martes, 23 de diciembre de 2014

Ellas, su música, los pueblos. . . corazón alegrándoles!

Horacio  Santana

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Ellas, su música, los pueblos. . .
 corazón: ¡alegrándoles!





Colonia del Sacramento


Para la presente edición
Diagramación total y de tapa Horacio Santana
Copyright Horacio Santana
ISBN 978-9974-99-410-2
Rosenthal esq. Fray Bentos Colonia
Tel. 45224096   098699084
Email: lastejas @hotmail.com
             lastejas3@gmail.com
             www.horaciosantana.blogspot.com

Me cayó la ficha. . .,
            suerte igual te vi. . ., 
                          como mi suerte es . . .,                                                                         
                                      amiga de la acción ,
                                                   suerte te encontré
Esta propuesta como de macho nace, trabajo para encontrarte, con transcurso. . . trabajo, con aquél incendio interior de años jóvenes,
con adhesión a  celebrarte, en comunidad y foros , en asambleas y reconocimientos, como artífice de la historia te mantengo en menos violencia, en toma de conciencia. 
Te igualo en oportunidades, en respuesta de los dueños que fueron, en sacarme la gola y decidir enfrentarlos contra las diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y hasta políticas.
Suerte mi obligación, de pedir disculpas por mi loquerías tontas de ayer. . .
Te encontré en el antepecho de la ventana de despachos clamando por igualdades, y. . . entonces. . .;
suerte, suerte, te encontré , MUJER!

                                                           El autor


Nace: El Año Internacional de la Mujer
Clara Zetkin, mujer alemana, del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección, en Copenhague, Dinamarca, un ocho de marzo de mil novecientos diez, se paró frente al Congreso Internacional de Mujeres Socialistas allí instaurado y honrando la memoria de sus congéneres que, en mil ochocientos cincuenta y siete habían ocupado la fábrica donde trabajaban en el imperio yanqui, ciudad de Nueva York, exigiendo igualdad de salarios y una jornada de diez horas de trabajo; solicitó que, a partir de allí el ocho de marzo quede denominado mundialmente como fecha oficial: ‘Día Internacional de la Mujer’. Aquellas ciento veinte y nueve obreras del siglo XIX, murieron calcinadas, pues la respuesta de los dueños a sus justos pedidos fue: ‘incendiar la fábrica’.                                                 La Organización de Naciones Unidas (ONU) adhirió a la celebración de este día. Desde mil ochocientos setenta y siete lo venía haciendo, en la promoción de toma de conciencia  a que mujeres cotidianas del diario vivir, participen junto a la sociedad desempeñando funciones en la historia plurisecular de los derechos de la mujer. Sin discriminación, con igualdad de oportunidades, con menos violencia, vivir exigiendo cambios, destacando actos de valor y reflexionar en avances conseguidos.
La visión de género, se ha hecho esperar en este continente, no obstante, podemos asegurar que nuestro país Uruguay, ocupa en este momento uno de los primeros lugares mundiales, donde los derechos se han compensado. Tenemos en nuestro departamento, unos de los primeros casamientos de personas del mismo sexo. ¡Un logro nacional!                                                                                                    Una Comisión integrada por Mujeres comprometidas con esa visión, realizan anualmente un evento a nivel departamental y reconocen en el fomento de acciones promovidas por mujeres en diversas actividades esa vocación de género en beneficio de la comunidad.
Es de mi interés, como un artífice más hacia la cultura de mi departamento en el área letras, integrar a ésta, el arte de la mujer comprometida con la cultura musical. Unirlas no será tarea fácil, pero me juego, en honor a mi esposa, mi hija y las hijas de mi hija. Este es mi agradecimiento para con ustedes. Inclino mi mentón y levanto lentamente mi cabeza, como cuando dejo desenredarse los acordes finales de mi guitarra, concluyendo alguna de mis interpretaciones  musicales, frente a un auditorio.
                                                                                 Horacio Santana


Algunas precisiones teóricas acerca de análisis y métodos  en la musicología
Es mi intención, comenzar un libro  demostrando con antelación las características que pretendo desarrollar y que ustedes evaluarán con el recorrido de la lectura, hacerlo no es pretencioso, no revelaré  estudios sobre la música, aunque  me adentraré en ella de diversas formas. Verán que no hay aproximaciones metodológicas, análisis pormenorizados, prácticas teóricas de músicas populares. Eso queda para catedráticos que algún día desarrollen estos trabajos, que por otra parte, quedan muchas veces circunscriptos al ámbito de trabajo de ellos y sus alumnos, vale decir Licenciaturas, Maestrías, Doctorados y demás; una lástima, pues el pueblo, ésta humilde masa humana que debe y tiene el derecho de educarse y plantearse la necesidad de tener conocimientos más amplios y vastos sobre la música en general de nuestros países latinoamericanos y más específicamente sobre la querida patria oriental. Deberíamos conocerlos, ya que desde allí es que nos enriquecemos a tal efecto. Uno, nunca sabe dónde está el futuro director de una orquesta sinfónica, ni el concertista instrumental, ni el cantante que nos deje bien reconocidos en cualquier parte del mundo.
Jamás he concurrido a participar de algún coloquio, aunque más no sea para informarme sobre cuestiones generales o específicas. ¿Por qué no. . .? Ya sea acerca de música tradicional, popular o culta. Desde ese ámbito hubiese preferido encauzar esta edición, hubiese sido de mi agrado tener sustancia explícita sobre los temas que uno debería abordar para un sinfín  de aspectos debatidos o un conjunto de problemas teóricos. Sin duda, esto nunca ocurrió y si ocurriese, tomarían alguna prueba o ponencia en la que los catedráticos autorizan o no, haciendo cuestionamientos como los de un interpelador, para como en un examen, dar cabida a cierta cantidad de conocedores de la materia musical, que se fuese a tratar. Reitero, nunca he visto algo abierto al público en este sentido.  Evidentemente, la Musicología habría incorporado u aportado una visión crítica desestructuradora de jerarquías arraigadas y órdenes consagrados, dando paso a corrientes sociológicas con perspectivas diversas y esto como en todo arte, o ciencia,  se cree,  aportaría consideraciones contextuales diversas y los etnomusicólogos virarían sus perspectivas siempre hacia un componente antropológico. Debemos de propender de desplazar ciertos criterios abyectos y propiciar aspectos performáticos nuevos, en nuevos circuitos de comunicación social.
Como verán, mi defensa sobre la música se inclina a mirar con detenimiento, con ingente esfuerzo y continuidad al siglo XXI, como el nuevo iluminante de aspectos sociales en los que no debe escapar esta arte milenaria. Me pregunto entonces, nuevamente: ¿Existen en mi país aquellos seres que procuren el abordaje de un estudio sobre el costado musicológico de lo que es la plena o de la música popular, el rock nacional, mismo los grupos que están realizando música de proyección aborigen (pues, no nos dejaron ni un rastro de nuestros hermanos ancestrales originarios) como música en sí y su incidencia social?  Leyendo a Diego Fisherman, Sergio Puyol o Leonardo Waisman este último insiste: ‘. . . quizás por mí tradición de musicólogo histórico, me falta por sobre todo establecer relaciones con el hecho sonoro: cómo suena cada banda o cada estilo de toma de decisiones – si falta esto, queja eterna de los histo - contra los etno-, no hay musicología’. Deberían existir posibilidades de una perspectiva musicológica para un estudio factible y productivo de la música popular.
En este pretendido camino de búsqueda es que, he de basarme en el esbozo de expresiones populares cuyos lineamientos no intenten recortar urgencias ni necesidades, sino emplazar una mirada de la disciplina desde estas latitudes. Aquí no busco un ensayo de la música de todos, la musicología no es una disciplina neutral, tiene una tendencia, se limita a un grupo de compositores y un determinado repertorio, ello contribuye a formar esa estética que nos venimos a proponer mostrar.
En esta proposición de un muestreo generalizado, quedarán sin duda, muchas cantantes que desconocemos. No es pretendido mi trabajo a valorar sus virtudes artísticas, sino desarrollar en ustedes la visión de que existen, están allí y usted las leerá y escuchará de la mejor manera que pudimos lograrlo.


Como he realizado el trabajo
El mayor inconveniente a enfrentar es sin duda, colectar datos, es imposible llevar adelante este tipo de situación metodológica cuando en realidad uno denota que aunque se haya ido conformando caminos en la música popular, siempre hay ausencia de obras de referencia para con cada intérprete que nos ayuden a imaginar. He encontrado textos o hechos anecdóticos, que se pueden incluir en la literatura periodística, no he buscado adentrarme límites escuetos de diferencias genéricas preestablecidas, busqué en todo caso poner en este juego estrategias que hagan menos rígidas las clasificaciones esquemáticas que la gente oye sin aportar discusión sobre el tema. Me he preguntado eso sí, desde la perspectiva del oyente o lector en cuanto afecta el cómo, el dónde y cuándo, en prestar atención a la música que escuchamos, he encontrado una heterogeneidad de situaciones. Es decir: ¿La técnica que se emplee media en las situaciones del sujeto a entrevistar?  Estoy persuadido que, cuando se genera música popular, la recepción de los distintos géneros concita atención. Son  sistemáticos los hechos y acontecimientos de ello, estos hacen que hoy tiendan a ser leídos como textos. No olvidemos,  es la época de la reproducción mecánica, en todos los aspectos del arte. En los pasos dados se reconocen etapas, ensayo, arreglo, producción, edición discográfica, todo ello se vale del software para abordar el material sonoro. He recogido, registrado tanto literalmente en la escritura, como en la música interpretando valores, gracias a lo anteriormente dicho. Importante hecho a destacar, es que la tecnología ha separado (cuando quiere) lo que es ruido, de música, ampliando el paisaje sonoro y dejando con firmeza en alguna mente la huella de la sonoridad, advirtiendo que lo sonoro se realza cuando entra en ese estadio del ser humano, de entendimiento, de placer por oírlo. Ustedes se habrán preguntado después de todo esto, si es que en el mercado existe algún diccionario musical, pues si lo hay para todos los otros elementos que el hombre ha inventado o capturado a su intelecto, supondríamos de que hubiese esa tal herramienta para los no conocedores a ultranza de la música. Si, lo hay, es argentino el más cercano, un estudio de varios años de Leandro Donozo en el que se adentró en el diccionario internacional Grove (secciones argentinas), denominándose Diccionario Bibliográfico de la Música Argentina, fue corregido en el V Congreso de la Rama Latinoamericana de la Asociación Internacional de la Música Popular. Hoy se exprime al máximo el catalogo ‘on line’, en realidad es la herramienta de hoy día, pero también están aquellos que gustan de dar un paseo e interiorizarse de lo que a música bibliográfica se refiere y allí entran a jugar el papel preponderante de los estudios de campo como llaman los arqueólogos a sus trabajos ‘in situ’, del que no pretendemos ser uno de ellos, pero sí colaborar. En estos nos encontramos con cuatro trabajos bien diferenciados que exponemos al criterio de quienes nos leerán. Ellos son: ‘música rural o de campo’, ‘música popular urbana’, ‘música afrodescendiente’ , ‘tango: soportado en la musicalidad de músicos académicos rioplatenses’.
                                                                                                                                                                    Música rural o de Campo
Dentro de la música de tradición oral también la conocemos como folklore. Esta música comparte muchas estudios adjuntándose a marcos teóricos, enfocando metodologías que se centran específicamente en la música popular  lo que la hace sin duda una especialidad  coloquial de lo tradicionalmente criollo emanada de un manantial inagotable que posee la oralidad de los países, máxime el nuestro, nutriente insatisfecho de esa locuacidad innata en muchos músicos a la cual deberíamos de prestarle mayor  atención.  

