literario y musical.
-
La
agradecida soy yo, de que te hubieses acordado de mí y como he conocido mucho a
tu familia, desde tu madre que bailaba español como los dioses en Juan Lacaze
castañuelas en mano, hasta tus primas y primo y tu tío que cuando llegó a
Colonia estuvo un año en la pensión de mi padre, te deseo que salga todo esto
de lo mejor para la sociedad toda.
Colonia, 29 de mayo de 2013
Destacar a una luchadora social se
hace una tarea difícil, imponiéndose a circunstancias de vivencias acaecidas,
ella, hace temblar de emoción a su público cuando presenta en un escenario, su
trabajo.
Quien puede apreciarlo, cuando
concluye el mismo, se retira pletórico, remozado espiritualmente, energía. . .,
energía. . ., del entorno del que ella se ha sabido rodear, brota en el aire.
Se ha abocado, como bocado dulce de vitalidad, a los niños en la música y en
ellos a la dirección coral.
Federico García Vigil. . ., nuestro
maestro mayor musical, le cedió la batuta y ella agradecida la recogió, y sin
ella en las manos, sus chicos emplean la música, su canto, y sus manos jóvenes
para explicarles a sus congéneres, niños también, pero con capacidades
diferentes, la ayuda que pueden brindarles.
Amigos . . ., la historia de vida de:
Marcela Hernández Marcela
Hernández
-
Marce,
la vez pasada hace ya dos meses, intentamos esta charla y hicimos, los dos
locos de la vida. Pero mi MP4 me jugó una mala pasada. Cuando llego a casa y me
encuentro que tenía cero bytes grabados casi me da ¡un ataque! La cosa se fue
posponiendo, pero hoy no me falló anda ¡de diez! Recuerdo y tú también que te
había llevado este mismo cuaderno, con estas mismas preguntas, que en realidad
no lo son, sino más bien son pautas para que puedas ir llevando tu misma el
hilo de una charla que casi nos fluye sin demasiado formalismo. Así que dale
que vos sabes ¡cómo es!
-
Gracias
Horacio es cierto, bueno pero la historia es así y así la sobrellevamos. Mis
nombres completos son Marcela Paula Hernández Rodriguez, conocida como Marcela
Hernández, tengo cuarenta y ocho años, soy de sagitario, nací en noviembre. . .
-
Así
que andamos medio cerca, yo cumplo en estos días. . . Toda la vida dedicada a
la música.
-
Si
a los siete años empecé a estudiar, es decir a los siete empecé y dejé y a los
ocho ya comencé y no dejé más. Los profesores de infancia han sido Eva Laguna,
Raquel Rivera, y en la adolescencia Graciela Pegazzano y la última Eralia
Barrios de Peralta hasta que estuve en Colonia. También hice a los dieciséis
años flauta dulce con un amigo de mi misma edad Alejandro Silveyra, pues
teníamos en el liceo un grupo musical que compartíamos. Ese grupo, concursó a
nivel liceal, en el IPA en Montevideo y ganamos un segundo premio allí. En
realidad es como qué quedamos con las ganas de seguir cantando y de allí
comenzó un trabajo muy interesante en lo que se denomina ‘canto popular’. Era
plena época de dictadura, dos o tres años antes de que viniera la democracia.
-
¡Lo
que implicaba ello, en esa época, hacer música popular! ¡Faaaaa, eran “unos
peligrosos”!
-
Siiii,
observá. . .( con un movimiento de su mano, ella señala hacia adelante y forma
como un semicírculo en el aire. ¡Propio de un director coral!! Y me dice. . .:)
en las primeras filas de los escenarios, en el público, cuándo actuábamos,
siempre había cuatro o cinco policías de investigación, escuchando a ver si
no cantábamos algo que no había sido
permitido por ellos. Por qué, obviamente, dos días antes teníamos que llevar
las letras a las comisarias, para que ellos las revisaran y las autorizaran. Si
no. . . no cantabas. . ., tenías que estar encuadrado dentro de los temas que
ellos, no sé, o les gustaban o les parecían perniciosos, no sé en realidad que
buscaban con ello. Pero, consustanciado ‘la presión psicológica’ que ejercían.
¡Era nefasto!! Aún así, nosotros sentíamos que en ese momento, y ahora hablo
por mí, valía la pena luchar por los ideales políticos, sociales del país o lo
que fuera. Hoy en día con otra edad, lucha por otros ideales, mas chiquitos y
no menos importantes.
-
Tal
vez más importantes
-
Si
eso. Si cada uno luchara por su pedacito chiquito de su ideal, los valores de
todo el mundo, englobándolos a todos, serían otros. Es una utopía pero. . . si
se diera que distinto sería.
-
Sería
todo más justo.
-
Sí,
claro. Además a través de los años uno llega a la conclusión de que aquel ideal
que uno tenía de que iba a existir cierto tipo de gobierno de una forma o de
otra, nunca pasó.
-
Hasta
ahora estamos esperando.
-
Y
se nos están acabando las cartas.
-
A
mí sí.
-
Y
a mí bueno, no soy vieja. . .
-
¡No
yo tampoco, pero ya soy abuelo!
-
Allí
en ese contexto social Horacio, te das cuenta de que uno espera cosas, que por
lo general, no suceden. ¡Y a veces no es malo que no sucedan! Es diferente a lo
que uno espera. Pues suceden otras cosas lindas. Entonces, yo creo que. . ., no
en el mal sentido de la palabra, ‘cuidar lo propio’, pero sí emprender cosas
por uno mismo y no esperar que los demás te lo ejecuten.
-
Lo
que yo sé de Marcela Hernández, es que a cada lugar del departamento o del país
que voy, alguien por allí. . ., la conoce.
-
Sí,
me conocen sí, pues comencé a trabajar de joven. Mis primeros trabajos fue
dirigir el coro de Ombúes. Adonde, no regresé nunca después, pues fui
consiguiendo trabajos en otros lugares y ya no volví allí.
-
Fuiste
desarrollando y demostrando tu cultura musical en otras ciudades y pueblos.
-
Exactamente,
de allí, fui a Carmelo junto al ballet, en Juan Lacaze tuve un coro, trabajo
desde hace tres años, en la actualidad con el coro de Artilleros, Tarariras y
Santa Ana con gente . . .
-
¿Y
cómo va eso? Pues recuerdo en esa entrevista fallida, me contaste que estabas
muy contenta con ese emprendimiento y que el mismo era muy satisfactorio para
ti. Es más, en las entrevistas que hice para esta misma propuesta, la gente de
Carmelo, me refiero a diferentes directoras corales, me han dicho que te
escucharon con una plenitud coral y un ensamble muy logrado.
-
Sí,
sabes la Sociedad Italiana de Carmelo nos invitó y fuimos en representación de
la Intendencia. Pero eso fue en marzo y
a través de los meses, hemos evolucionado muchísimo, ellos evolucionan los
coreutas, se han integrado mucho y muchos pues ha aumentado en cantidad el coro
y es más, no te diría que son todos profesionales, pero todos son coreutas que
como les decía yo un día antes de entrar a una presentación, por suerte acá no
hay nadie de relleno. Son todos buenos y cuando alguno le falta un poco los
otros compensan perfectamente al compañero. Realmente precioso y muy satisfecha
con ellos.
-
Seguí
contándonos sobre tus estudios musicales. Que es todo tan interesante.
-
En
un determinado momento de mi vida, di comienzo a clases de piano a alumnos que
tomé. Lo hice confieso, no muy convencida de lo que estaba haciendo, pues yo
misma me daba cuenta que no tenía edad pero. . .
-
Sí
también recuerdo, que me contaste Marce, que en realidad tu inclinación
afectiva en la vida era la medicina, la ciencia.
-
Mi
meta era estudiar medicina, sin duda. Me gustaba y me gusta, mucho la biología,
pero. . ., incluso después de ser músico había tenido la intención de retomar,
inscribirme en la facultad, pero. . ., bueno pensé algo intercalado entre ambas
profesiones y dije hago musicoterapia, conjugar lo que era la sanación con el
arte. Y la verdad que hoy día no estoy muy de acuerdo lo que es la medicina
ortodoxa
-
Si,
la medicina convencional o alopática.
-
Claro
estoy más por lo alternativo.
-
Coincidimos
plenamente, en las mañanas de mi vida que son todas, desde hace diez años tomo
mis medicamentos homeopáticos. No dejo de recurrir a la medicina convencional,
que te diré también se ha transformado en un tecnicismo muy invasivo, pero
bueno cuando no hay más necesidad, lo hacemos.
-
Si
en lo que se refiere a la música ya es una terapia en sí. La gente que se
dedica a la
música. . .
-
Perdón,
Marcela que te interrumpa. Pero una cantidad de señoras a la que he
entrevistado, me dicen lo mismo: ‘la música cura’ ¡y lo afirman. . .! ¿Qué
piensas?
-
¡Por
supuesto que sí! La música y cualquier arte que a vos te dé placer. Pero la
música tiene el aditamento: ¡a ver. . !, cuando tú mandas a un niño a estudiar
música, estás utilizando los conocimientos de matemáticas, está leyendo, está
escuchando, está corrigiendo a través del oído, adquiere conocimientos de
física, motricidad. La lectura de la música es una de las lecturas más
completas y más complejas, que existe en el universo.
-
Tiene
hasta silencios. . .
-
Exactamente,
que: ¡hay que saber respetarlos!. Si tocas un instrumento de viento, trabajas
el aparato aéreo o respiratorio, de tu organismo, si cantas el aparato fonador.
. .
-
Si
digitalizas. . .
-
El
aparato muscular, es un ejercicio la música que a través de los años, previene
muchas cosas. Incluso problemas de depresión. . .,yo los he pasado y no digo
que lo pases tan lindo pero te diré, a mí la que me ha sacado siempre es la
música. En momentos de soledad, de angustia, alguna vez cuando mi padre estuvo
tan grave, gracias a Dios está bien ahora, ya hace diez años. (Ella, busca en derredor suyo y ‘toca madera
sin patas’ es más, ‘se toca la cabeza’. En la otra entrevista anterior a que
hacía referencia al principio, lo recuerdo con claridad: ‘había hecho lo
mismo’. ¿Sugestión? ¿Perspicacia. . .? “¡Yo. . ., yo . . ., hago lo mismo!!!” )
Y fue allí cuando salió el álbum ‘Las Princesas’. Estando él enfermo, yo estaba
con una angustia terrible y sin embargo, fue el detonante para que yo grabara
el disco. Este disco ha recorrido, las escuelas, de acá y de Europa, sé que en
Holanda se lo hacen escuchar a los niños que hablan español. No solamente en Uruguay.
-
Repíteme
el nombre del disco, Marce.
-
‘Las
Princesas’. El nombre, pues hay una de las canciones, que está dedicado a mis
dos hijas. Después los otros temas, son de adolescencia, diríamos para la
juventud. Hay dos canciones que las compuse a los diecisiete o dieciocho años y
que fueron ganadoras del Concurso de Canto Popular en Canelones de la Comuna
Canaria. Fueron Primeros Premios de la
Canción Inédita, las dos canciones, primer y segundo premio en el mismo
festival.
-
Con
el ‘Dúo Juval’ que en aquel momento era el que sonaba muy fuerte y muy bien.
-
¿Vos
y. . .?
-
Daniel
Laza, con acompañamiento de Freddy González en percusión. Bueno, tal vez nos
estamos yendo un poco del tema.
-
Nooo,
el combo va relindo Marce, dale que me interesa y nos interesa. (Nos reímos
pletóricos que estaba saliendo bien ¡Ché, gente lectora, en realidad. . . ! ¿A ustedes les gusta
verdad?) Marce y aparte de ‘Las Princesas’ a nivel discográfico, ¿algo más?
-
Algo
más. . .Sí, antes, justamente cuando hablábamos de la época de la dictadura.
Bueno, allí, en ese momento existía lo que se llama Alianza Cultural
Sueco-Uruguaya en Montevideo. Era un
lugar que tenía un estudio de grabación y con el Grupo Antología, que fue mi
primer grupo de canto popular, éramos como seis o siete acá en Colonia, fuimos
a grabar a ese centro cultural, ellos tenían un
estudio de grabación muy sofisticado, pero era para grabar en casetes.
Después pasó que el casete estuvo pronto, se le hizo una tapa, que la misma
recuerdo la dibujo Gustavo Fripp, a lápiz. Él fue a varios ensayos, nos hizo un
retrato a Daniel Laza y a mí, después lo comprimimos y esa fue la tapa del casete.
Pero nunca salió a la venta por cuestiones de dinero. Jamás tuvimos dinero para
editarlo en mas y luego venderlo. Pero todo Colonia lo tuvo, pues uno que
préstamelo, lo copio y te lo devuelvo, en fin y así fue pasando y sabes que
mucha gente lo tiene. Bueno cuando yo hice Las Princesas, nunca pensé en ganar
un peso, gané, vendí muchos y gané, no perdí dinero con ello, pero. . .,
tampoco fue la intención de decir ¡uy! voy a ganar dinero en serio con ello.
Primero que no es música comercial, y segundo que siempre hay algún amigo que
te lo copia. No está mal, pues si ese amigo no tiene para pagar un disco, no se
va a quedar sin escuchar la canción, sería muy egoísta de mi parte me parece
¿no? Entonces, es muy interesante que la
música hoy día esté toda en internet y
que todos podamos escuchar de todo.
-
En
lo que a mí concierne, entre el tres de setiembre y el quinde octubre del año
dos mil doce, he realizado un curso online, por internet, ‘Arte y Cultura en
circulación: Introducción al Derecho de Autor y las Licencias Libres’ de
Creative Commons, en la Escuela Ártica Global en la tú cedes tu licencia de
autor en todas partes del mundo de tus productos artísticos. Es más, cosa que
yo no sabía, todos los países que están comprendidos o que aceptaron esta
modalidad, lo hicieron por normas internacionales de acceso a que tus derechos
de autor no puedan ser reclamados, tú los cedes, y los demás artistas de otros
países también acceden a dar sus derechos de autor, eso es para agilizar la
cuestión tan polemizada de todo esto. E implícitamente puedes ser reconocido en
otras partes del universo.
-
Está
muy bueno Horacio.
-
Sí,
no obstante, yo en mi caso registro todos mis libros e incluso algunas
pinturas, en la Biblioteca Nacional con Derechos de Autor, Depósito Legal y
Diario Oficial, y con ello sé también que están legalmente autorizados.
-
He
registrado una cantidad de cosas yo también. Lo que no tengo registradas son
las canciones que están cantando los niños actualmente. Debe de hacer cuatro o
cinco años que no registro nada. Y sin embargo, hay una cantidad de coros de
niños y de coros en las escuelas, que están cantando canciones mías, con letra
y música.
-
¿Vos
estás también, trabajando en escuelas?
-
Trabajo
en una escuela privada, donde tengo dos coros, uno de niños chiquitos y otro de
niños más grandes. Ellos van a van a cantar el dieciocho acá también, son muy
lindos los dos coros.
-
Y
el Coro Municipal de Niños, cuéntame, pues el otro día no pude venir a la
actuación pero me dijo mi esposa que sí estuvo que fue fantástica la actuación.
Yo estimo después de haber trabajado diecisiete años en el municipio, que tú
siendo funcionaria municipal, ¿no te resultó nada fácil armarlo?
-
Si
quieres, te cuento la historia mía dentro de la Intendencia. Yo entré a la
Intendencia, el día que cumplí dieciocho años y me contrataron como cantante de
coro de la orquesta municipal. Yo venía cantando hacía uno o dos meses y no me
podían contratar. Al otro día de mi cumpleaños me llevaron a la intendencia y
me dijeron firma acá tu contrato. Y allí empecé a cobrar un sueldo y yo decía,
yo no puedo creer, que me paguen por hacer esto, ¡por cantar! Después uno va
tomando conciencia que los artistas, también deben cobrar su sueldo, por qué
justamente, es una necesidad que algo tan sanador y tan productivo, debe ser
recompensado, por el valor en sí. Bueno en la orquesta estuve alrededor de
cinco años, simultáneamente estuve en el coro municipal, en el que llegué a
estar un tiempo como subdirectora del mismo. Cuando la dirección era de Dante
Magnione. Después vino la época en que yo me casé, tuve mis hijas y allí, tuve
un tiempo fuera diríamos, aunque uno nunca está afuera. Pero cuando pude volver
a trabajar, me llamó Mariucha Pegazzano que era directora de cultura de la
Intendencia, que estaba junto a Jorge Vasallo, que era un jovencito en ese
momento, me propusieron dar clases de flauta dulce. Entonces ello me permitió,
dar clases en forma particular dentro de la Intendencia. Luego cuando se va el
pianista de la escuela de ballet clásico, llamaron a concurso y quien era la
directora del ballet clásico, Prof. Marina Korolkova, me selecciona para el
cargo. Bueno allí comienza otra etapa totalmente distinta de mi trayectoria
como músico. Es una etapa de exigencia brutal, ella venía de trabajar en el
Sodre, con los mejores de Europa anteriormente y aprendí un montón con ella,
pero también sufrí un montón. Pues, no lográbamos entendernos, yo no entendía
que la profesión de pianista de ballet, es una profesión en la que el músico
debe especializarse en ballet o sea tener conocimientos de esa disciplina. No
bailarlo, pero si entender y saber qué es lo que necesita el bailarín. Entonces
allí me fui a estudiar piano a Montevideo con Susana Fariña, que es una
pianista del Sodre que ha trabajado con figuras internacionales, como Plácido
Domingo, José Van Daam un montón de cantantes líricos de primer nivel. Ella era
acompañante de cantantes y de la Escuela Nacional de Danzas, no sé estuve
viajando como dos años a tomar clases con ella. Bueno, Marina llegó un momento
en que reconoció el esfuerzo y allí sí, logramos entendernos. Después ella se
retiró para su jubilación. No obstante, yo seguí y llegué a trabajar veinte
años en el ballet junto a la profesoras, Brenda Crotti y Janinne Montans.
-
¿Son
quiénes están ahora?
-
Sin
pianista, pues yo no estoy más con ellas. Esto no implica que no lo haya
estado, fue una tarea preciosa poder trabajar junto a ellas, cualquiera de las
dos son para mí personas más que importantes. Excelentes profesionales que
trabajan muy seriamente y obtienen resultados muy loables. Después que había
pasado todo esto, di comienzo de nuevo a algo que venía trabajando pero muy
tranquila, con mucha suavidad diríamos, que es reinsertarme con los coros de
niños, cosa que nunca había obtenido respuesta de la autoridades. Más adelante
te cuento en que terminó esto de los
coros infantiles. . .
Porque recuerdo, que también en ese
momento yo estaba estudiando dirección de orquesta con el maestro Federico
García Vigil en Montevideo. Él me dijo dedícate a la música Marcela. Para mí esa indicación y de quien provenía ya
fue importante.
-
Y
qué te parece. Una varita mágica.
-
hablando
de varita todavía tengo, una batuta italiana que él me regaló. La tengo y no la
uso, pues no uso batuta, pero él me dijo: ‘cuídala pues si se te rompe, se
termina tu carrera’. Lo que pasó una vez yo venía en el ómnibus y la batuta
salía del portafolios y se quiebra la puntita. . .
-
Es
muy oriental eso. . .
-
Y
la clase siguiente voy y me dice: ‘ Marcela, mira, el curso se termina’ ¡Así
que, era cierto que algo sucedía cuando la batuta se rompe! Se terminó el
curso, porque había llegado la democracia y a Federico le dieron todas las direcciones
de orquesta que existían.
-
Claro
si él estuvo prohibido años. . .
-
Sí,
era por lejos el mejor director de orquesta que había en el país. Con él,
todavía tengo contacto. Jubilado y todo, hace poco tiempo me recibió en su
casa, junto a su esposa que era bailarina del Sodre. Le llevé como propuesta un
proyecto y él: ‘Sí, dale para adelante, dale para adelante, que vamos acá, que
vamos allá’ Así que bueno. . . el pedir, pedir, no siempre sale como uno
quiere.
-
Y
volviendo a los coros infantiles. . .
-
¡Ah!!!
Algo, muy importante para mí. Mira sin el apoyo de las autoridades, los coros
de niños, no se mantienen, pues los niños deberían pagar. Y cuando entramos en
ese tema, la cosa se complica pues uno empieza a hacer diferenciaciones y eso
no está bien. Está el que puede pagar y el que no lo puede hacer.
-
¿No
me digas que pudiste conquistar a un intendente para que te de apoyo financiero
para una tarea tan loable como esta?
-
Sí.
En el año dos mil seis, con el apoyo de Jorge Vasallo siendo él director de
cultura, lo hablamos y me dijo: ‘por qué no te haces un proyecto para trabajar
con un coro municipal de niños y se lo presentamos al Intendente Zimmer’, eso
fue en su primera gestión. Eso se transformó en un expediente, este empezó a
caminar y caminar de oficina en oficina y mientras tanto, Jorge me dice: ’tú
empieza, dedica algunas horas de tu trabajo al coro de niños y sigue’ Bueno en
octubre de ese año, llegó la respuesta del intendente autorizando la
conformación del primer, Coro Municipal de Niños de Colonia. Y el día
veinticuatro de noviembre, un día antes de mi cumpleaños, se hace la primera
presentación, en la Casa de la Cultura con diez niños. De ellos, no solamente
logramos de que estuvieran los que podían y los que no podían pagar, logrando
con ello como te imaginas una amplitud social impresionante. Sino que además yo como tenía muy poquitos
niños, empecé a recibir todos los que venían, no hice ninguna prueba de
admisión. Afinen o no, sepan o no música, toquen o no toquen flauta. . .
-
Si no recuerdo mal, en aquél entonces estaba
Marcelo ‘Chelo’ Duarte, había un chico Marcos Berger que tocaba muy bien
‘traversa’ . . .
-
Si
pero ese, fue el segundo intento, año dos mil se llamaban Jóvenes Músicos de
Colonia. No prosperó por falta de dinero. Y te diré que muchos chicos de ese
grupo, son músicos hoy día. Bueno pero ahora sí el del dos mil seis, prosperó
legalmente digamos, ese apoyo es dado por el ejecutivo comunal, ya lleva seis
años trabajando, y este año, en este momento, en que estamos haciendo esta
entrevista, te diría que es como que dio el ‘batacazo’, tenemos 35 niños. Un
pianista de primerísimo nivel, tiene doce años Juan Felipe López. . .
-
¿El
chico de El General?
-
Exactamente,
junto a él tengo a Matías Rostagnol que estuvo desde chiquito en el coro, pero
quiso dedicarse a la batería, se me fue del coro y yo decía: ‘¡hay que pena!’,
así que a los tres o cuatro años volvió siendo baterista. Ahora sí se sienta en
la batería y toca. A principio de este año hicimos una serie de conciertos
didácticos en el Teatro Bastión del Carmen, muchas escuelas, rurales y urbanas
y alrededor de mil niños nos han ido a ver, no hemos hecho más, pues no tenemos
tiempo ni espacio. Eso ha hecho que se acerquen para participar del coro.
-
Nos
consta el trabajo que estás realizando Marcela. El viernes cuatro de octubre
estuviste con los chicos junto a coros de adultos y de adultas mayores y no
pude estar, pero me contó mi esposa que canta en el coro Voces de Mi Ciudad,
que los chicos ‘¡la rompieron, fueron el centro del espectáculo!’
-
Sí.
. ., mira no es falsa modestia, pero el aplauso fue tan unánime y cerrado que
ni te imaginas. Yo no soy de agrandarme ni decir cosas que no son, pero lo
digo: ¡por ellos! El trabajo mío es . . ., pero detrás de mi trabajo, están ellos. . .
-
¡Qué
deben de interpretarte!!!
-
¡Sí
por supuesto! pero los aplausos, fueron ¡impresionante! Lejos el coro más
aplaudido y no sé la cantidad de coros que había. Pero además de ello, la gente
cuando se acercaba y me felicitaba, ¡ah. . ., no!!! Se acercó una señora del
Coro Municipal, a felicitarme con los ojos llenos de lágrimas. Pues la gente se
emocionaba, por que los niños despiertan eso. Hace bien poco, hicimos una
integración junto a niños con capacidades diferentes. Hicimos una canción
cantada, pero a la vez aprendimos todos, la letra de la canción con lenguaje de
señas para que los niños que estuvieran en la platea y que tuvieran problemas
de audición, pudieran interpretar que era lo que estaban cantando los niños en
el escenario. Y eso lo dirigió una maestra sorda, que me miraba la boca a mí,
me leía los labios y dirigía los gestos. . . yo te digo que salí de allí y
después tenía que tocar el piano y no lo pude hacer pues me quedé con una
emoción, que hasta ahora lo recuerdo y siento la misma sensación. Eso a los
niños, los hace crecer mucho, están en contacto directo, no es ver en la
televisión, los nenes que están cantando, es tener que ayudar a bajar, a subir,
un compañero con capacidad diferente, es saber aguantar que un niño le ocurra
algo y saber ayudarlo. Entonces, ya no hablamos de música, hablamos de
integración, de valores, de vida y eso es muy importante. Déjame agregar que
todo esto de trabajar con niños con capacidades diferentes, se debe a un apoyo
donativo que realizó el Director de Cultura Mtro Carlos Deganello con tres
docentes de esa entidad comunal, para con la Escuela N° 131 especializada en
esos niños.
-
¿Quiénes
son los docentes?
-
Ana
Cecilia García en teatro, Luis Nuñez en guitarra y yo en coro.
-
Marce,
yo para terminar esto. . ., como podría decirte, es difícil terminar esta
entrevista con alguien que posee maestría de enseñanza de vida. Aparte, de
agradecerte por ello, quiero agradecer por conocerte, por tu sinceridad, no
somos amigos, pero grandes conocidos. . ., y debo decirle aquellos que nos lean,
que eres tan grande de corazón, que un día hace varios años te pedí tu
colaboración para la presentación de mi tercer libro en Carmelo, que por otra
parte era a beneficio del merendero ‘Las Lomas’. Te fuiste allá, estuviste al
firme casi sin conocernos. Después en la presentación de mi octavo libro que
fue un regalo para mi nieta, en el patio de la casa de la cultura hace dos
años, no solo fuiste tú, sino que llevaste al Coro de Niños y Diego en
percusión y bajo el roble pusieron la nota musical, agiornamiento de artes,
literario y musical sin pedir
absolutamente nada en ambos casos. PUEBLO!!! sepan, tenemos entre nuestra
sociedad una gran mujer, madre excepcional y profesora de aquellas, si las hay.
. . ustedes ya lo ven!!
Gracias Marcela por ser quien
eres!!!!
Colonia,
octubre 9 de 2013
Juan Lacaze
Marina Luján Hernández Quiroga MARINA LUJAN
Son . . . songoro cosongo. . .;¡Mira
chicooo . . ., Nicolás Guillen lo hubiera imaginado!
Señora, nacida en esta ciudad,
desliza su canto por las praderas y serranías a lo largo y ancho del país; esa descendencia
afro, que proviene de sus ancestros, evidencia, hacerle llegar alguna letra de
ritmos antiquísimos casi perdidos y que ella los pone al servicio social, sin
ninguna incomodidad de su parte o hacia usted.
-
Tus
comienzos.
-
Desde
chiquita, mi padre, mi abuelo, todos los parientes, estaban influenciándome en este arte. Papá
como lo hace todavía, en las escuelas, allá, me llevaba y yo cantaba alguna
canción, aunque con un repertorio modesto, nunca cantaba más de una,
obviamente. Con mi hermano, tendría seis, siete años. . .
-
¿Cómo
es el nombre de él?
-
Oscar
José Luis, tiene tres nombres. Siempre tuvimos esa visión desde chicos. Papá
fue el que nos inculcó, pero abuelo por parte de padre con sus orquestas de
tango. Por parte de mi línea sanguínea paterna pero de forma concreta, abuela
paterna, eran todos venidos de la murga, son repentistas, payadores, con la
improvisación encima. Desde que nací recuerdo, olfatear música por doquier. Y
muy chiquita recuerdo perfectamente cuando papá integraba el Sexteto
Indoamericano. Junto a él estaban Ramón Páez, Mariela Amorelli, Estela Maris
Viglien, Ledo Urrutia, Julio Cobelli, desde ahí que mi recuerdo hace sus primeras
incursiones musicales, quedé prendida. La vocecita de Estela, la tengo en un
rincón muy especial. Luego, los cuentos de papá cuando llegaba de los
festivales. O como digo yo, ‘. . .de los atrás de los escenarios. . .’, las
anécdotas, los amigos, compartir cosas, los cuentos.