Música popular urbana
Cuando se hace mención a este término, se escatima muchas veces de pecar por desinteresado o prestar poca atención desde la mira de la musicología hacia esta música, que se viene estudiando por medio de la academia, desde principio de los sesenta. Para saber un poco más sobre ello, el musicólogo argentino Carlos Vega es un pionero en dichos trabajos, él la denominó ‘mesomúsica’. Ésta se alimenta de editoriales e imprentas, industrias del disco, televisión, radiofonía, grabadores, cines, teatros, comentarios de prensa especializada y no, academias, repertorios para espectáculos, catálogos, impresiones propagandísticas, derechos de autor e intérprete, todo ello hace que se colmen un sinfín de insatisfacciones de intelectuales de esta disciplina que lo necesitan. Sin embargo el término ‘música popular urbana’, surge allá por mil novecientos ochenta cuando, los por entonces estudiantes de musicología de la Universidad Católica Argentina Marcela Hidalgo, Omar García y Ricardo Salton sin mucha metodología contextual, deciden dejar de lado el término de Vega e imponer este otro. Éste, contrapone las prácticas opuestas a la música popular de origen rural, ya que Vega suponía estratos o niveles de música, con esta expresión se tiende a no recordar con vivacidad lo antes expuesto por el musicólogo de la ‘mesomúsica’. De una cosa estamos seguros, el incremento de trabajos sobre la denominada a secas música popular ha sido elevadísimo en estas últimas décadas. El estudio en diversas áreas de universidades ha complementado este conocimiento, en el año dos mil  se ha llegado al trabajar con un Diccionario de  la Música Española e Hispanoamericana, lo que habla a las claras que la intencionalidad y el gusto y agrado por intensificar el estudio académico de que dicha actividad ha proliferado y en hora buena.
                                                                                                                                                         Música Afrodescendiente
La literatura musical nos obliga a reconocer su relevancia, su vigencia, a sopesarla en sociedad, tanto o mayor a las otras metodologías musicales de nuestro país. Los descendientes de los negros esclavizados durante la época colonial, la abolición de ese sistema que aún en cierta manera perdura y que con el trabajo arduo de organizaciones para que se contemplen sus derechos, ha comenzado a verse efectivizado. Los inmigrantes que aún hoy arriban desde el África hacia nuestro continente en busca de mejoras de calidad de vida en países sometidos por siglos a la esclavitud, ‘in situ’ de los racistas blancos y grupos hegemónicos los han degrado espiritual y metodológicamente en todos sus derechos.
Esos mismos ‘blancos’ que miraban por sobre el hombro a ‘El Candombe’  como música característica de los negros y a sus danzas que hacían al son de los tambores, hoy en este país, han debido de bajar a los niveles de una sociedad culturizada humana, social y musicalmente, adentrarse a mirar, estudiar, evaluar y definir a la música negra como un verdadero rubí pulido en todas sus aristas. Los principales compositores de este género fueron negros e incluso muchos de ellos años atrás y hasta no hace mucho tiempo, incursionaron con éxito en la orientalidad rioplatense, en la payada principalmente. Esta población negra que se desconocía como ínfima, hoy dos o tres siglos después, negros, zambos y mulatos conforman un mapa etnográfico importantísimo. Fue así cuando en las guerras por la independencia, nuestro prócer y sus allegados, vieron gran cantidad de negros con valores destacadísimos entre sus huestes. Sin embargo, fueron pocos los estudiosos que reconocen a esas personas como relevantes músicos, entre ellos organistas en la segunda mitad del siglo XVIII. Se notaba claramente su exclusión del pensamiento académico y del imaginario colectivo. Tenemos varios valores agregados en nuestro territorio a partir del siglo pasado, son muchos, pero creemos justo en sus apellidos homenajear aquellos que aunque el tema ya no permanezca tan virgen y que en la realidad habían querido borrar de un plumazo, ellos se encargaron de demostrar que no pudieron: ¡familia Fatorusso, familia Rada, familia Gularte y otras tantas! ¡negros queridos! Se estimaba que esta música, no tenía diferenciación entre sus prácticas, creyendo justamente, que la población estaba logradamente dividida y por ende, nada podía aportar relevante en búsqueda del conocimiento. El trabajo de campo de estudiosos bien intencionados y despojados de racismo, dieron cuenta de una perspectiva nativa, a sabiendas que esto tiene costo principalmente en lo monetario y para la población blanca que es quien posee el capital monetario aparecen cuestiones, historia, representaciones de la raíces afrodescendientes dando explicaciones de las desigualdades y explotaciones. Allí el establishment empieza a escuchar y obrar. Es así que en el Río de la Plata se comienza a ver diversidades de prácticas musicales afro como, la del Culto a San  Baltazar instituida por el clero en la fe católica para los cofrades esclavizados, venerar a un santo a través de la música y la danza. El ciclo festivo del santo es del veinticinco de diciembre al seis de enero. Es de acotar que en la ciudad de Colonia del Sacramento, Uruguay, nuestro músico ‘Yabor’, es quien ha comenzado desde hace algunos años ha rendir culto a esta fiesta en nuestro país.
 A saber se conocen la danza de la charanda o zemba, el candombe, música criolla con tambora y el baile de los cambara’angá, algunos de ellos en la Republica Argentina. Como expresábamos, el charanda o zemba se da en la provincia de Corrientes, localidad de Empedrado, se realiza para influir sobre fenómenos naturales, invocando al espíritu del santo para lograr el milagro. La musicalidad ejecutada es instrumental y vocal, comenzando con el bombo o parche chico, sumándosele el parche grande, guitarras y triángulos. Como membranófono el bombo se ejecuta con las manos, mide 1,13 mts de largo ahuecado en forma abarrilada y con sus bocas tapadas con cueros sin pelos de perro o chivo, es el instrumento más vinculado a lo afro en esa disciplina. Referido a la música criolla con tambora se da en Chaco, Santa Fé, Corrientes y Formosa, por medio de otro tambor, cuyas dimensiones son de treinta y cinco centímetros de alto por treinta de diámetro, cuerpo tubular, con parches en ambos huecos y ataduras sosteniéndolos en el mismo material del parche. Se le considera ‘la voz del santo, el símbolo de lo africano’. Existe procesión y baile durante la fiesta.
En lo que concierne a el baile de los cambara’angá voz guaraní que podría descifrarse como ‘disfrazado de negro’ o ‘negro de mentira’, se realiza en el departamento de Goya provincia de Corrientes localidad El Batel, en pueblo de General Obligado, provincia de Santa Fé, localidad de Mercedes y de Ifrán, ambas en provincia de Corrientes. La fiesta se realiza con gritos y peleas pantomímicas. No poseen baile ni música propia, puede hacerse al son de valseados, cumbias o chamamés. La identidad de lo afro se hace respecto a su devoción al santo en cumplimiento de los favores otorgados por él, a sus familias. Por último dejamos ‘al candombe’ como la expresión más autóctona afrodescendiente de nuestro país. Es tenido como la danza y toque musical más emblemático del culto. Aquí es sólo instrumental y bailado. Las comparsas son de varias decenas de personas que danzan al son de tres tamboriles en forma abarrilada de aproximadamente ochenta centímetros de largo, variando su diámetro, según sea chico, repique o piano como se les denomina. Se les coloca un solo parche de lonja de animales en donde se ejecuta el instrumento con un palo en una mano y con la otra libre. La indumentaria emula la población negra colonial, pantalón, medias hasta la rodilla, camisa, blusón y sombrero de diferentes colores de los ejecutantes. En la danza, normalmente descalzos, con pantalón y el torso desnudo, los portaestandartes y los bastoneros, las mujeres con polleras hasta los tobillos acampanadas y camisa para las mamas viejas, ellas son cortejadas por el gramillero quien representa al médico o boticario con una valija donde guarda sus hierbas, con atuendo de galera, barba, bastón, chaqueta y pantalones en blanco y negro. En cuanto a las vedettes, semidesnudas, con atuendos que dejan lucir su esbelto cuerpo. Normalmente casi todas las músicas conocidas en Latinoamérica son: con un canto en modo mayor en cuatro por ocho, líneas melódicas que  finalizan en la tónica. Realiza un ciclo de ocho compases de ostinato y en el noveno, comienza el canto por una o varias voces, siempre al unísono. Ningún canto es tético, sin embargo, se crean contrapuntos rítmicos de gran riqueza,  el tiempo de la nota negra sería entonces de noventa.
Nos preguntamos entonces: ¿La música afro es popular? Lo es, pues los medios masivos de comunicación la han adoptado y tenido en cuenta para la industria discográfica. Sencillamente se alinea con las clasificaciones de otros países con población afrodescendiente y que la reconocen como propia. Cuba fue la pionera en calificar a esta música como ‘afro’.                                                                             Es por todo esto que la ausencia generalizada de material documental, las entidades estatales con su falta de interés, es la primordial consecuencia de que estas amadas y sufrientes personas de mi sociedad recién en estos tiempos vean a la luz su arte milenario. Se han salvado gracias a sus propios habitantes negros que han estudiado extrayendo de fuentes secas, como bibliotecas, archivos, etc., documentación al respecto. Sin embargo, interculturalmente cimentaron nuestras vidas, genuinamente americana, mestiza. ¡Creo, en un acto cultural, algún día, de nuestra memoria y entender que fue lo que nos impusieron por descarte y lo que pretendieron imponernos como propio!


Tango: Guardia Vieja, Guardia Nueva, soportados en la musicalidad de músicos académicos y no académicos rioplatenses.
Cuando nos referimos a esta modalidad, evidentemente debemos de insertarnos en el mundo del siglo XIX, podría  abarcar desde la séptima década hasta nuestros días. En mil ochocientos ochenta se ve su gestación, tal vez factores como la misma raíz afro  que describíamos anteriormente, la habanera, o por medio de la milonga gaucha, etc., se reencuentran en este ritmo popular. Pero en realidad los musicólogos lo encuadran a partir de mil ochocientos noventa, pues antes de esa fecha se lo conoce como un incipiente tango, cuyo género no fue destacado por músicos con formación académica o  profesionalizados. Incidencias que estos músicos desarrollan, nos permiten visualizar como se mantiene este estilo. En la realidad de época vamos viendo la diferenciación. En sus comienzos, principio del siglo XX, queda casi intrascendente en el imaginario colectivo, con el tiempo se afianza a partir de su triunfo en el exterior. Es la cultura francesa la que produce en el Río de la Plata, que esta formación musical se nacionalice y donde se mezcle lo exótico, la cultura de orilla, lo mundano, haciendo que  se encontrase un lugar para que estos cultores, sus ejecutantes, se desinhiban. Lo encontramos entonces en Buenos Aires, lugar por excelencia para la demostración de este arte y en menos medida en Uruguay, aunque, éste país pequeño y formal, brinda intérpretes y arregladores de primer índole internacional. Mencionamos algunos de la primera época de ambas nacionalidades, los hermanos Canaro, Firpo, o Bardi,  hacen de la Guardia Vieja un historial del tango, componiendo sus estilos originales, en determinado momento, se ven enfrentados a los músicos renovadores o también llamados de la Guardia Nueva. No es un momento histórico determinado que hace que esta renovación se particularice, pero si vemos que los primeros músicos con su intuición poética, tocaban ‘a la parrilla’ no poseían un estudio musical sistemático, improvisaban temas mal escuchados, mal conocidos y por ende mal expuestos a sus tango-escuchas, eran normalmente conjuntos de tres o cuatro ejecutantes, flauta, violín y acordeón, de fácil transporte. Luego va adquiriendo relevancia la guitarra hasta pasar a ser ‘el instrumento’, pautando la melodía y el cifrado o sea ensayo-error. El piano un instrumento de lujo a principios del siglo XX, es quien aporta una especie de esqueleto armónico en las partituras que comienzan a escribirse, forma el acompañamiento y amplía el registro armónico. Sin embargo el bandoneón como instrumento en sí,  aporta un carácter temperamental, apagado, una ejecución lenta y ligada. La primera orquesta típica que se conoce es la de Vicente Greco  a fines de mil novecientos once. Es entonces que se suprime la flauta por el violín, pasando a ser la formación de piano, violín, bandoneón y contrabajo los instrumentos básicos para su formación. Algunos autores ensayan que, la conclusión de esta Guardia Vieja arriba, cuando el mismo músico ejecutante de ‘a la parrilla’, se comienza a preocupar por la armonía. Máxime aún cuando el tango llega a Europa como decíamos más arriba y comienza a acceder a las compañías  discográficas, cuando nace en sí el tango continental y es en la década de mil novecientos veinte donde se deja el fraseo, se piensa el género para incluirlo al mercado y se le da participación a la danza, el tango bailado. Sellos como Odeón en Europa le da amplia participación, abriendo la necesidad de que toda la clase social, sin excepciones, lo consuma. En París se transforma en una fiebre y sin darse mucha cuenta socialmente, va abriendo fuentes laborales en cantidad. Por ende, se recurre a la escritura literaria y ella le da forma y hace que el canto también participe de forma activa. Es por ende que la estructura social y los públicos se adueñan de ellas.  No es el lugar adecuado, creemos, para extendernos en aspectos musicales como interacción de
motivo-forma o acompañamiento, plano armónico, composición en sí, o seguir extendiéndonos en formaciones instrumentales como el sexteto u orquesta típica o de grandes compositores como De Caro, Cobián, Fresedo, Flores, Pugliese, Mafia, Delfino, Arolas, de Dios Filiberto, Matos Rodríguez, Lomuto, Aieta, y otros tantos. Es por ellos que dejamos esos estudios para otro posterior, más pormenorizado.


                                                                            Colonia, mayo de 2013                                         

                                                                                        Horacio Santana


 Colonia del Sacramento

“!Como toda mujer, tengo algo en común, soy celosa del hombre que amo. . .  caprichosa, vidente y
audaz. . ., yo soy débil y fuerte a la vez . . ., a tropiezos me hice coraje. . .!’

Resulta que Alejandro Vezzani como autor, llega a toda mujer, y quedó ensamblado en sus inconscientes populares.


CORO VOCES DE MI CIUDAD







              La tarea comienza
Este grupo de mujeres cantantes, creo, mejor dicho estoy seguro de ello, es el eslabón más propiciatorio para delegar en sus enterezas, la fuerza que una sociedad debe de impone a sus habitantes. Colonia del Sacramento no es el símbolo perfecto de ello, sin embargo, un día sacaron sus gargantas a relucir, así, no más, encontrando en su actual Directora Prof. Silvia Maddalena de Durañona el estandarte para que resuenen entre barrios, caserones, culandrillos, higuerones, rudas macho y hembra, piedras moras, calizas, malvas, salvias, palmas. . ., y en aplausos han rodado cierta parte de Latinoamérica.
Ella, nos resume este emblema social.