-
Me
parece interesante, eso que dijiste recién; pues yo que conocí a tu abuelo con
su viejo contrabajo meta y ponga en los bailes del Cyssa y la Agremiación
Obrera Textil, donde dejaban el alma en el escenario y más atrás en el tiempo
ni te cuento lo que habrá sido (Risas). En un trabajo preliminar a este libro,
incluyo como una de los diferentes aportes de la sociedad hacia la música,
justamente la oralidad o música repentista a la que tú hacías referencia hace
un momento. Y mi pregunta apunta: ¿Te consideras dentro de ese rango?
-
No.
Es muy particular esta música a la que haces referencia. Creo que la persona,
tiene que nacer con esa impronta, para mí es un ‘don’. Para improvisar debes de
tener una mente abierta, y saber de lo antiguo, de lo moderno, de lo que cause
en el momento, aparte, que estas
improvisando. Tienes que saber historia de todo y de todos, no es fácil. Creo
que se nace con eso y yo, para mí lo mío, es. . ., la interpretación. Me gusta
hacer canciones que no estén trilladas, que pueda contar, que pueda decir algo,
que tengan un buen contenido de letra. Yo a veces me preocupo mucho por esto. Y
mi padre que está más en la parte de música, que me dice, pasa por aquella
nota, por aquel acorde y yo estoy verdaderamente en lo que digo. Y a veces
escucho la radio, o un cd de gente que
ha llegado a una fama a un gran éxito y me pregunto: ¿Pero mira lo que canta,
sino tiene ningún contenido, está diciendo algo? No dice nada, pero bueno. . .,
me preocupa eso. Yo rescato muchas letras de papá que escribió y escribe a
menudo. Muchas andan tiradas por ahí, las encuentro y le digo: ‘mira encontré
esto’ y le pido que la arregle para mí; ‘si
tienes que arreglármela para que la cante yo, dale vamos arriba, que la hago’
-
Digamos,
música folklórica, popular y urbana.
-
¡Exacto!
Folklórica, pues me gusta montones hacer milongas. Me encanta hacerlas,
entiendo que el público necesita más que eso. Me gusta lo melódico, que es lo
que menos hago, pero. . ., convengamos, que, también dentro de lo folklórico
existe ese ritmo, puedo hacer una milonga medio sentimental, trato de hacer
todo folklore oriental, pero cuidando al público, a veces, ello me lleva a
realizar chacareras, que como saben no son uruguayas, u otros ritmos diversos.
No obstante trato de hacer todo lo que sea de nuestro territorio.
-
Sabes,
me divague un instante Marina y entendí mal, se me vino que habías nacido en
Argentina, no me hagas caso, disculpa.
-
Sí
claro, no soy argentina. Hacía referencia, a que el público a veces, te pide,
canta una de Soledad, o del Chaqueño Palavecino. Y no me gusta, y tampoco
quiero, pasar por antipática. Entonces siempre tengo algo en el repertorio,
como para darle el gusto al público. si bien le debes ese respeto de hacer lo
que a ellos les gusta, también, veo que es una manera de cantar lo que a ellos
les gusta y meter lo que yo quiero meter. Llevarlos en ese sentido.
-
En
sí, tu línea de trabajo es. . .
-
En
sí mi línea de trabajo es el folklore uruguayo. Folklore puro.
-
Sí
cuando nombras la milonga, nos das la pauta de que eres folklorista de pura
cepa, arraigada junto al maestro Zitarrosa, que él sí fue un rescatista de la
milonga.
-
Sí.
La milonga que yo empecé a cantar y que se la escuche a Estela Maris, aparte de
‘La milonga a Juan Lacaze’ que la hizo ella,
Julio Cobelli y Clares es ‘Las Carretas’, esa milonga es de Néstor Feria
y Romildo Rizzo que también es argentino. También hago el gatito ‘Del Cardal’,
que hacía Don Alfredo. Bueno eso sería mi fuerte, pero como que no quiero
tampoco aburrir en ese sentido. Entonces
canto milongas un poco más livianas, como ‘El Ave’, de Lucio Muniz. Mi padre hizo
una canción que se llama: ‘Histórica Colonia Oriental’, tu sabes que quiero
hacer algo especial con ella, pues cuenta de la historia de Colonia, lo que fue
Colonia, pero también que tenga que ver con la actualidad, entonces la
rebautizamos diríamos en criollo y le pusimos: ‘Como Mujer y Oriental’ y
después del cambio sí fue registrada, canto lo que pasó en Colonia y narro
desde el canto, sobre lo que era la estructura de y como con el tema de los
modismos o modas la están degradando. Hicimos una milonga por cifra
estructuralmente hablando desde el contexto musical. Un verso se canta como
milonga y otro como cifra. Ese tipo de cosas me gusta hacer. Pero bueno. . .
-
Un
modo musical tan antiguo como la cifra en el ‘Río de la Plata y adyacencias’. ¡Rescatarlo en el Siglo XXI, es
sorprendente! Me encanta eso y es alentador que generaciones nuevas la ejecuten,
Marina.
-
Sí.
También con la experiencia de los escenarios uno adquiere un semblante
cancionero, digamos. Y allí me doy cuenta que si uno canta toda una milonga por
cifra, el público, entra como a querer aburrirse o con bajón y como a no escuchar que es lo que
se dice, entonces, le damos un toque, de una cosa, de la otra.
-
¿No
te ves mucho en el nuevo folklore, por lo que percibo?
-
¿A
cuál te refieres?
-
Veamos,
ese en que los temas son para atrapar juventudes, en que el público comienza
con aclamaciones como ¡Hey, hey! u
otras.
-
Claro
te entiendo. No me veo en eso. Tendría que hacerlo por complacer al público, o
a su pedido, pero no me sale hacer algo en el que me siento incómoda. Y como
ídolos son. . .
-
¡Me
diste pie! Lo intuyo. ¿Un ídolo?
-
¡Y
ya te imaginas! ¡Ponlo entre signos de admiración por favor! PAPÁ. . ., aparte
de ser mi padre, es mi amigo, mi compinche, es todo. En este momento, yo he
cambiado de trabajo y todo ese tema del diario vivir, estoy un poquito en baja
temporada convengamos Pero él sigue en todas sus cosas, presentaciones de
libros, comisión de cultura, escuelas que va a donde lo llamen siendo para los
niños.
-
Y
todos estamos en esto trabajando arduo para la cultura.
-
Sí
ya lo creo, debo agradecerte por este camino que comenzaste con este libro, me
parece muy bueno.
-
Gracias,
pero son ustedes a quien yo debo agradecer y en realidad, me gustaría ahora
preguntarte: ¿Cuando cantas, te acompañas tú misma con algún instrumento, papá,
algún músico?
-
Este
año en el festival ‘Colonia Canta en Carmelo’ que lo organiza Fito López, fue
la primera vez que subí a un escenario sin mi padre. Sí tengo una hermana en El
Calafate provincia de Santa Cruz en el sur argentino, hacía tres años que mamá
y papá no la veían, entonces decidieron ir hasta allá y justo coincidió con la
realización del festival. A Fito no le podía fallar, me eligió como ‘la madrina
del festival’, es un tipo que le apuesta a la gente de Colonia. A todos nos da
trabajo todos los años y cueste lo que cueste el siempre está, entonces dije no
puedo fallar, y allí estuve, nunca había subido a un escenario sin mi papá,
espero: “¡que no se vuelva a repetir!” (Risas) Siempre me acompaña él con dos o
tres guitarras más. Canto con pistas también, pero yo no me acompaño.
-
Me
acuerdo de verte en la escuela N°20 Rural de Laguna de los Patos.
-
Sí
allí me acompañaron Papá, Oscar Pimienta, Alfredo González y Omar Cáceres. Era
la formación que había de la presentación del CD que conformaron ellos llamado
‘Etiqueta Negra’, en la que me dieron participación en él. Luego pude realizar
un disco propio.
-
¿Cuál
es el nombre? No lo tenía registrado.
-
Mira
le puse el nombre de la letra de la canción que te comente antes. ‘Como Mujer y
Oriental’ ‘Marina Luján y sus Guitarras’.
-
¿En qué año fue editado?
-
Lo
grabé en el estudio ‘El Altillo’ de Omar Cáceres, mitad en dos mil nueve y
mitad en dos mil diez, así que fue en dos mil diez, cuando salió al público.
Este disco ya tenía una base de dos canciones que había confeccionado en el
estudio ‘Orión’ de Fernando Ximénez, que lo habíamos dejado ahí. Rescaté la
canción ‘Las Carretas’ que había grabado con las guitarras de Julio Cobelli que
hizo un par de guitarras y papá en guitarrón. (Es de explicar para aquellos
amigos que no están en el mundo de la grabación musical, que hoy un mismo
instrumentista, por ejemplo un guitarrista graba un día un tema en guitarra
española, otro día el mismo tema en requinto que es una guitarra mas chica que
la convencional y otro día el mismo tema
en guitarra flamenca por dar ejemplos de un mismo instrumento en sus diferentes
versiones. Luego el estudio de grabación, con los modernos programas de
grabación y ensamble como puede ser el Sound Forge, el Cool Edit y tantos
otros, se compaginan de tal manera que parecen al oído qu tocan varias
personas, que al fin termina siendo la misma. Hecha esta aclaración de mi
parte, seguimos con la entrevista).
-
¿Dentro
del CD, son que otros temas, nos deleita Marina Luján?
-
Tenemos
‘Del Cardal’, ‘La Milonga a Juan Lacaze’, ‘¿Qué te ha pasado Justicia? ’esta
canción versa de la problemática de ahora de la política que te prometen, te
prometen y nada. ‘Soñé con Volver’ un tema que papá hizo para aquellos que van
a estudiar a la capital y después que se reciben, tienen que quedarse allá por
razones de trabajo, en contra de su voluntad, pretendiendo volver a su pueblito
pero por la necesidad se tienen que quedar. Bueno y algunos más, unos diez en
total.
-
Dime
tu año de nacimiento.
-
El
veinticinco de julio de mil novecientos setenta y cinco.
-
Leonina.
(Risas) Rescato tu bondad para conmigo, aunque siento necesidad de preguntarte:
¿Cuál sería el tema que te identifica, que se marca en ti a fuego, esa canción
que ‘te llega y llena’?
-
Siempre
fui a los festivales con una canción, esa era mi símbolo, un emblema, incluso
con ella gané festivales. . .
-
Pero.
. . ¿En qué año y dónde?
-
De
firme arranqué en el año dos mil con una historia muy particular. Para ir a los
festivales, yo tenía que acceder a las condiciones que se imponían que es una
prueba previa en donde un jurado te calificaba. El problema era que papá,
siempre era jurado. Entonces, no podía. Pasó que mi abuelo me dijo, deja que tu
padre siga siendo jurado y yo te voy acompañar. Sucede lo peor, yo con una
inquietud increíble, el abuelo enferma, fallece y quedo sin poder ir y con la
congoja de haber perdido al abuelo. Entonces al otro año, papá dijo: ‘¡Noo!
Dejo de hacer de jurado, voy hacer lo que tu abuelo te prometió’ Y allí
entonces sí, salí segunda en el festival ‘A Orillas del Olimar’, pasé a la
final en Durazno, algunas cositas por allí que anduve haciendo esto entre dos
mil dos mil uno y para el dos mil dos gané en el Departamento de Rocha en la
Fortaleza de Santa Teresa y ‘Entre Mates y Guitarras’ en San José pasé a las
finales en ese certamen ‘Nacional del Mate’. Ya en el dos mil tres, salí
segunda en el Certamen de ‘Guitarra Negra’, teniendo que competir por
Montevideo; pues papá de nuevo hizo de jurado.
-
Eso
es Sala Zitarrosa de Montevideo.
-
Sí.
Tuve que concursar en una preselección por Montevideo. La eliminatoria fue allá
y era una cantidad impresionante de participantes. Luego ya en el certamen,
pasé a la final y bueno quedé con ese premio. Agradecida a la vida que me ha
dado estas oportunidades. ¿Te imaginas?
-
Y
tu canción era. . .?
-
Siempre
fue: ‘Las Carretas’, pero en Durazno me dijeron, esta canción es muy vieja, no
va a tener andamiento y por eso cuando llegué a la final me echaron para atrás.
Y entonces siempre hice o ‘Como mujer Oriental’ o maticé con algunas de las
otras, pero mi canción siempre fue ‘Las Carretas’ pues como te dije antes, lo
saqué de Stella Maris Viglien quien fue la señora de Julio Cobelli. Canto un
montón de veces, las que puedo te diría, ‘La Milonga a Juan Lacaze’ también de
ella, porque muestro de donde vengo y es una melodía muy linda. Vuelvo a
repetir cuando hagas el cd que saldrá en forma conjunta con el libro, creo que
va a ir ‘Las Carretas’ por la historia que tiene. Pasa también que tengo tantas
canciones que me identifican por lugar, por esto o lo otro, que. . .
-
Déjale
un mensaje a quienes ahora no te van a escuchar, sino a leer.
-
Tendría
para decir tantas cosas, pero: ‘No se olviden más allá de las modas y los
ritmos pegadizos que existe nuestro folklore, de lo que nos puede contar, lo
que puede decir. La gente, aquella que lucha, tanto sea en el canto, en la
pintura, artesanos, escritores, de los que la luchamos día a día, que por no
ser promocionado, no quiere decir que no seamos exitosos en lo que hacemos. El
uruguayo es muy exitista y no da oportunidad a veces, a nuevos valores, el
círculo se cierra en lo mismo, siempre. Que quienes o pretenden tener un poco
más de inserción social que otros, no se olviden de ellos y le den un poco más
de participación a los muchos que, están en la lucha constante. Y agradecerles
aquellos que siempre están presentes o en las radios o en otros medios de
comunicación como lo va ser este libro y esta idea tuya que me parece digna de
destaque.
-
Gracias
Marina esperemos que a fin de este año o
principios del que viene, este modesto trabajo esté para que lo puedan leer y
escuchar.
-
La
agradecida soy yo.
Juan Lacaze 26 de mayo de 2013
De otro
departamento; vengo cantando y en la
vida voy llevando, aconteceres de
ayer y de hoy
con que el arte me consagra, el
alma mía se
llena de mi propia circunstancia.
María Cristina Alonso
Cristina Alonso
-
Cuénteme
algo de su trayectoria, su vida. Comencemos un dialogado sin paredones frente a
uno, como dice el tango, mano a mano y sin soslayo. Aunque se vino preparada
con su esposo Don Mendiberry Ayala (¡cantor si los hay!)
-
Sí,
ando trabajando en esto de la música hace años, de jovencita.
-
Bueno,
hace poco entonces.
-
No
mira que, ya tengo casi diez lustros, si llego al trece de agosto!!! (Risas a
granel)
-
Toda
la vida canté. Mi madre fue una gran cantante de San José. Mis hermanos
cantaban mejor que yo, pero. . ., ellos se casaron, formaron su hogar y dejaron
de cantar. Yo siempre seguí, desde los catorce años que empecé a cantar en
radios de San José y el día que me convocaron, me largué. Sabía muchas pero
firme y que me jugara por ellas eran solo dos canciones, nada más. Una era
‘Palmeras’ y la otra ‘Zambita pa’ Don Rosendo’. Dos temas argentinos.
-
‘Palmeras’
si no recuerdo mal de Daniel Toro.
-
Pero
yo ese tema lo hacía al estilo del grupo cordobés ‘Los del Suquía’ y mucha
gente quedaba impresionada por ver a aquella joven de catorce años haciendo ese
tema con falsetes que llevaba la canción y como lo hacían ellos. A las radios
de San José me llevó un señor vecino recuerdo “Orive Arambillette” que junto a
su señora Margarita Buenseñore, conocían a mucha gene del ambiente artístico,
ya que trabajaron mucho tiempo en circos y teatros, me llevaron al programa ‘Mañanitas
Domingueras’. En aquella época era
dirigido por el payador Clodomiro Callejas.
-
¿Año?
-
Y
como decía, tenía catorce años. . ., hace cuarenta, mil novecientos setenta y tres.
Justo era el aniversario del Club Rampla Junior de San José y el fogón iba a
cantar con toda la gente y participaban
en ese tipo de espectáculos, también todas las radios con sus programas
y allá marché con ellos también. El primer debut fue allí en el Rampla, hoy por
hoy, seguimos yendo año a año con mi esposo a cada aniversario y fiesta criolla a cantar allí, se hace en el
bosque de eucaliptus, queda frente a la cancha del club. Cuando canté allí la
primera vez para mí fue impactante, estaba: ¡chocha de la vida! Me acuerdo que
en aquella época quince pesos me pagaron, era una hazaña, para mí era, era. .
., como ser famosa.
-
Y
ser maragata . . .
-
Siii,
un orgullo ser de San José, aunque hace años que vivo en el departamento de
Colonia, ahora en Juan Lacaze. Mi sueño, era cantar en el Teatro Maccio de la
capital maragata. Me sentaba en la plaza del centro y veía los carteles que
decían: ‘Llegan Los del Suquía, Mercedes Sosa, Horacio Guaraní, Aldo Monjes. .
.’, en realidad me volvía loca ver aquellos espectáculos. Bueno, pasó el tiempo
y casi enseguida me fui a Montevideo tenía unos quince años, en el año mil
novecientos setenta y nueve me presento a un
certamen que se realizaba en la fonoplatea de radio cuarenta y uno, se
llamaba ‘Cantarina’, allí gané el primer premio en mi género con una guitarra y
aparte fui revelación del evento, aún conservo aquella guitarra después de
años. Luego, estuve actuando en programas de radio en la capital, en un ciclo
en Radio Montecarlo ‘El Tren de la Noche’ con Gustavo de los Santos, para mí
fue muy importante, él me abrió las puertas en una radio que realmente
escuchaba todo el país, los jueves, yo tenía un ciclo allí. El tiempo me fue
llevando de la mano de grandes amigos como ‘El Colorado Fernández’, ‘Héctor
González’ que fueron un puntal fundamental para mi carrera ya que era
prácticamente una niña y eran tiempos muy difíciles, junto a ellos conocí a
grandes payadores como Walter Apessetche, Pampa Barriento, Aramis Arellano,
Carlos Molina, después conocí a Santiago Chalar, Teresita Minetti y tantos
otros. Estuve actuando en programas de radio, en CX 40 Radio Fénix, en CX 46,
en CX 28 Radio Imparcial, bueno circulé allí varios años, pues antes las radios
hacían contratos por ciclos de tiempo y tuve mucha suerte en esos programas.
Después empecé actuar con el Ministerio de Educación y Cultura, en la época de
la dictadura se tomaban artistas y nos daban
dos o tres actuaciones al mes, donde nosotros teníamos que hacer una, a
beneficio.
-
¿A
diferentes instituciones públicas o privadas?
-
¡Exacto!
Podían ser hospitales, escuelas, concurrí a muchas escuelas del país, eso me
abrió un campo de acción y oportunidades muy valiosas para mí formación
artística. Antes se llamaba al Ministerio y ellos mandaban los artistas y los
pagaba. En aquel momento llegué a ganar hasta setenta pesos las actuaciones.
Siempre me acompañaba un guitarrista, que era de Colonia, digo ‘era’ pues
lamentablemente falleció, Miguel Ángel Lima, de la ciudad de Nueva Helvecia. En
las actuaciones importantes, él era quien siempre estaba a mi lado. En ese
momento el Ministerio manda un artista representando a San José al Teatro
Maccio, pues le hacían un homenaje a Wenceslao Varela y no solo eso sino que
era la redición de su libro ‘Diez Años sobre el Recao’, lo tengo firmado por
él. Y allí tuve la ocasión de cantar en el Maccio y me di cuenta que empecé a
pisar ya más firme. Para mí fue increíble de verme sentada a su frente, en la
plaza, a estar actuando en él, ver mi nombre como una cantante era como se dice
‘tocar el cielo con las manos’. Son logros que he tenido en suerte, como una
conquista.
-
¿Y
anduvo por otros países?
-
Sí,
después me fui a la Argentina, radicándome allí durante ocho años,
esporádicamente venía al Uruguay, haciendo actuaciones allá, estudié canto.,
con el Profesor Galvé en Buenos Aires. La persona que me recomendó a él, me
decía: ‘No mires dónde vas, donde tiene el estudio’. Era un sótano y entrábamos
a ese sótano y era un mundo aparte.
-
Los
grandes maestros están en cualquier lugar físico del planeta.
-
Él,
me decía, acá vino Mercedes Sosa, que había sido alumna de él. Le decían el
sótano, por lo apartado y cuando entrábamos al lugar caminábamos por un pasillo y encontrábamos dos hermosos
salones, donde uno era de canto y el otro era para declamación. Estudie mucho
con Galvé.
-
Como
se ha ido dejando el arte de la declamación, recuerdo que de joven se hacía
declamación en mi pueblo Juan Lacaze en la Biblioteca Rodó. Muchos pensaban: ¿Para
qué serviría todo eso?. Sin embargo con los avances tecnológicos de radio,
televisión, teatro, canto y tantas otras disciplinas, hasta para uno mismo en
su modulación diaria se debería implementar. Habríamos menos enfermos de lo que
es musculatura de hombros, garganta, nariz y oídos, en fin menos lesiones.
-
Para
el arte del escenario es fundamental esa disciplina. Conocerlo y llegar a él no
fue fácil, era una persona que abría su agenda y desde las nueve de la mañana
hasta las siete de la tarde tenía todo completo y allí cortaba. A parte en la
Casa de la Cultura de Buenos Aires, él, hacía certámenes y realizaba uno a
nivel internacional, del cual participé y saqué el primer premio. Después de
haber sido galardonada a nivel internacional
este hombre que era asesor mío de canto Fernando Galvé, me pidió si yo no
quería hacer tangos, a sabiendas de que a mí no me gusta cantar el tango;
aunque provengo de una familia tanguera debido a que mi madre cantaba tango. No
obstante, no quiero decir que no cante tangos, si tengo que hacerlos, los hago.
Él se inclinaba a que yo los cantara por mí desempeño sobre el escenario. Bueno,
le explicaba, pero mi estilo de vestir es siempre de pantalones, han sido muy
pocas las veces que he utilizado pollera o vestidos, pues mi forma de pararme
no es para esas prendas de vestir femeninas y como tengo una pose o posición
cuando canto, reconozco y considero que eso para cantar tango, no le hacía bien
a mi persona como cantante. ‘Sólo te pido que cantes dos tangos’, bueno le
dije, si tú me pides. Preparé dos tangos, para un certamen que él hizo, pero
canté como invitada debido a que ya había ganado un certamen antes,
aparentemente a la gente le gusto mis interpretaciones de ese género musical.
-
¿Y
recuerda cuales fueron?
-
Sí,
uno fue ‘Cantando’ y el otro ‘Loca’. Cuando bajé del escenario, vino Fernando y
me dijo: ‘Tenés que insertar en tu repertorio uno o dos tangos’. Yo los canté
con piano y me llevaba muy bien con el pianista que era un ejecutante
sensacional, de primera línea. No obstante, nunca incluí en mi repertorio
tangos. Valses sí, me encanta cantarlos y. . . recuerdo que a una fiesta de los
certámenes de él, canté ‘La reja’ (ella no puede con la condición y desde el
alma le brota por entre sus cuerdas vocales, el tema ejecutado a capela con un
sentimiento desbordante de simpatía. . . ‘la casa tenía una reja laira, laira.
. .,’), ese vals, lo cantaba con él acompañándome en el piano.
Después regreso al Uruguay. . .
-
¿Y
como fue ese regreso, con muchos sueños, verdad? Muchas añoranzas y nostalgias
que habrán reverdecido.
-
Si
pero antes, anduve por Brasil, Paraguay, siempre cantando. A Brasil, fui por
medio del Ministerio de Educación, representando al Consejo de la Tradición de
allá de Montevideo. Aquí en Uruguay, recorrí varios escenarios.
-
Siempre
con su música popular folklórica a cuesta.
-
Uno
acá. . .(queda pensativa. . .¡cómo rememorando cosas!); nosotros que tenemos el
dúo con mi esposo, lo llevamos más a la música tradicional.
-
Cuando
hablamos de música tradicional, específicamente. . .
-
Específicamente.
. . hablamos de milongas, de valses rioplatenses, también la zamba, canciones.
. .
-
Y
dentro del repertorio milonguero que nos puede mostrar Cristina Alonso; una
mirada hacia Zitarrosa un puntal, un verdadero labrador, un académico de la milonga en nuestro país. O nos revela
milongas argentinas, como usted sabe hay si mal no recuerdo tres ritmos de
milongas distintos.
-
Es
importante destacar que cuando uno va a la Argentina trata de no cantar una
milonga de ese país, canta temas de Zitarrosa o representativas nuestras. Eso
nos lleva generalmente, a arribar allá a través de él, que fue tan conocido y
respetado en esa tierra. Como tú decías una mirada muy especial hacia Osiris
Rodríguez Castillo, uno de los referentes del folklore gauchesco. Tuve la
oportunidad de conocerlo y pedirle autorización para cantar un tema de él.
‘Como yo lo siento’, era muy celoso de su obra y no le gustaba que cantaran,
sus temas sin antes ver como lo hacían, ya que él decía que los temas suyos,
‘eran hijos de su obra’. Por suerte me autorizó a cantarlos. Mira, no es fácil llegar al Teatro Colón de
Mar del Plata, durante el transcurso del año dos mil doce tuvimos la
oportunidad de actuar allí, para nosotros fue como un evento más, como algo que
pasa, aunque nos preguntábamos: ‘¿por qué a nosotros?’ y llegamos a entender
que uno hace las cosas de corazón. Nosotros damos sin esperar respuesta. Eso
nos ha llevado a tener hoy un dúo que es reconocido regionalmente.
-
¿Tiene
un nombre específico el dúo?
-
No,
Omar Mendiberry Ayala y Cristina Alonso, precisamente por ello, pues mi esposo
es una persona que ha sido reconocida por sus actividades musicales dentro del
departamento de Colonia. Y yo tengo mi nombre a nivel también regional. Si la
gente va ver a uno se encuentra con el otro o indistintamente, cada uno con una
carrera, por su lado. Hubiésemos tenido que empezar muy de abajo si cambiásemos
el nombre al dúo. Hoy nos está dando un fruto muy importante.
-
Una
de las cosas que me llegó a mí, Cristina y Omar, cuando los vi por primera vez,
y no arriba de un escenario sino caminando entre la gente en el Shopping de
Colonia, tan de entre casa, como aquel claper que anda puerta a puerta
mostrando su mercadería o el que canta en la calle Florida en Buenos Aires, o
en la Ciudad Vieja de Montevideo. Los vi, decía, vestidos de gauchos, portando,
ya sea una rastra o un poncho al hombro con la bandera patria que no es para
todos, muy pocos pueden lucir nuestra enseña patria con tanta hidalguía y buena
presencia y pulcritud en sus atuendos y pregunto: ¿Qué les dice la gente común
y también los jurados o académicos si los catalogásemos de alguna manera,
cuando tienen oportunidad de hablar con ellos?
-
Es
decir uno lo hace por qué le gusta. Cuando nos conformamos como dúo, recuerdo
un día en casa, mi esposo me dice: ‘A mí me gusta vestirme de gaucho’. ¡Ahhh!
estaría muy bueno dije yo y nos hacemos trajes iguales. Me quedó mirando y hoy
por hoy. . ., si no nos ven vestidos de gauchos, no, nos conocen. El atuendo
nos identifica.
-
¿Los
colores. . ., recuerdo algo beige. ..?
-
Efectivamente,
tenemos también rayaditos, en realidad hay unos cuantos trajes de gauchos, diversos.
Eso hace también el respeto a la gente. Cada vez que viajamos, llevamos un
traje para cada actuación, por ejemplo vamos a la Argentina y tenemos tres o
cuatro actuaciones. Allá lo que sucede, no pasa acá en nuestro país, actuamos
en un lugar y vamos a trescientos kilómetros a actuar a otro evento y la gente
nos sigue, esa misma persona, nos va a ver con indumentaria distinta en cada
espectáculo y eso hace, creemos nosotros, el respeto al público y a la gente
que nos lleva o contrata. Creemos en que la imagen es fundamental en esto del arte musical.
-
¿Temas
propios, componen. . .?
-
No.
Nosotros tenemos cada uno por su lado temas inéditos, podríamos llamarlos así,
pero nunca los incorporamos al repertorio.