-          Nos parece Silvia, como decíamos en la introducción de este tema; la sociedad de Colonia tuvo la imperiosa necesidad de poseer esta diferenciación en el arte musical, esta expresión que ya estaba dada hace años, aunque claro está y es más que entendible, diríamos necesario, la municipalidad posee desde hace tres décadas y pico un coro femenino y masculino que nos representa y muy bien a nivel mundial inclusive. No obstante la particularidad de Voces de mi Ciudad, es que nos atrapan cuando las vemos, casi y a veces más, de cincuenta voces femeninas y con el aliciente de ser mujeres grandes, mayores, algunas permítaseme el término abuelas y bisabuelas. El comienzo. . ., cuéntame cómo cayó la hoja del cuaderno musical, en qué nota y en qué fecha.
-          La realidad; un día allá por noviembre o diciembre del dos mil tres, llamaron a Fernando mi hermano, director del Coro Municipal de Colonia, un grupo de señoras que se reunían en casa de una de ellas a cantar y no tenían quien las dirigiera. Él las derivó a mí. En su trabajo cotidiano, mi hermano, me explicó que era interesante que yo me involucrara en esto, pues, a él le parecía que el medio era el adecuado para adentrarme en un panorama musical del que no me iba a sentir ni agobiada, ni defraudada. Yo accedí, pero también ubiqué a mi otro hermano el Prof. Daniel Maddalena Balbi, para que realizáramos el emprendimiento juntos, principalmente en el orden de arreglos musicales y demás. Mi tarea en realidad es dirigir coros de niños en enseñanza primaria. Creí que el desafío era importante y me encaminé junto a ellas, que lo hacían con el sólo fin de cantar para sacar necesidades interiores que uno tiene, pero  necesitaban que alguien las dirigiera, no es que se llevaran mal cuando el momento llegaba sino que faltaba ese ensamble, esa adecuación a ritmos, vocalización, etc. Vamos a mencionarlas, Maestra Irma Peña, Sra. Graciela Guerra y Sra. Nelly Roqueta quien ya hoy no está entre nosotros. Cuando nos pusimos de acuerdo, les pedí, un lugar físico y encontrar más personas dispuestas al canto, consideré que veinte o más como mínimo. Así fue y en febrero de dos mil cuatro empezamos. Como lugar físico, encontraron el Salón de Actos de la Casa de la Cultura, un pedido que realizaron al entonces Director Prof. Omar Moreira quien se los cedió gentilmente. El comienzo fue te diría para resumirlo: ‘como del vamos, con todas las ganas, no fue como otros ‘vamos’, que se van viendo a   ver que sale, no, ‘este vamos’ fue con todo y con todas’. El primer ensayo me marcó tanto, y marcó las ganas de todas las que allí estaban, que nos mirábamos y quedó marcado ese ocho de febrero de dos mil cuatro como el de inicio de las tareas como institución cultural coloniense.
-          Por las diversas sociedades en las que el coro ha atravesado, me consta, he preguntado, cómo se ve, cómo se percibe esta agrupación femenina, busqué miradas de género distintas para que me pudiesen aportar ópticas sociales, muchas veces transculturizadas, que son atravesadas por una transversalidad que las hace también poseer esta inquietud; pero a diferencia nuestra lo hacen con la participación de hombres en esos coros. De allí parto con una mirada hacia los lepidópteros y me fijo en un medio centenar de mariposas depositando sus huevecillos en diferentes zonas de nuestra América, de repente salen las crisálidas y echan a volar y son ellas, solas, de frente a ese otro mundo que las espera.
-          Sí, vos sabes, que hasta lo intentamos, hubo algunos maridos, algunas personas del sexo masculino, que se habían interesado, pero nosotros que hemos ido a encuentros y festivales de coros de adultos mayores y hemos visto esa perspectiva, nosotras somos más y nos hemos preguntado: ¿Será que acá hay menos viudos que viudas? Entonces la realidad implica que en este coro hay muchas mujeres solas, viudas, divorciadas, y muy pocas las casadas, pero bueno la realidad indica que en la vida el hombre va muriendo primero; ¿verdad?
-          ¿Crees en la mancomunidad, por todo lo expuesto?
-          Sí. Claro aquí hubo un destape. Las personas querían algo y la comunión fue tal, que yo me hice la idea de que ellas necesitaban imperiosamente una fuerza extra y allí estuve brindándoles todo de mí.
-          ¿Fue una necesidad tuya?
-          Si pero, no era en ese momento, tal vez más adelante. . ., pero me animé.
-          Te adaptaste rápidamente al llamado.
-          Fueron. . ., como mis tías. Sí exacto, como mis abuelas. . ., eran mías. No las conocía y eran amigas, enseguida una me llamaba por teléfono que la mandaba tal o cual. Aparecía otra y otra. Bueno fue en febrero como te decía, cuando llegó a su fin ese dos mil cuatro, Fernando empezó algo que nunca nadie había realizado, con el Coro Municipal salió a recorrer barrios de la ciudad y determinados rinconcitos, en una tarde se hacían cuatro o cinco presentaciones. Él nos instó a que saliésemos junto a ellos. Decidimos, aunque pensábamos que no era lo correcto, en fin todas esas prerrogativas que uno tiene y que después si se lleva a cabo la instancia, desaparecen. Así pasó. Ese fue nuestro debut, creo que ni el mejor cantante se imaginaría nunca poder estar junto a su gente, a su pueblo y nada menos que en: ¡Su debut!
-          Lo tengo muy presente. Cantaron e media cuadra de mi casa en una rinconada de las calles Fray Bentos e Italia en las Viviendas antiguamente llamadas del Banco Hipotecario. Después lo hicieron en el Barrio El General. Luego en el Real de San Carlos, en fin diversos lugares de Colonia. ¡Y qué acompañamiento social fue aquello!!
-          ¡Pero claro! Cantaba: ¡la abuela, la tía, mamá, que se yo! Un sinfín de personas se iban trasladando desde un sitio a otro, papá, el hijo, el nieto, el perro, el almacenero, todos agolpándose para ver aquellas mujeres bien organizadas: ¡Cantando! En esa ocasión y de ahí en más, incorporamos al Señor Oscar Durañona como percusionista del grupo.
-          Estaba muy buena, la formación del coro. Me pareció muy afortunado y propicio el momento de formación coral, pues vi también un contenido más que interesante. La docencia. Un ítem que nadie lo hubiese contemplado sin embargo, tu lo llevaste a cabo, fuiste descubriendo que se incluyeron maestras jubiladas, otras no, pero ellas que tienen una formación musical muy primitiva, pero que hacen o hacían que sus niños cantaran de la mejor manera posible. Ahora, ellas brindaban su aprendizaje, su entonación a su pueblo y en cuestiones de rescatar idiosincrasia, ese fue un
aporte muy interesante del coro.
-          Todo coadyuva en aunar ganas. El objetivo era hacer algo. En ese día se logró, mucho más de lo que ellas pensaban. No olvidemos que era ir a cantar solo los lunes. Ellas no estaban hablando de hacer actuaciones.
En realidad era ir placenteramente a sacar su interioridad semanal en esos cantos a los que tú deberías encaminar. Ellas, principalmente las maestras, se verían reflejadas en ti, allá en sus primeras aulas. ¡Qué historia! A partir de allí, yo dije bueno: ‘¡A cambiar la óptica!’ Si lo pudieron hacer en la calle, haciendo cosas que yo le pedía, sin ni siquiera haberlas ensayado, ademanes y movimientos que nunca realizamos. Pues, les dije, con la alegría que tenían, yo me animo a sacar más de ustedes. Y allí me propuse, bueno: ¡vamos! Entonces se me ocurrió, un uniforme, que no teníamos, las vestí divinas, para cada ocasión. Conversándolo entre todas me dieron la posibilidad de elegir y elaborar un vestuario propio para todas, en cada una. A partir de ello empezaron a darse cuenta que no era discutible la situación en muchos aspectos. Primero que al principio eran veinte, después treinta y hoy son casi cincuenta. Se torna un poco difícil situarse frente al grupo y dictarle pautas para cada acto, sea en función corporal, vestuario, musical, de viajes que hemos realizado, en fin. Yo no soy un dictador al frente de cincuenta seres femeninos, soy una organizadora que se le hace imposible: ‘preguntar’, debo de resolver, tratar de que  elaboren lo que les pido, y ejecutar ello sobre el escenario. Ellas querían que yo decidiera y entonces muchas veces pregunté ustedes quieren. . . y ellas mismas me decían: ¡decídelo tú, pues no nos podemos poner de acuerdo todas!
-          ¿Y te acuerdas de cuántos atuendos tienen?
-          Sí, sí, tenemos dos fijos y de ellos sacamos diez, pues van cambiando el pantalón, la chaqueta, una blusa, un vestido, etc. Siempre les dije que se tenían que ver lindas. Impecables, ese también es mi estilo.
-          Exteriorizarse en escena para poder interiorizarse desde la profundidad del alma.
-          Si será así que hay personas, que jamás pisaron un escenario. ¡Podrás creer! Hay personas que jamás pensaron en sacarse el batón o el delantal y menos verse vestidas como lo hacen en ocasiones para estos eventos, que son muy importantes para ellas. Y después la propuesta de actuar.
-          Esto ya merece un párrafo aparte. ¿Verdad? Pues dentro del arte musical se pueden mechar otras artes que van de la mano del canto y en eso tuviste la fortuna y la inteligencia de demostrarte y demostrarle a una sociedad tan enfrascada como la coloniense que podías ensamblar el canto y el escenario, teatralizando una determinada realización artística, llámese comedia musical, ya sea de nuestro continente o de otros más lejanos. Y eso estoy seguro que lo lograste y lo lograron lejos de cualquier comentario adverso. Así mismo, y esto corre por mi cuenta, sigo  siendo crítico con los medios de comunicación de nuestra ciudad. Muy pocos, diría contados con la mano han concurrido a espectáculos que ha realizado el coro y que bien podrían hasta pasarlos a nivel nacional en cualquier medio televisivo. Sin embargo, quietud total en ese aspecto.   
-          La actuación, es muy difícil. A sabiendas, de ello, miramos en derredor y nos propusimos realizar comedias musicales. Era como culminar un poco lo artístico, éramos conscientes que el fin era, por un lado divertirnos y por el otro, hacer beneficios  con nuestras armas, el canto, la representación, era estar conformes haciendo algo que nos guste pero que nos diera plata. Fíjate que la mayoría de los grupos hacen la venta de pollos, una rifa, un bingo, y nosotros propusimos a la sociedad realizar algo diferente, dándonos dividendos económicos, divirtiéndonos. ¡No es poca cosa!
-          Aquellas actuaciones, no fueron antes de hacer un viaje. Si no recuerdo mal, primero se hizo un viaje y mucho después se empezó con esto de las actuaciones.
-          Tienes razón, el primer viaje fue a Capao da Canoa, en Rio Grande do Sul, Brasil. Aunque se comenzaron a foguear podríamos decir así, con algunas salidas fuera de Colonia, en Montevideo cuando fuimos invitados a la Facultad de Ciencias. En Piriápolis, donde intervinimos en un Festival de Coros Internacional, allí estuvimos dos o tres días. Fue realmente precioso como lo vivieron a ese evento.
-          Estimo, que ha sido una revolución social, familiar.
-          ¡Ah!! Sin duda. De hecho los primeros involucrados, fueron los maridos. De allí en más, hijos, nietos, amigos, familiares de cada una de ellas que han viajado desde otras localidades, inclusive Montevideo para venir a Colonia, no solo a escucharnos, sino también para después partir todos juntos hacia otros países, como lo hemos hecho. Todo el mundo ha apoyado en algo. Vecinos que se han acercado consiguiendo útiles, ropa, etc., en fin, Colonia, se ha visto involucrada y sintiéndose parte. Músicos, los  actores más premiados de nuestra ciudad, han estado junto al coro. Con el devenir del tiempo, hemos logrado reunir hasta dos ómnibus de cuarenta y pico de personas cada uno, llenos y viajando a veces hasta cerca de veinticuatro horas para llegar a una actuación a Paraguay o Argentina. Todo esfuerzo. Me acuerdo en Capao, llegamos a las dieciséis, a las dieciocho teníamos la primera actuación.
-          Sí, sí. . . lo recuerdo claramente. Yo decía esto va ser. . ., cualquier cosa todas cansadas. . ., mujeres adultas, de edad avanzada. Y la rompieron . . . (Risas) ¿Y en la Universidad, ese mismo día a la  hora veintiuna? Con todo el público jóvenes de entre veinte y treinta años.
-          Recuerdo perfectamente. Fue un éxito, total; nos miraban, escuchaban, después batiendo palmas como diciendo: “¡. . .y estas veteranas que van a poder hacer!” Terminaron, levantándose de las mesas y bailando con nosotras y no sólo eso pidiendo ‘otra’, ‘otra’. Éramos todos mayores para ellos. Me preguntaba: ¿Hasta dónde llegamos, a qué le llegamos: ‘al corazón’?
-          Es que nos preguntábamos los acompañantes: ¿Pero que hicieron para levantar aquella efervescencia, aquel delirio brasilero?
-          Sí, yo he estudiado un poco el panorama de las actuaciones que tenemos. Y creo que esto hasta traspasa la música misma, hay algo de olor a cariño, algo destila el coro más allá de la música misma, pueden gustar los temas, la música que hacemos, que creo, modestia aparte que, está elegida como gustosa, amena a la gente misma. Sigo pensando, no obstante, que hay algo           en las miradas, en las posturas, en la alegría. . .,                      no sé. . ., va más allá del coro mismo.
-          Estoy haciendo un prologo para este mismo libro referido a un estudio sobre musicología. Allí me refiero a la ‘etno’ y la ‘histo’ musicología, las razas propias y la historia que generan esas razas dentro de la musicalidad en las sociedades. Es así que veo que el coro sobrepasó esas dos barreras, principalmente la historia, ello hace que  trascienda las fronteras, se ha ido a Paraguay, a Brasil, Chile. Queda en ello plasmado esto que afirmabas tú, traspasa y queda más allá y deja firme el cometido de la música. Esa música que también lo desarrollo en el prólogo puede ser folklórica o de oralidad,  la popular urbana, y la académica y no académica. ¿Crees que está comprendida dentro de la popularidad urbana?
-          Creo que, es popular mundana. Hacemos música de todos lados.
-          Efectivamente, donde las convocan allá están, por otra parte, siempre con temas relativos para la ocasión.
-          Claro, cuando tú nos convocaste para la exposición de pinturas tuyas, de tu amigo Edgar Cedrés y de tus amigos venezolanos José Coronel y Ramón Belisario en lo que se denominó “Encuentro de dos pueblos hermanos”. Bueno allí estuvimos y lo hicimos con canciones en honor a la República Bolivariana de Venezuela. Fue difícil, se hizo algo de muy alto nivel intelectual y había que ubicarse mentalmente, la gente que estaba era. . .impresionante.
-          Mí cometido como un trabajador más del arte, era dejar plasmado en la memoria colectiva y personal de todas aquellas mujeres cantantes la posibilidad  que se les brinda en lugares y momentos en que ellas, jamás lo habrían logrado. Ejemplo claro: ¿Cuántas de ellas habrían, no solo conocido (que de hecho uno va a Montevideo con un poco de tiempo y entra en él para conocerlo, si quisiese), sino habrían entrado a cantar, en su vida, dentro del Palacio Legislativo del Uruguay? Gracias a todos ustedes, directores, profesores, músicos y a ellas mismas, cuando yo junto a Edgar Cedrés realizamos la exposición de pintura y esculturas de papel, muestra denominada “Antropología de la Libertad” para un dieciocho de Julio de dos mil ocho, pudieron hacerlo. Esto no fue una pedantería, sí me parece más una galantería de dos tipos que se esforzaron por ello y bien agradecidos a ustedes por supuesto. No olvidemos que bajaban los diputados que estaban trabajando en régimen de comisión a escuchar el coro. Fue realmente impactante para todos.
-          Si todos estos trabajos, sacamos algo positivo. De todo esto se fue aunando ganas para hacer cosas: “De que sí podemos” y que no hay fronteras. No hay edades para conseguir propósitos
-          Unos por sus años y sus mañas y los otros pues se dan cuenta que tienen toda la prerrogativa de los años por delante.
-          Diciéndolo cariñosamente: “mis viejas”, tienen sus mañas y hay que saberlas llevar, entonces, me pongo firme, conociendo el paño. . . y a veces me interrogo diciéndome: ¿pero son mayores?  Y en el momento, digo no, no debo dejar pasar esto por alto pues sino. . ., yo las requiero, y ellas saben que yo doy todo y dejo todo por ellas, tratando de que se luzcan. Y más mal me pongo, cuando en un ensayo general ellas me dicen: ‘¡No podemos!’. ¡Sí, pueden! Porque si lo pueden hacer el día del espectáculo, entonces: ¡Pueden!
-          Diríamos. . ., ensayo general = distensión.
-          ¡No, no . . .! Para mí, no. Porque es la última vista que yo tengo de lo que voy a ver y es donde yo me pongo como loca y las hago exigir al máximo. Porque no es, el momento de aflojar, es el momento de dar, para que yo pueda quedarme tranquila y ellas mismas de que el espectáculo va a salir bien. Y eso también lo fueron aprendiendo y lo siguen aprendiendo día a día, semana a semana. . .
-          Te ha costado diez años. Y a cada momento, uno, se lleva algo consigo.
-          No es fácil. Uno, ve la tarea concluida en cada espectáculo. Después de ello entran las aflojadas corporales, los estrés. Cuando las ves contentas, felices, que lograron el aplauso, la gente de pie, cuando me entregan simbólicamente a mí un ramo flores que en realidad debería de ser para cada una de ellas. Allí entra mi satisfacción  personal, fluye y va mucho más allá de todo lo que pasamos juntas. Ahí se logró y solo los artistas saben cuando después que baja el telón y detrás, te abrazas, gritas y hasta muchas veces uno llora emocionado de haber llegado al interlocutor válido, el público asistente. Esa es la alegría de todo lo ensayado y explicado y entendido por parte ellas.
-          Entrechocar sudor con sudor. En eso creo se simplifican el estado de todo una temporada pequeña o larga, pero período de tiempo al fin, lo mágico del artista.
-          Sí. Ves como director, cuando se destapa el tapado aquel que parecía que no iba a llegar pero llegó. Es parte de la cotidianeidad del arte.
-          ¿Y. . . en qué consiste el repertorio que utilizan. Llegan a él de determinada manera, con un previo sometimiento a votación. . .? Supongo que tu ya tienes un repertorio. Pero diríamos como lo seleccionas cuando deben de concurrir a un determinado lugar o geográfico o estético. . .
-          Mira. Entre Daniel y yo elegimos. Hacemos un ensayo primario diríamos con los temas elegidos, por ejemplo para el día de la mujer buscamos algunas canciones las hacemos cantar de acuerdo al arreglo hecho por Daniel y de ahí en más los que más peguen o sean expresados de mejor calidad al oído los vamos separando. Otras pueden ser mundanas, canciones con sentido, como ejemplo ‘Honrar la vida’. Aquellas canciones que son amplias pero que siempre te llevan al tema. Hubo una oportunidad que fuimos a una escuela rural y entonces buscamos canciones más folklóricas. En ocasiones hemos tenido que cantar tangos o valsesitos y lo hemos hecho sin inconvenientes, pero como nosotros tenemos bastante canciones, no es problema para buscarlas. Hay cancioneros rioplatenses. . .
-          Paraguayas, brasileras. . .
-          Sí pero allí, ya depende del lugar a que vayamos y su idiosincrasia musical, nosotros tenemos mucha afinidad musical con la argentina, no toda por supuesto, pero la tenemos, no tanto así con Brasil o Paraguay como tú decías.
-          ¿Existe un registro por parte de la Dirección de la cantidad de canciones que llevan?
-          No. Sí, en realidad las tengo apuntadas, podría sacarte la cuenta pero ahora es medio apurado lo tuyo. ( Risas)
Esta Profesora, ha hecho revivir con vivacidad a las señoras en esto de las actuaciones, revalorizando socialmente a la mujer del departamento de Colonia. . .