-
¿Y
qué pasó allí, con eso?
-
¡Buena
pregunta! (Responde Omar que hasta ahora solo había abierto la boca para toser
dos o tres veces, debido a su resfrío)
-
Son
cosas como que uno se dejó llevar por temas escuchados, o temas que quizás no
se cantan, o no son muy regularmente pasados en la prensa oral y televisada
pero que tuvieron su éxito y quedaron y nosotros los rescatamos y los
interpretamos.
-
¿Por
ejemplo, algunos de los que hacen?
-
Cantamos:
‘La López Pereyra’, ‘Los ejes de mi Carreta’, ‘Serenata del Novecientos’, que
se yo zambas como ‘Piedra y Camino’ de
Yupanqui, Valses ,‘Adiós, Adiós’, ‘Engañada’, ‘Adoración’, ‘Me duele el
corazón’, es decir temas que son cantados con un estilo propio, que la gente no
los escucha ahora, pero que nuestra generación, sí que los escuchó y mucho.
-
Convengamos
como decíamos que no existen medios que los pasen.
-
A
no ser Radio Clarín de Montevideo que rescata y rescató desde siempre mucha
música de este calibre.
-
O
Radio Provincia en Buenos Aires.
-
Ahora
me hace recordar algo, muy interesante, yo canté para Radio América en Buenos
Aires, grabé para Landriscina
-
Ahora
que lo tiene cerca, allí en Santa Ana, podría ir y presentársele. . . (Risas de
los tres)
-
No,
no sé si acordará pues yo era muy jovencita en aquel entonces y él tenía un
ciclo de ‘Las Voces Nuevas’ recuerdo que allí no tenía guitarrista, no tenía
nada, fui a tocar y cantar sola. El Profesor Balvé, me dijo: ‘Andá, andá que
vas a quedar. ¿Qué canción vas a cantar?’ Se la hice escuchar, la ensayé junto
a él y fui y me largué. Pero siempre reflexiono, a veces uno ve a la gente que
va y se sube sobre un escenario y ya se cree Gardel como decimos nosotros, a
veces nos miramos y decimos: ‘pobre lo
que les falta ¿no?’ Para grabar con Landriscina, me dijeron: ‘Para hablar con
él tienes que ir al canal’. Fui al canal trece, en aquella época él tenía un
programa que se llamaba. . ., bueno ahora no recuerdo como era, pero. . .justo
cuando llego se cierran las puertas del canal y hasta que no se terminara de grabar
no podía entrevistarme con él. Lo esperé afuera, desde la siete de la tarde a
las doce menos cuarto de la noche que salió. Es: ‘querer o querer’. Recuerdo el
portero abrió la puerta y me dijo ahí viene Landriscina, me le planté y le dije
soy de Uruguay, a mí me gusta cantar, quisiera seguir haciéndolo. Me dijo:
‘Venga el martes al estudio’. Me dio la dirección de la Radio y fui, había una
cantidad de gente joven y de todas las edades que ni te cuento, el escuchaba as
todos y les decía: ‘Venga la semana que viene, o dentro de quince días, o
prepare mejor la guitarra’. Bueno cuando fui a cantar yo y mi guitarra, canté
una décima que no recuerdo bien de aquella época, una milonga que tengo mía que
habla de donde vengo, cuando empiezo a cantar la primer décima, el me hace con
las manos que está, yo pensé que mandaba para afuera y me dijo: ‘No, quédese,
quédese. . ., vamos a grabar’ Yo no podía creer, ¿cómo que vamos a grabar?
decía yo, ¿con la guitarra? ‘Sí, sí. . ., no sé si le queda mejor cantar
sentada o parada’, me afirmaba él. No, yo canto parada. Bueno: ‘Empiece a
cantar, nomás, haga de cuenta que esto va salir, ya estamos grabando’ Y salió
después en un programa de él.
-
Una
muy buena experiencia. En ese momento él estaba con todo el empuje. ¡Y usted
también!
-
Sí,
era el espacio de las Voces Nuevas en Radio América de la capital Argentina. Más
tarde, canté en Canal Once en un programa de Víctor Hugo Morales que se llamaba
‘El Espejo’, en el barrio de Núñez cerca de la cancha de River. . .
-
Fue,
es y será un valor imprescindible el Nene Morales, dentro de la sociedad
rioplatense.
-
Sí,
que te dieran un espacio esa gente, son logros, que uno muy pocas veces los
puede contar, no los andamos diciendo por ahí, pues no es nuestro cometido.
-
Para
una ocasión como esta me parece que está muy bueno que usted rememore todo esto
pues la idea es hacer una valoración de la mujer en ese aspecto
artístico-músico cultural.
-
No
siempre se da una ocasión como esta para que uno pueda exponer lo que ha hecho.
(Esta vez fue de nuevo Don Omar que por segunda vez y con mucho disfrute hacia
lo que escuchaba, intervenía dando su invalorable experiencia de: ¡voz masculina y cantora de tantos eventos!)
-
Los
agradecidos, en mi nombre y en el de mi esposo, somos nosotros, pues nos han
pasado cosas tan lindas últimamente, que el año pasado fui elegida para grabar
los premios ‘Grafittis’, me llamaron que venía la productora en setiembre a
grabarme, temas de artistas nacionales y ya había grabado dos temas que fueron
seleccionados y que van a ser grabados con distintos artistas de todo el país,
que ellos eligieron. La Dirección de Cultura de la Intendencia de Colonia, hizo
el aporte de una cantidad de artistas departamentales, ellos fueron
seleccionando y le dieron oportunidad a casi todos los artistas de todo el
departamento, no obstante quedamos Yabor y yo.
-
Me
da una primicia que ojalá podamos salir juntos los premios ‘Grafittis’ y esta
modesta selección literaria-musical-femenina. Debo de agradecerle Cristina,
pues el otro día, fui hasta su casa a buscarla justamente para ponerle en
conocimiento mi pequeña locura, y auscultar la posibilidad de su aceptación y si me daba el visto bueno
de hacer esta nota y me encontré con sus dos hijos, un domingo de noche a las
veinte horas y en realidad es para hacerlo notar, la calidez con que Martín y
Rodrigo me atendieron. Nunca me habían visto y así de una, se comunicaron con
usted que estaba volviendo de una gira y al toque me pusieron en contacto con
su persona vía celular, me hicieron pasar y ya concretamos esta entrevista, realmente
unos hijos de diez, los felicito en serio.
-
Gracias,
si son el orgullo de uno y los adoro.
-
Les
agradezco sinceramente el haberse acercado hasta mi domicilio para que esto
quede plasmado en un libro y con orgullo para la mujer que tan lejos había
quedado relegada y hoy está ocupando el lugar que nunca debió perder. Algún
mensaje final.
-
Aquellos
que quieren llegar, insistan. Insistan que todo llega en la vida, lo que uno
quiere, tienen que continuar hasta lograrlo, sin perjudicar a nadie, siempre
luchando, hasta conseguir las cosas, que todo en la vida se da. Tratando de ir
de a poco. A veces no salen, bueno no importa, cuando va logrando cosas por uno
mismo, lo disfruta mucho más y no solo eso sino también que se pueden dejar estos
mensajes a los demás. Muchas Gracias Horacio y suerte.
Ella, lo ha hecho todo. Ser
lacacina, no es poca cosa; ser maestra, es, un ser grande; insertarse como
maestra de niños discapacitados auditivos, es, ser enorme para ellos en ese
mundo sin mundanal ruido!!
Por tanto
y tanto que da, ella nos da, desde ese mundo que imagina, después de ardua
trabajosidad, da: ¡Música rioplatense!!
acaso, para que la escuchen: ¡Hasta esos seres y ese mundo que ella ama tanto!
María
Eleonora Pérez Zuloaga
María Eleonora
Cantante de Da Capo Tango
Trío
-
Vecina,
amiga, compañera en el arte contemporáneo, María Eleonora, así le llamamos
desde chicos, y sale siempre con su mismo temperamento de mujer conocedora de
las debilidades sociales que nos aquejan a muchos de nosotros. Ella, ha cantado
para mi familia, en ocasiones esenciales de necesidad. ¡Presentante, María vos
sos tango por elección y por excelencia!!
-
Gracias,
querido. (Siempre me trató igual. . ., siempre). Ya tienes mis nombres, nací
acá en Juan Lacaze, de padres lacacinos,
abuela italiana y abuelo nacido en Rosario. Nacida en el año cuarenta y ocho (
para que adivinen la edad, jaaja!)
-
Yo
te iba a preguntar por las decenas de años. Me atoraste en información.
-
Un
veintiséis de marzo de ese año. Tuve una
infancia muy alegre, muy divertida, fui una de las niñas que me crié en mis
primeros años en la ex ‘Casa del Niño’
de Campomar y Soulas SA (Antigua Fábrica de Tejidos, como se la conoció) Allí
mi madre fue la directora de esa repartición de la Fábrica. A los seis años
ingresé al Colegio María Auxiliadora,
hice liceo en el Colegio de Nueva Helvecia Mater Ter Admirabilis y a los
dieciséis años ingresé en el Instituto Normal José Pedro Varela de Rosario y a
los veinte años me recibí de maestra. Trabajé en la Escuela de Discapacitados
Intelectuales N°136 que es acá en Juan Lacaze. Después trabajé en la Escuela
N°105, durante cinco años, simultáneamente lo hacía en Colegio de Hermanas
(María Auxiliadora) en mi pueblo. En el año mil novecientos setenta y cinco di
concurso y conseguí la efectividad para dar clases en el Paraje Sarandí Campana
en la Escuela N° 116, trabajé dos años allí y me fui hacer una especialización
para discapacitados auditivos a Montevideo. Terminada dicha especialización, no
había en nuestro departamento para dar clases de niños sordos y me fui a
Maldonado con la idea de estar dos años allí y volverme a Montevideo, con la
idea de seguir estudiando, pero de acuerdo a las circunstancias de la vida y la
situación que se vivía en ese momento, no lo pude hacer y me quedé en Maldonado
veinte años. Terminé de trabajar, lo hacía simultáneamente en una escuela de
sordos de allí y en el Instituto Uruguayo-Argentino, colegio normal, para niños
sin discapacidad. A la edad de cuarenta y ocho años, y, como siempre me quedó
eso, y teniendo la posibilidad de jubilación, dentro del apartamento que alquilaba
frente a la Playa Brava, un día mirando el mar me dije: ¡Qué hago acá en
Maldonado! Gran interrogante ¿verdad? Entonces, me jubilé y me volvía a Juan
Lacaze. ¿Por qué volví: . . .? No sé. Yo sentía que tenía que volver. Todo el
mundo me preguntaba que hacía pues acá se me veía cuando había vacaciones,
siempre en vacaciones andaba en la vuelta por estos, mis lares de crianza.
Nunca perdí contacto con mi familia. Tenía sobrinos chicos, siempre en la
vuelta y compartía con ellos su infancia pues era una cosa que importaba
compartir, su niñez ya que no lo hacía durante todo el año lectivo.
-
¿Y
la vuelta que emprendiste a nuestra tierra arenera, con rompiste tus
inquietudes. . .?
-
Recuerdo
que empecé un curso de italiano, uno de portugués y un día se presentó una muchacha Ana María
Fleitas, me dijo: ‘María Eleonora, ¿quieres hacer teatro?’. Le pregunto donde
se hacían talleres y era en Bibiloteca Rodó, ingresé allí. Era en ese momento,
cursos patrocinados por el MEC y desde ese momento, sigo en el Teatro. Luego di
comienzo a trabajos en una clínica donde se atienden chicos con dificultades de
aprendizaje. Viajaba a Colonia en mi auto y
en la radial de Juan Lacaze, estaba parado un chico haciendo dedo, paré, le pregunté a
dónde viajaba, contestándome: ‘Que lo hacía a Colonia’. Le digo eres
estudiante. Me dijo: ‘No, estoy paseando, estudio medicina en escuelas y soy de
la zona’ Yo escuchaba música clásica en mi radio y me dice: ¿Te gusta la música
clásica?’ Sí me encanta le digo. ‘¿Y el canto?’ Ah me apasiona, cantar sé, pero
me encantaría poder aprender a cantar. Me dice: ‘Mi madre es profesora’. Le
dije ¿Y dónde trabaja? ‘En Juan Lacaze’, me contestó. En realidad no estoy
enterada. ‘Sí, ella empezó este año’. Bueno de esa manera conocí a Marina
Villanueva, que fue la que me inició en toda la parte de canto, seis años
trabajé con ella.
-
¿Villanueva
aquella familia de Villa Pancha?
-
Tú
sabes que no. Esta muchacha es de Tarariras y vivía en La Paz. Trabajamos
vocalización, todas las técnicas que me pudo dar y bueno cuando yo le dije,
mira Marina a mí me gusta cantar tango, en realidad otra cosa no me interesa.
Dice: ‘Y bueno tendré que enseñarte a cantar tangos’. Bueno en esas vueltas de
la vida en que se me fueron dando las cosas así sin querer, conocí a Heraldo
Roland que es bandoneonista que me acompaña en el trío.
-
¿De
Rosario?
-
Sí
y nuestro primer trío fueron él, Pedro Otegui, que el papá integraba Nuestra
Razón en esta localidad, después por razones de trabajo Pedro no pudo seguir
más.
-
¿Qué
instrumento tocaba Pedro?
-
Él
tocaba guitarra, en un primer momento fuimos bandoneón, guitarra y voz. Ahora
se incorporó Ivana Pontet que es de Nueva Helvecia con teclados y seguimos con
el mismo nombre.
-
¿Por
qué el tango?
-
Siempre
me gustó el tango, desde chica me acuerdo que venía, me sentaba al piano,
tocaba y cantaba tangos.
-
De
acuerdo a mis lecturas y estudios María Eleonora, algunas clasificaciones
metodológicas de musicología, el tango se estudia como música popular. A su vez,
en el Río de la Plata Argentina y Uruguay, los orígenes de dicha interpretación
se remontan hacia mil ochos cientos
noventa más o menos y hasta las primeras tres décadas del siglo XX denominado, como
Guardia Vieja, aunque hacia atrás en años se podría hablar de un tango
incipiente. Y después de esas tres
primera décadas se lo denominaría como Guardia Nueva, a sabiendas de la
revolución tanguera de Piazolla y del tango electrónico más acá, ya dentro del
siglo XXI. Todo debido a que el tango realza el valor de lo nacional a veces
influenciado por la cultura francesa, no obstante representa lo exótico,
mundano se ve esa cultura orillera que intenta invadir transformar la
sociedades rioplatenses. Bien, ¿en qué período se insertan ustedes con vuestro
repertorio? Hablo de ti como intérprete y de Da Capo Tango Trío como
ejecutantes.
-
Mira,
me gusta la época del cuarenta. Troilo, Manzi, Piazzola, los Espósito,
Discépolo, Marianito Mores. No entiendo aún por qué el tango, pues en casa se
escuchaba todo tipo de música, no obstante, yo era chica ocho o diez años y en
casa se miraba un programa de televisión denominado La Familia Gessa se
Divierte, donde estaba Virginia Luque.
-
Estuve
a punto de preguntarte por ella, pues, había algo distinto en esa mujer.
¿Verdad? su peinado, su lunar, su impronta arrabalera sobre el escenario.
-
Sí
pero con una impronta arrabalera que no dejaba de ser femenina. ¡A mí, eso
me encantaba! Nunca me perdía
ese programa. Y otra que me gustó mucho como cantó el tango fue Alba Solís.
-
También
otra mujer de ese estilo.
-
La
interpretación de ese tipo de tango, es el que a mí me gusta.
-
En
mi caso María, yo podría decir por qué me gusta el tango. Mi padre que era un
desenfrenado por el tango, me lo hacía escuchar todo los días de la semana, en
casa no se escuchaba otra cosa que no fuera esa música. Llegó a veces a
prohibirme escuchar a Pescado Rabioso, a Vox Dei, en fin, ¡me fui al carajo,
jajaj!
-
Recuerdo,
en mi caso, íbamos al Palacio de la Música a Montevideo con mis padres y me
decían: ‘¡Cómprate unas partituras!’ y yo terminaba siempre comprando tangos.
En casa se escuchaba, pero no era que mi padre sea fanático del tango, lo que
sí en mi casa se cantaba. Mi abuela, siendo italiana, cantaba todo el día,
aunque también cantaba tangos. Y mi madre cantaba, entonces cantaban a dúo.
-
Invoco
a mi padre, como te decía antes, pues él nos hizo a mi hermana y a mí estudiar
con tu vecino aquí a la vuelta a dos cuadras Don Francisco Martinatto,
italianísimo de pura cepa y músico si los hay, guitarra. Hicimos seis años. Y
papá iba a Montevideo y que nos traía partituras de tangos, allá las tengo en
casa. El Garrón, Duelo Criollo, Rodríguez Peña y que se yo nunca los pude sacar
pobre papá se quedo con las ganas de escuchar a sus hijos tocarle un tango en
la guitarra, sin embargo toco otras cosas muy interesante de la antigüedad de
los siglos XVI o XVII y no tengo problemas.
-
Yo
creo que ese fue el impulso creador que me motivó a ser cantante de tango
después de algunos años. Escuchando más a mujeres que a hombres. Esa pasión, eso que vos
trasmitís a través de todo, de la letra,
interpretación, música, todo hasta lo bailado entra en esto.
-
¿Te
llegó Tita Merello, Azucena Maizani, y
Rosana Falasca por decir épocas y cantantes diversas?
-
Vos
sabes que la única de las que nombraste Rosana Falasca, bastante, pero me gusta
más el tango arrabalero. Como te explico, yo creo que tiene que tener vida
detrás, ese tango para que llegue al
otro, debe de sumirse en una impronta de seguridad interna de un ser humano
para ser trasmitido a sus congéneres en este caso, como arte musical.
-
Quienes
te hemos escuchado en varias oportunidades, nos preguntamos: ¿Una mujer
lacacina cantando tango y dejando el alma en esos tres cuatro minutos. . .?
Siempre asociamos a nuestro pueblo como carnavalero, murguero, candombero,
chamarrero, milonguero. . .
-
Seguro,
pues los tangos que yo elijo para cantar y los que elijen mis compañeros de
tareas musicales, siempre tienen que ser tangos que tengan vida. Mucho, me
gusta la bohemia, la noche, creo en la noche, allí descubrimos una cantidad infinita
de situaciones, hechos, desenlaces y encuentros en fin. Creo en la noche. Desde
allí, creo que se aprende un conocimiento y sin él, no es posible enseñar la
vida.
-
¿Hubieras
vivido más la noche?
-
¡Sin
duda, sin lugar a duda! Viví como pude la noche.
-
Hubieras
desempeñado la tarea docente. . .¡de
noche! Jajajaja (Risotadas de ambos, festejando la chanza)
-
Si
hubiese sido otros tiempos. . .casi seguro que sí (me lo expresaba muerta de
risa).
-
Da
Capo Tango Trío fue tu iniciación allá por dos mil cinco, pero aún sigue siendo
tu experiencia musical de vida por lo que aprecio. ¿Han integrado partituras
nuevas claro, desde los comienzos uno siempre va variando verdad?
-
Si,
si, siempre estamos en constante cambio, siempre dentro de la misma dinámica.
Tenemos un tango de Gardel para interpretar. No obstante, no lo hacemos igual a
él, le damos nuestro estilo, le imponemos nuestro perfil.
-
Es
un matiz distinto
-
Si
vos sabes que sí, es un matiz diferente y lo hacemos desde allí diferente. No
es para hacerse análisis, pero vemos diferencias en eso.
-
¿Actuaciones?
-
¿Qué
hemos tenido?
-
Si
-
Hemos
actuado en el Bastión del Carmen, actuamos en los museos, tenemos muchas
actuaciones a través de los Centros MEC, ahora el quince de junio tenemos una
actuación acá en Juan Lacaze. Ahora tenemos otra con el esposo de Nora Sena,
Pepe, él sabe muchísimo de tango y él va haciendo un raconto de todos los
cantos que cantamos y luego nosotros los interpretamos y se forma un ensamble muy bonito que al público le agrada.
-
Bueno,
no son gente de presentaciones en
concursos ni nada de eso. . .
-
¡No,
nooo! Ese tipo de cosas la dejamos para
la juventud. No obstante son jóvenes quienes me acompañan, veinte y pocos años,
pero nunca nos interesó presentarnos a concursos, ni nada de eso. Porque es
hacer lo que uno quiere, le gusta, lo siente y. . ., bueno y está.
-
Es
la energía sacada hacia el exterior.
-
Efectivamente.
Yo veo que hay una energía, y una necesidad de manifestar lo que es uno siente y
que a veces no se puede descifrar.
-
Supe
por ahí. . ., de parte de alguien que te aprecia mucho y que es tía mía, que alguien. . ., más
precisamente mi ex vecino de niño Norberto Silva, que anduvo por estos lares hace
muy poco tiempo, presentando un libro, dedicándote un tema musical.
-
Es
cierto yo era muy amiga de Chiquita su hermana, que falleció hace algún tiempo,
y él no sabía que yo cantaba tangos y esa venida a nuestro país como tú dices,
él tenía el libro para presentar, yo le coordine algunas cosas acá y cuando se
enteró de que cantaba tangos me digo: ‘lo presento con la condición de que tú
cantes’. Bueno canté dos o tres tangos y él después me dedicó esto; ¿quieres
que te lo lea?
-
¡Me
encantaría!
-
Cantando
Donde cantaste antes
que el tango te llegara
susurrando
desde los rincones de tu pueblo.
Palabras de vida
se arrastran en tu canto,
como se arrastra el río
llevando lejos miedo y soledad.
Cuando todas las campanas
doblaban a muerto,
tú te encerrabas en tus canciones
para no endurecer tu corazón
Tus ojos que no lloraban
dejaron caer lágrimas en tu voz
que imperiosa maduró uvas
e hizo llover sobre los naranjos
para florecer al atardecer
Tu voz que no escuché ayer,
hoy llega hasta mí
en esta noche
y en las palabras de VOLVER.
Para
María Eleonora Pérez.
Juan
Lacaze, 10-02-2008.
Cuando él volvió para Italia, desde
allí me mandó esto.
-
Si
tuvieses la fotocopia, para ver bien el
desarrollo de los versos y la puntuación y demás me la haces llegar, así lo
paso tal cual.
-
Para
mí es hermoso pues me llega mucho la letra y aparte es un amigo. Esto me motiva
aún más a cantar.
-
María,
muchas gracias por tu tiempo
-
Decirte
gracias, y proponerle a la sociedad, que si uno quiere realmente hacer algo, se
tiene que proponer hacerlo, en mi vida se me había ocurrido, ni me podía
imaginar que después de los cincuenta años, me iba a poner actuar, e iba a
ponerme a cantar. Pero mucha gente que me conoce me dice María: ‘¿lo pensaste?’
Pero no, esto fue lo que quise hacer toda mi vida y lo tenía escondido,
entonces. . ., yo creo que uno tiene que animarse hacer lo que le gusta hacer,
no importa la edad, no importa el tiempo, cuando lo hagas, lo que sí cuando
decidas; ‘¡Lo hago y lo hago bien!’ En ese hacer lo que nos gusta es
entregarnos realmente como somos, y le damos realmente a los que nos rodean, lo
nuestro. A veces tenemos miedo de dar lo nuestro, nos parece que lo nuestro
siempre es poco ¿No? Y yo creo que si todos nos convencemos vamos a dar lo
mejor de cada uno y desde el punto de vista del arte, empezamos a dar lo que
realmente sentimos, creo que la sociedad sería muy diferente. Porque el arte
nos permite ser libres. En la medida que tienes libertad, esa es la medida que
podes dar, te das plenamente.
-
Gracias
nuevamente y nos estaremos viendo en alguna ocasión artística, la más probable
es en la que cantes para este humilde trabajo! Gracias
Juan Lacaze 9 de Junio
de 2013
Nueva Palmira
Desde los pagos del norte
departamental, viene rockeando y sonando en sonido musical.
No se crean que son de así nomás,
son de certificada calidad. Ganadoras de certámenes, impregnadas de notas
musicales hoy llega
María Noel Pessi
María Noel
-
Me
llamo María Noel Pessi Vico tengo treinta y seis años, dos hijos el mayor toca el piano y el más
chico batería.
-
Si
me enteré por nuestro amigo en común Alfredo Zaldúa, me contó que toca el piano
muy bien.
-
Claro
pues el año pasado, tocó junto al él en una actuación teatral en la que
necesitaban un pianista. Sí toca muy bien.
-
Siempre
es muy bueno hablar de los hijos. Pero me gustaría, me hables de ti, aunque
Alfredo me anticipó que sería muy interesante sacarte algunas frases. que eres
muy tímida, callada y. . . voy a intentarlo. Dale. . ., cuéntame. . .
-
Sí,
en realidad empecé muy chica, escuchando cantar. Mi madre y mis tíos cantaban muy
bien, tenía una bisabuela que tocaba el piano excelente, según me contaban. De
estudiante en UTU (Universidad Técnica del Uruguay), me presenté a concursos de
canto en mi adolescencia. De allí se dio la posibilidad de concursar para ir a
Durazno al Festival de esa ciudad. No fui sola. Esta actividad fue realizada en
grupo, éramos. . ., cuatro jóvenes, ¡no!,
éramos. . . cinco chicos en realidad. Sí, cinco.
-
¿Y.
. ., cómo se llamaba el grupo?
-
‘Amanecer’.
-
¿Qué
tipo de música tocaban?
-
Folklore.
Sí eso era folklore.
-
Qué
bueno, poder acceder a esa actividad de tan joven. ¿Tuviste alguna otra
oportunidad musical?
-
Siii.
Estuve integrando también otros estilos musicales, como rock. Te cuento que en
realidad estuve integrando dos o tres grupos.
-
¡Ah!!
pero estamos en presencia de una cantante de primera índole.
-
¡Nooo!
Los he tenido pues me apasiona la música
-
Claro,
veo que eres introvertida para una entrevista pero la cantante en escena debe
ser de primera. ¡JaJaJa! (No tuvimos más remedio que reír a carcajadas ambos)
¡Ah y me debes los nombres de los grupos!
-
Sí.
Uno era ‘OneWay’, otro ‘Open Music’, está. . ., esos dos.
-
Y
fueron locales o. . ., como los rockeros hicieron giras nacionales y regionales.
-
Si,
con Open, fuimos a Tacuarembó, anduvimos por Montevideo, por Colonia. Yo más
que nada, me divertía cantando. Acá he cantando con Tabaré Pedrosa, con Jorge
Pólvoraa, con Iglesias. Pero con el que más he cantando, ha sido Tabaré, él
toca la guitarra muy bien y canta precioso.
-
Alguien
me contó, como dicen los mayores a los niños ‘un pajarito, me contó’ je je je!!
(Nos floreció una risita niñosa y seguimos), que también patinas. . .
-
Sí,
soy profesora de patín artístico. Es por ello que he dejado un poco de cantar,
pues no me da el tiempo, fíjate que desarrollar esta tarea no es nada fácil. Es
una tarea que demanda mucho tiempo, el aprendizaje a niños chicos, aunque ellos
arrancan enseguida, pero también están los jóvenes y adultos, ensamblarlos en
esta disciplina no es fácil. Elección de temas para danzar sobre patines, lleva
un tiempo muy largo y se me hace escaso el día. Mismo para cantar y preparar lo
que conlleva un grupo musical también es muy delicado, digamos para que luego
salga todo bien y el público se lleve una buena imagen y quede conforme. Y todo
no se puede y opté por el patín hoy día. Tal vez mañana. . .
-
Como
veo que tu inserción musical camina por lo popular. Se me viene a la mente. . .
¿ya que realizas rock, alguna vez se te dio por pasar en géneros musicales como
el blues o el jazz que son de un corte que podríamos llamar como la raíz
rocanrolera?
-
Tú
sabes que no. Rock, pop y como dije al principio folklore, pero no mucho más.
-
¡Bueno
eso es bastante! Y algún instrumento, ya que del rock normalmente, salieron
muchos guitarristas, bajistas, en fin. . .
-
Mira,
guitarra un poco algo muy superficial y en el caso de teclados un poquito más,
fui a estudiar algún tiempo, pero no mucho más. Lo mío en realidad es el canto.
Allí, encuentro mi comodidad en la música.
-
Dime.
. ., y en el caso de cancionero propio, es decir escribir letras para
canciones. Como andamos por allí.
-
No.
Nunca me puse a escribir una canción.
-
Así
que las canciones, por lo que veo, son de rock uruguayo, argentino. . .
-
Sí
efectivamente, tú lo has dicho, andamos por ese lado cuando cantamos. ¡Ah!
recuerdo ahora, también le metemos alguna letra en inglés también.
-
¡No
me digas!
-
Sí
claro metemos algunos temas en inglés, le salíamos por todos lados.
-
Pero.
. . te veo más por el lado de Doors, Pink Floyd. . .
-
Si
por todos ellos pasábamos. ¡Pero hace muchos años! Ya es como que. . .
-
Pará,
pará un poquito. . ., todo bien con tu rock, pero con esta te mato: ¿Seguro que
no de Ossy Osborne, ni de Marilyn Manson. . .?
-
¡Noooooooooo,
nada que ver!!! ¡Eso sí que no! ¡Jua Jua Jua! (Nos reímos a carcajadas los dos, no por
defenestrar ni mucho menos la música de rock pesado, en la que por otra parte,
muchas veces me he insertado a escuchar, pero a sabiendas de que era complicado
su toque y desde esa perspectiva es que nos reímos.
-
Es
decir, vives para el patín y la música.
-
No
solo eso. También soy maestra, pero no ejerzo, pues no me da el tiempo, me paso
con el patín todo el día. Eso me da una impronta musical que muchos quisieran
tener.
-
Claro,
mi hija hizo de niña, hizo patín artístico y me daba cuenta cómo trabajaba el
profesor con los temas musicales, apreciándolos en toda su magnitud para
después influenciar sobre las personas que ejercían el deporte, haciéndoles ver
que era la misma música; en que las diferentes edades cronológicas personales
debían de enfrentarlas en ese acto y posesionarse de ella como propia y gozarla
y disfrutarla hasta sacarle el máximo provecho. Me parecía algo tan sutil y
trascendente a la vez, que me quedaba todo el ensayo mirándolos yo ensimismado
en ello.
-
Eso,
eso lo dijiste tan bien que, es tal cual. Pero agregaría, yo debo de meter
música por todos lados. Esto es como en casa, yo vivo cantando en mi casa todo
el día y de allí muchas veces van saliendo o implementando diría, los temas
para las clases de patín.
-
¿Estamos
hablando de música más pop, María Noel?
-
Más
clásica. En el patín meto mucha música clásica.
-
Como
te conté mi hija hacía patín con un profesor de acá cerca de Dolores en el
Departamento de Soriano, Leonel Cóccaro, él metía mucha música pop en los
ensambles.
-
¡Ah,
Cócaro!, si había un profesor de patín con ese apellido en el club Libertad de
Dolores, hace tiempo ya. Y yo tuve un profesor de dolores que venía aquí a
brindarnos clases que era de apellido Morono. No obstante como te decía, yo he
escuchado de Cóccaro.
-
¿Así
que los músicos en Palmira siempre van adelante aquellos que ya tienen una
trayectoria?
-
Exacto,
casi todos los cantantes de aquí cantamos con los músicos que te nombré más
arriba de nuestro dialogado.
-
¿Así
que cantan todos en tu casa? (Una voz,
desde dentro, exclamó: ¡‘Sí, como canta su madre’! Era la voz de Sonia Calleros
a quien le habíamos invadido su casa).
-
Sí,
mi madre canta muy bien. ¡Ah! y mi padre no te cuento, mis tíos también.
-
Lo
tuyo es genético.
-
Mis
dos hijos como te decía uno con el piano y otro con la batería, hace años y
toca relindo.
-
Así
que todos cantan y decime: ¿imagino que estudian vocalización, canto, etc.?
-
¡Nooo,
para nada, nunca estudiamos nada! Es más te digo, ni conocemos lo que es
vocalizar o algo de ello. Igualmente, mi voz la conservo intacta, estimo que es
porque hago mucho ejercicio, abdominales, imagina con el patín, vives, diría,
haciendo ejercicio. Y aún más, hago bicicleta, hago remo. ¡Debe ser por eso, sí
claro!
-
Sacas
energía y te entiendes muy bien con tu estómago, ventilas muy bien tus pulmones
por otra parte la musculatura del abdomen es primordial.
-
Si
por supuesto, te diría que yo hablo con mi estómago, todo mi esfuerzo pasa por mi panza. (Se vuelve a
escuchar a Sonia Calleros que asevera que no se puede cantar si no es con la
panza) Si no entiendo, aquellos que utilizan los pulmones para cantar.
Bueno acá, se produjo un suspiro,
una lenta aspiración de aire, un momento de aletargamiento en la entrevista y. .
., entreriéndose con humildad me dice: . . . ‘!Ay, no sé. . . qué más puedo
decirte!!!’. Cada vez más entendía que lo que mi amigo Alfredo me dijo con
realidad: ‘Mira, María Noel es muy calladita, introvertida. . ., deberás
sacarle las palabras con tirabuzón’. En fin no debí insistir más y. . . le
agradecí muchísimo por su deferencia para conmigo.
-
No
obstante debo decirte gracias Horacio, pero perdona, soy re callada.
Insistí.
Me dejé llevar por mi espíritu investigativo y. . . le digo:
-
¡Cuéntame
más sobre lo que haces musicalmente!
-
¡Ay,
Horacio! No sé más que decirte. De los lugares que ido, de los grupos que he
tocado. . .
-
Pero
con la gente de rock con quienes tocaste no fue la misma que lo hiciste
con los de folklore por ejemplo.
-
¡Ah
nooo! En principio eran todos músicos de aquí de Palmira, en ambos casos. en el
grupo de rock teníamos tecladistas, bateristas, bajo guitarras. . .Aquí hay una
cantidad de gente que toca y que toca rebien. Lo que sucede es que no se difunde
mucho, y no hay mucho mercado para ir.
-
¿Y
con la noche de Palmira que pasa?
-
Es
medio tranquilita digamos. Ahora por ahí es más o mejor la noche, pero cuando
yo era más chica digamos no había casi noche alguna vez podrías tocar, pero no
había ni cerca la gente que hay ahora.
Te hablo de veinte años atrás.
-
Te
acordás de algún título de canción de rock. . .
-
¿De
rock? Faa, no se me viene ahora, hace tanto que no canto más rock.
-
Como
popular argentina, de Charly por ejemplo, se hacía algo. . .
-
Si
cantábamos de Charly con Open Music, teníamos una chiquilina de Carmelo que
venía Karina Sosa, que es profesora de música, ella cantaba con nosotros y
cantábamos a Charly, últimamente, cantábamos canciones de La Vela Puerca. . .
-
¿Ah
te gusta la Vela?
-
Si
me encanta
-
¿Y
del Cuarteto del Nos?
-
No
nunca canté del Cuarteto. . . (En este momento, de improviso, le saqué una foto
y la Señora medio como que no me miró muy bien a los ojos y. . .), faaa soy
antisocial Horacio que voy hacer; cuando hago las fiestas del patín me quedo
por allá atrás bien lejos, que nadie me
vea, y me tienen que hacer fuerza para que salga a saludar. En realidad yo
canto, pues me gusta cantar, no lo hago para que me miren, en realidad, no me
gustan que me miren, ja ja ja!! ¡Soy muy rara!
(Se ríe como diciendo ‘disculpen muchachos pero soy así! No obstante,
sabemos que es una gran persona, joven y muy considerada para con nuestro
modesto trabajo y la sociedad palmirense en el mundo artístico ) Si Horacio soy
Rockera y bueno gracias . . .por todo esto, por venir hasta Nueva Palmira para
realizarnos esta entrevista que yo en mi caso no merezco pero bueno ya viniste
así que espero salga bien y desearte que este libro que estás emprendiendo sea
para el bien de toda la comunidad, especialmente las mujeres. Gracias.
Nueva Palmira 1 de Julio de 2013
Esta Nueva Palmira os va a llenar de
sorpresas. Aquellas mujeres que uno ni siquiera sospecha de su impronta, hoy
nos asombran con su calidez de vida. Conformada a fuerza de tesón y coraje, de
pálidas y maduras, de convencimientos y resquebrajaduras, de fuerza a fuerza.
Templanza, sabiduría adquirida en embates de vida la fue arrinconando a
momentos de canto, en soledad, en clubes, en eventos, en certámenes. . .
¡Oye tú, me has entendido!
Ella, ejemplo de palmirense:
Sonia Calleros
Sonia Calleros
Entré
a su casa en la que habíamos quedado de encontrarnos a las catorce horas del
día convenido. En realidad, también y con agrado, recibió allí, a la
entrevistada de más arriba María Noel Pessi. Es decir que no entré solo, sino
que fue como una pequeña intromisión artístico-hogareña con la que se encontró
nuestra querida Sonia, en ese momento.
Como
no podía ser de otra manera su equipo de música, sonaba de lo lindo. Así que
nuestro dialogo, comenzó no de una manera convencional. Fue así:
-
Hola,
hola. ¡¿Cómo estás. . .!? (le dijimos
casi a dúo con María Noel, que había dejado su bicicleta aparcada a dos metros
de la puerta de entrada a su casa, sobre a la Avenida Bravo de aquella ciudad)
-
Bien,
bien, pasen y tomen asiento. (En realidad he de confesar que no las conocía, ni
ellas a mí, como en la mayoría de los casos, en ese momento recién nos habíamos
registrado como dicen los chicos y adultos de ahora y. . . ¡de antes!)
-
Gracias
señora. Voy a sacar algunas de mis pertenencias para grabarles. (El MP4 estaba
desparramado dentro de mi maleta y después de hallarlo. . ., ella sentada en la
cabecera de la mesa de su living, y María Noel a un costado, mientras yo
procuraba sentarme y buscar hasta que. . .) eres muy gentil de recibirnos,
dime: ¿podría bajar yo un poquito tu equipo de música para grabar mejor?
-
Claro
hazlo.
-
Es
este botón grande.
-
El
del medio.
-
¡Aja!
-
El
del medio.
-
Bien
vamos a ver. (Evidente no embocaba al toque del botón. . . ¡y ahora eran las
dos a coro!
-
¡El
del mediooo!
-
Allí,
por fin baje el volumen. ¡Bueno disculpen! (Una risita traviesa se me estacionó
en los labios Jejeje!) Arranquemos a
grabar (nos reímos los tres)
-
Bueno
mi nombre es Sonia Calleros Arrecoús, tengo cincuenta años. . ., no digo más
(¡jua jua! fuertes risas no creyentes). Nací un veinticinco de agosto.
-
¡Mirá
que bárbaro! ¡Patriota perdida!
-
Sí
sí claro, ya lo verás. Mis inicios musicales nacieron de la familia, de mis
padres. Tuve una infancia muy pobre y muy rica a la vez, muy feliz y muy triste,
vaya la contradicción. Quedamos siete hermanas a cargo de mi papá. Algunas, la
mayoría con dones musicales unos desarrollados y otros no tanto. Empecé a
cantar desde los cuatro años en público, me llevaban a los carnavales. Tenía mi
voz privilegiada según la gente de esos momentos, tenía mucha más desfachatez
que ahora eso es obvio. Era mucho más fresca y no tenía vergüenza. Ahora sí.
Siempre me gustó la poesía, la literatura, escribo canciones desde chica,
muchas, pero muchas me he guardado para mí. Soy madre de tres hijos y abuela de
tres hermosos soles, separada, he tenido que luchar muchísimo y lo sigo
haciendo. Mi vida no ha sido nada fácil, dejé de cantar pura y exclusivamente
por amor. Sacrifiqué todo lo que a mí me gustaba. Entre otras cosas, la
política, fui Edil Departamental,
trabajadora social desde los trece años, sigo trabajando para INAU por los
niños que son quienes me hacen feliz, pienso que hay mucho sufrimiento. Escribo
cuando tengo que hacer terapia. He pasado por una enfermedad horrible que he
podido superar que es la depresión, perdí tres años hermosos de mi vida en ello
y cuando me desperté tenía un montón de cuadernos, con notas, poesías,
participé de un concurso de poesía que nadie supo. Un día dije ‘nunca más’ y hice una canción que me hizo
despegar de toda mi vida musical. Con otro tema mío participé en el Festival de
Durazno, traje premio y enterré lo que había escrito. Nunca más volví a cantar
esas cosas. No obstante participé en muchos festivales, y lugares importantes,
Sala Zitarrosa, Prado, Festivales de Durazno, de UTU, no sé cuantos me faltan
pero Guitarra Negra, Festival de la Cerveza en Paysandú, Juan Carlos López, el
locutor de ‘Americando’ tenía interés en mí, como artista, justo cuando se
abría camino a la fama Pablo Estramín. . ., y esa vez elegí ser madre. Bueno
creo que . . .
-
No
es poca cosa.
-
No
es poca cosa, conozco muchos músicos uruguayos, me encanta la música ciudadana
uruguaya, no es folklore, pero es más tirando a Laura Canoura, Washington y
Cristina Carrasco
-
Música
ciudadana y popular. . .
-
Exacto,
que no es lo mismo que folklore, si bien se me ha identificado mucho con esta
temática, canto de todas cosas, pues por ejemplo, fíjate que yo estaba
trabajando en el Club de los Abuelos, que tuve un taller de canto comunitario y
salí como cantante de tango, que nunca se me hubiese ocurrido. Fue algo
maravilloso, he tenido muchas oportunidades de estar en diferentes radios y la
canción inédita que me llevó a Durazno, la canté por primera vez en
Gualeguaychú y en Radio Nacional Argentina.
-
¿Cómo
se llamaba el tema?
-
‘Adiós
sin despedida’. En esa ciudad viven tres hermanas con sus familias y me invitaron
para salir un poco de aquí, me propusieron buscarme unos músicos de allí y que
saliera a cantar y así fue. . ., entre charlas y convencimientos de que lo
hiciera, me acordé de la letra, mejor dicho siempre me gusta más la melodía, y
como que la letra va cayendo sola. Y bueno me animé, me acompañaron dos músicos,
canté en la Plaza San Martín de esa localidad, me encontré aparte de ellos una
cantidad de personas, que no conocía ni nunca había visto en mi vida y allí
empezó un poco, los recorridos y
propuestas por Argentina. Como ‘La Uruguaya’ y me invitaron a Radio
Nacional de Argentina y me escucharon de verdad de lugares que nunca se me
hubiera ocurrido. Hice un mini recital en vivo.
-
¿Y
en Radio Nacional en que programa?
-
Con
un muchacho de allí de Entre Ríos, a decir verdad, ni me acuerdo pues hace años
te estoy hablando año dos mil cinco. Es más si él algún día leyese esto le
agradecería me devolviese todos los temas uruguayos y de Aníbal Sampayo que le presté, ¡por
favor!! que los perdí. . . Después he trabajado comunitariamente en escuelas de
forma prioritaria en la N° 8, haciendo talleres de canto y expresión, eso es
muy importante y me ayudó por años, pues la voz hay que mantenerla y trabajarla
y eso la verdad, me ayudó muchísimo. Hay que hacer mucha gimansia, mucho coro.
-
¿Has
cantado en coros?
-
Sí
claro, en el Coro Santa Cecilia de Carmelo con Marta Maihle y en el primer Coro
que se formó acá en Nueva Palmira.
-
¿Cómo
se llamaba este último?
-
Coro
Vocacional de Nueva Palmira, después en los coros del liceo y todas esas cosas,
ya desde primer año estaba al firme cantando, como la Guaraña a Artigas que fue
algo conmovedor. Mira la primer profesora de música y canto que tuve, que nunca
más me olvide, yo soy bastante pispireta para olvidarme de todo, es Susy Artús
de Colonia, ella fue la profesora que empezó a trabajar conmigo en calentamiento
de voz, de cuerdas de respiración esas cosas con las que uno ya nace pero
después hay que mantener y no solo eso sino que trabajar y perfeccionar. No
puedo hablar de profesores de acá pues en aquel entonces no había tanto
perfeccionamiento como existe hoy. Después Marta Maihle y profesores de mucha
calidad, que se traían del Coro Santa Cecilia yo estuve muchos años ahí, sí
Martha realizaba unos talleres que nos preparábamos con dedicación. Después
empecé yo a preparar niños y algunos adultos, hasta el día de hoy, es algo que
me encanta eso. Si bien soy vaga para cantar me encanta que la gente aprenda
canto. No hay que guardarse nada, generalmente, la gente se guarda cosas, pero
a mí me parece que no hay que guardarse nada cuando uno encuentra talentos.
-
Perdón
a que se debe el entierro musical que hiciste, disculpa capaz uno se mete en un
terreno de familia que no quisiera te molestara o fuese un terreno prohibido. .
.
-
Bueno
yo creo que uno elige cosas que lo puede llegar a ser feliz y realmente no es
así. Yo dejé todo, primero pues al faltar mi madre nunca me quise ir, aunque
tenía promesas para irme. Yo estudié Relaciones Públicas y Marketing y
Publicidad, Cooperativismo, y tenía propuestas para Montevideo, pero tenía hermanas
que no tenían madre, es decir papá no me dejaba que me fuera y terminé siendo
madre de mis hermanas, madre de mi esposo, madre de mis hijos, y no fue fácil
para mí. Después mi ruptura matrimonial, fue una etapa bastante dura, porque de
hecho cantaba siempre en las bodas en las iglesias y llegué al límite de ni
siquiera poder hacerlo allí. Yo pensaba que me casaba para toda la vida y
encuentro un cambio muy importante en la familia y se dio un cierto estruje
para mí. Mi corazón fue como que se revolucionara un volcán, ciertamente mi
esposo no le gustaba que yo cantara. Realmente yo me iba muchos días. . .
-
Es
que no es fácil ejercer esta profesión de cantante (la miraba a María Noel y
ella también afirmaba con su cabeza mi afirmación)
-
Si
me iba a festivales que llevaban muchos días, como la fiesta de la Cerveza, que
te ibas siete días.
-
Y
eso significa mucho para la pareja.
-
Si
claro, eso es muy competitivo, yo siempre me preparé más para competencias que,
para dar un espectáculo solista. Yo hice teatro para poder tener mejor. . .
-
Presencia
y dominio del escenario.
-
Yo
creo que fue un poco el origen de mi enfermedad, el vitiligo que me inhibía
sobre el escenario y me hacía que no quisiese estar junto al mismo. Todo el
mundo me veía y me preguntaba porque no se me veía más. Yo creía que podría
cantar más como detrás de algo que no en presencia del público.
-
¿Vitiligo?
-
Si
es una enfermedad, que se te pone la piel como de otro color. (Interviene María
Noel y le pregunta: ¿la enfermedad de Michael Jackson?
-
Efectivamente,
esa maldita enfermedad, ella me inhibió muchísimo y. . .
-
Es
un problema de piel.
-
Exacto.
Ahora estoy perfecta, pero yo tenía dos colores en la piel. Y toda la gente
decía: ‘hay que preciosa es, porque te pasó eso’ A mí me mataba mirado desde el
punto de vista artístico. Me sentía como expuesta y que yo no servía
artísticamente.
-
¿Es
una enfermedad distinta convengamos verdad?
-
Sí,
sí, igualmente ahora es como que me quedó una piel nueva. Fue una enfermedad
bastante compleja cuando uno es adolescente, o tiene una vida social pública, o
te expones delante de la gente. La vida me llevó igualmente por otros caminos,
mucha preparación mucho estudio, pero, uno estaba acostumbrado a que cuando
eres joven, hacías lo que había que hacer sin problemas, dactilografía,
contabilidad, que esto que lo otro. . . que prepararse, pero. . . bueno estuve
haciendo cooperativismo familiar y social, siendo dirigente de un partido
político, tuve oportunidad de hacer muchos cursos que organizaba el partido,
luego por diferentes motivos. . . un impasse y. . . largué todo, hubo un
cambio, por rebeldía política, algunos desencuentros. . . Milito desde los
dieciséis años, siempre en la izquierda uruguaya. Una gran desilusión y me
retiré.
-
Si
recuerdo tu caso, fuiste edil departamental y como que me quedó en el
imaginario mío un enojo o una retirada tuya. . ., no sé.
-
No
yo nunca dejé, dejé ahora hace un tiempo breve, la política, no me encontraba
en un buen estado de ánimo y con claridad suficiente. Como referente siempre
cuidé mi imagen y un día. . ., bueno esa estructura, se vino abajo y me retiré,
como corolario diría, me enseñaron a ser honesto y así concluí, siempre entendí
que por sobre todas las cosas, la honestidad y no vender nunca su necesidad, es
la base de la formación política. Digo las cosas como las pienso no voy por
detrás. Eso no es muy fácil para una mujer, en fin, ya estoy fuera de eso. . .
-
Si
es cierto, pero volviendo a lo de la música convengamos que hay muchos
cantantes de la música popular uruguaya que apoyan a la izquierda en este país.
Es algo bastante contemplativo mirar ese efecto. ¿Verdad? ¿Y Palmira no debe
ser la excepción? Intuyo. . .
-
Sí.
Sí. Ayornadamente, pasa eso en mi localidad. Uno madura y todas las personas
somos inteligentes. ¿No? Todos nacemos con capacidad está en uno desarrollarla
o no. A mí me pasaba que ante la necesidad de nuestro caso, en la que teníamos
que vivir y ser correctos en la vida y la gente hoy por hoy culpa: ‘pues no
tuve esto o no tuve lo otro’. Nosotros no tuvimos nada, cuando falleció mi
mamá, todavía la veo amasando el pan y en el horno de barro. Después de lo
acontecido, me doy cuenta que no teníamos ni luz para alumbrarnos, mientras
estudiábamos y leía con una vela. Eso fue fantástico. Y tuve mucho después y
nunca cambié eso. No me olvidé de eso, al contrario me enriqueció.
-
Y
dentro de esos temas que escribiste. . .
-
Nunca
pude escribirle a mi madre.
-
Está
bien, pero dentro de esos temas algunos habrás musicalizado. Y dime, que
cancionero tuviste. Cuéntanos cuales eran tus predilectos. . .
-
Silvio
Rodríguez, Pablo Milanés, Serrat, Sabina, Mercedes Sosa, canciones de Violeta
Parra, León Gieco, Víctor Heredia, yo creo que la música debe tener una
finalidad constructiva. . .
-
¿Y
quién te acompañaba?
-
Alejandro
Iglesias, un músico guitarrista excepcional de aquí.
-
¿Con
percusión a veces?
-
Si
depende, eso era en función de la canción que tuviese algún arreglo o no.
Nosotros, con Alejandro, modestia aparte, nos amalgamábamos tan bien que solo
con la guitarra me parece que bastaba. Ella te puede decir. (Se refería a María
Noel que nos escuchaba con mucha atención)
-
Me
nombraste por allí a Jorge Pólvora. . .
-
Si
pero fue compañero de un conjunto que integrábamos que se llamaba ‘Encuentro’,
junto al desaparecido Horacio Gómez, un músico muy bueno, cantaba Luis Pedrosa.
Con muchos músicos canté, tuve un grupo musical, ‘Cuatro Voces Fantásticas’.
Mucho talento en Palmira, mucho talento, pero. . . es como que se ha dejado de
lado la cultura acá; estamos ocupados en otras cosas. Pero volviendo al tema
pues no quiero dejar de cerrarlo pues para mí es importante, eso de que cuando
uno tiene una inclinación de vida, pues la vida es una política, pues la
política lamentablemente se emplea en todos los ámbitos. Y no quiero parecer
una política, pues soy más una servidora social que ello. Pero hay realmente
mucha música de compañeros de izquierda que para mí son grandes compañeros y
creo que cuando decís que acompañan mucho, es cierto, las personas que tenemos
ilusiones de cambio radicales, cuando queremos un cambio profundo, en un lugar
donde podamos vivir todos con las mismas posibilidades yo creo que vamos
trasmitiendo eso, desde la voz, desde las letras. . .
-
En
general el arte no se pude cambiar entre ellos la música y alguien a quien
podrán leer en este libro, me decía: la música te cura. Fíjate vos.
-
Si,
a mí, la poesía. Es más te digo yo que paso mucho tiempo a veces sin cantar, la
técnica empleada es la que me cura. Yo en este momento trabajo ocho horas
diarias. Hoy estuve todo mi horario a la intemperie, al sol y eso para la voz
es muy malo. A parte hago cosas que no debo como fumar, pero creo que voy a
morir y podré aún tener esa virtud de cantar y al emplear técnicas, es allí
donde uno se beneficia aún más. Cuando yo me he sentido presionada por ejemplo
y tenía algún espectáculo y alguien me decía: ‘tienes que ir, mira que
necesitamos que Colonia gane y vos lo podes hacer’ me estaba enterando de esa
presión que se ejercía sobre mí, automáticamente perdía la voz. Donde primero
repercutía era en mi voz. Es allí entonces donde empleando técnicas complementarias
para canto que curaba de esa herida y salía adelante. En Durazno recuerdo que
me paso eso y sin embargo traje un premio de allá. Estimo con claridad, que el
músico necesita tiempo, te diría que no tendría que trabajar para realizarse
como músico o cantante. En mi vida eso es imposible, yo para cantar cuatro
meses antes, tengo que estar haciendo abdominales, ejercicios, estiramiento,
vocalizar, etc., eso me lo impongo yo pues soy demasiado dura, con las cosas
tienen que salir bien sino no sirve. Primero que nunca vivía de ello y ahora ya
no está para mí. Siempre hice caridad en todos lados y a mí me sacrificaban a
que nunca cobrara. Iba a cantar a cualquier lado pero me pagaban lo querían,
casamientos, cumpleaños, a Montevideo a Fray Bentos, me han requerido de muchos
lugares, pero acá en mi ciudad me han acompañado mucho, sería muy egoísta si
dijese otra cosa. Pero he participado de festivales por ejemplo el que hizo
‘Fantasía’ (grupo musical de la ciudad de Dolores), llené un club, la gente
quería que se hiciera acá, y cuando no era acá la gente se iba en ómnibus; en
Durazno había un ómnibus lleno más otras cosas, un peluquero, un maquillador,
ropa que la gente sacaba de sus boutiques para que me vistiese. No puedo negar,
no obstante el apoyo fundamental me lo debía de dar yo. La gente creía en mí,
tal vez los defraudé cuando dije no canto más acá.
-
Mira
todo lo que te hablaste. Me decías que no, que no, y mira todo lo que has
dicho. Ahora, y antes de que se nos corte el plazo del mp4 déjale un mensaje
como luchadora social aquella gente que
se va a insertar a la música y al canto. Aprovecha.
-
Desde
el momento que nace uno se debe de insertar a la vida. Jugarse hasta lo último
en todos los sueños, no hay que postergarlos ni dejarlos de lado. y lo digo
porque lo dejé, pero no me arrepiento de haber dejado nada por amor, porque por
amor yo creo que es lo más importante que hay en la vida pero. . . el que
quiera cantar, el que tiene su voz, bueno que la prepare, que la eduque y solo
quiere cantar por cantar que lo haga, no hay cosa más linda que cantar y que
ello te haga feliz. Todos debemos luchar por nuestros sueños y no dejarlos a la
deriva o que sean postergados, a veces hay que sacrificar cosas, pero. . . los
sueños no se pueden postergar ni sacrificar, yo creo que para tener la
felicidad completa, hay que mediar si hay amor de por medio, yo creo que uno
tiene que mirar bien las cosas y en cuanto a cantar profesionalmente, Uruguay
es un buen mercado, nos obstante hasta los grandes que yo admiro trabajan en
otra cosa, para poder solventar sus vidas. Igual el dinero no es la vida, uno
aprendió que no es todo. Hay cosas más importantes, el amor, la paz, la
tranquilidad. Y el amor y la paz llegan del lado de la música. Anticipar lo que
uno siente, lo que su modo de vivir, su modo de pensar, también le llega a la
gente a través de la música, todo llega ahora, para ser un trabajador social,
no es nada fácil ser un trabajador social yo creo que con eso se nace o se va
cultivando a medida que pasa el tiempo y va haciendo solidaridad. Poner
voluntad y el poco tiempo que uno dedique a esto con eso se hace uno feliz. Un
abrazo, un beso y amor. . .este es mi mensaje para todos aquellos que lean
esto. Gracias por haberte venido hasta aquí y mucha suerte.