El Valor social de Voces de mi Ciudad
Hacía aproximadamente unos seis años el coro no paraba de cosechar éxitos en todas partes. Alguien, avezado y sabedor de lo que implica etnosocialmente un grupo de habitantes de una comarca, no dejó pasar por alto el trabajo fecundo de estas mujeres.
Se estaba llevando a cabo en nuestra ciudad un curso de nivel superior, académico, en psicología social; los egresados debían formalizar sus tesis en trabajos de campo recogidos aquí, en su sociedad, fue así que dos chicas, futuras psicólogas sociales (hoy ya lo son) pidieron permiso y se adentraron con entrevistas personales con preguntas específicas a las señoras integrantes del coro. Después del trabajo, ellas les entregaron a cada una su diagnostico grupal. Aquí va el mismo como corolario de toda esta entrevista de ellas y mía a un grupo social sin alternativas, enriquecerse de una plantación realizada es enorgullecer al socio cultural de esa comarca y aún más, recoger en el futuro una siembra que denote calidez y prestigio a cada ser dentro de la sociedad en que uno vive, más aún.

Textual :  “En un bosque muy cercano, vivían unas cigarras soñadoras a las que les gustaba cantar. Pero: no querían cantar solitas, ellas querían un coro de cigarritas. Un hermoso día de verano, se encontraron paseando y se pusieron a conversar. Una de ellas dijo: “Yo quiero llevar este canto amigo a quien lo pudiera necesitar”, Otra le respondió: “!Claro! ¿Qué vamos hacer? ¿Esperar la carroza?”. Todas corearon : “- NO!!! Necesitamos a alguien que nos pueda ayudar”. Por eso convocaron a la maestra de los cantos. Ella les dijo: “- Yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar”. Así, salieron a buscar más artistas con vicios de cantor. Toda mi esperanza eres tú, eres tú, acompáñame”, les pedían a todos los seres del bosque, y al que dudaba, le decían: “Tu vida tiene un karma: cantar siempre cantar”. Llegaron a sumar cincuenta cigarras en poco tiempo, y empezaron a trabajar muy en serio por lo que soñaban. Este gran grupo fue encontrando sus ritmos, y se organizaron como hormiguitas para llegar a sus metas.
Un día, se descubrieron cantando en otras comarcas. ¡Sí, podían hacerlo, podían cantar! Y contagiaron de música y alegría cada lugar por el que pasaron. “Juntas y en armonía, podían sentir el placer y el orgullo de expresar la música”. Como en todo bicherío, algunas se destacaban por su disposición, laboriosidad y buena onda; y otras sumaban con su presencia; todas tenían algo para aportar, con mucha alegría. Y la gente se pone a murmurar: “¿Esclavas de la alegría? Hoy en día, gente mía, eso no es normal. Isso nao é normal”.
Mas no todo era alegría, armonía y felicidad; ‘no todo fue tan simple, claro como el cielo, bueno como el cuento que en la las dulces siestas nos contó el abuelo’. También se enfrentaban con batallas cotidianas: contra la muerte, la soledad, el caos, las enfermedades, el pasado, el dolor, los miedos. . . Pero: ‘altaneras, preciosas y orgullosas, pasan luciendo su real majestad. Cantan, la gente está aplaudiendo y aunque se estén muriendo no conocen su dolor’ Se concentraron tanto por luchar contra esos enemigos que descubrieron ciertas cosas, como mirar a la que estaba al lado, compartir, interesarse por la otra. Se olvidaron que cada una ‘era el fuego de ese hogar’. Construir una realidad  a partir de sus sueños no fue tarea fácil. Hoy no están todas la que empezaron a recorrer el camino, pero nuevas voces se sumaron.
Un par de mariposas que estaban de visita en el bosque las invitaron a un lugar mágico. Las cigarras, con algo de curiosidad, siguieron a aquellos extraños seres hasta una laguna de aguas serenas. Las mariposas les pidieron que dejaran por un instante de ‘vivir en pleno carnaval’, que se detuvieran en el reflejo que el agua mansa les devolvía, que reconocieran la ‘sonrisa hermana que cobijó su duelo’, que recordaran como era ‘sentir el calor de una mano amiga’.
Luego de unos instantes de reencuentro consigo mismas y con las otras, de compartir, de regalarse presentes hechos por ellas mismas, algunas expresaron en susurros distintas emociones: “Nunca nos habíamos sentido así”, “Cuántas cosas sin saber de mis hermanas cigarras”, “Deseo que se escuchen las voces de todas”.
Con estos sentimientos retornaron a su vida cotidiana, sintiéndose poseedoras de una gran riqueza cosechada en estos años de siembra, y sabiendo que tiene mucho por sembrar y recoger de aquí en adelante. . .
                                                
                                                             octubre de 2008  
                                    Verónica Laborda      Victoria Rivoira                                


                                                  Colonia, 14 de mayo de 2013

  


“. . .una mujer se ha perdido, conocer el delirio y el polvo. . .; historias que quedan allí, ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar. . ., como un cuadro del viejo Chagal . . .”

Como señal de un enamorado, Silvio Rodríguez entra por la hendija de su corazón y la atrapa.

Y esta mujer, con sombrero o sin él, familia tras familia, fue desentrañando esa imaginación que ustedes tendrán hacia ellas, que nos agolpa, nos estruja, cuando las escuchamos.