Carmelo
A ver. . . a ver. . ., esta señora,
profesora de música, desde años jóvenes aprende y enseña, aporta, ingresa aún
hoy, en el intelecto de sus alumnos en busca de que las notas musicales se vean
multiplicadas en compases con tresillo, en un seis por ocho. Ha perfilado su
vida enredada en pentagramas, adonde, sin duda, todas las demás eran notas y
ella, el sol que brillaba en la lucha por dar hijos al país. En silencios
mostraba un signo, tal vez un becuadro; y los becuadrados de cabeza negra la
enfocaban de peligrosa, sin saber que ella seguía aportando rayos musicales
académicos y populares. . .
¿Ustedes creen en el aporte social?
Escuchen, como de ella se prodiga
lentísimo, lento, forte, fotíssimo, una sinfonía de voces libelulares, volando
en el aire del suelo americano con finísimo aletear melodioso, penetrándonos el
corazón.
Martha Mailhe Martha Mailhe
Estamos
junto a una persona que por sencillez, humildad y decoro profesional se ha
ganando un respeto musical y no es poco en estas sociedades avasalladas
-
Cuénteme
Señora, se que no le gusta que le digan la mamá de Celeste Roselli, pero déjeme
decirle. . .
-
No
justamente, soy Martha Mailhe de Roselli, tengo en este momento setenta y seis
años. Mi vida ha ido por vías. La primera la vida familiar pues soy madre de
nueve hijos.
-
Uh!!!!
Que buenaso!!! La felicito!!
-
Muchas
gracias. Y la música por el otro camino. En la docencia, fui profesora de
liceo, soy maestra pero nunca ejercí, la docencia, la efectué desde secundaria.
Fui destituida en el año mil novecientos setenta y seis.
-
¿Docente
de música?
-
Sí,
efectivamente. Allá en un año que no recuerdo exactamente. . .,(relaciona en su
cabeza y busca incesantemente, hechos y acontecimientos y los encuentra)bueno
voy a empezar unos años más atrás. La
música es parte de mi vida pues en casa se escuchó música siempre. Mi padre fue un melómano que nos hacía
escuchar óperas por radio, después cuando hubo tocadiscos había calidad y
cantidad de sonidos, a todo volumen, escuchabas o escuchabas. Y mi madre que
digo siempre que fue una pianista frustrada, mamá murió hace poco tiempo, de
cien años.
-
Otra
felicitación! (Se ríe con mucho fervor y
apego a la vida, denotando que el tiempo no es escaso, es tiempo de hijos y de
cultura, sin cronología que la desvíe).
-
Yo
me doy cuenta después de grande que mi madre hubiese sido una muy buena música,
excelente pianista, pero sus padres no entendían la cosa de tal manera. Ella me
insistió, al igual que a mis hermanas también, en el aprendizaje del piano y. .
., le hicimos caso, yo creo que tendría seis años cuando comencé a estudiar el
piano. Pero como toda niña, que no quiere sujetarse a una disciplina, le hice
la vida imposible y un día dije esto no va más y no fui más y dejé este
instrumento. Pero a los pocos meses apareció la orden de que teníamos que ir a
la casa de una profesora de Carmelo la señorita Zulma Castiglioni, que con ella
íbamos a retomar el piano. Allí fui y partir de ese momento descubrí que el
piano era mi amigo, era para mí y nunca más di trabajo. Pero en el año mil
novecientos cincuenta y tres, se formó la Asociación Coral de Carmelo. Y yo de
cabeza me inscribí, en la cual yo, soprano, era una del montón. Evidentemente
que no fui una voz destacable, pero yo me daba cuenta que mi oído me decía
cosas que otra persona tal vez con muy distinguida voz, no captaba. De esas
veinte y tanto sopranos, la única que continuó fui yo. A partir de ese año mi
vida cambió. Siempre a pesar de que tenía novio, pues me ennovie de muy
jovencita, él también cantaba, era bajo profundo, siempre me apoyó. Nos casamos
y comencé a tener hijos y hasta que en un momento tuve que suspender mi
actividad musical, pues no me daba el tiempo para atender a la familia. Estuve
algunos años sin actividad, aunque después comencé a trabajar para la cátedra
de música en el liceo. La coordinación inspectiva, me dijo que había para ser
efectiva debía realizar concursos y bueno. . . lo logré acá en el liceo de esta
ciudad. Fue un gran sacrificio para ir todas la semanas a Montevideo con siete
hijos nacidos estoy hablando del año. . . sesenta y siete.
-
Yo
estaba en segundo de liceo (Risas recordatorias de aquellos tiempos).
-
No
era tan sencillo como ahora. Y me dio por formar el coro en el liceo de
Carmelo, pues allí no había nada. Estaba la Asociación Coral, pero nada más, de
allí había salido el Coro Vocacional de Carmelo dirigido por Román Iturburúa,
una migo del alma que falleció, un gran músico, (lo dice con un énfasis que me
contagia) autodidacta, con un oído
privilegiado, que ese sería otro tema del que podríamos explayarnos también. Bueno
estoy en la formación del Coro. Usted sabe como es la formación de secundaria,
horas creadas, etc. etc. En algunos liceos del país existían los coros, dentro
de la curricula. En Carmelo no existía. Pero, a mí me salía del alma, llegar a
eso que a mí me gustaba y ahí, no tengo las reglas claras, me acerqué al Coro
Vocacional pues ya tenía mis hijos más criaditos y mi esposo detrás, siempre
palanqueándome, dándole para adelante. Siempre insistiéndome que hiciera el
coro del liceo. Yo a su vez palanqueé a él en el ajedrez, que era su pasión
también. Evidentemente éramos muy apasionados los dos.
-
¿Como
era su nombre?
-
Diego
Roselli. Fue ganador de certámenes, campeón zonal de ajedrez en diversas partes
de aquí a la vuelta. Colonia, Soriano, San José y creo que hasta Fray Bentos.
Los dos trasmitimos a nuestros hijos nuestra pasión. Yo tengo tres mujeres, la
mayor siguió mi línea, es docente de secundaria, hoy Inspectora Nacional de Música.
La menor es Directora de Coro y la del medio es profesora de Idioma Español y
Literatura. Y de los varones, todos practican ajedrez y uno de ellos, es
dieciséis veces campeón nacional de esa disciplina. ¿Habremos trasmitido
nuestros sentires?
-
¿Y
en qué terminó el coro del liceo, tuvo alguna denominación
-
Coro
de Cámara del Liceo Piloto de Carmelo, pues Carmelo tenía liceo piloto por el
plan setenta y tres y por aquellos tiempos o llamamos o vino la inspectora de
música y dijo: ‘no puede ser que no exista un coro con alguien que lo quiere
crear y que lo esté haciendo
honorariamente’ y desde allí en
adelante, recomendó la creación de la horas de coro en los liceos. Yo de para
bienes, después de haber luchado tanto por la creación de los mismos que se dé
esa oportunidad a los liceos, realmente, quedé impresionada y gratificada. A
parte de ello lo que significaba que las profesoras de música que tuvieran esa
posibilidad, empezásemos a cobrar por ese trabajo. Nunca se me había ocurrido
ello y yo trabaja diez horas en forma honoraria. Bueno así fue que se creó el
coro del liceo. En el año mil novecientos setenta y cuatro, se hace lo que se
llama el primer concurso, a mí no me gusta que se llame así ‘concurso’, pues los adolescentes no conocen
muchas veces de concursos pero sí de intervenir
y divertirse en distintas disciplinas. Hicimos una presentación
departamental en Colonia, una zonal en San José y luego una final en el Teatro
Solís.
-
Un
orgullo verdaderamente.
-
Si,
esfuerzo, mucho y luego en el año mil novecientos setenta y cinco se debería de
haber hecho lo mismo, pero por razones de no sé quién, no se nos invitó al
Solís. Como enmienda de ello, se nos mandó a Libertad en forma conjunta con un
coro que era del este del país. La cuestión fue que nos dimos cuenta, que como
para compensar la injusticia, nos hicieron ir a Salto a un festival, en el cual
también cerramos nosotros.
-
¡No
había escape para ellos, el coro estaba más que bien ensamblado!
-
Uno
recuerda aquellas instancias, con mucho orgullo. Se creó como un ambiente de
pertenencia al coro y ello fue trascendental para los liceos, y para mí fueron
años muy importantes de mi vida.
-
Lamentablemente,
en el año mil novecientos setenta y seis, me cortaron los brazos y las patas y
me destituyeron, aún no sé por qué, estimo por mis ideas de integración
artística.
-
Una
marca que le queda a uno, aunque dura muchas veces y que lastimó hasta la
profundidad del ser humano, dejándolo a veces inerte. El ser humano trata de revertir
constantemente ello ¿Verdad? Y hubo algún acercamiento para que siguiera junto
al coro del liceo.
-
Nooo.
Yo nunca tuve más nada que ver con el coro. Es más por un decreto y que se yo
fui sumariada y se me prohibió la entrada a el liceo.
-
Aún
Martha, estamos pagando las consecuencias de aquella época de terror y las
secuelas no se borran tan fácilmente. Pero me interesa saber si usted
igualmente siguió con su arte tan arraigado y persistió en formación de coros
en su ciudad.
-
Justamente,
en ese momento yo estaba embarazada de mi novena hija. Como estaba muy ligada a
la parroquia, un día, integrantes de la misma, se allegaron a mí con el
propósito de que yo formara un coro parroquial. Allí fue el nacimiento del Coro
Santa Cecilia. ¡Ni un solo integrante del coro del liceo!
-
Borrón
y cuenta nueva.
-
Efectivamente.
Sí, hubo gente allí que continuó con el trabajo, quiere decir que el despegue
había sido bueno y más que satisfactorio. Por lo tanto con él Santa Cecilia,
formé otro hijo más. Ja jajaja (Risas de satisfacción por la carrera
desempeñada, aquel hijo al que no pudo seguir cuidando y había sido arrebatado,
en ese momento ya caminaba solo. Y en esa satisfacción percibida por mí se me
entrecortaba la voz para seguir preguntándole. Y entendía en mi modestia
musical que otro vástago estaba engendrado.) Así que tengo nueve biológicos míos
y dos hijos más el Coro del Liceo y el Coro Santa Cecilia.
-
¿El
comienzo fue mismo en el año mil novecientos setenta y seis? Y recuerda el
nombre del o los sacerdotes que tuvieron el privilegio de invitarla para la
gestación de su undécimo hijo.
-
Exactamente.
¡Cómo no me voy a acordar! ¡El padre Ramón López y el padre Juan José Ramillo! Bueno
empezamos a transitar el camino nuevo, siempre con gente allegada a la
parroquia comenzamos con música litúrgica o propia para esos menesteres
filosóficos religiosos y después fuimos incorporando, música popular y
académica. La presentación se hizo en el santuario Del Carmen, tal usted no
recuerda porque en realidad era muy
chico y a esa altura, lo que estaba proscripto, estaba proscripto.
-
No,
no era chico y ya le voy a contar fuera de micrófono mis vicisitudes
personales. Que no fueron pocas. (Otra vez risas, pero de impotencia, por parte
de ambos).
-
Bueno
con gusto lo escucharé. Pero. . ., recuerde entonces, era muy difícil realizar
cualquier actividad y máxime cuando estás proscripta. Realizábamos esas
actividades en la parroquia y a veces en algunos lugares no muy públicos, más
bien, diría en ámbitos o lugares de beneficencia. Yo no era una persona grata
socialmente para ellos, los que pretendían dirigir el país y los gobiernos
departamentales.
-
Pero
a Marta Mailhe no se le podía prohibir la dirección coral pues, usted es el
coro por genética y formación educacional, sistema, éste último del que ellos
carecían, es más no conocían.
-
Si
pero. . ., muchas gente entendió que Marta era peligrosa, para la docencia,
tenía este salón (señalándome hacia su
derecha la pared que nos separaba del mismo y que en aquellos años no estaba,
lo que permitía una unidad edilicia). Aquí desarrollé mi actividad privada
dando clases de piano y de canto a muchas personas, el liceo controlada era
peligrosa, acá en mi casa. . ., podría haber sido mucho más ( y se ríe. . .,
con unas ganas un énfasis característico de las personas que han dado su vida
con amor por la profesión)
-
Es
más, le diría que podría haber sido allanada. (Risas aún más fuerte de ambos)
-
Esto
fue allanado sí, pero buscando a mi marido.
-
Volviendo
al Coro Santa Cecilia, fue un baluarte en el arte del canto coral.
-
Teníamos
participación en algunas celebraciones, todo muy a las cortas. Acá, en Palmira,
en Colonia, allí raramente en un festival que organizó la Intendencia se nos
invitó a un cursillo que se realizaba en la región militar N° 2 creo, con unos
maestros argentinos que vinieron a dar un curso y por allí tengo un diploma
firmado por un general.
-
Sabe
lo que sucede que entre ellos evidentemente no había mucha comunicación, pues
sus mentes eran muy estrechas. Y Marta profesora dentro de su casa, como fue su
historia.
-
Vamos
a partir de algo, nací, me crié, tuve hijos, los años de destituida los usé
para nutrirme de todo aquello que coralmente, andaba en la vuelta y que yo no
conocía, cursitos, cursillos, me iba a Montevideo en una búsqueda constante
hasta hoy día siento esa necesidad de seguir aprendiendo, es más fuerte que yo.
Hoy día el físico o la cabeza no tienen la energía de antes, yo entiendo que
esa energía la deposité en mi hija más chica y ella es la que hoy levanta ese
estandarte.
-
Usted
sabe que mi esposa canta en coro. Hemos andado por varios países. Y créame que
tengo dos o tres en mi retina uno Belho Horizonte Brasil, uno de La Paz Bolivia
y el de su hija. El ensamble que logra su hija en siete voces es excelente.
Siempre lo retengo muy fresco en mis
sensaciones.
-
Gracias,
sí. . ., con el Coro Santa Cecilia, después de la reapertura democrática, nos
empezamos a mover y creo que la gran empresa, porque como no tenemos subvención
de ninguna empresa privada o estatal y mi trabajo es absolutamente honorario,
la gran empresa fue como decía concurrir a un festival a Cabo Frío, es al
noreste de Río de Janeiro, allí se reunió una embajada cultural de artistas
plásticos, artesanos, etc. Productores destacados de la zona nos apoyaron,
dándonos vinos, quesos y otros productos. . ., esa creo fue la empresa más
grande que emprendí, aunque no dejo de destacar que fuimos dos veces a Criushma
a los festivales de allí, también hemos pegado el saltito alguna vez hacia la
Argentina, Buenos Aires, etc, en varias oportunidades. Creo que por amor al
arte, me mando y me mando y sigo en eso. . ., con apoyo oficial menos cero por
supuesto. Pero recuerdo, cuando Santa Cecilia cumplió diez años de vida,
colateralmente formé un coro de niños llamado ‘Las Voces Blancas’ fue para esa
ocasión, trabajamos tres años con mucho ahínco, pero como todo luego se perdió
el impulso creador y quedó allí. Cuando uno llega a una determinada edad, las
energías empiezan a flaquear. . ., ahora que hago, me doy el placer de seguir a
mi hija con mi misma vocación y escucho coros de otros lugares que a mí en
realidad, me llenan el alma.
-
Hay
que aprovecharla
-
¡Al
máximo! Quisiera decir antes de que terminemos, que tal vez los tiempos han
cambiado y los intereses son otros, acá en Carmelo da la sensación de que la
cosa va por temporadas, en este momento hay un auge de grupos de danza. . .
-
Disculpe
creo que hoy Carmelo debe ser a nivel departamental en movimientos artísticos
la numero uno, fotografía, literatura, radios, cine, coros, pintura, en fin un
sin número de acontecimientos artísticos que ha dejado chico a otras ciudades
importantes del departamento.
-
Sí
creo que también, grupos de teatro y como que el coro ya no tiene. . ., aquella
impronta. Yo propicie los cincuenta años del movimiento coral en el
departamento que fue en el dos mil tres y en ese momento había siete
agrupaciones corales, hoy vemos mucha gente con inquietudes y yo agradezco y
sigo insistiendo, toquen, canten, que siempre de quinientos de mil personas que
salga uno eso es por lo que uno siempre debe de bregar.
-
¡Y
esto, es la libertad, Marta! Gracias Señora por todo, principalmente por esta
maravilla de sabiduría y esfuerzo, que nos ha dejado.
-
Gracias
a Usted y que tenga la ocasión y el equilibrio para llegar por este camino, al
fin tan preciado.
Carmelo 1 de julio de 2013
María Celeste Roselli Mailhe Celeste Roselli
In crescendo, in crescendo. . . son
siete, son ocho y con pezón de madre pronta, cantan arreglos a seres, que en
cantatas disfrutarán.
Desde Celeste y Gaudium Feminis alegrar para las mujeres; han.
No olviden este motivo de vida, que
seguro os provechará y entre motivo y motivo; léanla. . .
-
Como
recién estuve con tu mamá y ya conocimos algo de esta familia tan peculiar
dentro de la música, nos propusimos no adentrarnos mucho en tu mundo coral así
que, cuéntanos. . .
-
Mi nombre es María Celeste Roselli Mailhe,
nací el diecisiete de junio de mil novecientos setenta y seis. Nacida criada y
vivo aún en Carmelo. Hasta dentro de un mes. Mi nacimiento en la música creo
que fue desde mi casa. Desde el vientre de mi madre pues era ella directora del
Coro del Liceo de esta ciudad que hoy se llama Dr. Daniel Bonjour. Bueno,
cuando en la época de la dictadura ella fue destituida yo, siempre desde chica
iba a los ensayos, también daba clases de canto y de piano acá en casa, en este
mismo salón. Y yo escuché, durante años sentada en la falda de mi madre como
ella tomaba clases a sus alumnos. De muy temprana edad, me sentaban en el piano
y sin siquiera llegar a los pedales, ponía los dedos sobre el teclado e imitaba
lo que los alumnos tocaban ya me inclinaba hacia este arte tan importante como
es la música y cómo ves lo fue a través del piano. También te diré, veía y
escuchaba diferentes ejercicios de vocalización que alumnos de mamá realizaban.
Junto a todo ello, a esta casa venía a menudo, José Martino Rodas un maestro de
canto y vocalización muy reconocido a nivel nacional.
-
Unos
de los primeros que formó la Coral Colonia creo recordar que fue fundador de ella,
también anduvo en ese entonces el maestro Eric Simon.
-
Si exactamente. También junto a ellos estuvo en
Colonia Jorge Magnione, aunque eran casi de la misma época. Martino Rodas era
de Mercedes y acá en casa daba clases de canto también, así que obtuve un
bagaje de conocimientos muy importantes acerca del canto y a través del piano
proseguí con mi formación. Y cuando mamá formó el coro de niños ‘Las Voces
Blancas de Carmelo’, yo canté allí y desde ese lugar pasé al coro del liceo que
aunque estaba en tercer año pedí a la directora del coro que me admitiera pues era
solo para cuarto, quinto y sexto año. Yo tenía ganas de cantar y me admitió.
Mis comienzos fueron más o menos así y de allí pasé al Coro Santa Cecilia que
dirigía mamá, lo hice en la cuerda de contraltos, así que cantaba en los dos
lugares. Más tarde terminé el liceo y por allí en el año dos mil tres me
convocaron y seleccionaron para la formación del Coro Juvenil Uruguayo del cual
participé durante un año y medio.
-
¿En
Carmelo?
-
No.
A nivel nacional, primero lo promovía el Ministerio de Educación y Cultura, lo
dirigía Pablo Trindade Roballo, una persona que admiro, quiero y me enseñó
mucho, un gran arreglador y músico que ahora vive en Brasil. Después de este
paso, mi madre me fue asignando roles de maestra preparadora en el Coro Santa
Cecilia, un poco como que ella confiaba en mi seguridad y capacidad para la
música y entonces yo hacía ensayos para la cuerda de contraltos. Comencé mi
formación docente y mi profesorado de educación musical, a su vez empecé a dar
clases de música en el liceo, en el año dos mil. Una vez allí, fui formando y
dirigiendo coros en diversos liceos como el de la localidad de Miguelete, de
Ombúes de Lavalle, de Conchillas, y fui también pianista acompañante de otros
coros liceales.
En el año dos mil tres se me ocurrió formar el Coro Gaudium Feminis que
significa en latín, ‘Alegría desde o para las Mujeres’, se nos dio por salir
por diferentes lugares y un día cantando en Colonia del Sacramento en el Teatro
Bastión del Carmen, invitadas por el
Coro Municipal de allí, el director del Coro de Juan Lacaze me escuchó y cuando
él tuvo la necesidad de dejar esa institución, me llamaron a mí para seguir con
su tarea. Desde el año dos mil siete estoy dirigiendo el coro vocacional de
Juan Lacaze, también. Entonces, mi trayectoria a nivel musical como se dará
cuenta, pasa por diferentes facetas, pero siempre desde el mismo lado de la
música y siempre vinculada a la docencia, porque el espacio coral, también es
un espacio de docencia. Uno debe de tener condiciones para ello y si no, no se
puede.
-
Tal
cual. Sin duda que es así. Mira, mi esposa canta en el ‘Coro voces de mi
Ciudad’ de Colonia y uno que viajado junto a ellas (cincuenta mujeres) veo como
Silvia Maddalena deja un poco de su ser en cada actuación y ni te cuento en los
ensayos. Si tu capacidad de liderazgo se agota ni te metas en esta. ¿Verdad?
-
Por
supuesto. ¡Ah! Algo que me olvidaba, también tengo mi título de piano y solfeo
que fui estudiando con distintas maestras. La primera fue mi mamá, la segunda
fue una señora que se llama Silvia Bianchi, con quien estudié dos o tres años y
por último con Marujita Sarachu que es un puntal en Carmelo.
-
Ella,
estuvo en la presentación de dos de mis libros aquí en el Archivo y Museo del
Carmen, quien me trajo fue su hermano Alfredo, que en paz descanse, un ser
humano excelente. Es más en una de esas presentaciones, acompañó a Cristina
Risso al piano. Tan amable el pueblo de
Carmelo, que ciertamente quedé impactado.
-
A
Cristina yo la conocí en el Coro Santa Cecilia, hoy somos grandes amigas a
pesar de la diferencia de edad, somos amigas íntimas. Cuando se me ocurre la
formación de Gaudium Feminis, yo por no comprometerla no la quería invitar pues
no sabía si confiaba en mi capacidad y ella después me pidió para entrar. Hemos
iniciado un camino bastante interesante, recorriendo distintos lugares del país
y siempre hemos sido muy bien reconocidas. Aún nos falta la parte este del país
para recorrer. Durazno, Salto, mucho Colonia y Montevideo. Allá por el dos mil
once se nos ocurrió presentarnos en un concurso a nivel nacional que organizó
la Asociación de Coros del Uruguay (Cordelur), superamos ampliamente el puntaje
básico, aunque, no competíamos con otro coro dentro de la categoría que nos
atribuyeron, no obstante había un puntaje mínimo y no hubo inconvenientes en
superarlo. De allí, nos mandaron a competir a Brasil, a San Lorenzo Minas
Gerais en agosto de dos mil once. Allá marchamos como una empresa entre todas y
con un gran sacrificio, competimos con coros de Colombia, Venezuela, Brasil,
salimos segunda en la categoría asignada, ensamble vocales. Eso generó una
credibilidad por parte de Ameride que era la organización que generó el
concurso, festival muestra y seminario coral, era un triple objetivo pues
realizan diferentes cosas en el evento. Quedamos seleccionadas como para ser un
coro referente para diciembre, en el concurso interno de Brasil, este país
realizó el evento y debían de invitar un coro de referencia y nosotros fuimos
como invitadas especiales.
-
¡Qué
orgullo!
-
Gracias.
Si también en ese mismo momento, fui invitada para integrar el jurado del
concurso.
-
¡Doblemente
orgullosa!
-
Si
la verdad que sí. Eso fue en diciembre de dos mil once en San Roque San Pablo.
Tuvimos una serie de conciertos preciosos. En el dos mil doce tuvimos un año
tranquilo pues yo estuve embarazada. Y en el dos mil trece, ahora, recibimos
otra recomendación de Ameride Internacional para participar como invitadas en Seminario
y Concurso Internacional Jalisco Canta en Jalisco México. en este momento,
estamos a seis días de partir.
-
Pero
también me dijeron que se iban a Perú.
-
Claro
Jalisco Canta nos invitó y como la mayoría de los vuelos hay que hacer escala
en Lima, entonces allí vamos a tener dos conciertos, uno en la Universidad
Ricardo Palma, que es una de las más prestigiosas de Perú y después vamos a
tener un concierto en el auditorio de Santa Úrsula, un Colegio para niñas con
una sala de mejor acústica y de muy difícil concreción para actuaciones de este
tipo. allí vamos a tener un concierto didáctico para alumnas de tercer, cuarto
y quinto nivel secundario. En este sentido vamos a tener unas jornadas bastante
interesantes. De Lima nos vamos a Guadalajara, Jalisco, donde estaremos diez
días, donde daremos distintos conciertos en diversas ciudades. Casi siempre son
conciertos de una hora. También lo haremos en Jalisco y a veces conciertos
compartidos.
-
Yo
conversaba con tu madre, que he tenido oportunidad de ver infinidad de coros,
en Asunción, Crishuma, Montevideo, Capao da Canhoa, Argentina Tandil, no sé,
nos vamos ahora a Mendoza y Chile en unos días, pero en realidad lo vuelvo a
reiterar para aquél que lea esto: tú coro junto con uno de Belho Horizonte y
alguno más de Montevideo y La Paz Bolivia creo, son los que más han llenado mi
espíritu.
-
Gracias
de nuevo. Creo que si uno hace las cosas como corresponde con voluntad y
profesionalismo, no tienen por qué salir mal. No obstante, el público y nuestro
oído son los jueces. Si el director denotase una falencia en ambos casos se
engañaría él y haría lo propio con el público y eso no es bueno, socialmente. Estas
cosas deben de lucir y ser fieles testigos ellas, mimas de la realidad que
impera en ese momento tan especial, que por otra parte es de minutos solamente.
Mi persona tiene muy claro lo que quiere y he conseguido personas que intentan
seguirme en el andar y que no me ponen trabas a nada. Fundamentalmente tienes
que encontrarte con gente que esté dispuesta a darte todo, todo y más, todo lo
que yo puedo dar doy. Debes sentirte como pez en el agua y en esa comodidad
trabajar ambos yo como directora y ellos quienes realmente llevan la tarea del
trabajo vocal adelante. Y déjame desde aquí dar un agradecimiento hacia mis
compañeras, pues yo me siento una privilegiada teniendo a ellas junto a mí,
siguiéndome la cabeza, y además tengo mucha gente trabajando junto a mí
también. Yo y ellas somos la cara visible, pero mi esposo por ejemplo es el
compañero ideal, es director de coro también, pero él es el arreglador de
Gaudium Feminis ha realizado arreglos esenciales y él sabe lo que yo quiero y
adónde debo llevar al grupo. Él es un muy buen arreglador y nos ha levantado
muchísimo el nivel grupal y ello para un director es fundamental, hace los
arreglos a medida y un poquito más, eso nos permite crecer, cambiar la
sonoridad del grupo y hacer que el grupo sea especial como es.
-
No
se dan muchas oportunidades en la vida de poder hablar en profundidad con figuras
con tantos conocimientos dentro del rol que nos ha tocado en la vida. Yo por mi
parte agradezco infinitamente tu tiempo, que sé, eres madre reciente, de tu
tercer hijo, felicitaciones a ti y a tu esposo, por los niños, y por lo que
hacen en forma conjunta por la sociedad.
-
Mira,
yo quisiese contarte algo más, primero, yo fui madre soltera muy joven, a los
diecinueve años, en mil novecientos noventa y cinco, me casé recién en el dos
mil nueve y formé mi matrimonio con tres hijos más que son los que tengo ahora.
Mi mensaje hacia las mujeres en forma personal y a la sociedad toda sin
discriminaciones, es que si tú te enfocas en una cosa, ello se va a dar. Más
allá de las adversidades en mi caso, tanto en
lo coral como en mi profesorado, lo hice con hijos chicos, muchas veces
sola, otras acompañada, a veces con ayuda y muchas sin ella. Mucho sacrificio
mientras estudiaba, trabajaba. Luego un poco más sobre ruedas, pues con un
compañero ya es diferente. ¿Verdad? Todo se puede si uno no antepone la
imposibilidad del acto o de la acción a la cual quiere llegar. Todo se puede
dar, te paras, caminas un poco menos, tendrás tu vida doméstica un poco menos
organizada, a diferencia de una ama de casa modelo, quizá estarás más
desprolija, con más ojeras, o no, pero todo se puede hacer. Si ese es tu camino
ese camino se dará, las cosas fluyen, si vos lo que haces lo sientes con el
corazón y aprovechas los dones que te dieron, vas a seguir y en ese camino te
va a ir bien. Por otro lado como te decía en un trabajo conjunto, quiero
destacar a personas que son pilares en mi vida, a nivel afectivo y profesional
a la vez. En este caso a mi mamá, ella a nivel emotivo y familiar y profesional
ella es mi primera maestra, después está mi hermana María Marta Roselli que es
Inspectora Nacional de Música en Secundaria, ella fue la que descubrió que yo
tenía un oído absoluto para la música, yo no lo sabía y ella me impulsó a
seguir mi profesorado de educación musical y a terminar mi profesorado de
piano. Mi marido, me impulsó también, él tiene mucho que ver en ello: ‘vos
podes, como no vas poder, vos pone tesón, a vos te sobra capacidad’, siempre
apoyándome. Y en el caso de Cristina Risso, también sin ser familiar, para mí
fue un pilar siempre apoyando y alentándome para que siguiera y diera
conclusión a esto de mi profesión, ella es mi amiga del alma y me dijo sí
Gaudium Feminis sí vamos que sale y este coro es todo un mundo nuevo de
posibilidades y desafíos de animarme a afrontarlo y poder superarlo. Cristina
me dijo a mí vos podes. En muchas cosas también a independizarme a nivel
económico, fue ella quien me dijo puedes.
-
Te
dicen Chele
-
Si
me dicen Chele, solo los familiares y los muy, muy, amigos (as).
-
Bueno
ahora van a saber muchos, que te dicen
así (Risas fuertes de alegría de parte de los dos)
-
Gracias
Horacio, todo esto que haces levanta mucho la autoestima y que se vea esto
algún día, aún más.
Carmelo 1 de julio de 2013
Cristina Risso Cristina Risso
Ella, siempre está dispuesta.
-
Hable
señora, como con usted ya nos conocemos de hace años, dele hable sobre usted
misma Cristina Risso.
-
Bueno
a mi me gustó cantar desde niña.
-
¡Aja!!,
acá a doña Cris la voy a embromar jajaj!!!
dime, ¿cuántos arrabales cantando?; como dice el
tango.
-
¿Cristina?
Setenta y cuatro. Cumplo el miércoles.
(Risas fortísimas de ambos como festejando sus nuevo y próximo
aniversario). Por lo tanto en esta gira que vamos a emprender con la Gaudium,
yo no sé si no seré la geronta del festival (Nuevamente risas de alegría). Esto
me hace muy feliz, yo si Dios quiere estoy cumpliendo cincuenta años con esta
actividad diríamos semi profesional. mis comienzos fueron por los trece años,
las primeras intervenciones fueron totalmente inconsciente. A mí me gustaba
cantar y yo sabía canciones y me invitaron a cantar en el teatro en un evento
que realizaba allí y dije que sí y me mandé y me mandé. . ., debe ser una de
las cosas que a mí. . ., me sale natural, veo en otras personas que tienen
nervios, vergüenza, timidez. Yo para el canto nunca tuve nada de ello. Fue en
ese momento cuando me largué a cantar. Al año siguiente de la mano de una amiga
Marta Silva. .
-
¿Y
en qué año fue eso?
-
Mil
novecientos sesenta y tres. Yo seguí igualmente cantando folklore. En el año
sesenta y cuatro canté mucho folklore argentino, pues el uruguayo era
insipiente. Igualmente después se diversificó la musicalidad en el Río de la
Plata y comencé a disfrutar de otro tipo de música en actividad grupal que para
mí es algo que no tiene desperdicio. Es muy lindo cantar sola, he tenido esa
experiencia varias veces, también en dúos, conjuntos, y la de coros. Persisto
con el coro pues es otra cosa, yo creo que en el canto si no estás allí, de
otra manera no llegas, se incursiona en metodologías que un solista es muy
difícil que arribe.
-
¿Has
estudiado música, te has capacitado?
-
Eso
por una lado, por otro una va agarrando experiencia, en una época ante un
compromiso sumamente importante, con el coro de Marta Mailhe, Santa Cecilia,
acompañamos al maestro Eric Simon, en la Federación de Coros del Litoral en
donde se encaraban obras, importantísimas. De allí surge espontáneamente en
cada ser integrante del coro la necesidad de estar a la altura de las
circunstancias. Eso hacía que tuvieras que aprender respiración, vocalización,
recuerdo que venía para esas técnicas el maestro Pepe Martino, un tierno Pepe.
-
Y
algo que recuerdes placenteramente.
-
Siii,
claro, nunca voy a olvidar cuando nos trajeron la grabación de Carmina Burana y
decíamos, esto no lo podemos cantar, era una altura el registro y Pepe empujaba
con un trabajo minucioso y arduo para que llegásemos a esa tonalidad, los
barítonos y las sopranos allá arriba y había que llegar. Siempre yo cantando
sola o dúo o en conjuntos pero paralelo trataba de seguir cantando.
-
Estas
recontenta con lo que has hecho.
-
Qué
te parece. Yo nunca fui profesional del canto, pero te diré que lo siento como
si lo fuera pues la vida me ha dado tanto en este ámbito, he cantado y tenido
una permanencia. Es lo que a uno le gusta y te diré más que el gusto es mi
necesidad interior, lo llevo muy dentro de mí. No puedo concebir un día sin
cantar.
-
¡Faaa!
Eso sí que está bueno estar cincuenta años en lo que uno ama.
-
Toda
una vida. Si es así. Y después de grande mira, yo tenía cuarenta y pico de años
y me metí por primera vez en un festival. Fue un certamen nacional y tuvimos la
oportunidad de ganar en Durazno, de tener un segundo solista. un tercero en
Treinta y Tres a orillas del Olimar. Siempre tratando de dejar bien parado a
nuestro terruño carmelitano.
-
Siempre
dejan do una impronta en lo que uno hace.
-
Incluso
he musicalizado algo, dentro de lo que yo podía hacer. ¿Verdad? Yo no toco
instrumentos pero con un grabador yo se
me ponía una melodía y las interpretaba. Lo he hecho con algunas poesías de
Pablo Silo, a Pablo Gyurkovits y algo mío también. En un año una poesía
musicalizada de Pablo Silo, fue ganadora de un segundo premio en Treinta y
Tres, o sea que uno dentro de lo que ha podido humildemente, hemos intentado
todo y algunos logros hemos tenido.
-
Esto
de Gaudium Feminis es. . .
-
Te
digo. . ., es un regalo de la vida. Este viaje por emprender, un compromiso
importante a nivel internacional. No olvides que cuando se escuchan los coros
deben quedar guardados en el otro y si uno logra eso es el mejor reconocimiento
por lograr. Y que a mí me llegue, en este momento de mi vida, es el regalo de
la vida que te decía antes. Igualmente uno sigue caminando para seguir adelante.
Uno nunca sabe lo que puede dar. Fíjate ahora se me viene a la memoria que en
el año mil novecientos sesenta y cuatro compartí escenario con Los Olimareños. Jovencitos Los Olima. . .
-
Y
vos. . .
-
Siiii
jajaja!!!! (Risas a granel de los dos) Ellos estaban haciendo una gira con
Jorge Cafrune, quien los llevaba y los presentaba. Y amí me llamó Jorge y me
dijo: ‘Vení Chiquilina’ con aquella voz penetrante y rústica pero de un candor
sin igual. Es más cuando me hablaba yo decía pero este hombre es viejo, por su
voz lo pensaba. Y yo tenía catorce años ¡Imagínate! y me decía: ‘Vos tenés
cantar canciones del sur, estilos, milongas. . .’ Y yo cantaba toda la música
del litoral. Yo tengo en la casa de un tío abuelo unas firmas de Los Olimareños
y de Jorge Cafrune. Después en el dos mil
cuatro canté en el Festival de la Liga Federal y al otro día cantaba El
Pepe. Entonces cuando al otro día cantó, yo me puse allí cerca del escenario y
le dije te voy a molestar un poco, yo quiero que tú me firmes: ‘acá’ y cuando
va a firmar, me dice: ‘¿Pero esta es mi firma y vos cómo tienes esto? Yo lo
tengo pues no recuerdas pero este día (el de las firmas de antaño) no cantaron
ustedes solos. Y le dije aquella gurisa
que cantó en aquella oportunidad era yo. Nos habían invitado a mí y al conjunto
que me acompañaba. Sabes Pepe, es un grato reencuentro acá, le dije, hace justo
cuarenta años. Vos seguís haciendo lo tuyo profesionalmente, pero yo también
sigo haciendo lo mío. dos caminos distintos pero en definitiva la permanencia
es la misma. Hay gente que los toca una varita mágica para desarrollar una
carrera en serio y profesionalmente. yo tuve una oportunidad, era muy
jovencita, mi padre me debería haber llevado a Buenos Aires y no me llevó.
Tampoco me siento frustrada al respecto. A mí lo que me hace feliz es cantar y
lo poco que he podido hacer lo logré.
-
Te
preguntaba recién por Gaudium, me contó Celeste que eres un poco la impulsora
del equipo femenino y ese proyecto tan bueno del canto coral. . .
-
Bueno.
. ., somos de las fundadoras. Nosotras veíamos en Celeste un potencial enorme.
. ., su mamá tenía coros, ella formar otro. . . era como medio. . ., su cabeza
le daba vueltas y no encontraba el ensamble y yo le dije : ‘Vos hacé que yo te
sigo’. Al poco tiempo estaba elaborando el proyecto.
-
Y
volviendo a hacer un poco la recorrida de tu vida. ¿Cuándo fue que recibiste el
segundo premio como solista en el Festival de Durazno?
-
Fueeee. . ., en el añooo. . . mil novecientos noventa
y dos y acompañada por Jorge Rodríguez, en guitarra, podríamos llamarlo
entonces un dúo. Allí escuchaba todo lo que sucedía, como se daba la cosa,
diríamos uno investigaba un poco, el panorama. Escuchaba principalmente a los
conjuntos folklóricos, pues, al estar tantos años en coros, se te abre la
cabeza de cómo escuchar con más delicadeza el ensamble en los conjuntos
¿verdad? Entonces a la vuelta dijimos; la posibilidad, no es tan lejana de
hacer un conjunto para el próximo año. Y así fue al otro año fuimos con un
conjunto.
-
¿Te
acuerdas de los integrantes?
-
¡Sí
cómo no! Juan Daniel Frache que hubo de hacer un permiso de menor, pues tenía
quince años, el ejecutaba guitarra. Luego Álvaro Cuello voz, Jorge Rodríguez,
guitarra y voz, Chiqui Pereyra y yo. Nos juntamos personas afectos a la música
pero que, éramos de distintos extractos musicales. Chiqui era murguero, Jorge
más afecto al folklore, yo cantante diríamos de coro, otros con sus afectos
tendientes a lo melódico.
-
¿Cómo se llamo el conjunto?
-
‘Conjunción’,
pues como te dije antes conjugábamos voluntades de música.
-
Todas
guitarras y voces.
-
Sí
dos guitarras y las demás voces.
-
Y.
. . ¿Cómo anduvieron? (Ella como siempre tan gentil, humilde y formal, daba
vueltas y no me daba el resultado del festival!!!)
-
Y.
. . ¡Ganamos!
-
Ah
bue. . ., como dicen los pibes de ahora. (Se formó un aluvión de carcajadas de
nostalgia y satisfacción del cumplimiento de los trabajos, ella por su
lado y yo con el mío que como se habrán
dado cuenta a lo largo del modesto libro, en esta búsqueda los valores y son
sólo femeninos, están y ustedes, ¡ni
saben que existen!)
-
Mira,
hay una cosa que yo siempre digo, el hecho de ser o no profesional, pasa por el
hecho de trabajo, en los respeto hacia los actores, en escuchar melodías,
poesías. . . A veces escuchas cosas que te quieres morir. Ahora te dicen: ‘está
versionada’, ‘esta versión’! jajajaj; no es así! Tú debes entregar un producto
que tenga y contenga formas. Pasa lo mismo con Gaudium, en fin con todos los
trabajadores en serio de cada género artístico, que ahora no se me vienen a la
memoria. Vos llegado el momento vas andar cada vez mejor.
-
Cristina,
quiero agradecerte de forma especial a ti que estés junto a otros artistas en
esta edición que pienso llevar adelante. Pero déjame explicarte a vos lector,
que yo necesitaba que estuviera ella en este trabajo. ¿Por qué? Pues cuando yo
comenzaba con mi inquietud de escribir algunas cosillas, Carmelo esta ciudad
que tanto aprecio, me recibió en dos oportunidades para presentar mis ediciones
literarias. Y sin conocernos y sin saber que íbamos a estar juntos por el arte,
ella se presentó a cantar para mí espectáculo sin pedir nada a cambio, y sin
saber quién era yo. Este es mi humilde reconocimiento a esta gran cantante,
mujer y abuela Sra. Cristina Risso. ¡Permítame pararme y aplaudirla!
-
No
olvidemos Horacio que todo esto se debe a una persona que ya no está entre
nosotros que fue Alfredfo Sarachu, él allí en su trabajo y con su timidez,
llevaba delante una tarea que ennoblecía al pueblo de Carmelo y al Museo y
Archivo del Carmen. También a su hermana Marujita Sarachu que ha formado a un
pueblo musical.
-
Sí
y que en esa oportunidad te acompañó al piano. Gracias mil Crisitina y que
sigan tus éxitos.
-
Gracias
a ti Horacio igualmente para ti.
Carmelo 1 de julio de 2013
Dora Bouvier
Dorita Bouvier
Ella es Dora Bouvier, la vida le ha
dado un don: el canto, apreciarán en esta reseña de su vida, la vida misma de una cantante lírica por
excelencia. Allí va.
-
Encantado
de conocerte Dora. . ., Dora. . .
-
Dora
Raquel Bouvier Sánchez, Dora Bouvier me conocen en el ambiente artístico,
aunque en Carmelo me conocen como Dorita.
-
¿El
canto. . ., así nomás, viste. . ., concreto?
-
Mira,
desde que tengo uso de razón, te digo a los cuatro años comencé a cantar. Allí
comenzaron mis recuerdos. Nací en el campo y cantaba todo el día. A los cinco
años, mi maestra descubrió mis condiciones musicales, y me hacía cantar. Desde
pequeñita, ella me seleccionaba en cuanto acto había, era como un caballito de
batalla. Por primera vez canté la Canción de Cuna de Johannes Brahms. (Lo dice
con un énfasis, con una limpieza de espíritu que lo ve, lo ve, de tal manera,
que es toda expresión y me pone realmente sentimental, pues la imagino en esa
época frente a un público distinto al que ella está acostumbrada hoy día,
respiro profundamente y la sigo escuchando en su grabación y sigue. . .) Me
sentaba en un sillón, con una muñeca y yo cantaba Brahms y me aplaudían, en
realidad, no me daba cuenta por qué lo hacían, pues, tan pequeña no lo
entendía. Después de haber pasado toda una vida, vivir lo que he vivido
relacionado con este arte tan impresionante que es la música, creo que mi
maestra consideraba que era talentosa.
-
¿Así
que fuiste un referente, sin darte cuenta?
-
Creería
que sí. Musicalmente estoy segura que era un referente en la escuela, en los
seis años escolares, lo fui. Cantando zarzuelas y otros ritmos musicales.
-
Y
el comienzo en el liceo. . .
-
¡Ah.
. .!! Exactamente igual. Sí, me detectaron y en seguida me buscaban para cantar
en coros y festivales en fin y seguía cantando. Después, esta señora que está a
nuestro lado, (Mi paréntesis, que no podía faltar, es en referencia a la
Profesora Marta Abella, a quien también habíamos convocado en su casa y que
seguirá a continuación de Dora) a los quince o dieciséis años, me redescubre
podríamos decir, pues ella era profesora en el Instituto Magisterial Artigas y
profesora de canto. Como mi vida transcurrió en la docencia, paralelamente a mi
razón de vivir que era el canto, ella me dice: ‘¡Uy!, contigo, hay material
para todas la colaciones de grado, Dora’. Me reiteraba una y otra vez: ‘Tienes
que hacer esto, aquello y lo otro’, y así empecé a pisar las tablas y sentir
ese olorcito del Teatro Uamá. Tenemos, el lugar ideal en Carmelo, es un santuario para mí el teatro. Yo era muy audaz
y Marta basada en ello, me hacía cantar Voces de Primavera de Johann Strauss. .
., recuerdo. . ., que yo aún en ese momento ¡todo lo hacía por amor! No había
estudiado canto, no obstante en todos los actos del teatro contaban conmigo.
Luego hubo un concurso de Juventudes Musicales en el Sodre, llamaron aspirantes
del interior y ahí me presenté con la preparación de Hugo Balzo y Zulma Castiglioni y Marta por
supuesto, canté ‘Música Prohibita’ en el escenario del Sodre.
-
¿En
qué año fue?
-
Mil
novecientos sesenta y cuatro.
-
El profesor Balzo, Dorita, venía a Colonia a
tomar exámenes y fue con quien se recibió mi hija de profesora de piano, años
más tarde. Hoy, existe una sala con su nombre en el Auditorio Nacional Adela
Reta.
-
En
ese momento éramos cinco o seis estudiantes, aspirantes a la beca de Juventudes
Musicales y gané con ese tema. Hice usufructo de esa beca un año con el maestro
Osvaldo Tourn, viáticos y estudios. Mientras tanto, seguía cantando aquí, todo
lo que salía, eventos, Radio Carmelo, Uamá, canales diez y cuatro de
Montevideo, y comencé a cantar con Roman Iturburúa en distintos lugares de
departamento. Comenzó toda una movida lírica en Carmelo, y ahí apareció
Mariucha Piceda quien fue la responsable de grandes puestas en escena como la
ópera Aida de Verdi, El Cafetal, Cecilia Valdés, Antología de la Zarzuela y
otros eventos importantísimos que marcaron una época cultural lírica de oro en
Carmelo. Además integré distintos coros: Coro Vocacional, coro Reggione Puglia,
y los Coros del Litoral que dirigía Eric Simon; en todos ellos fui soprano
solista. Recorrimos distintas partes del Uruguay, sur del Brasil, Paraguay y
Argentina. Como verás, fue una etapa de mi vida muy rica e interesante.
Paralelamente trabajé treinta y cinco años como docente y formé una familia.
-
¡Qué
bárbaro para nosotros los hombres! (Otro breve impasse y comienzo de risas
entre los tres y me dice:. . .)
-
Momento de decisión en la vida. . ., ‘Momento
de decisión’ ¿hay una película. . .no? a la derecha el canto. . .
-
Esta
foto que me muestra Marta, ¿eres tú?
-
Si
-
Claro,
¿Cómo no te vas a casar? (Risas a granel)
-
El
arte y el casamiento. Mi familia no me apoyaba en el arte. . ., me decían el
canto no, no te va a dar de comer, aunque en casa, todos cantaban, mis abuelos, mis papás, mis hermanos, pero no
me apoyaban en el arte musical. Sin embargo, mi padre que era hijo de
franceses, junto a mi abuelo, tocaban un
acordeón que la habían traído de Francia. Todo los hacían de oído, mamá
entonaba divino. . ., pero yo: cómo a veces la vida te enfrenta a una decisión; el canto o el
matrimonio; elegí lo último aunque seguí cantando esporádicamente en mí pueblo.
. . De mi familia te diré que tengo una hijas y unos nietos divinos; el mayor
de ellos: Lorenzo heredó mi veta artística y ama la música, toca la guitarra y
canta hermoso, le pongo todas las fichas que va a llegar y quien te dice que
los demás nietos también me den una sorpresa porque cantan muy bien. ¡También
mis hijas cantan!!! Volviendo
a mi beca, Montevideo era un escalón, para seguir mis estudios en el exterior
como me lo propusieron.
-
¿Así
que nunca dejaste el canto, totalmente?
-
¡Nunca
es mi vida! Te diría más: después de todo lo narrado, insistí y se me dio por
volver a estudiar canto y lo hice de muy buena gana con el maestro José Martino
Rodas, durante muchos años. No puedo dejar de nombrar al maestro Eric Simon,
con quien viajamos todo el litoral, también Montevideo realizando obras bellísimas como El Mesías, Carmina Burana, El
Requiem de Mozart en el Teatro Solís y en la Catedral de Montevideo.
Estos movimientos corales fueron realmente impactantes para mí. Eso sí
que realmente fortificaban el espíritu. (Por momentos la Prof. Marta Abella, me
mostraba con gentileza y pasión fotos, muchas fotos de colecciones en la que
ellas, habían estado en forma conjunta con otros coreutas). No puedo dejar de
recordar que en el año mil novecientos ochenta y cinco (año de apertura
democrática), participé en el primer festival a Orillas del Olimar en el
escenario Rubén Lena, cantando tres temas que compusieron grandes músicos
carmelitanos. Euclides López Herrera, su hijo Obdulio López y en el tamboril
Walter Gómez, obtuvimos el primer premio con el tema ‘El Negro Pancho’
-
¿Premio
solista?
-
Sí,
sí, claro. Nos trajimos un trofeo. Después vinieron recitales con Román.
-
Para
el lector que no lo conoce, ¿quién era Román?
-
Román
fue un ser excepcional, un genio. . ., a los tres o cuatro años, se sentó al
piano y tocaba todo, todo, todo, de oído. Hicimos juntos el liceo y después él,
se fue al mundo como showman, recorrió varios países: Japón, todo el sur
Argentino, Inglaterra, Francia y después se radicó en Madrid y estuvo hasta el
final de su vida. Excelente compositor e intérprete. Cuando venía a Carmelo,
realizábamos recitales, él se daba el gusto de hacer lo que quería. (Ella lo recuerda
con una semblanza y sentimiento propio de las personas que aman a otra desde
las entrañas mismas del arte, mirado para ambos como el reflejo cierto de sus
propias personalidades. Es entonces que Dorita, como la llamaba Román, tenía
encendido su plasma y en forma conjunta con su video dio comienzo para que escuchásemos
‘La Flor de la Canela’ interpretada por el mismo. Tal vez en recuerdo eterno a
su gran amigo y compañero de vida artística y junto a Marta nos quedamos,
disfrutando de aquel momento sencillo, pero locuaz, al mismo tiempo. Yo para
distender el momento, le saqué a Dorita una foto en la que me miró de repente,
mientras escogía otro cd para colocarlo en el video. . .y me dijo: ‘¡Uy. .!
¿qué hiciste. . .? No, esa no la vas a poner, mira que después. . .¡la
gente! .!Yo poso para otra, ¡pero esa,
no!’; ya la vieron al comienzo de la nota, con su figura bella como la planta y
el cuadro que posee en su living de fondo).
-
¿Seguimos
grabando. . ., Dorita?
-
Seguimos.
. ., ¿reitero? ¡Mi pasión fue el canto!
-
Sigues
cantando
-
Sigo
cantando y parece increíble pero. . . a
esta edad tuve un impasse, donde hubo afecciones y enfermedades y cosas en la
familia y un día dije: ¿y por qué no empezar nuevamente?, me di cuenta que
tenía ánimo, fuerzas, tengo la voz todavía y dije: ¡‘Sí adelante’!, también
aprovechando la gentileza de Marta y Mariucha, que siempre están a mi lado y me
impulsan al igual que mi familia. (Aquí mientras colocaba en el video un nuevo
cd, ese que buscaba mientras le saqué la foto que ustedes no conocerán, dio
comienzo en la pantalla su canto en el escenario del teatro Uamá, un
reconocimiento de su persona al amigo desaparecido, Román. ¡De repente!, me
miró y me dijo: ¡quieres qué te lo cante! Su voz de soprano, con una fuerza de pulmones
colmando la sala y dando sentido a mi entrevista. Tal vez este camino iniciado
por mí, esta vez iba dando buenos resultados, me paré y la plaudí, como si
estuviera en ese Uamá tan querido para ella. Espero haberlo trasmitido en
palabras lo mejor posible). Viste, así que tenemos proyectos, varios. . .
-
Cuéntame
tus proyectos.
-
El
proyecto es este sábado, donde viene el Ensamble de Metales de la Orquesta
Sinfónica Juvenil del Sodre, donde me vieron para cantar tres temas; antes de
ellos, voy a cantar ‘El día que me quieras’, una seguidilla: ‘de España vengo’
y el área ‘Nessum Dorma’. Luego actúa la orquesta, y finalmente, canto el
‘Brindis de Traviata’ porque es el cumpleaños del Teatro. Eso es lo inmediato
que tengo, sábado seis hora veinte, estás invitado.
-
Muchas
Gracias Dorita pero vengo medio apretado de agenda. Y sigues deleitándonos con
tu canto.
-
El
mes que viene, es decir este mes, si hoy es primero, por ser el mes de la
Virgen María, canto ‘En Canto a María,
La Vergine degli Angeli’ de Verdi , con pista, en el Santuario del Carmen. Y en
noviembre, con motivo del Bicentenario de la muerte de Giussepe Verdi, cantaré
diversas áreas del mismo. Eso será en la Sociedad Italiana dirigida por
Mariucha Piceda y acompañada en el piano por Marta Abella.
-
Me
contabas de que habías ganado en Treinta y Tres y se me ocurre preguntarte, tal
cual lo deduzco, ¿si has incursionado en otros géneros musicales?
-
A
mí me gusta toda la música, así que he cantado, tango, melódico, zarzuelas,
operetas y lo lírico que es mi fuerte. Si te canto un tango, lo canto a mí
modo, ¿me entiendes? (Aunque ustedes no lo crean, escuchen. . . es. . ., esto.
. . ‘Acaricia mi ensueño, el suave murmullo de tu suspirar. . .’; cantado a
capella, así, sin más, realmente estoy deslumbrado con Dorita, su jovialidad,
su entereza y el manejo desinteresado a que empeña su voz, cuando y donde
quiere, estremece tener aquel privilegio tan cercano y tan precozmente dejarlo,
para seguir entrevistando a otras mujeres del departamento, yo debía de estar
en Nueva Palmira, prontamente, pero quedé en volver a escucharla. Y lo haré)
Viste, me sale lo lírico y lo melodioso de adentro. . ., no obstante, incurro
en todos los géneros. Se me viene a la memoria el candombe que te conté. Bueno,
a ese género lo paseamos después por todos lados. Recuerdo que hicimos sobre el
escenario, una rememoración de ese Viejo Pancho. . .
-
Te
van quedando emociones prendidas en el ser ¿no es así?
-
¡Uf!
Claro
-
Y
después de realizarle el homenaje a Roman. . .
-
Me
dejó una paz, una plenitud, una armonía, una sorpresa conmigo mismo, ¿cantarme
un espectáculo entero de dos horas? ¡Canté dieciocho temas seguidos! Tuve
invitados, como el tenor Eduardo Casanova, mi nieto Lorenzo, mis hijas Analía y
Verónica en canto y Marta Abella, Obdulio López, Walter Gómez, Eduardo
Pittamiglio y Matías Funes en acompañamiento. Si bien la tecnología te da un
gran apoyo, lindo es tener los músicos acompañándome. . .
-
Si
tú que has tenido la posibilidad, es insuperable ¿verdad?
-
Claro,
insuperable. Nosotros que nos hicimos así a pulmón, había que demostrar lo que
uno tenía dentro, hoy, nos ayuda la tecnología.
-
Tampoco
te puedes equivocar mucho, convengamos.
-
Nada.
. ., ¿equivocación?, ¿hoy? nada; la tecnología no te espera como un músico,
ella sigue adelante y bueno el micrófono no te perdona, pero es un gran
sustento igualmente. Tanto que yo no quería computadora, ¿viste? y ahora
preparo el recital y allí me paso horas y horas, viendo aquellas cosas que tal
vez en el año setenta u ochenta, yo las cantaba pues me las cantaba alguien y
ahora las tengo ahí y me digo: ¡Ah, pero mira, no había estado tan mal cuando
las interpretaba entonces! Yo cantaba Cecilia Valdez, pues me lo contaron y
cantaron de una manera, de oído, sin una
partitura, sin nada, Román con su oído al piano y yo lo que me decía él. Estoy
chocha de haberlo hecho.
-
Bueno
Señora, siga así demostrándonos su entereza, siga invitándonos que, cuando
podamos, estaremos junto a ti. ¡Aplaudiendo tu arte!