María Concepción Fassini                           CONCE 






Quien ha recorrido por interés cultural, por amor a la música, tanto lo ha hecho por dejarse transportar en sones melodiosos de una voz que dulcemente recorre y embarga sus sentimientos, no habrá dejado pasar su oportunidad, de oírla. Digna de una calidez sensible en su timbrado en la voz, no me lo niegue, usted, habrá criado como a un hijo, un apego especial, hacia este ser  humano, que deslumbra con sencillez los escenarios del lugar en que se halle cantando.
-          Te he encontrado varias veces en la vida por diversos motivos. Cuando nos conocimos, allá por los noventa junto a tu hermana melliza Rossana que era, con quien más acercamiento tenía, en realidad, empecé a descubrir tu musicalidad, inspirado por el seguimiento de la cultura escuchando a la orquesta municipal y creo que sin saberlo empezó la sociedad de nuestra comarca a descubrirte, como una  cantante real. Ahora ya en estas épocas, de vernos más frecuentemente, pues a tu oficina de trabajo debo de concurrir casi semanalmente por mis actividades en el área de cultura; siempre me atiende ‘Conce’. Gracias por recibirme y por participar de este proyecto mío para con ustedes.
-          ¡No! Por favor, las agradecidas debemos ser nosotras.
-          Conce, tu perfil musical, se traduce dentro de lo que podríamos llamar música popular urbana. ¿Es así?
-          La música para mí, no tiene país, no tiene fronteras. Une pueblos, une culturas. La música te cura.
-          A ver, a ver. . . ¿Cómo es eso? Cuéntame un poquito más a ver. . .
-          Sí, sí, totalmente. Lo he comprobado en persona, es mi mejor remedio. Hice un tema casualmente, que lo denominé ‘Música’ y habla de lo que hace en mí la música, creo que en todas las personas. Sí, seguramente que sí, en todas.
-          ¿Crees en la músicoterapia, entonces?
-          Tal cual.  cualquier problemita que haya en los seres humanos, al que no escapamos, todos de alguna manera poseemos algún conflicto interior, la música es la mejor manera de evitarlo. Quien tiene posibilidades de hacerla o crearla, te subes allí arriba, de un escenario, metafóricamente hablando, pues el mismo puede ser en tu casa, con guitarra en mano, si es tu instrumento, y a mí me cura.
-          Crees en la resolución de los problemas por medio de esa vía.
-          No cabe la más mínima duda. Para estar sano de mente, de espíritu de corazón, la música.
-          Volvemos a lo anterior, trasciende al ser humano, y ayuda a desmitificar esas fronteras que nos auto imponemos. Más aún si ayudamos a otro sin miramientos.
-          Poder compartir con la gente, a mi encanta que me escuchen y me aplaudan, cuando es con un aplauso sentido, claro. Porque uno después de tiempo en esto de hacer música, se da cuenta cuando hay energía, cuando el calor se desprende de las manos del otro cuando llega el reconocimiento.
-          ¿Reconoces los diversos aplausos?
-          Claro. Uno detecta.
-          ¿De todo esto se desprende, que estás componiendo?
-          Sí, estoy escribiendo y componiendo, mis propios temas, para que el público los conozca, está muy bueno también.
-          Retrocediendo un poco o mucho (risas) en el tiempo. Cuéntanos, que memoria musical tienes tú de ti misma en la música.
-          Toda la vida. Te digo más, no tengo memoria para algunas cosas que sí me ha contado mi mamá. En el tiempo que antes se grababa con la cinta, nos contaba que ella nos había grabado a mi hermana melliza y a mí.
-          Como estamos haciendo ahora, de la misma forma. (Risas en forma desmesurada, hasta llegar a la carcajada)
-          Si éramos muy chiquitas obviamente, vivíamos en Carmelo. Y yo no recuerdo nada de eso obviamente. Ella dice que tenía una grabación y nunca la pudimos escuchar, pues una señora que nos cuidaba se la dio a los nietos para jugar. Obviamente, concluyó en que la señora fue despedida, con bombos y platillos, fue despedida. Así tal cual.
-          ¡Con musicalidad!
-          Era un recuerdo para mi madre que no pudimos tener, a sabiendas como amaba mi madre la música, y realizadas por sus hijas, con esa preponderancia por medio. Igual viviendo en Carmelo, mamá nos regaló nuestra primera guitarra.
-          ¿Vivieron, hasta que edad en Carmelo?
-          Hasta los diez años. Te decía en realidad que la guitarra fue destinada a mi hermano Gustavo y a mí, que éramos los más afines a la música. Andábamos cantando por ahí a pesar de que éramos muy tímidos. Y ese creo que fue nuestro comienzo.
-          María Concepción, pasó por muchas etapas en la música.  
-          Muchas.
-          ¿Debido a qué tantas etapas?
-          Debí decir, ‘muchos grupos’, no ‘etapas’.
-          Siempre dentro de la música popular, a ello nos referimos.
-          Exacto. Si yo siempre recorrí el mismo camino musical. Gracias a Dios, mi camino, ha abierto sus puertas cuando ve que viene esta o aquella persona transitándolo.  Siempre me ha dejado pasar. Es muy benévolo, mi camino. Acá, allá, donde sea. He realizado mis espectáculos musicales en donde a veces he tenido que saltearlo por momentos; porque veo que hay que encauzar algo nuevo, en ese momento y en ese lugar. A todos nos gusta triunfar.
-          Pero tú haces lo que quieres y disfrutas con ello.
-          Si realmente es así y me hace muy feliz.
-          ¿Volviendo a un momento que nos quedó allí detrás; has pasado por muchos grupos musicales?
-          Exacto. De chica a los once años tuvimos un grupo que habíamos denominado ‘Los Picapiedra’. Éramos tres hermanos, Gustavo, Rosanna y yo y teníamos un bajista a ver, Núber era el nombre. . ., no recuerdo el apellido. Luego estaba José Carlos Berrutti en guitarra, Caco Boné en batería.
-          ¿Toda gente de Carmelo?
-          No, no de acá y lo formó Néstor Echecopar. Después mi hermano, entró a tocar con él, en la orquesta de Plátano. Y nos llevó a las mellizas Fassini. Hablaron con mamá y les dijo: ‘ . . .bueno si está Gustavo y si van las dos. . .’ y con la promesa de que nos iban a cuidar mucho. A los dieciséis años, entramos a cantar en la orquesta de Plátano. En realidad y modestia aparte, fue un boomn y aparte debutamos en el Club Huracán de Riachuelo y con un aditamento imperdible para aquella época, ‘luz negra’. ¿Te imaginas. . .?
-          Nooooo, impresionante. (Risas por doquier)
-          Si, muy cuidada, por el hermano que era un año mayor nada más. (Las risas brotaban a carcajadas)
-          Si hubiesen estado vestidas de blanco quedaban ahí de frente y perfil, vuestra primera exposición pública.
-          Estuvimos un tiempo allí. Más tarde formamos nuestra propia orquesta, la que llamamos ‘Cenizas’, bueno también, estaba el papá de mi hija, mi hermana, mi hermano, Daniel Sobrero, Guillermo Gatti en guitarra, en percusión Diego Viera, mi cuñado.
-          Lo hacía, a Guillermo en percusión, tocando tamboriles.
-          No pero, Guillermo tiene un oído privilegiado. Toca la guitarra como los dioses. Y después bueno, ya se vino la orquesta municipal. Sí antes de formar ‘Cenizas’ estábamos en la orquesta municipal y eso fue gracias a Jorge ‘Negro’ Iglesias, él nos dijo mira que van a hacer una prueba, están buscando cantantes pues habría espacio dentro de la misma ya que un integrante Wilson Vega trabajaba como solista, tenía solamente un año de formación la misma y allí nos tomaron pruebas estaban recuerdo: Silvia Maddalena, Fernando Maddalena, Marcela Hernández, Enzo Boschetti, Rossana Fassini (la hermana melliza) y yo. Fue más gente a probar, claro, pero quienes quedamos fuimos nosotros. Recuerdo cantar con Daniel Maddalena en el piano, luego se sentaba en el banco largo, nos hacía cantar diferentes temas. Así quedamos. Yo tenía veinte años.
-          Siempre con el Maestro Nelson García Prieto.
-          Sí. Aunque, recuerdo que antes al principio de la orquesta fue. . . a ver. . . Correa, claro fue Correa. Pero en esa época no estuvimos nosotros.
-          Claro. ¿Correa quien fue maestro director de banda del Ejército de Colonia?
-          Exactamente. Si yo estuve quince años con Nelson allí en la orquesta, hasta que decidí hacer otra cosa con la música.
-          ¿Abrirte. . . de corazón y espíritu musical?
-          Efectivamente, pues a quien le gusta esto, es diríamos. . . como. . ., meter su propio bocadillo. Hacer del canto lo que mi me gusta y sin animarme aún. . .
-          Una experiencia más que saludable, Conce. Aparte viajando por diversos lugares del país.
-          Sí. Lo de la Orquesta fue genial, nunca lo olvidaré. También viajamos a la Argentina, aparte con grandes músicos, viendo, escuchando otras culturas musicales, otros desenvolvimientos de diversas armonías con muy buenas experiencias y también de las otras. Allí contraje nódulos, no teníamos profesores de canto. ¡Cantabas. . . y cantabas! No había una educación de la voz. a partir de ello, empecé a estudiar.
-          Interesante la educación de la voz.
-          Fue realmente apasionante para mí. Mis primeras armas en el armado de la voz fue en Carmelo con un Profesor, Grosso de apellido, y en esa época nos vino a visitar una soprano que, me sabrás disculpar pero no recuerdo el nombre en este momento. Con ella hicimos algunas ‘master class’, en Montevideo y acá en Colonia también, siempre buscando ayuda de profesionales y demás. Bueno hoy por hoy, tengo un buen trabajo acá en la Dirección de Cultura y de hecho estoy dando clases de canto
-          ¡Qué bueno¡ Eso hace falta en nuestra ciudad.
-          Después de varios pedidos de la gente. Sí, me preguntaban y me dije nunca se me hubiese ocurrido  hasta que un día dije, bueno, voy a dar, por otra parte enseño lo que aprendí y eso está bueno. Aunque te diré que una cosa es aprenderlo para tu persona y otra cosa es darlo. Traté de prepararme en eso, como trasmitirlo a otras personas. Y ese ejemplo de vida, me sirvió para nunca más tener nódulos en las cuerdas vocales. Los disolví con ejercicios. Te imaginas, lo que significa para un cantante tener las cuerdas vocales limpias es tener tu herramienta de trabajo en orden.
-          Realmente interesante, pues al poder realizarlo te sentís en plenitud.
-          ¡Claro! Quienes cantamos, no nos damos cuenta, pues al tener un don natural, que es justamente el canto. Creemos que es solo esforzarnos un poco y nada más. ¡No! Debes de estudiar canto y allí te das cuenta que nada que ver con lo que tú puedes llegar a realizar sin haberlo estudiado, el esfuerzo que haces sin el conocimiento previo y lo fácil que te resulta después de adquirirlo. Se daña muchísimo el organismo. Todos los instrumentos hay que afinarlos y cuidarlos y a las cuerdas vocales, mucho más.
-          Cuando terminas la etapa de la orquesta municipal. ¿Qué pasó allí, como transcurrió tu carrera?
-          Allí formamos un dúo con Luis Vergara. Luis y Conce que tuvo, muchísimo éxito. La gente me dice hasta el día de hoy que nunca van a escuchar otro dúo tan bien concebido y esas voces que se esamblen de esa manera. Y yo, modestia aparte, comparto esa apreciación. 
-          Pienso lo mismo, un brillo propio, con una delicadeza y finura, propio de grandes cantantes.
-          Pensaba en este momento, mira lo que es la vida, estuvimos años en la Orquesta Municipal, un solo tema cantamos juntos.
-          Él estuvo mucho tiempo allí.
-          Si yo me fui mucho antes. Después se fue Luis.
-          Hicieron un gran trabajo.
-          Tú lo has dicho. Ejercimos un trabajo arduo. Muy trabajadas las voces, con esfuerzo y laboriosidad. Pero realmente tuvimos tanto trabajo cuando decidimos salir al público que nos parecía mentira tanto éxito.
-          ¿Recorrieron varios caminos en este país y en los aledaños?
-          Sí. todo el Uruguay prácticamente, varios teatros y varios boliches en Buenos Aires y parte de la Argentina. Estuvimos un mes en San Martín de los Andes, que nos llevaron, vivir en esos lugares un experiencia fantástica.
-          ¿Y el público de pie aplaudiendo?
-          Vos sabes que sí.
-          Claro me consta, cuando los he visto ha sido así.
-          Después decido retirarme del dúo, seguir como solista.
-          ¿Y él también?
-          Sí, sí él también, ha tenido muy buen éxito.
-          Vos sabes lo que dice la gente. Por ello te elegimos como una mujer representativa de la música coloniense. Una luchadora de la creatividad musical.
-          Si me considero una luchadora por la música en general. Allí es donde me animo a hacer mis temas. Casualmente, uno de los temas que tengo que se llama ‘Llegaste a mí’ lo hice cuando nace mi hija. La veo jugando un día en el corralito y allí agarré una lapicera y di comienzo a la letra de esta canción. Nunca me había puesto a escribir. Pues tengo eso que canto temas de grandes autores. Me gustan las buenas letras. A mí siempre me costó inspirarme. Pero como empecé armar mis propios espectáculos, digo ‘acá meto este tema mío’, y bueno como la gente lo aceptó, fui metiendo uno y otro.
-          ¿Y algún espectáculo en particular, como solista?
-          Hago teatros en diversos lugares. Y en Montevideo con mi espectáculo ‘Latino yTango’ con muchísimo éxito.   El montevideano con el tango se enfervoriza, te diré,  a mí me gusta el tango. No es lo que más me gusta. Pero como tengo la libertad de elegirlos, cuando los canto ya estoy disfrutándolos, debido a esa elección a que hacía referencia. Si estoy haciendo eso.
-          ¿Y. . . ahora?
-          Haciendo de la música, mis gustos personales dentro de ella, si Dios me da posibilidades, seguir mi camino  hasta que pueda y después también, vaya a saber que se encuentra uno después de esta vida y si se puede seguir allá, disfrutando de esto.
-          Tuviste oportunidades para irte.
-          Pues a veces se pregunta uno: ¿Por qué en determinadas ocasiones, no te fuiste? Y la respuesta es, por que vos elegís eso. Elegís que no quiero por determinado valor afectivo, por ejemplo. En mi caso mi hija. Dije me quedo y aquí estoy.
-          ¿Qué edad tiene tu hija?
-          Treinta y un años. Cuando me pude ir reitero, dije no, y después la pasé muy bien acá. Seguí trayectoria. Mi hermana me decía Conce ven a España, que aquí hay diferentes posibilidades para tu vida.
-          Claro pues ella canta allá.
-          No. (Risas) Yo le decía, mira Rosanna, yo mientras pueda hacer lo que me gusta acá, no me voy. A no ser que me quede sin trabajo y sin nada, no lo dudaría. Pero como la música es universal así como el mundo es de todos. Yo con ella me voy a sentir bien allá, acá o en cualquier lado.
-          Totalmente.
-          Si te tocó vivir acá, disfrutemos el mundo acá. Si fuera por mis descendientes tendría que estar en Italia. Mis abuelos vinieron de allá. Tampoco tengo ese apego.
-          Pero fíjate que si será como tú dices, que han venido japoneses a cantar a Cosquín, Córdoba, Argentina, uno de los más tradicionales y reconocidos festivales de música popular urbana desde hace cincuenta años en Latinoamérica y han  logrado hacer música folklórica y se han llevado premios, queda demostrado entonces que la música es hipersensible y trasciende fronteras, sin que se apegue a ninguna región. Es formidable.
-           A veces cuando dicen las raíces son lo más importante. Claro uno nunca va a tener desapego con sus raíces, en realidad no deberíamos mostrar más de lo que uno hace musicalmente, pues allí están las raíces propias dentro de la música. Si se quiere saber más acerca de ellas, están los que escriben y estudian sobre esto. Me gusta absorber y aprender de otros lados lo interesante o sobresaliente del lugar o zona geográfica en que me encuentre. Pero también digamos, no debo ser hipócrita en eso.
-          Algunos autores de preferencia.
-          Para mí, sin cambiar nunca, pues desde chica lo sentía muy cerca de mí musicalmente hablando: Silvio Rodríguez. Recuerdo que Sabrina me decía: ‘. . .me atomizabas mamá con Silvio’  y al día de hoy canto, canciones de Silvio.
-          ¿Tu hija canta también, profesionalmente?
-          No. Noo. Pero tiene muy buen oído, diría un fino oído musical. A veces me ha dicho:                         ‘. . . desafinaste acá’, el error más mínimo se da cuenta. Cuando a veces canta conmigo, la nota se le dispara y la tiene que andar corriendo. (Risas).
-          ¿Sólo Silvio, Pablo Milanés, como ejemplo?
-          Me gusta Pablo y mucho. Pero Silvio sin conocerlo, es como. . ., que fuera un pariente mío ya. . . porque tanto escucharle, a veces como que hablas con él. . . (Risas)
-          Nunca investigaste sobre la nueva trova cubana
-          Vos sabes que no.
-          Hay otros autores muy interesantes dentro del movimiento que han recalado en un muy buen puerto musical como Augusto Blanca fundador de la trova o José Pepe Sánchez, Vicente Feliú, Fran Fernández, o Enriquito Núñez entre otros.
-          Escucho todo lo que puedo, pero. . .
-          ¿Y algún otro? No siendo de esa formación.
-          Me gusta mucho lo que escribe Sabina y admiro a Serrat, Mercedes Sosa, Sandra Mihanovich, Rosana, me gusta Piazzola, Goyeneche y de ellos me prendí en el tango.
-          Lo del Polaco es incomparable.
-          Sí. Le llegó a todo el mundo Goyeneche. Al anciano, al joven, a todo el mundo le paso eso. Era un tipo que te contaba, te hacía sentir el tango, con las interpretaciones que hacía. Eso creo de Goyeneche.
-          Ta familia, toda dedicada a la música.
-          Sí, mi hermano Gustavo tiene excelentes composiciones realizadas. Mamá toda la vida cantó. Mira los cuatro hermanos cantamos. Y mamá que fue ganadora de festivales de Durazno, en el Festival de Canciones a mi Patria, con canciones propias. Interpretaba como solista. Mamá vive acá, en Colonia. Un día quiso cantar conmigo en el Teatro Bastión del Carmen, pero tenía un problema en su rodilla que no la dejaba vivir y no se animó a subir las escaleras y postergamos su actuación.
-          ¿Y. . ., como es el nombre de ella?
-          María. Doña María Orfilia.  Aparte de ser cantante, tenía un muy bueno oído musical. Herencia total.
Bueno, allí quedé destrabando mi pequeño grabador bajo el frondoso roble. Y a la espera que Doña Orfilia nos reciba en su casa. . . , algún día.



                                                Colonia, 14 de mayo de 2013
  

‘. . .si te cabe el cielo en un abrazo, siempre habrá una estrella para ti, si catorce vidas son dos gatos, aún queda mucho por vivir. . .’

 ¡¿qué cómo?! ¡qué Fito & Fitipaldis, le saben bien!

Como una niña, la vemos, entre ellos, sociológicamente enredada por los vidrios de algún mundano ruido que asemeja a que vuele por sus convicciones de vida. . .