-
El
otro día, motivé a muchas señoras, que después me decían gracias Dora, pues nos
haces ver que todavía se puede. ¿Vieron que se puede? les decía yo. ¡No sé
entreguen, en lo que sea no se entreguen. sigan. . .! ¡Esa es mi satisfacción
de hoy día. La música es un impulso vital que te ayuda en todo. (Mira hacia al
costado la ve sentada junto a la mesa delliving en búqueda de más fotografías y
le dice. . .) Y Marta, a vos te pasa lo
mismo ¿verdad?.
-
Sabes
Dorita, María Concepción Fassini una cantante que está al comienzo de este
libro, me decía: ‘¡A mí la música me cura. . .! Ahoraaaaaaaa, Dorita, háblale a
mis nietas, que son los nietos de muchos que algún día te leerán.
-
A
mi nieto, que está haciendo sus primeros ensayos con el canto y que tiene una
voz preciosa, siempre le digo: ¡Aunque cantes, siempre tienes que tener ese impulso
que te lleve más allá! y cantaron y cantan, algunas veces, lo hicieron junto a
mí. Lo que yo siento ahora es trasmitirle mis ganas de vivir y de no
entregarse, y que cuando haya momentos tristes y amargos, cortarlos y escuchar
un poco de música, silbarla, cantarla y meterte en ella y descúbrela que está junto a nosotros en
todos lados. Destapa tus oídos, escucha y tómalo como una terapia, en ello irás
olvidando los males.
-
Gracias
Dora y que Dios bendiga tus dones.
-
Gracias
ti Horacio y adelante.
Carmelo,
julio 1 de 2013
Marta Abella, tributo a una grande. Su
corazón y su espíritu, han llenado de sensibilidad la vida, que es en realidad
sensibilizar a los otros, sus discípulos, quienes la escuchan, la interpretan y
gozan de su sabiduría pentagramal. Aquellos
que transitaron y aún prosiguen el camino musical y también quienes la
reconocieron como directora del Liceo en
una localidad tan pequeña como Conchillas.
-
Profesora,
cuéntenos. . ., pues realmente hoy, yo me voy de Carmelo lleno de bemoles,
becuadros, claves de fa, de sol, de semifusas y redondo de alegría después de
haber escuchado en cuatro horas, tanta intelectualidad musical. Ahora espero
sus anécdotas, sus vivencias, luego de mostrarme cientos de recortes adheridos
a carpetas, cuadernos, etc. Adelante. . .
-
A mí me gustaría que, mientras yo te hablo, tú
fueras mirando estos cuadernillos, carpetas, etc. de toda mi trayectoria en la
docencia musical.
-
Como
no con gusto
-
Bueno,
yo empecé muy niña a los ocho años a estudiar piano con la profesora Nilda Leys
de Morena, se ve que tenía un poco de facilidad porque muy pronto me hizo sacar
el Himno Nacional. En la Escuela N°6 donde yo concurría, cuando faltaba
profesora de piano, la directora me llamaba para acompañar a los chicos, con el
piano. Fui creciendo como maestra acompañante y me llamaban de varias escuelas
para ejecutar el Himno Nacional, recuerda que tenía doce años, estaba en sexto
de escuela, y ya era acompañante, me llamaban de todas las escuelas para que
acompañara al piano en las fiestas que se realizaban. Después, siendo menor, no
tenía dieciocho años, comencé a trabajar en el Instituto de Formación Docente
de Carmelo, durante trece años gratuitamente
-
¡Eso
es amor! Marta
-
Si
amor al arte musical (Afirma Dorita que andaba sacando unas bandejas de
sándwiches y refrescos con que querían agasajarme)
-
Si (reitera Marta) era muy jovencita. Fíjate que
tenía mis alumnos particulares que todos eran normalmente de mi edad. Allí, fue
que la conocí a Dora y lógicamente que todos los años, hacíamos audiciones en
el Teatro Uamá. O sea la colación de grado y entrega de anillos, en la que
hacíamos una fiesta. . ., una fiesta que hasta el último anillo del teatro Uamá
se llenaba. Y Dorita como era la principal (quiso decir la estrella, esto corre
por cuenta mía)
-
Allí
hizo el rescate de la niña!!
-
Efectivamente,
allí di comienzo al rescate de esta voz maravillosa. Yo tocando el piano, ella
cantando, y tambiénbailando como lo certifican estas fotos, (y me muestra un
álbum lleno de fotografías de su juventud, las dos actuando). Compañeras de
ellas hacían bailes y allí están documentados. Después en mi casa seguía con
los alumnos. Llegué a tener ciento veinte alumnos.
-
¿En
qué año fue aproximadamente?
-
Y
esto fue en el año mil novecientos cincuenta y cinco.
-
Yo
tenía un año. (Risas a todos lados)
-
¡Vio
que joven que soy!
-
Por
supuesto, ya la veo en la foto. (Vuelta a reírnos los tres en forma placentera
y a destajo)
-
Piano,
acordeón a piano, guitarra, esos fueron los primeros instrumentos que ejecuté.
-
¿Así
que usted toca acordeón?
-
Sí,
sí, soy profesora. Más tarde, me llaman del Liceo para hacer una suplencia de
la señora Panero, que era la profesora, eso fue en el año mil novecientos
cincuenta y nueve. (Allí vuelve a buscar en sus fotos y me muestra una del
Liceo de aquella época, ‘esa del saco rayado soy yo’ me dice). Recuerdo que un
año, el director nos hizo hacer un acto ¡en pleno invierno, en la calle, se
imagina qué frío! En realidad en el
lugar que más trabajé fue en el Instituto Magisterial Artigas. Lo hice durante
trece años en forma gratuita y en el año mil novecientos sesenta y ocho se
oficializó y seguí hasta que me jubilé. (Dorita interviene diciéndole: ¡Allí
empezaste a cobrar Marta! Todo lo documenta con sus fotografías en blanco y
negro por ahora. ¡Pero que lo dicen todo!)Esta foto ves, es del Instituto
viejo, allí trabajé durante cuarenta y cuatro, cuarenta y cinco años. ¡Mira
esta es mi hija! Estoy tocando el piano, es una fiesta de colación de grado, se
están entregando anillos en el Instituto Magisterial. ¡Mira vos, hace años que
no las veía a las fotos! (Sin embargo esta es en color, así que es más nueva
que las otras) También vemos a Dora que está cantando. Yo ya retirada
lógicamente, pero también aportaba, como había sido profesora del Instituto,
había veces que no tenían una figura como Dora y yo la llevaba a cantar al Uamá
como figura principal, siendo ella también maestra, fíjate tú.
-
¿Martha,
usted siendo profesora tantos años de música, de coros y demás; estima que
Dorita es una excepción dentro de la sociedad de Carmelo, como cantante?
-
¡Ah!,
yo creo que sí. Hay sin duda otros valores, que cantaban y cantan y que se han
destacado, también.
-
Su
voz es. . .
-
¡Sí,
sí. . .,! Cómo ella no. Ella estudió canto en Montevideo y acá con varios
profesores. Ella lo hace excelente, sin desmerecer a otros valores que hay en
Carmelo. Se esforzó y estudió mucho para lograr una buena técnica.
-
¿Y
su trabajo siguió en la docencia y en la música?
-
Sí.
Yo también trabajé once años en Colonia. Siempre viajando. Trabajé en Coros y
realmente, traté de que brillaran de la mejor manera posible. Un ejemplo fueron
los del Liceo N°1, o en el Liceo de Carmelo,
donde los chicos durante tiempo tuvieron que participar en concursos y
cuyo premio era, ir a dar un concierto al Teatro Solís o a la Sala Dieciocho de
Mayo. Siempre, con otros coros que también habían sido ganadores en sus respectivos liceos departamentales.
-
Es
un buen fenómeno social el suyo Marta. Siempre, por lo que aprecio buscó
adentrarse en la cultura musical, mirando o adentrándose en la música académica
y en la búsqueda de valores allí dentro.
-
A
Dios gracias, sí, yo siempre tuve la suerte que estuve rodeada de alumnos que
les gustaba cantar. Cuando nos reuníamos con otros profesores, me manifestaban
que ellos no conseguían tener tantos alumnos en un coro. Yo siempre tuve
alumnos destacados en el canto.
-
Eso
en realidad va en la docencia de cada profesor. ¿Verdad?
-
Sí,
yo veía grupos de quince alumnos, cuando competíamos. Y les preguntaba a los docentes:
‘¿Por qué tan pocos?’ Y me respondían: ‘¡Ah! a mí no me van a los ensayos’. (Aquí
Dorita muestra otras fotos) ¿Ves?, aquí estoy en una formación con gente del
Instituto. Aquí era tanto Directora como pianista.
-
¿Desempeñaba
las dos funciones?
-
Claro,
recuerdo corría de un lado a otro. Pero cumplía las funciones. Este Coro que
vemos en esta fotografía, es el mismo que después en el año mil novecientos
ochenta, tuve el honor de dirigirlo bajo el nombre de Regione Puglia. Allí
cantó Dora, como solista.
-
Como
buscadora de valores, que luego rescató, usted: ¿formó algún coro que luego perdurara
en el tiempo, de forma paralela a la educación oficial?
-
Si
tuve el honor de formar en la Sociedad Italiana de Carmelo este Coro Regione
Puglia (región de Italia) Con ese Coro
Italiano, recorrimos muchísimos escenarios dentro del país como también en la
Argentina, Brasil y Paraguay.
-
¿Quién
gestionaba todos esos viajes?
-
El
presidente de la Sociedad Italiana de Carmelo y a la vez integrante de Rotary
Club de Carmelo, señor Ángel Coppola. Recuerdo como encuentros muy importantes,
el Victoria Plaza de Montevideo (cantamos para el presidente y su comitiva, el
Dr. Luis A. Lacalle); con los rotarios internacionales en ciudades de Río
grande Do Sul, ciudades como Alegrete, Santa María, Paso fundo, en varia
oportunidades en Argentina y Paraguay. En Asunción estuvimos cinco días,
cantando en distintos escenarios entre ellos, en el solar de Artigas donde
también pusimos una placa, también cantamos en el Yacht Club de Asunción. Debo
recordar que Víctor Alhers hijode Carmelo pero ciudadano paraguayo, nos abrió
las puertas generosamente en todos lados.
-
¿Muchos
coreutas?
-
Eran
cuarenta. Un ómnibus completo. Bueno con este coro estuve veinte años hasta el
dos mil cuatro.
-
¿Dentro
de la enseñanza pública tuvo la oportunidad de ser docente?
-
Sí,
claro. No solo eso en mil novecientos noventa y tres, me designaron directora
del liceo de Conchillas. Yo no quería aceptar ese cargo, pero la inspectora de música
me dijo que allí era necesario formar un coro y me conquistó. Entonces se me
permitió formarlo en la institución y terminé en la dirección del mismo; cinco
años estuve allí con el cariño de toda la sociedad de ese pueblo. Pensar que
pedí un cuarto para los profesores y terminaron haciéndome un Liceo nuevo.
Cuando me dijeron que había fondos para hacerlo no lo dudé al instante dije que
sí. Está al lado de la Escuela. Luché tanto por él, pero al final dio sus
frutos.
-
En
una localidad tan chica encontrar voces. . ., la tarea se hace ardua. ¿No es
cierto?
-
Tal
cual, yo venía de tener coros muy buenos, pero haciendo el esfuerzo, las cosas
salen. Bastante susto me llevaba pues sola intentándolo, pero igualmente lo
logramos. (Dorita que le hace un poco de apuntadora le dice: ‘perdón, el
encuentro en Colonia del año pasado’) ¡Ah! fue maravilloso.
-
Cuénteme,
como fue eso.
-
Sí,
me llamó, sin conocerme, el Director del Liceo N°1, por los cien años del
Liceo. Yo no lo conocía. Me dijo: ‘Me dijeron que los coros acá en el liceo
anduvieron mejor cuando estuvo usted’. Yo
había dejado en el noventa y uno, allí. Por teléfono le dije que era un poco
difícil, encauzar algo pero que de todos modos intentaríamos. Le expliqué pongo
tres o cuatro canciones, las elijo yo pues serán canciones que cantaba el grupo
que yo tuve allí.
-
¿Gente
de Colonia?
-
Si
claro de allá. Aunque nos fue difícil, pues empezamos a buscar y había gente
que estaba en España. No logré reunirlos a todos, pero la satisfacción fue
igual pues eran unas cuarenta personas. Fue una emoción muy, pero muy grande. .
., encontrarme con aquellos chiquilines después de tantos años. . ., me
emocionó muchísimo realmente.
-
Si,
el director logró hacer varias actividades durante un período largo de tiempo y
fue llevando adelante ello hasta finalizar el día del verdadero cumpleaños del
Liceo. Estuvo muy bueno eso en Colonia. ¿Y algo de ensayo?
-
Sí.
Marcela Hernández y otra chica más, me ensayaron varios días, y después fui yo.
Se cantó la Leyenda Patria, Más Vale Trocar y después cantamos La Ronda de los
Enamorados de una Zarzuela, los acompañaba yo al piano y después bajé los
dirigí y tocó otra chica el piano. Eso es lo que uno ha dejado, el amor a la
música. Varios de ellos tocan y cantan. Marcela vino a cantar a la Sociedad
Italiana con el Coro de Artilleros hace poco y me hizo un reconocimiento
público a mi persona. Muy lindo coro de adultos. Después ella dirige coros de
niños, también. Hace dos meses que estuvo acá.
-
Marta,
Marcela, una gran persona y mejor profesional. Ella siempre ha estado a mi
lado. Cuando he presentado libros de mi humilde trayectoria, ella ha estado con
músicos de gran nivel y con el Coro de Niños en dos oportunidades. Una aquí en
Carmelo y otra en Colonia. Realmente un ser, con mucha docencia y espiritualidad
para sus congéneres.
-
Bueno,
el próximo lo hacemos acá.
-
Con
mucho gusto, donde ustedes digan.
-
En
la Casa de la Cultura (Dorita dice: ‘ en el Teatro Uamá, en el Museo y Archivo.
. ., en cualquier lado, no hay problemas aquí en Carmelo)
-
Gracias
siempre debo de agradecer a Carmelo. Es más hay una movida cultural muy buena
en vuestra ciudad, en este momento.
-
Sí
es cierto, pero ustedes en Colonia, tienen también gente de muy buen talento.
Me acuerdo que estando en cuarto año de liceo, se presentaron para la orquesta
municipal, varios integrantes de mi coro. Recuerdo que el director Nelson García
Prietto me dijo: preciso una soprano, una mezzo y una contralto y le mandé a Fernando Maddalena, Boschetti y Marcela. Y
recuerdo que Fernando fue el que dejó. Entraron ganándose un cargo remunerado.
Después sugerí si era posible que nombraran a los hermanos Maddalena: Fernando
y Daniel en el Coro Municipal. Me parece ver a María de los Ángeles Tognola
siendo mi pianistaen el coro Departamental durante once años, en colonia, ¡una
gran pianista!, ella para mí fue y es una amiga realmente valorable.
-
Así
ha transcurrido su vida Martha, pero no me ha hablado de su familia, si puede y
quiere, pues para el ajetreo del arte hay que ser fuerte, ¿verdad?
-
Exactamente.
Mi familia, también ha aportado lo suyo. Yo tengo tres hijos, dos varones y una
mujer,Juan Daniel, Marcelo y Laura quien se recibió de piano y estuvo en el
liceo como profesora de música y luego se recibió de abogada. Hoy es defensora
pública. Los dos varones, también estudiaron música, guitarra, etc. pero
ninguno se dedicaron a este arte. Y tengo dos nietos, un niño Martín y una niña
Paulina. Yo hoy me dedico a ayudarlos, me llaman y voy, pudiendo estoy siempre
presente. Recuerdo cuando mis hijos me llamaban: ‘¿mamá, podes venir?’ y yo
contestándoles ¡ay! ¡ahora no estoy con ensayo de coro! ¡Si me habrá pasado
eso! Igualmente estoy muy feliz disfrutando mi familia hoy, y acompañando a
Dora en lo que ella hace.
-
Les
agradezco a ambas que me hayan recibido, estoy muy contento. ¿Saben por qué?
Pues sé que tener gente con la trayectoria de ustedes en mi libro, a la vez de
dignificarlo, otorgan un plus extra para aquella juventud que algún día puedan
leerlo y encuentren en él a gente que ha hecho y hace cultura en serio. Lo manifiesto
por ustedes y por todas las otras mujeres que integran este volumen.
-
Nosotras,
agradecidas porque enaltezcas el valor de la mujer luchadora en esto del arte
musical. (Marta saca un recorte de diario del año mil novecientos ochenta y me
muestra el titular: ‘Impresionante Concierto Coral: Mil liceales con la Osodre’
y un movimiento realizado por el maestro Eric Simon: ¡INOLVIDALBE ETAPA!
-
Vuelvo
agradecerles y si Dios quiere nos estaremos viendo nuevamente en alguna
actividad cultural. Gracias por atenderme.
Carmelo
1 de julio de 2013
Ombúes de Lavalle
Susi
Adriana Maurin Dávila, en una sola persona, todo, todo lo que puedan imaginar
de una cantante maravillosa que ha dejado en su país y el exterior, el timbre
de canciones que la llevaron sola, totalmente sola, a recorrer el inmenso y
mágico mundo musical referenciándose frente a un espejo para entenderse,
cantarse, mirarse como si estuviera en el escenario haciendo un show. Así nació
una luchadora por el canto y allí la leen ustedes. . . y la escucharán por
supuesto!!!
Mientras nos deleitábamos ambos,
viendo como mi mp4 intentaba grabar, pues lo había mandado arreglar y cambiarle
pilas. Miraba a su entorno el lugar donde habíamos dispuesto para tal fin. Era
nuestro modesto taller de pintura, en mi caso y de esculturas de madera en el
de mi esposa. Ambos, realizamos allí nuestras tareas en esas actividades
artísticas. Susi, también encontró actividades a la que ella no estaba muy
acostumbrada a realizar. Cuando el pequeño instrumento, se echó andar comenzó
nuestra conversación al principio los dos un poco descolocados pero que después
resultó de mi parte muy enriquecedora en conocer a esta mujer que ha. . ., que
ha. . ., bueno ya lo leerán. ¡Dale mp4 cántame al oído, toda nuestra
entrevista!
-
Dime
tus nombres completos y dónde naciste. . .
-
Susi
Adriana Maurín Dávila y soy nativa de Ombués de Lavalle.
-
Y
sí, con esos apellidos (con reímos con ganas pues el departamento, también está
sectorizado en ese aspecto étnico) Y ya que estás, que nos digas cuantos
lustros tienes tú. . . (allí, quedó medio entrecortada y me repregunta ella: .
. .)
-
¿Mi
trayectoria, decís vos?
-
Nooo.
De los años hablamos. . .
-
¡Ah.!!!
Cuarenta y cinco. Uno va aprendiendo paso a paso todos los días. Yo anduve por
muchos lugares, entonces. . .
-
¿Hiciste
la escuela en Ombúes?
-
Exactamente.
Luego de terminarla, comencé el liceo hasta tercer grado. Allí dije no me gusta
esto y lo que quiero: ¡Es cantar!
-
Así
que a la edad de catorce o quince años, te dio por el canto.
-
Es
así. allí comencé a ver a uno u otro guitarrista, a ver cómo me iba. Comencé a
subir a los tablados, hacer folklore primero.
-
¿Cuando
dices tablados. dices. . ., murga o junto a murgas?
-
No.
Murga no.
-
Entonces,
decimos tablas de escenarios, ¿es en ese contexto que lo expresabas?
-
Exactamente.
Comencé allí.
-
¿En
qué lugar?
-
En
la Iglesia Católica, que tiene un escenario, donde allí también se hace teatro.
Di mis primeros pasos allí tratando de ver qué pasaba. Me di cuenta que cada
día me gustaba más y más. Digo nunca, fui a canto, jamás aprendí nada. En
realidad, cuando me decidí ir a una profesora, me dijo: ‘¡Estás gastando
dinero!’.
-
Y
como fue esa conexión con la música. Es decir, ¿escuchaba la radio,
interpretabas temas cantando sobre un cd?
-
Exactamente,
escuchaba radio y ya me iba quedando en el oído y sacaba la letra y me la aprendía
y. . . ¡vamo arriba!
-
Desde
allí dio comienzo tu búsqueda paralela de guitarristas.
-
Sí.
Ahora no me pidas nombres pues en realidad, no me acuerdo. Tendría que
preguntar ese dato y traértelo.
-
No.
Escucha recuerdo que hay un amigo, de allá de Ombúes que toca la guitarra muy
bien. Es Mario Mansilla que es muy conocido y aparte ha acompañado a muchos
cantantes.
-
Mira
recuerdo a uno Miguel Dibar. Sí Mario lo conozco, en muy capaz en todo lo que
hace, no obstante “pues”, nunca tuve la oportunidad de subir a un escenario con
él.
-
¿Y.
. .en que ritmo musical podríamos encauzarte?
-
Melódico.
Es lo que más me gusta. Ahora si el público me pide otras cosas, las hago
también.
-
Si
hay chicas en este mismo libro, que me lo han dicho y que por hacerle el gusto
a la gente, lo hacen. Pero no es lo que sienten. Se deben un poco al
profesionalismo.
-
Exactamente.
Te explico, si yo no siento un tema, directamente, no lo hago. Tengo que
sentirlo para poder demostrarlo, como lo entiendo y que es lo puedo llegar
hacer con ese tema. Si no siento nada, directamente, no te hago el tema. Dentro
de todo puedo hacer reggaeton, salsa, algo de cumbia, ritmos que me gustan.
-
¿En
cumbia colombiana, o villera?
-
Nnnooo.
Gilda, algo así. . ., salsa por ejemplo Marc Anthony, lo adoro me tengo que
sacar el sombrero para su figura.
-
Y,
otros.
-
Whitney
Houston.
-
¿Y
cantas en inglés?
-
Sí
también.
-
Y
sigue con la nómina, ¡qué esto viene de diez!
-
Talia.
Ricardo Montaner, palabra mayor, tiene un sentimiento espectacular, cuando
canta. Abel Pintos, Nino Bravo, hago de
todo un poco. De lo que más me gusta voy sacando.
-
Bien
melódico, lo tuyo. Dime y en un momento, te diste cuenta que las guitarras, no
te podrían acompañar más, no eran suficientes, ¿qué emprendiste o cómo lo
solucionaste, pues para esa música faltaban elementos musicales, de que te
agarraste musicalmente?
-
Podrás
creer que no tuve que hacer nada. Mira yo estaba en un baile en el Centro
Social, en Ombúes, parada al lado de un parlante y empiezo a cantar los temas
que estaban pasando y se me acerca, pues, un muchacho y me dice: ‘te gustaría,
cantar en una orquesta?’. Le digo ¡uff, me encantaría!, quedo en esa. A los dos
o tres días me llaman por teléfono y me dicen: ‘Mira vamos a solicitar una
cuantas personas para hacer una prueba, tienes que preparar un tema’. Dije bueno con gusto. Preparé un tema
en inglés de una propaganda de la Coca Cola, ’Eternal Flame’
-
¿De
quién es?
-
De
Bangles. Lo preparé bien, esto fue en Carmelo y éramos, más o menos veinte
mujeres. Empezaron a pasar una, otra, otra, yo la última. Entro, hago el tema y
me dijeron: ‘bueno, estás contratada’
-
¿Cómo
se llamaba la orquesta?
-
Grupo
Eme1
-
¿De
Dónde?
-
De
los hermanos Marzuca de Carmelo. Estuve con ellos cinco años. Recorriendo con
ellos por todos lados, digo, Argentina haciéndole la cortina a Los Fabulosos
Cadillacs, a Fabiana Cantilo, a Vilma Palma e Vampiro, después en Uruguay
actuaciones en Paso de los Toros, y. . . te diría todo el país.
-
Así
que eran cinco chicos y tú.
-
Exactamente.
El tecladista José Reynoso. . .
-
¡El
Pepe Reynoso! ¡Faa un tecladista, espectacular! anda ahora por el mundo dejando
su música, impresionante, estuvo hace bien poco en Carmelo, vive en Barcelona,
pero mira, en este momento, hace dos días estuve escuchando en Radio Uruguay
una entrevista de Nelson Caula hacia él que estaba en Colombia, pues creo tiene
su pareja allí.
-
Si
realmente una figura con un despegue impresionante José. Te diré fueron los
cinco años más hermosos de mi vida. Junto a él estaba Leonardo Almaraz, de
Montevideo, tocaba “pues”, la guitarra. Jorge Parentelli ‘El Yuyo’, tocaba el
bajo eléctrico. Beri Marzuca en batería y Piti Marzuca su hermano, que era el
otro cantante. Por último de saxofonista Julio Durañona.
-
¡Siii,
con esos músicos chauuu!!
-
Claro,
te sentís un profesional en serio junto a ellos.
-
En
ese mismo reportaje a que te hacía referencia de Caula y Reynoso, éste último
dijo algo que me dejó, realmente muy gratificado. Sabes hablando de bateristas,
lo colocó a Bananita Durañona (hermano de Julio y ambos, hijos de Tomaso un
saxofonista ¡de aquellos!) como uno de los mejores del continente. Mira, para
que una personalidad de la música, hable de esa forma de este coloniense siendo
tan joven es porque. . . hay calidad real en este ejecutante ¿verdad?
-
Ni
te digo. Se me había olvidado decirte, como más o menos llevamos un acontecer
de mi vida, antes de yo estar con ellos, había tenido la oportunidad de subirme
al escenario con el grupo ‘Fantasía’ de Dolores, en tres o cuatro
oportunidades. Probé con ellos y allí fue como una decisión personal, donde me
dije tengo que incursionar en esta música. “Pues”, es lo mío definitivamente.
-
¿Vives
de la música?
-
Vivo
de esto y no. Siempre buscando un trabajo que me asegure estabilidad, si no es
medio imposible.
-
Todo
lo que me has narrado, lo podemos encuadrar dentro de un cierto ciclo de vida
tuyo. ¿Dentro de que edades aproximadamente?
-
Con
Eme1 comencé a los dieciocho y estuve hasta los veintitrés, veinticuatro años. Estando
junto a ellos, me presenté a un concurso, para ir a representar a Uruguay a México.
El mismo lo gané.
-
¿Dónde
fue eso y cómo se llamaba el Festival?
-
Mira
fue en Mercedes ahora el nombre. . .
-
Bueno
no importa. Lo buenos es que. . .
-
Mira,
vino gente de todos lados. Fue privado, con el auspicio de Mario Fernández,
integrante del grupo Fantasía. Con todos los canales del interior y hasta de
Montevideo, como canal el cuatro.
-
¿Y.
. .?
-
Me
fui quince días a Cancún.
-
Sola.
A ver qué pasaba. ¿Y qué pasó?
-
Allá
salí tercera (Se hizo un silencio profundo y veraz. Para mi evidencia
circunstancial y lógica, recordaba interiormente momentos de su representación
con emotiva algarabía y en otros
su memoria se retrotraía a no tan
gratos) Sabes lo que pasa, debes de tener mucha suerte en todo esto. No es sólo
el que sepas cantar, el que sepas llevar un escenario, poder convencer a gente
y jurados, “pues” lo demás. . .Va en suerte y ella a mí no me ayudó mucho en
esa oportunidad.
-
Acompañamiento,
supongo yo, Susi, de una orquesta estable que acompañaba a todos los
participantes en cada uno de los temas que interpretaba. Un tiempo de ensayo
junto a ellos y luego la presentación. ¿Con una remuneración?
-
Exactamente.
Sí, pero fue complicado, el que organizaba todo esto allá, se quedó con todo.
Salís con una idea de aquí y cuando vas a retornar se te borra toda la buena
imagen que llevabas. Volví. . .
-
Seguiste
tu camino con Eme1
-
Efectivamente,
seguí con ellos hasta que se disolvió. Los dueños resolvieron no seguir más y
bueno.
-
A
seguir luchándola.
-
Sí,
pero fue automático casi te diría, encontré a Juan Carlos Cáceres, que de
inmediato me llamó para entrar en ‘Brumas’ de Montevideo, en ese momento él
tenía representación sobre ‘Nietos del Futuro’, ‘Chocolate’, etc. Con ellos
canté siete años. Y te digo músicos espectaculares todos.
-
Te
acuerdas de algunos nombres.
-
‘El
Canario’ le decíamos al baterista, Alfredo Monetti, en teclados y los otros no
los recuerdo bien, pues van cambiando y rotando de un grupo a otro.
-
Y
después de ese pasaje tan intenso por Montevideo con grupos de primer nivel. .
.
-
Ahí
me vine para Colonia. Recuerdo que ‘El Colorado’ como le decían a Cáceres dejó
con estos grupos, pues se insertó en otro ritmo musical que le dejaba más
ganancia monetaria como era la cumbia. Una vez aquí, entré en la orquesta
municipal. Compañeros de alto talante musical, Julio (hijo) y Tomaso
(padre)Durañona. cantantes éramos cinco. ‘El Lucha’,Luis Vergara, Conce
Fassini, Celiana Costa, con ellos estuve dos años. Y un día decidí, agarrar mi
valija, vender todo lo que tenía, tomarme un avión y. . .
-
Por
todo lo que hemos hablado te fuiste a España. (Por ello, ustedes habrán visto
que he resaltado en un entrecomillado doble la palabra “pues”. Evidencia de su
pasaje por esas tierras que han sabido colonizarnos tanto a estos territorios
latinoamericanos. No obstante, ella se fue con su afán de progreso y vaya si lo
logró. ¡Miren, lo que viene!!) Era
obvio. Siempre buscaste superarte Susi y. . . ¿A ver cómo te fue?
-
Me
fui en dos mil. Vendí todo lo que tenía, aunque estaba re bien con la orquesta
municipal y me dije me voy a probar suerte. A los quince días de llegar, aún no
conseguía nada. Es más mi pasaje era por esa cantidad de días. O lo hago y me
supero o tengo que regresar. ¡Sin mentirte!, tenía, cinco mil pesetas que en
ese tiempo no eran nada. Dije, como mi ración diaria o compro el periódico, a
ver si hay algo. En una columna del diario, vi que había un aviso que decía: ‘se
necesita cantante, urgente, treinta músicos’ Llamé a número de teléfono que
figuraba y me contesto una persona que me dijo: ¿Dónde vives? En Valencia,
‘Torrente’. La misma persona me sigue diciendo: ‘Bueno nosotros te vamos a
encontrar allí, en un bar restaurante; y ahí vemos. Los esperé, vinieron, me
hicieron una prueba, allí mismo, me dijeron: ‘cántate algo’. Les canté, ¡un
éxito! recuerdo, fue un miércoles. Me volvieron a decir: ‘Quedas contratada y
para el viernes, tienes que preparar treinta temas, que ya te los doy ahora,
pues nos vamos de gira’. No entendía nada. ¿De una te imaginas, Horacio?. Con
ellos estuve tres años.
-
¿El
nombre de la orquesta?
-
Orquesta
Zafiros.
-
Músicos
de buen nivel, supongo. Y con dinero, también. . ., supongo. Allí se precisara
lo que se necesitase, había.
-
¡Ah!!
ni te cuento. Músicos de primer nivel. Pero tenían desventajas, únicamente
conseguían actuaciones, para los veranos. Entonces, yo necesitaba algo más
estable, que actuásemos invierno y verano. Entonces me presenté a un casting
para un trío. Un tecladista, un cantante y una cantante. Y quedé.
-
Te
tienes fe en eso. ¿De verdad?
-
Vos
sabes que sí, me lo propongo, digo voy y lo hago y lo hago. Estuve hasta el dos
mil tres con Zafiros y desde ese año al dos mil diez que me vine con ellos.
-
Ellos
eran. . .
-
Grupo
Tahití.
-
¡Che
pero el tecladista. . .!!!!
-
¡A
fullllll !!! hacía sonar todo lo que pensares.
-
Claro,
mucho más compacto, menos inversión monetaria y se llenaba un espectáculo.
-
Sí
la pasaba re bien e hice unos mangos, me compre todas la cosas, traje todo para
la casa, todo, en un container hasta un coche, la luché. . . mucho sacrificio,
“pues” no era solo cantar, también trabajaba, en el invierno en el correo y en
el verano en la playa y un día decidí
volver. Y la verdad, no me arrepiento de nada. En el dos mil diez, retorné y
dije, ¿ahora qué hago?
-
Si,
y a Colonia, que no era tu ciudad, por otra parte.
-
En
realidad me vine a Ombúes primero y allí me empezaron a llamar de un lado y
otro que supieron que yo había regresado y dije bueno perfecto. Si entro en una
orquesta aquí, lo que ganas monetariamente, es mínimo. Dije me tiro sola.
Escenario tengo. concluí si he estado en grupos, bueno, también lo puedo hacer
sola. Y comencé con ‘pistas’ y mi voz, y mi actuación. a las pistas, le grabo
los coros, primera, segunda voz yo misma y le hago todo.
-
O
sea, computadora, Soundforge o Cool Edit (programas para grabación) y allí
metemos lo que venga.
-
Exactamente.
Igualmente, te diré quise formar un grupo, pero que veo, la gente no es
constante. Y yo soy muy profesional, trato de que no escape nada musicalmente y
en los momentos que uno dedica a esto de hacerlo bien. Si no para eso no lo
hago, directamente. Soy muy insistente conmigo, así que quien esté a mi lado se
asemeje. Como vi que acá no lo pude lograr dije, no. Mejor sola, sé que voy,
hago, me piden tales temas y a la otra semana están prontos y chau.
-
¿Bueno
y cuéntame donde andas?
-
Estuve
y estoy viajando mucho a cantar en Mercedes, acá en Colonia en La Pulpería de
los Faroles, en el Centro Unión Cosmopolita cuando estaba Julio García. . ., Mercedes
es como mi cuna, pues yo allí gané varios concursos. Recuerdo de nuevo mira ‘El
Cante y Gane’ con una orquesta de allá Nueva Lógica. Ellos organizaron ese
evento donde la gente tenía que mandar algo grabado a ver como andaban. Yo
envié y quedé para concursar. Luego, gané ese concurso. Del anterior que ya te
había hablado fue en el mil novecientos noventa y uno y este fue en el noventa
y tres. Por eso digo, Mercedes es mi cuna, allí fueron mi primeros pasos.
-
Lo
bueno es que hiciste lo que te gusta y sacaste un buen rédito de ello. Y me
habías dicho que nunca estudiaste canto.
-
Jamás,
es innato en mí. Yo escucho y ya está. No me preguntes de notas, ni de nada por
qué no entiendo nada. Pero yo sé donde tengo que entrar, aguardar el tiempo
todo eso lo tengo como incorporado, viste. . . que se yo, es así. Es solo oído
nada más.}
-
¿Y
tu voz no se ha visto deteriorada?
-
No.
sabes que como canto todos los fines de semana, es muy rutinario y bello pues
siempre estoy en actividad. A parte de ello,
como yo armo todo en casa y hago como un
tipo de show, así voy sacando los temas, entonces nunca dejas de cantar.
Es de la forma que uno mantiene no solo la voz, sino la respiración, la
musculatura del diafragma, etc.
-
Es
un don que uno tiene y que lo ha sabido explotar.
-
Exacto.
Después te voy a traer “pues” un cd para que escuches.
-
Yo
realmente agradecido de poder escucharte, es más viste que te decía, que mi
idea es sólo una canción de cada una para hacer un cd en el que todas, puedan
estar representadas y se acople al libro para que la gente las conozca mejor
aún.
-
Me
parece bárbaro que puedas realizar esto.
-
Si
creo que es una de las mejores formas que también se vayan conociendo los
artistas en todas sus dimensiones. Bueno, Susi, recién conocidos, pero
agradecerte de sobremanera que pueda tenerte como una verdadera representante a
nivel internacional de nuestro departamento. Gracias en serio.
-
Gracias
a vos Horacio y si todos realizarán actitudes como la tuya realmente sería
mejor y más llevadero todo gracias y éxitos.
Colonia, 7 de agosto de 2013.
Rosario
Ella
nació en el Rosario Oriental, cuna de aborígenes coyas. De su pueblo rescató el
honor de haber sido una cantante de primer nivel nacional. Querida e
irremplazable en la eterna civilización de una ciudad que permeó crisoles de
razas que han participado en las calles de allí y allí su mágica voz también,
debe sin duda, estar ensamblada en los murales de cada esquina rosarina. . . si
usted ve uno de ellos cuando va por allá, transite su caminata lentamente y
procure escuchar si de ellos no se escapa su voz. . .
María del
Huerto Bentancour Díaz
María del Huerto
‘Encumbrar’ dentro del léxico y la semántica del idioma es: ‘Subir a la cumbre’. ‘Es elevación’.
En mi caso, he buscado a esta figura,
hasta que con sensibilidad, propia del interior del país, conseguí una
entrevista con ella.
Les doy por cierto que quien
escribe, la destina como una mujer en la cumbre, en la cima.
Y también siento como ‘Brisas del Plata’ que me llegan, y presiento
en mi aura que una figura masculina me
susurra con docencia al oído, alguien que no dice nada, pero que está y
estará presente en estas líneas hasta el fin de las mismas.
¡Aguarden!! Ya lo leerán y ella,
ella. . .
Ella, lo siente así, lo percibe al
igual que yo.
Desde el momento en que sentí el
rodar de la llave dentro de la cerradura de su puerta, en el centro de Montevideo;
lugar al que arribé, gracias a un amigo en común, él fue, quien la había contactado
para que yo estuviese depositado allí, noté en la llave el elemento que nos
abrió, a mí la cabeza de que estaba realmente frente a ella, ya que escuchaba
su nombre en todos los medios masivos de
comunicación y no entendía de que
pudiera estar junto a ella y a ella la deferencia, pues entrevistas, no le
faltan. Prestó su interior artístico para mi modesto trabajo.
Figura joven, esbelta, armoniosa, con
ojos resplandecientes abrió la primera puerta y luego la reja.
Fina y sencilla me dijo: ¡Horacio,
gracias por venir!; le respondí:
Valeria Lima
Valeria Lima
¡Gracias señora por recibirme; y
abrir y abrirte a mi reportaje, gracias!
¡Se lo imaginaban!!!
Ahí va, Vale, para ustedes: ¡Se lo
merecen, ciudadanos departamentales!!!
-
Valeria,
recorreremos un poco en este reportaje tu vida, si tú me lo permites. Luego de
que te expliqué como era mi propuesta y accediste, esto va a ser una charla
normal, común y corriente. Intentando eso sí, en ella, desentrañar como llegó a
ser quien es en el mundo musical, tu persona. Valeria Lima. . .
-
Bueno,
mis nombres son Valeria Luján (igual que mi mamá) Lima Figueiras. Siempre mi
nombre artístico ha sido Valeria Lima, alguna vez mi mamá se enoja conmigo por
ello, pero después me dice: ‘¡está bien, está bien!’. Muchos han bromeado en
algunas oportunidades con mi nombre artístico, pero a mí me gusta mucho la
combinación de mi nombre y mi apellido. Salvo que tengas un nombre complicado,
bueno, lejos de eso no me gustan los apodos artísticos.
-
Están
demás, ¿verdad?
-
Me
parece que sí.
-
¿Valeria
y como fueron tus comienzos, es decir dando por descontado escuela. . .?
-
Mira
hubo música desde que tengo uso de razón.
-
Vos
sabes que todas me dicen lo mismo (Risas plenas de ambos)
-
Y.
. . sí, yo estoy segura que es así en la mayoría de los casos. Con la salvedad,
de que cuando elegís dedicarte a esto, no lo haces de un momento para el otro.
Hay una historia propia de cada uno y creo que hasta una carga genética,
obviamente. Sí en mí, la música la sentí como propia desde el nacimiento. Dicen
los cuentos que a los tres años yo andaba de canto desde tierna mi memoria o
quizás repetición de las letras y músicas. ‘Mi padre’, era maestro de primaria
de escuela rural.
-
¿Allá en Rosario. . .? Nací allá y nos fuimos
a vivir a Paraje Zunín. Camino a Cardona, por allá. . .
-
Por
esos lugares hay unas canteras de balasto.
-
¡Exacto!
a un kilómetro de la escuela o menos. Allí aprendí a caminar, la gente que me
veía de chica decía, que a los tres años yo no solo andaba detrás de él sino
que cantaba en los actos y esas cosas de las escuelas.
-
Che:
¡qué lindos comienzos de olor a tierra! ¿No?
-
Absolutamente.
Tengo una mezcla que uno no sabe bien si son recuerdos o son cuentos, de ir muy
chiquita a buscar la leche, con un bidón de tres litros a los vecinos.
-
Uno
se vuelve niño siendo niño: ¡qué infancia divina esa!
-
Sí,
totalmente. vivimos allí en la escuela y después, ‘papá’ a la edad mía de cuatro años, y cuando debía de dar
comienzo al jardín, papá no quiso que hiciera escuela rural. Él quería que
hiciese el Colegio de Hermanas, el Colegio de Monjas, así que allí nos fuimos a
Rosario a vivir a un complejo habitacional que está a la salida de la ciudad.
-
Sabes
que me trae recuerdos, allí en ese complejo vivía o vive mi maestra de quinto
año, que después fue directora de la escuela donde yo fui la N° 100 de Juan
Lacaze. Sra. Raquel López de Isbarbo, si no recuerdo mal.
-
Entré
a la Escuela de Hermanas y el mojón que yo me instauro musicalmente, fue a mis
seis años, contratada, fue la primera vez que cobré por cantar. ¿Imagínate? Y
el show fue en lo que antiguamente era el ex Hotel Brisas del Plata, de Colonia
Valdense. Contratada por Ariel Barolín, otro cantor de mil y unas que tenemos.
Hicimos una cena show con ‘papá’. Estaba también Daniel Maddalena haciendo su
espectáculo. Esto para mí es un recuerdo para toda la vida.
-
¿Muy
joven Daniel verdad?
-
Sí,
jovencito. Para mí fue inolvidable, la primera noche que me quedé en un hotel,
junto a mi padre, si fue todo una emoción así. . . como explicar. El recuerdo
imperecedero de lo vivido se entremezcla con la fragancia de un ‘jaboncito’ que
me quedó de por vida guardado y que lo cuido y no lo toco casi nunca por ese el
primer regalo de un momento artístico mío.
-
Ese
es tu punto de inflexión de decir, salgo a cantar y ganar dinero.
-
En
realidad, salgo a trabajar con mi ‘papá’ y de allí en más es que la historia no
paró más. No paró más. . . (mira hacia abajo, sus piernas entrecruzadas en
situación romboidal, como en posición yogui, su espalda erguida, evidenciaban
que recuerdos no le faltaban)
-
Claro,
seis años después habrán seguido actuaciones en las escuelas. . .
-
Eso,
eso, ni que hablar, acto que hubiese, allá estaba yo cantando.
-
Y
cuando te volvían a contratar de tan niña, ¿Cómo hacías, ibas con ‘papá’?
-
Claroooo.
‘El viejo’, fue el que me enseñó todo,
-
Él
como maestro y conocedor de la niñez fue referencial para ti
-
Exacto.
Desde acompañarme con la guitarra, hasta cantar muchísimas cosas a dúo,
folklore, mucha música melódica, los hits de los sesenta y setenta, la música
de él diríamos. A veces me preguntan: ‘¿por qué conoces tanto de toda esa
música? Y porque desde Santiago Chalar hasta los Iracundos
todas, situaciones musicales muy diferentes las cantábamos con ‘papá’. Si
hacíamos cosas muy diferentes musicalmente hablando.
-
Yo
recuerdo haberte visto por primera vez, Valeria, en la Plaza de Deportes de
Colonia en un Carnaval, realizado. . . por. . . Moris creo, allá por los años
ochenta y pico casi los noventa. Tú eras muy jovencita.
-
Y
sí allí tendría nueve años. Allí empezamos a recorrer y a salir a los tablados
en carnaval, Rosario, Colonia y algún
lugar que se presentaba.
-
¿Y
tú qué edad tienes ahora Vale?
-
Treinta
y tres, recién cumplidos. Sí a los nueve participé en mi primer concurso o
certamen que fue en Valdense. Allí gané mi primer concurso de canto y a los
quince, allí vino un quiebre importante en mi carrera, que fue mi primer
contacto serio con el tango. Y esto fue accidental totalmente accidental.
-
A
ver para que entiendan tus lectores. ¿Como resolvía una niña, luego una
adolescente, el tema de saber las letras íntegras de las canciones de tan
diferentes contexturas musicales?
-
No,
mira yo tenía un cuaderno, hace muy poco perdí a mi padre, así que me cuesta
hablar en pasado, hablaré en presente. Durante muchos años, mi padre se fue
encargando de armar un cuaderno con un índice, escrito a mano por él, con una
letra cursiva, espectacular, que yo heredé pues él me hacía hacer planas en
cuaderno doble raya y muchas horas de trabajo.
-
Me
pasó igual. De la misma forma, con el Cura Inella en segundo de liceo en Juan
Lacaze el me transformó mi letra, era mi profesor de Idioma Español. Y mi padre
que no era maestro, siguiéndolo al cura Inella me lo hacía hacer en casa
-
¡Ay,
sí. . .!, horas y horas borrándolo y haciéndolo de nuevo. No te pases de la
línea de abajo, hace bien inclinado, en fin. En ese cuaderno, yo no sé las
canciones que habrá escrito ‘papá’, pero lo tengo guardado por allí. Con el
abecedario completo había de lo que pidas. Era él quien se ocupaba de ello y yo
cantaba desde ese cuaderno. Te imaginás.
-
¿Te
das cuenta, la influencia de nuestros padres Valeria?
-
Absoluta.
Yo Horacio, hacía lo que decía él. Cantaba lo que le gustaba a él, y hubo toda
una etapa, en la que yo no sabía si cantaba porque quería, o porque me gustaba.
Era evidente que cantaba en principio pues no se puede cambiar la genética
humana, pero también en gran parte, pues él me fue insertando de a poco en ese
mundo. Tuve una etapa de mucha crisis con eso,
también.
-
Disculpa
Valeria pero había denotado en nuestra conversación esa impronta tuya hacia tu
padre y es por ello que te desvié un poquito esa línea a la que tú querías
llegar que eran tus quince años, ¡mira qué edad! y tu inserción con el tango.
Salvado esto que me encantó ‘lo de tu papa’; ahora sí, con tu permiso: ¿podemos
meternos de llenos en los quince y el tango?
-
Claroooo.
En esa fecha, el gran Donato Racciatti, realizó un certamen a nivel nacional,
donde él buscaba la voz del tango para Japón. Recorrió varios lugares y una de
las sedes era Rosario. Como todo pueblo chico, del interior, todo el mundo
empezó: ‘se tienen que presentar’. A los dos a ‘papá’ y a mí. ‘Preséntense’,
insistía la gente y familiares conocidos. Y nosotros: no que es de tango.
-
Y
. . .
-
Bueno,
nos presentamos, recuerdo claramente era en el Club Colegiales de Rosario, eran
una cantidad de personas que se presentaron. La cuestión fue que quedamos entre
los mejores. Y de allí quedamos dos Raúl Cúneo y yo con ‘papá’. Bueno como la
cuestión estaba empatada en votos, se definió en aplausos y gané.
-
De
allí en más me imagino, tus aconteceres.
-
Si,
mira no paré más, era ir a cantar a diferentes lugares. Fui a Japón y
representé a nuestro país.
-
¿Y
que es el tango para vos?
-
Y
fíjate Horacio es todo. Mira un día estaba cantando en Sorocabana. Ah algo que
quiero destacar, ¡siempre con ‘papá’ al costado! Se venía conmigo, con mamá en
los ómnibus y al costado impulsándome con fervor. Incluso cuando ya era mayor
él siempre con su impronta junto a mí. ¡Lo recalco fue mi hacedor! Aunque
también te digo, mi relación con ‘papá’, fue de padre a hija o sea, no se
piensen que era todo bonito, teníamos nuestras discrepancias, altibajos, pero
era todo para mí. hoy que ha pasado el tiempo rescato su figura como la más
grande. Es una lástima que haya fallecido como aconteció.
-
Quieres
decirnos. . .
-
Sí
en un accidente automovilístico en la Ruta Nal. N°1. el iba en una moto y bueno
lo chocaron y falleció en el instante. Realmente una lástima.
-
Bueno
Valeria, aclarado, me estabas contando que en el Sorocabana. . .
-
¡Ah.
. . sí! Disculpen es que la figura de mi padre, fue demasiado en mi vida
artística. . .Te decía, que estábamos cantando y se me acerca un señor y me
dice: ‘¿Valeria, estudiaste canto tú?’ No voy a dar el nombre pues fue un
compromiso que nos hicimos le dije: no, nunca estudié canto. Bueno me dijo: ‘
toma este teléfono, es de una academia, llama y te van a atender y cuando des
tu nombre te dirán la fecha de comienzo y anda, estudia canto, yo te pago todo
y tienes nada más que hacer que ir’ Él si algún día lee esto sabrá que mi
agradecimiento es de por vida también. Nunca más nos vimos. Solo una vez me
llamó vía telefónica para saber si estaba estudiando y ¡nada más! ¡Te imaginás!
-
Fue
tu despegue real Vale.
-
Si
ya cuando era mayorcita, Montevideo me estaba tirando, empujando, como
diciéndome: ‘vení te estoy esperando’ Y así lo hice al final me vine a vivir y
dejé un poco mi familia allá.
-
Familia
a la que sigues viendo. Si tengo un hermano de mami y otro después que papá se
divorció y de su nueva pareja tengo un hermanito de ocho años. (Esta aclaración
que hago en este momento, vale la pena destacarla: hoy cuando estoy escribiendo
esto, dejo mi actividad a la hora diecisiete pues tenía un compromiso, una
entrevista con canal 3 de Colonia por otra actividad literaria, la misma se
llevó a cabo en la Casa de la Cultura de la Intendencia de Colonia. Allí me
entero que este hermanito de Valeria casi pierde su vida en un hecho lamentable
en Nueva Helvecia en un robo que iba a ser efectuado y resultó con una herida de
bala. De inmediato me comuniqué con ella para brindarle mi solidaridad y apoyo
y estaba junto al niño en el hospital. Está fuera de peligro a Dios gracias. Es
lamentable, pero así se forja la historia de gente importante culturalmente y
de la gente toda que pasa por esto que es, la vida. Hoy dieciséis de setiembre
te decimos fuerza Vale y fuerza a la familia para sobrellevar estas
distorsiones. Disculpen pero es así. Seguimos con la entrevista.)
-
Che
Valeria y dime, has recorrido varios países, nos consta. Pero, la gente del
interior, recuerda mucho, pero mucho, tus pasos por ese interior oriental junto
a un maestro del humor y del piano, me refiero a Julio Frade. Cuéntanos un poco
acerca de cómo fue eso.
-
Es
cierto, una gran persona, mejor ser humano y a mí, fue como el paso que me
faltaba dar para cerrar el comienzo de mi carrera es decir, como el ensamble
que une el ciclo. De allí en más seguís tú buscando las metas. Si recuerdo, un
productor que me conocía, me llama por teléfono un día y me dice: ‘Valeria,
Julio Frade anda necesitando una voz femenina para cantar tangos. Yo me acordé
de ti y le dije que tú lo llamarías. Te dejo su teléfono y si quieres concreta
algo, ve que necesita, si te parece.’ Le agradecí, y bueno al otro día, lo
llamo. En realidad me atendió con una cordialidad impactante. Un verdadero
profesional. Sabes me dijo te estoy necesitando para que cantes junto a mí.
-
Yo
le respondí bueno pero como hacemos para vernos y esas cosas previas viste como
es el arte del canto y la música. Me dijo: ‘mira mira, venite a mi casa (me dio
la dirección) mañana a las trece horas’
-
Y
estuviste prontísimo.
-
Te
imaginas, al otro día estaba allí. Bueno mira la cuestión fue que me presente
como corresponde, conversamos a manera de presentación y le sugerí si me había
visto, enseguida me dijo: ‘claro, por supuesto es más tenemos que preparar sólo
un tema’. Yo le digo ¿cómo. . .?. Me
miró y cómo expresando una afirmación: ‘El viernes tenemos que estar en New
York, estamos contratados para cantar ´Nostalgias’ en un hotel (y me dio el
nombre) para el casamiento de la hija de un uruguayo que vive hace años allá’
En realidad, no sabía lo que decirle.
-
¿Y
cuál fue el resultado, pues hasta mí me pusiste en situación? (Risas de ambos,
hacia todos los costados)
-
Mira
subí al avión y nos fuimos. ¡Al llegar nos esperaba una limousine, larguísima
que jamás me hubiera pensado en andar en algo así !!Después arribamos al Hotel
en New York ¡Horacio, no te imaginas lo que era aquello!!! Yo en una suite que
parecía presidencial y solo bajaba para el ensayo previo y después fue para el
acto en sí. Pero si quería recorrer algún lugar, tenía la limousine a
disposición. ¡Ah no, ni yo misma me lo creía! Cantamos y después de la fiesta
al otro día tomamos un vuelo y otra vez aquí en este pedacito de suelo nuestro.
Ja ja ja!!!
(Nos reímos. A más no poder. Risas
que contagian la buen aventuranza de una uruguaya triunfadora)
-
Y
después todo lo que anduviste con Julio.
-
Ah
mira realmente hicimos espectáculos por lugares que nunca me hubiera imaginado
poder llegar allí. Pero realmente junto a un grande uno se engrandece Y ese es
Frade un padre espiritual, un amigo incondicional, un artista y músico de
primer nivel. ¡Ya lo creo!
-
Valeria
no quiero robarte más tiempo, pero hoy, todos los colonienses te podemos ver
por un canal privado, casi abierto, pues en todos los cables operadores del
país está. En esta ronda de cantantes de todo el país.
-
Sí
fui convocada como jurado público para este certamen buscando voces en todo el
territorio. Una tarea que ennoblece a cualquiera y. . . ¿lo habrás visto?
-
¡Pues
claro mujer! Me prendí junto a mi esposa la noche en que estuvieron varios
chicos del Departamento, de Tarariras, de Carmelo, de Colonia, en fin muy lindo
descubrir voces nuevas y que puedan llegar.
-
Si
me enorgullece estar allí y brindar lo poco que uno sabe y ha aprendido en
estos años. . .
-
Claro
yo también me enteré que estás con una academia propia. . ., un poco debe haber
incidido en todo ello.
-
Sí, gracias por recordármelo, dentro de un
rato tengo que salir hasta cerca de Sayago y vuelvo para dar unas clases de
canto, donde también hay bailes, instrumentos, es decir trabajamos ahora dentro
de la Academia para brindarles a nuestros uruguayos orientales todo lo que
fuimos aprendiendo nosotros en el trabajo diario musical.
-
Valeria
quiero agradecerte de sobremanera a ti por recibirme, darme esta oportunidad de
presentarte en un libro de alguien que aunque haya escrito algunos ya, no es de
renombre pero tenemos estas posibilidades ambos yo de escribirte y tu de
contarme (no de cantarme) lo que has vivido como mujer y artista. Ah! y dos
cositas más. Déjame agradecer a nuestro amigo y vecino en común Gerardo ‘Negro’
Hernández pues sin él yo no hubiera llegado hasta ti. Y la otra: sabes que me
interesa una foto tuya para colocarla en el libro, pero también y esta va a ser
una excepción quiero una foto de tu ‘papá’, por qué ¡el viejo valió la pena! En
su vida nos dejó tu persona. Gracias Vale.
-
Horacio,
no quiero emocionarme, pero no sabes lo que valoro que me hayas hecho este
pedido, claro que lo tendrás y más cuando presentes tu libro espero si los
tiempos nos coinciden a ambos poder estar junto a ti. Son pocas las personas
que dentro del arte, en tu caso literario se ubican para enseñar otro arte en
mi caso musical. Gracias Horacio y muchísima suerte con tu proyecto.
Bajé dos cuadras silbando
Nostalgias. . . y me encumbré en un ciento ochenta y uno y por allá quedé a la
espera de mi camioneta que rota estaba y después de esto me devolvió pensativo
de la vida a mi Colonia Departamental. . .
Montevideo, 9 de agosto
de 2013
Gracias Horacio por tu mención a aquel lejano (y desprolijo) artículo que escribimos con otros colegas hace mucho tiempo sobre la música popular urbana. Y felicitaciones por poner en blanco sobre negro la labor de mujeres que, desde tan pocos kilómetros al otro lado del río, nada sabemos. Un saludo. Ricardo Salton
ResponderEliminarGracias Horacio por tu mención a aquel lejano (y desprolijo) artículo que escribimos con otros colegas hace mucho tiempo sobre la música popular urbana. Y felicitaciones por poner en blanco sobre negro la labor de mujeres que, desde tan pocos kilómetros al otro lado del río, nada sabemos. Un saludo. Ricardo Salton
ResponderEliminar