Seguimos en Colonia

Valeria Boné Carro                                      Valeria Boné




-          No te voy a pedir los años, pero sí las décadas. . . (Risas a discreción, de los dos)
-          ¡Cómo no! Tres décadas y dos, jua jua jua, nos recontrareímos de alegría.
-          Decime que te ha llevado a este camino musical, pues lo que yo he escuchado de ti, me ha resultado muy bueno. Tienes un futuro con esta situación de hecho en la que te insertas,  lo considero muy interesante por ello deseo quede plasmado en este humilde libro de mujeres cantantes.
-          Vamos a ver. Je je. Cuando entré en esto. . , la música es mi compañero (en este caso), desde siempre, antes de empezar a tocar y cantar; escuchaba mucha música. Elegía los temas que me gustaban, sinceramente viví la época del casete y grabar de la radio esperando el tema que te gustara, apretar el rec y el play ya que no había en ese momento dinero como para comprar los casetes del o la cantante de tu agrado. Entonces sí, digo y afirmo que la música ha sido mi compañero de horas circunstanciales de vida. También ha sido un medio de comunicación recíproco. Cantar siempre me gustó, en el baño o en el cuarto prendía la radio y cantaba y canto aún, los temas que me gustan. Y hacía eso básicamente, de chica me compre un micrófono y como la radio también amplificaba cuando uno le adosaba el mic, cantaba sobre el tema que salía en la radio.
-          Y te salía bien la opereta.
-          Claro, ponía el casete (si lo tenía) y cuando echaba a rodar el mismo, yo cantaba sobre el cantante, pobre, a quien le tocara tal situación de mi locura por cantar. JA JA Je je!!. Todavía, con el condicionante, que como siempre me gustó la guitarra, también metía la viola, entonces era completo aquello para mí. Tuve así la posibilidad de poder cantar. Pues es muy difícil cantar a capela. ¿Verdad? ¿O de qué manera uno canta? Me preguntaba yo. Y. . . bueno, esta fue mi oportunidad primera, acompañarse uno mismo.
-          ¡Qué buen inicio! Nadie hasta ahora de quienes he entrevistado se ha iniciado en el canto de esa forma. Hacer un sobremontaje, diríamos muy cineásticamente hablando, ¡está muy copado che!
-          Si había solo que enchufar el eléctrico que todavía perdura. Ja, ja, ja (Risas varias de ambos). De esa forma arranqué, es en realidad, como que la música me ha identificado. De hecho te cuento como anécdota de vida, muy valedera por cierto; yo nací de seis meses. Fui seis mesina, entonces, estuve dos meses en Montevideo en el Centro de Prematuros, donde me decían que la compañera más grande que teníamos era la música. Te dejaban con una radio prendida para armonizarnos e insertarnos en  el mundanal ruido.
-          Ambientarte.
-          Claro como si estuvieras en la panza pero insertados en la realidad. Yo estimo que de allí, o tal vez no, pero es como que sentí siempre esa atracción muy particular por la música, con la que me conecto a cosas que ni te imaginas. Yo hago teatro además. Este arte me fascina, me comunica también, pero con la música es de otra manera la comunicación.
-          El teatro y la música, diferentes artes y diferencia en públicos también. ¿Cuál de ellas es más intimista, te llega a  profundizar tu ego, satisface más tus convicciones?
-          Es como, difícil la comparación, pero. . ., si tuviera que elegir como algo íntimo, sería. . ., la música. El teatro para mí ha sido más colectivo, desde la familia del teatro y la creación, la música en cambio tiene una creación muy personal. En este momento, de hecho, estoy tocando sola, guitarra y voz así que son mis sonidos vocales y el instrumento.
-          ¿Cómo fueron los primeros pasos en guitarra, como sacaste y emitiste tus primeros acordes y arpegios hasta llegar a concretar una canción completa?
-          No fue fácil, pues no tenía conocimientos musicales y no fui una habilidosa de la guitarra. Hay gente que se sienta, agarra la guitarra y naturalmente, le sale solo. En mi caso, tenía amigos que tocaban, empecé con la guitarra, en la misma época en que con el teatro, estaba terminando el liceo, mi compañero de banco me enseñó los primeros arpegios. Tenía amigos que también tocaban así que lo primero, fue escuchar. Gustavo Gómez, Mauro Carrecelas que, en forma conjunta hacíamos teatro y después de cada ensayo, había una guitarreada y allí me fui prendiendo. Veo una guitarra y me atrae, me atrae en serio, ellos me fueron pasando unos acordes y mi abuelo me regaló mi primera guitarra. De allí en más no paré hasta hoy día con esto tan fascinante de la música y el canto. Totalmente autodidacta, digamos.
-          Así que el abuelo Carro, fue el primero que se   puso . . ., con la guita, para que la nieta se proyectara. ¡Qué visión, señor! (Valeria tiene ese don, reírse desde su juventud. A mí, me encanta reír, junto a la juventud Jo! Jo! Jo!)
-          Sabes, el abuelo tenía un hermano que vivía en El General y él hacía guitarras, las arreglaba y bueno de allí salió mi  primer guitarra. Una vez que tuve la guitarra en casa digamos que, la relación se personalizó con ella. En mi caso por elección pura y por otro lado que las cosas se han dado así. He trabajado a solas, porque era entrar al cuarto mío cerrar la puerta y arrancar. Sacar de donde pueda e ir armando y hace un par de años que siento he logrado como una conexión no solo personal  sino que bastante auténtica. A veces, uno tiene que, tocar, y lo demás va llegando con el tiempo yo he logrado de modo muy modesto, sentirme cómoda con ambas cosas, tocar y cantar, como la revista ‘toco y canto’ ¡je je!
-          Después que aprendiste a tocar los primeros acordes, como La, Sol, Do, Re, Mi , y sus dominantes y séptimas, etc. ¿Adentraste tu personalidad buceadora, hasta a veces extravagantes  lugares musicales, con alguien académico?
-          No, realmente, nunca tuve la intención de buscarlo tampoco. Me fascina y admiro a la persona que agarra un bajo, un piano, una guitarra y veo que sabe y toca. Pero me siento muy cómoda en este amateurismo, muy propio. Soy consciente de que también tiene la limitante  que el campo de acción musical es muy reducido. Es decir el conocimiento es el que uno se quiere dar en la vida, y mejorar aprendiendo más. . .
-          Bueno Vale, nunca lo sabemos. . .
-          No. No. Claro, nunca lo sabemos, pero básicamente, al estar con otro, es como una puerta más.
-          Sí. A veces sí, a veces no. Mi experiencia personal allá por el sesenta y cinco (!faaaa que de años!!; me descubrieron la edad!!  Jijiji!!) te diría, empecé guitarra clásica a los nueve años hasta los dieciséis. Comencé de nuevo a hace tres años, en un conservatorio aquí en Colonia que demuestra ser muy catedrático. No obstante, a mi este año dos mil trece, me querían hacer estudiar lectoescritura que ya lo había hecho en mi primer año, y si no lo hacía, no me tomaban prueba a mediado de año como se hacía siempre y no me tomaban el examen de fin de curso. Entonces. . .,¿eso es incentivar cultura musical, con aditamentos externos nocivos e imperativos para el alumno, aunque sea viejo? Por ahí con la relatividad que toco, podría decir toco en algún lado, no lo hago. Lo que si llamó mi atención fue tu música, la afinidad con los temas que realizas y cómo los interpretas. No todos pueden lograrlo. Fue mi punto de in flexión musical con aquella niña que realizaba teatro junto a la mía y te veía como una hija más. Hoy veo esa niña, ya adulta, con la misma sensibilidad para con la música. Por ello, la pregunta si te adentraste a la parte académica de la misma, aunque sostengo que en tu caso si te metes en el trasfondo de la cuestión musical, ¡ah! yo creo que la embarraríamos ¿No?
-          O pertenece a otro caso que no es el mío. Es como te decía hoy, en su momento, no fue como una elección razonada o muy clara desde el principio que pudiera tomar por este camino, solo se fue dando por diferentes factores y lo que sí me pasa hoy, es que disfruto mucho del aprendizaje que he realizado y cómo lo he hecho, si estudio música que podría también hacerlo, no me influenciaría demasiado. Me siento muy cómoda con lo que hago y en este lugar donde estoy y con mucha libertad. Es lo que yo hago. A la hora de estar presentándome al público, es al revés, me brindo y es lo que tengo. Brindo lo que soy a los demás a partir de los conocimientos que yo tengo de la música que son hasta a veces intuitivos de la misma. Eso que vos decís de los tiempos, los silencios, no es algo aprendido en la técnica, sino como yo lo siento, lo escucho y luego lo ejecuto y trasmito.  Lo que aplico no lo hago desde el ritmo, la métrica, ni nada de eso, ponle el nombre que le quieras poner a lo que pase ahí.
-          Y el efecto de las letras de tus canciones.
-          Yo toco covers, letras de otros músicos, bastante variado, creo que lo que los une, no es el género, justamente son aquellas letras de canciones que uno siente que te conmueven, suenan a verdad, que te hacen ruido. . ., un Charly, Fito & Fitipaldis, son letras que movilizan, y de allí parte la canción y después. . ., tengo temas propios que. . ., los camuflo je, je, (pequeñas risitas), entre medio de los covers, pues a estos no los conoce mucha gente tampoco, no son de lo más popular. Ello permite ir mechando mis temas, sin hacer distinción evidente, no digo este tema es mío, cuando lo hago.
-          Por ello elegimos de que estuvieras presente. Soy reiterativo, lo tuyo se diferencia de lo que uno está acostumbrado cuando va a escuchar cantar, y ahora en la entrevista, a diferentes colegas tuya. Refiriéndonos a géneros musicales hay cuatro o cinco diferenciados; pero dentro de ellos, hay una variedad infinita de subgéneros y cada vez, se agregan más. Justamente dentro del género popular urbano, lo tuyo es muy diverso o digamos moderno y simple. ¿Con qué cantautores, te sentís identificada?
-          Bueno como tengo la limitación de cantar y tocar, por ahí, hay temas que me gustaría llegar a hacer. . ., Zitarrosa por ejemplo o Silvio Rodriguez, me fascinan, pero a la hora de poder incorporarlos, cantando y tocando, lleva una complejidad que. . ., ¡aún no! . . ., no sé Darnochauns, me llega mucho.
-          A ver: ¿Y Mateo?
-          Vos sabes que con Mateo me pasa algo, no soy muy conocedora de la obra de él. Me gusta, pero me llega a través de Fernando Cabrera, que hace temas de él, tímidamente me acerco, pero no toco su cancionero. Sí creo, que. . ., mis comienzos como te dije fueron de ir cantando encima de temas desde la radio, Mateo es un músico muy cargado de un estilo tan personal y con disonancias y músicas llenas de contenido.
-          Y ahora que pasaron unas páginas, tírame otros de aquellos que te encimaste discográficamente  para ser quien eres hoy como cantante.
-          Faaaa. Mirá (Comienza nuevamente su risita de pequeña pícara. Ji, Ji,. . .) Oveja Negra y Pastoral por ejemplo. ¿Con estas te maté. . .? Ja Ja Ja!! [Risas plenas, de conocedora de que yo, aunque le dijese que sí,. . . no los conocía, a los grupos. (Jo Jo!!! estas fueron risas mías)]. Virus.  Je Je Je!! Con este te agarré bien parado. ¿Verdad? (Sabía que yo lo conocía) Abuelos de la Nada. Y ellos también, fueron mis comienzos musicales, me empujaban desde su discografía como diciendo: ‘!Dale vos podés!!’
-          Impresionante, la enseñanza de vida que dejó Miguel Abuelo como Argentino, muy similar a lo de Mateo en Uruguay. ¿Verdad? Dejaron su vida trunca, en la mitad, por y para la música.
-          Bueno como uruguayo, también El Príncipe, Gustavo Pena, que hace canciones de Zitarrosa y de Mateo, con una autenticidad, que no pasa por la música que se vende, sino por la expresión lisa y llana y con su forma de brindarse al otro. Y allí si te diría que tengo como varios puntos de encuentro. Pero en la música a la hora de tocar, no hay una selección consciente del repertorio. Es decir, no está aquello que yo diga, quiero tocar tal canción, por allí, me llega la canción, o una melodía de algún lado, investigo, la busco en internet, saco la tablatura, pero lo que más disfruto no es sacarla para mi repertorio o la obligación de incluirla allí, sino que me va llegando, lo voy haciendo mío y tiene como su ritmo. Hace tiempo que ando como con estos temas, te decía Fito & Fitipaldis y otros y no se me hace aburrido pues cada vez les encuentro más vueltas, más conexiones. . .
-          Cuéntame un poco más algo que habíamos quedado desconectados más arriba, el tema composición literaria.
-          Sí, en realidad Horacio, escribo desde siempre. Desde chica cuentos, poesía; leer, ni te digo, Benedetti por ejemplo siempre, me iba a la biblioteca del liceo. En mi casa no había libros, no se consumía para nada ni lectura ni música. Como elementos cotidianos digamos. Y allí, me sentaba a copiar los poemas. Después me puse a escribir canciones, en ese momento que aprendía guitarra y con sólo dos o tres acordes, me largué como hacer mi primer canción y. . . nada. . ., trato de que las canciones que componga hablen de mí, de lo que me ha pasado, historias de vida digamos. Si me propongo elegir el repertorio, elijo canciones que tienen que tener ese trasfondo de verdad o sobre mi vida o ya sea que las vivió el otro pero que denotó la verosimilitud de los hechos y por eso me llegan y las transformo en canciones.
-          Es como que la injusticia se te arrima y tú tratas en ellas (las canciones) de desdoblarlas, transformándolas en justicieras.
-          Si además de esa justicia de vida, el amor. . ., ¡qué sé yo! Sí, también me pasa con el teatro, es como tener algún  peso social, tiene uno identidad, una forma de pensar, una política. . . Bueno, yo siempre digo que el teatro, o la música, te están brindando el espacio, como para poder decir algo. Entonces uno vive ese espacio y me parece más que importante crear cierta conciencia social. Igualmente en el momento de elegir una obra, elegir un personaje desde: ‘el que decir’, eso es tenido en cuenta por mí. En el caso de la música es así. De hecho  algunas canciones, son mezclas con poesías, con textos propios o de autores, y siempre es como que me tomo un ratito para hablar de temas así, de índole social digamos.
-          Bueno, que es justicia de vida en definitiva.
-          Sí. Sí. claro.
-          También debemos recordar que tu influencia de profesora de sociología, hace que: “tu cuidado social”, sea para con la sociedad (valga la redundancia) muy fuerte y tratando por medio del arte, influenciar poniendo en evidencia esos valores. Por ahora, sola musicalmente. ¿Pero podremos ver algún día a Vale junto a otros músicos, en un dúo, un trío, o una orquesta sinfónica? Jua Jua  Jua (Risas fuertes de los dos)
-          No es algo que descarto. De hecho, cuando empiezo a tocar la guitarra a los diecisiete años lo que más me movilizaba era la presencia de los otros junto a mí, como la idea de formar un conjunto. Pero como este camino sigue tan individual. . ., no obstante, hay propuestas y yo tengo muchas ganas. Convengamos que se abren otras puertas a nivel colectivo, pero bueno, hay que experimentar y hay que ver,  existe como una identidad muy propia, en lo que hago, que para poder fusionarse con otra cosa, habría que ver cómo sería.  Es como conseguir pareja!!! Jejeje JoJo jojojo!!! (Risas fuertes de los dos) Hay que ver cómo pasa y con quien pasa, pero en fin. He tocado en el Buen Suspiro y sigo haciéndolo, hoy toco allí y me acompañará Cazón en flauta y otras veces Mauro me ha acompañado en guitarra.
-          ¿Y fuera de la localidad, has hecho alguna incursión?
-          Sí, he partido hacia otros lugares. Tuve una invitación de jóvenes que hicieron un campamento en Atlántida que se llama “Que Entren los que Quieran”, allí van diversidad de asociaciones de jóvenes. Fue un fin de semana, hace algún tiempo, donde se dan charlas sobre  diversos temas sociales, querían aparte contar con algo de música, teníamos una conocida en común entre organizadores y yo. En primer momento dije que sí, después en el afiche, terminé siendo la “Telonera de Labarnois- Carrero” y me dio un poco de cosa (Risas a granel!!). Realmente estuvo muy bueno lo de Atlántida, después tuve una invitación en San José, al Balneario Kiyú, que después a último momento se suspendió debido a la inestabilidad atmosférica que no dejó hacer el festival, debido a que era al aire libre. Después acá en Colonia, siempre en la vuelta. He tratado de salir un poco de lo convencional, pues tengo como mi casa propia de canto que es, como dije ‘Buen Suspiro’ de un amigo  Wilde Raymondo que llamo y le digo: ¿Hoy puedo tocar?  y al toque estoy allá. No lo hago con la idea de dar un show, sino que lo hago con la necesidad de expresar. También estuve tocando en el Hostel y el Restaurante Mata Mala, alguna tarde en Casa Grande. Han salido  varios lugares y otros espacios no convencionales, hay una tienda que vende discos allí en General Flores, ‘El Abrazo Tiendita Cultural’  Si, el hecho de ir revolver las cosas, los discos, etc, y debido a la amabilidad del chico  que atiende le dije un día mira yo toco los temas que vos vendes, puedo venir un día a tocar algo si no te incomoda. Me dijo que sí que poníamos una silla en la vereda y así lo hicimos, justo pasaba Mauro Carrecelas y así que ya también paró  guitarra en mano (pues es su compañera) y tocamos los dos allí, sacó algunas fotos, estuvo muy bueno. Veo que empiezo a generar cosas lindas, pero también comprendo que son momentos.
-          Tampoco te interesa participar en eventos en los que tengas que competir, en donde arriesgues un poco más.
-          No. La verdad que no va por mi lado. Me pasó lo mismo con el teatro, que si bien ahora justo este fin de semana, hay un encuentro regional, somos integrantes de ATI (Asociación de Teatros del Interior), si bien competimos en el tema de  la Bienal y obtuvimos un premio Florencio, que son instancias de competencia, no lo hicimos por la competencia en sí misma, terminamos allí por elección de los jurados a la trayectoria, la obra, etc. pero no lo tomamos como ir a la competencia. Y en la música me pasa lo mismo, no sería el camino en el que yo me insertase, sino que si viene algo será por otros medios pero no porque lo haya buscado, o quisiese ingresar. Por ello digo: buceándome interiormente, sí, he tenido un crecimiento propio, pero no tiene otra proyección más que eso.
-          Como mujer coloniense Vale, has crecido. A lo largo de toda nuestra charla te lo he reiterado, en todas las acciones tuyas, social y etnográficamente, lo has hecho.
-          Me veo hace quince años, con el micrófono sobre el equipo y discos, y me veo ahora dispuesta, en cualquier lugar, a brindarme de esta manera, sin duda, es el lugar donde me gusta estar, es como un momento de cambio de paradigma, no de paradigma, sino de seguir este camino y perfeccionarlo. Esto fue cuando estuve con una lesión  en la espalda y eso me llevó a estar como dos meses de quietud y no había mucho más para hacer que escuchar música y darle a guitarra y cantar. Siempre con el tema del teatro en medio, gracias a ello había hecho un curso de educación de la voz. El profesor hablaba de dos caminos, uno era búsqueda de la voz interior, allí hay una corriente propia que uno puede llegar a la armonización  y otro, donde la técnica es la que juega su papel, ella te informa el do, re, mi, fa, sol, la, si, entra por el oído el sonido y tu lo adaptas luego para salir de tu ser. Él, nos enseñó técnicas respiratorias que se ensamblarían con esa voz interior que es propia y decía: ‘el llanto de un  niño nunca es desafinado’ Dentro de esta filosofía que él manejaba, cuando uno empieza hablar imita a la voz de sus padres. Comienza hablar con imitación de sonidos, entonces realmente uno va amanerándose y tomando maneras de hacer las cosas, una de ellas es cantar o hablar no son maneras propias, en realidad, nos basamos en la imitación del sonido. Luego de grande, con relajación y respiración, realmente, uno puede encontrar ‘su voz cantada’ que así se denomina. Esa ‘voz cantada’, se desprende desde los músculos, desde la energía. Desde allí es más fácil liberar la afinación que todos tendríamos naturalmente. Y realmente todo este tiempo que pasé en reposo, ese tiempo me ayudo a tener esa comunidad, de decir esto soy en realidad. En mi camino, la tendencia fue escuchar siempre a otro, pues con el equipo a mi lado, cantaba junto a la voz de otro en realidad, no sé, Sandra Mihanovich como ejemplo, yo era la voz del otro. . . ¿No? Hoy por hoy siento mi propia voz, ese grado de comodidad lo he logrado y disfruto mucho de la obra que hago.
-          Todos disfrutamos de vos, pues cuando te escuchamos ya nos insertamos en ese mundo musical, tan dulce que ofreces. Uno se siente muy cómodo y muy a gusto con la vibración que se siente, cuando interpretas. No debes de abandonar este camino, pues vas a llegar a una etapa muy buena porque así lo demuestras. A veces es conveniente dejar a un costado algunos logros que algunos quieren o prefieren cuando llegan sobre un escenario y seguir andando el sendero sin añoranzas vagas. Simplemente, andarlo.
-          Sí. Así lo vivo y así lo siento. Sigo de una manera muy natural, no es algo que me cuestione, digamos. De la manera que lo disfruto y he pasado esta etapa que la veo desde el canto mismo, que el público esté satisfecho que yo disfruto desde mi silla de cantante; eso está bueno y a cada uno le llega a su manera.
-          Valeria, gracias por tu deferencia de recibirme, que hayas aportado para este libro en el que me inserté. Déjate algo dicho para quienes te van a leer, principalmente para aquellas jóvenes que les gusta el palo musical.
-          Yo diría, como en retrospectiva, de esa posibilidad de hablarse como, a uno mismo. Desde los doce años yo supe que detrás de la música había algo que motivaba mi ser. Entonces digo, hagan caso a ese llamado interior que se manifiesta y envía señales. Hay que tener confianza en uno y en su capacidad de aprender. Por mi trabajo,  tengo la posibilidad de vincularme con muchos jóvenes y allí veo en la escuela técnica (UTU) en el taller de música del Prof. Mendiberry, donde concurro para ayudar al profesor y para insertarme y aprender más de él y de los mismos alumnos, lo lindo de seguir este camino. Busquen en la música, que es una puerta interesante y muy válida. No olviden que mañana, por ahí hasta pueden vivir de esto, también como oferta laboral. Pero rescato el medio de expresión que es lo que yo experimenté y me ha servido muchísimo y lo sano que es. No estén pendiente del otro, háganlo por su necesidad interior, atrévanse algún día a estar frente al otro haciendo arte y verán el mundo que se encuentra delante de ustedes. Dense el tiempo para ver los frutos que recogerán. Me gustaría que hubiese más escuelas técnicas musicales con más profesores. Hay muchas personas tocando que necesitan un apoyo. Hay que tomar conciencia de ello.
-          Agradezco tu amabilidad y suerte!!!
-          Gracias a vos y adelante con el proyecto que está buenísimo.



                                                     Colonia, 29 de mayo 2013


De Colonia. . .a Durazno, pasando por Montevideo. . .,
viene cantando, cantando, a “Los cuatro vientos” con los premios retornando.

Esta cantora, auténtica y coloniense, define una historia de música hecha a esfuerzo, insertándose a nivel nacional con empeño de ama de casa que funciona cantando junto a la mesada.
Pero. . ., ¡¡se codeaba con los mejores!!!
Amigos, con ustedessss:

¡Graciela Arroyo!!                                  Graciela Arroyo

¡Fuerte ese aplausooooooo!
                                      
        


Nos encontramos en su casa, junto a su esposo. Sentados en el living, se me posó en la tarde fría de mayo, el gato, casi. . ., casi. . ., mezclado entre cenizas, lo desconocí, como gato, pues era gata, color cenizas.
Eterna, según Graciela tiene, como, quince años y espera que la lumbre  y el fuego le penetren su armadura regordeta.
-          Doña Graciela, bueno, como desconozco la trayectoria de muchas de las mujeres cantantes de mi departamento, espero que me ayude a develar si usted es tan amable, como ha sido la suya. Como comienzo dígame, para que la gente se ubique: ¿Cuántos lustros lleva vividos?
-          Setenta y dos. Veintidós de mayo de mil novecientos cuarenta y uno. No oculto mi edad. si la tengo para que la voy a ocultar.
-          Bien, bien, cuénteme cosas. . . de qué manera se
insertó en el arte musical, si estudió o no. . ., cómo fueron sus comienzos.
-          No, estudiar no estudié. Siempre me gustó cantar. al principio cantaba en la escuela, en el liceo, en la coral. Vengo de cuna cantora. Mi padre cantó siempre, el viejo Cacho Arroyo, y cuando era chica cantaba mucho con él. Tocaba la guitarra y cantaba con él. En la Coral Colonia, canté muchos años,
-          ¿En la época en que el Maestro Rodas dirigía, que creo fue quien comenzó con la Coral?
-          Sí, sino me falla la memoria, y con Eric Simon. Después empecé a cantar como solista. En Radio Colonia, me habían puesto un seudónimo: ‘Blanca Azucena’ (Fuertes risas de su parte).
-          ¿Cuándo Radio Colonia estaba por cerca o pegado a Orameco?
-          No, no, no. . ., estaba en el mismo lugar de hoy.
-          Claro, pues allí hay, una fonoplatea.
-          Allí dieron comienzos por decir de alguna manera, los cantos míos. Después dejé de cantar. 
-          ¿Tiempo corto o largo?
-          Un tiempito no más. Pero siempre, cantando en familia, en reuniones, que antiguamente se solían hacer mucho, y ahora casi  se han abolido, dijera yo. Después cuando empezaron los temas de: ‘El Uruguay Canta en Durazno’ o en aquí, en los certámenes ‘Colonia a los Cuatro Vientos’, allí yo estuve, pero perdí. Me ganó un muchacho de Tarariras
-          Año mil novecientos setenta y poquito. . .
-          Sí. Si, era de apellido Rostagnol, el chico, él fue quien me ganó, aún andan los recortes de ‘La Colonia’ (Periódico local) tanta cantidad de gente que se inscribía y participaba, fue una pena que se haya terminado. ¡Los años que se hizo. . .! ¡Y después. . ., cómo lo que pasa acá en Colonia, siempre igual!
-          ¿Y Colonia es muy complicada?
-          Lamentablemente sí, pues tenemos todo y. . . todo queda en agua de borrajas. Fue hermoso aquello, se hacía allá en el frontón, con una acústica espectacular y con tribunas techadas para sentarse, quienes lo vivimos por dentro sabemos lo que es. Después canté en la Bartolomé Hidalgo, quien la dirigía era Quique Oroná recuerdo. Bueno y allí gané el primer premio. Después de allí, un tiempito dejé, pues los chiquilines comenzaban a criarse y uno tiene que dejar algo, fue eso dejé la música. Después alguien me dijo: ‘”Vos no te animas Graciela, va a empezar Uruguay Canta en Durazno”. Me presenté un año. . ., quedé afuera. Me presenté otro. . ., quedé afuera.
-          Habrá sido por el setenta y seis setenta y siete por allí.
-          Sí, pues más tarde me volví a presentar.
-          Recuerda Graciela, que en esa época más o menos, los ganadores en la categoría dúo fueron otros colonienses, Eduardo Cotelo y Oscar Daghero.
-          Y yo en ese tiempo dije, me voy a preparar, y justo en aquel tiempo tocaba y toca muy bien la guitarra, mi yerno. . .
-          Toca algo la guitarra. . . (Risas de ella, su esposo que estaba junto a nosotros y este humilde servidor)
-          Sí toca muy bien la guitarra Fernando. (Fernando Germán, quien más tarde también ganó el certamen en Durazno junto a un cuarteto) Es muy introvertido Fernando, toca como los dioses pero nunca quiere estar allí en el momento justo.
-          ¿Qué le pasa a Fernando, lo conozco desde el año mil novecientos setenta y cuatro, un genio tocando. . .?
-          No sabemos hasta el día de hoy no sabemos, ya tiene nietos y sigue igual tan bueno, pero tan introvertido, él toca para dentro, toca para sí. Nunca se lo pudimos sacar. Y eso que ahora, toca públicamente diríamos, diez veces más de lo que hace unos veinte o treinta años atrás.
-          Nos encontramos el otro día y me dice: ‘Ahora estoy haciendo lo quiero mi loco, estoy grabando guitarra, guitarrón, guitarra flamenca en el estudio de Carlitos (hijo de Graciela) para unos temas de Sonia Falcón’
-          Si nunca sabemos por qué Fernando es así.
-          ¿Y en Durazno fue quien la acompañó?
-          Sí, junto a Angelito Villagrán que ahora está en España. Y bueno eso quedó también en. . ., pues ellos después dijeron: ‘Nosotros no te vamos acompañar más, por qué esto. . ., por qué aquello. . .’ Y bueno quedó ahí y yo tenía a los chiquilines chicos, fui dejando, dejando y. . . quedó ahí. La verdad fue una experiencia hermosa, eso de haber ganando en Durazno, una experiencia, extraordinaria. Es como decirte ‘haber tocado el cielo con las manos’
-          ¡Qué emoción. . ., siente uno. . .!
-          ¡Ah. . .! Noooo, fue algo imponente. Me acuerdo que salimos a pasear allí en Durazno con mi marido,  a caminar y dar vueltas por diversos lugares y estaban en un lugar todos premios en exhibición y me acuerdo que había un reloj que estaba hecho de la piedra de ágata o amatista y le digo: ‘este premio, me voy a ganar yo’, pero así de estas cábalas que uno tiene ¿verdad?. Nunca soñé que fuera a ganar nada te imaginas. A parte ese año se había instituido el premio a la mejor voz del festival, estaba el premio solista y ese que lo acababan de crear, también dúos, conjuntos, etc. Era fantástico aquello, pues aparte del escenario, la cantidad de gente que había cinco o seis mil personas, bueno, uno va y se sube allí arriba y . . ., yo en mi caso llevaba un vestido largo, pero si la gente supiera o pudiese ver cómo le tiemblan las piernas a uno allí arriba, ¡Ah. . . , por favor. Qué disparate!!! Y en aquel tiempo se estilaba, dar los premios a última hora. La gente no se movía de ahí de abajo del escenario, se quedaban hasta el final, lloviera o tronara ellos estaban allí. El maestro de ceremonias, decía: ‘Vamos a dar los premios de los solistas, nombraba el tercero, el segundo y por último el primero; o sea te podías quedar afuera o podías ganar entre todos los que no habían nombrado en esos dos premios. Pero cuando nombraron que era yo la ganadora del premio solista, ni te imaginas, ¡yo no lo podía creer, no podía subir a que me entregaran el premio! Había mucha gente que había ido de Colonia, recuerdo a Moris que tenía fotografía acá en Ada. Artigas y él me había anticipado: ¡Vas a ganar, vas a ver qué ganar! Y yo decía: ¡Qué voy a ganar! Y se me dio, tengo fotos por allí, cuando me dieron el premio y entregas de diplomas que anda por ahí fuera y siempre digo lo voy a tirar a la basura y en casa me dicen: ¡Pero qué vas a tirar, es un premio que entregaba CX 22 Radio El Espectador! Tenía una emoción,  que no podía ni hablar. De allí me bajé, siguieron dando premios, a los conjuntos, a los payadores, los distintos premios que se dan. Al final de todas las entregas dijeron: ‘Este año, tenemos el premio a la mejor voz del festival’. A todo esto, yo estaba ya en la camioneta disfrutando del premio que me habían entregado. Pero ni ahí de pensar que fuera yo quien me podría llevar otro premio y en realidad como quien dice como una revelación en voz. Cuando por los parlantes escucho que dijeron: ‘Se le va a dar a una dama, del departamento
de. . ., del departamento de. . ., que tenía el número diecinueve’ Fa cuando dijo ese número yo no podía creer, ese era nuestro número de participación. ‘¡Y. . .  es del departamento de Colonia, la señora Graciela Arroyo!!! Lloraba como una loca, no podía creer lo que me estaba sucediendo, y aún hoy muchos años después, no lo puedo creer. Me movían la camioneta, me llevaban en andas, me llamaban de una radio de otra y otra. . ., y terminé yendo al canal cinco de Montevideo que era el canal oficial, me invitaron a cantar allí en el programa ‘La Rueda del Cinco’, los sábados de tarde, cante dos o tres temas y conductor, de quien no recuerdo el nombre ahora, me decía: ‘¡los productores la van a contratar eh!, tengo fotos y la grabación del programa. Fue algo realmente excepcional que se da solo una vez en la vida, es especial, muy especial.
-          Uno recuerda eso y no puede dejar de emocionarse.
-          Parece que fue ayer y fue en el ochenta y uno. Pasan los años y pienso lo fantástico que fue realmente me siento muy orgullosa. La gente de Durazno, sensacional. Allí fue a saludarme, Wilson González Alfonso que es un maestro de allí, que me hizo un poema extraordinario; algún día  te lo voy a mostrar, y decía en sus comienzos algo así como: ‘La voz de Graciela Arroyo, dejo en suspenso la noche. . .’, no me di cuenta de buscarlo para que lo llevaras o leértelo, pero está tan hermoso. . . (queda un breve instante pensativa) y me dice, algo del poema que recuerda: ‘era más que calandria. . . y los grillos enmudecieron y sus violoncellos. . .’, no recuerdo bien el texto pero estaba tan interesante que otra vez me conmovió Durazno y su gente. Le agradecí tanto que después me lo mando a mi casa y con su permiso lo publicamos en La Colonia. Lo raro fue cuando llegamos, la Intendencia, no sé si no se dieron cuenta o eran otra épocas también que no trascendí mucho, no sé lo que pasó pero bueno. . .tampoco fue tanto lo que hice ¿no?. Hace dos o tres años cuando estaba Fernando Maddalena de Director de Cultura, me llamaron y me hicieron un reconocimiento en el Bastión del Carmen por haber ganado el Certamen en ese año. Pero también habían ganado, El gordo Cappelino, Alfredito Villagrán. Estaba el Dúo Buenhora de Carmelo. También estuvieron una actuación destacadísima un cuarteto Nelson Gotero, Oscar Daghero, Carlitos Rodríguez y Fernando Germán, ‘Los trovadores del Plata’. En otro año, tuvo mucho éxito también ‘Los Costeros del Plata’ que estaban: Mi marido, mi hermano, el Chalchalero González y Gotero. (Allí entra con todo su esposo, Quintana y dice eso fue, en el año mil novecientos setenta y uno y ganamos el Departamental de Folklore, auspiciado por cigarrillos La Unión y con ello ganamos un contrato en Radio Real, que lo efectuamos y un contrato para actuar en todos los canales de Montevideo, donde nos mandaron a buscar varias veces y decíamos unos van otros nos quedamos y al final decidimos quedarnos. Después se fue para Australia El Chalchalero y volvió a los años, no conseguimos otro para reemplazarlo a él y bueno. . .)  Todo esto. . ., evidentemente, fue fruto de una trayectoria, hecha a fuego, marcada a esfuerzo, en el devenir del tiempo. Y también tengo grabado, todo casero, varios temas que tal vez algún día (aunque lo dudo) se pudiese lograr ensamblar todo eso y sacar un cd. Pero ahora que recuerdo En un tiempo fui a grabar a Montevideo con las guitarras de Eladio Pérez y no me acuerdo que pasó. . . si me querían contratar para dar comienzo a mi carrera allá. Pero en realidad ni a mi marido ni a mí nos gustaba vivir allí. Igualmente Eladio grabó dos temas en el sello Odeón del Palacio de la Música. Y bueno eso quedó allá y nunca supimos más de ello. Igualmente no estamos arrepentidos de vivir aquí.
-          ¿Y qué cantaba con su padre un poco el pionero de esto?
-          Y yo recuerdo a papá que cantábamos, tango. Mi padre era. . ., medio arrabalero, era. . ., medio bohemio fue mi viejo. . . eh!! bandido!! el viejo!! Era muy ‘cuida de mí’ Me llamaba y decía:’ Veni nena. . . veni. . ., vamos a cantar esta. . .’ Y me hacía cantar Mano Cruel un tango; que se escucha poco y cantaba siempre con él. Re cuerdo que gané una beca para ir a estudiar canto al Sodre y no me dejó ir. ‘La calle pepiril. . .’ , me acuerdo que decíamos con  el viejo.
-          ¿Qué edad tendría usted en ese momento? Entonces. . .(allí no resiste más y da comienzo al trino de sus cuerdas vocales cantando esto. . .: )
-          Y catorce o quince años. Y canta: “El amor mío se fue ay! ay!! y se me muere de frío. . .”; ese era otro tema que cantábamos con mi viejo. (Con nostalgia lo recuerda e interpreta como si estuviera a su lado y me dice. . .:) ‘¡Pobre viejo, él era una cosa
que. . .!!
-          En ello es que uno va formándose. ¿Verdad Graciela? ¿Estudiar canto. Tuvo oportunidad?
-          Sí. Lo hice en Montevideo con Elda Müller quien era que me hacía impostación de voz, un poco con ella.
-          ¿De adulta digamos?
-          Sí. De grande. . .
-          Y en la Radio Colonia, como era eso. A ver cuénteme, que la gente ni idea tiene como fue y es, tener uno de los mejores estudios para cantar en vivo dentro de una radio y que hace añoooossss está inutilizado (pues no presta servicio) porque funcionar funciona a las mil maravillas.
-          Los miércoles y sábados había una búsqueda de valores departamentales.
-          ¿A usted, con quien le toco cantar? ¿Quién la acompañaba?
-          Estaban los Hermanos Díaz, los Hermanos Silva y ellos tocaban la guitarra y yo cantaba.
-          ¿Había piano allí también?
-          ¡Y qué piano!
-          Había un vidrio muy grande, y de otro lado las consolas de salida de la emisión al aire. . .
-          Allí concurría algún que otro a escuchar. Pero también, canté en Canal 3, cuando estaba en el centro. Allí canté folklore. fue cuando el canal recién empezó. Antes de ganar el concurso de Durazno y cuando intervine en ‘Colonia a los Cuatro Vientos’, el que me quiso llevar para Buenos Aires fue Eduardo Falú.
-          ¡Nada más, ni nada menos!
-          Exacto, él quería que me fuera, quería llevarme para allá y como era antes (y ahora también, creo) apadrinarme. Pero bueno yo no es por echarle culpas a mis hijos, ni mucho menos, pero les tenía chicos a ellos y evaluando, se me hacía imposible dejar todo e irme o llevar mi familia y nada menos que a Buenos Aires. Mi esposo tenía su trabajo acá, Javier (su hijo) era chico y uno va dejando, dejando pasar el tiempo y bueno, me quedé.
-          ¿Y dónde lo conoció a Falú?
-          ¡Y acá!, cuando vino al festival ese del que hablábamos.
-          ¿Qué encontró en esa persona?
-          Me escuchó cantar y me dijo: ‘Vos tenés algo especial, en el canto’. Yo siempre digo, que teniendo oído, cantar puede cantar cualquiera. Ahora, trasmitir, pues, no es cantar por cantar, sino, llegar al otro de manera de hacerle sentir la interpretación de la letra que uno canta. Pues yo me acuerdo de años atrás, cuando por ejemplo cantaban las Trillizas de Oro’, ‘Alfonsina y el Mar’, que es un tema que a mí, me identifica. Pues uno no puede cantar  (y me interpreta a capela unos versos del tema en sí, y dice:) ¡No! no se puede cantar así porque sí nomás, pues yo la veo a Alfonsina yéndose. . ., ahogándose, en la inmensidad del océano, deja su vida en el agua, uno entonces tiene que expresarle toda su experiencia y sabiduría de cantor, al que escucha eso. Tal vez  no va, en cantar bien, sino en trasmitirlo.
-          Si el Turco (cariñosamente), la quiso llevar es porque algún valor encontró. Claro uno tiene que decidir en ese momento. (Allí interviene su esposo afirmando, esa posibilidad que había quedado desperdiciada y a la que sumó que Falú le podría haber presentado a Mercedes Sosa que era muy conocida de él)
-          Y me lo dijo Amalia de la Vega también.
-          Bueno si se lo dijo Amalia que era un líder, un estandarte del cancionero folklórico nacional, estamos en presencia de alguien que sin duda hubiera triunfado por decir algo en las dos orillas del Plata.
-          Y también estuve cantando en la ciudad de Chajarí Entre Ríos. Cariñosos los entrerrianos y me mandaban invitaciones de un lado de otro. (Vuelve a intervenir su esposo y nos dice: ‘ofrecieron un contrato de trabajo para mí otro para ella, y no es poca cosa que le hubiera ofrecido trabajo Falú’ ) y no quisimos ir, en fin. . .
-          Bueno, un va eligiendo en la vida y por allí, van quedando cosas a un lado por otras y hoy ya no da el tiempo para arrepentirse. ¿Verdad?
-          Yo siempre digo que yo soy una artista frustrada. Yo  sentía eso, aunque, que a mí me gustan muchísimo los niños también, crié tres hijos, tengo seis nietos, cinco bisnietos y uno en camino, amo a mi familia. Adoro los niños, no obstante el arte, todo lo que sea música, el canto, el balet, me apasiona.
-          Está incorporado en usted. Y dígame, en el Tricentenario de Colonia. ¿Participó en algo?  No usted sabe que no. Allí fue cuando recién empecé a ensayar para participar en Durazno. Y le dábamos todos los días mañana tarde y noche. Me acuerdo que mi hijo que era  un gurí todavía.
-          ¿Y nunca fue a Orillas del Olimar en Treinta y Tres?
-          Nunca fui. Yo. . ., después dejé. Después del Festival de Durazno, yo quedé embarazada de Carlitos, nació de seis meses, tuve diez mil problemas y me dediqué a él por completo. Me nació músico, me hice a un costado y lo dejé a él. toca teclado, canta, hace letras, escribe sus canciones. . . y un hijo. . ., ¡uno deja todo por los hijos!
-          Siiiii claro. Bueno y que más nos puede contar de sus andares como cantora reconocida de Colonia.
-          Y bueno hoy lo hago para. . .
-          ¿Cómo, cómo. . ., explíquenos un poco más eso?
-          Y sencillo, un  hogar de ancianos, allá iba, el Club de Leones estaba presente. Cantaba, ahora ya no lo hago más, solo canto, en el Coro de la Iglesia Apostólica, a la que concurrimos. Porque, empecé a pensar la gente va a pagar para  escuchar a Graciela. . ., no, no, entonces, si me ponía en la posición de decir: ‘Bueno cobro. . . tanto’  Y. . ., reflexiono pues no te olvides que, yo dependía que me acompañaran para que cante y eso implica un desembolso, para presentarme delante del público tenía que estar, modestamente bien arreglada, peluquería, una ropa, u otra, en fin una inversión, terminaba sacando de mi bolsillo dinero para cantar. Mira canté mucho tiempo allá en la calle a la vuelta de la Prefectura Vieja en un local que era una cantina. Allá, me acompañaba siempre Luis Nuñez, canté mucho tiempo, los fines de semana, iba mucha gente. Después cante en la parrillada de San Cono de Mengueche Torres, fui varias veces a lo de Cuqui Barolín cuando él tenía  el Colonial.
-          Siempre dentro del Tango y el Folklore.
-          Sí, sí, siempre dentro de ese género musical. Igualmente más folklore que tango.
-          ¿Algún repertorio en especial?
-          No, no, todo mixturado digamos. Y tango hacía muchos de Gardel. Hacía, algunos de Cacho Castaña. Y de la Guardia Vieja, pero vieja, vieja.  
-          Graciela (y esposo) les agradezco que me hayan recibido y hayan hecho este aporte para la cultura del arte literario y musical.
-          La agradecida soy yo, de que te hubieses acordado de mí y como he conocido mucho a tu familia, desde tu madre que bailaba español como los dioses en Juan Lacaze castañuelas en mano, hasta tus primas y primo y tu tío que cuando llegó a Colonia estuvo un año en la pensión de mi padre, te deseo que salga todo esto de lo mejor para la sociedad toda.



                                                  Colonia, 29 de mayo de 2013


Destacar a una luchadora social se hace una tarea difícil, imponiéndose a circunstancias de vivencias acaecidas, ella, hace temblar de emoción a su público cuando presenta en un escenario, su trabajo.
Quien puede apreciarlo, cuando concluye el mismo, se retira pletórico, remozado espiritualmente, energía. . ., energía. . ., del entorno del que ella se ha sabido rodear, brota en el aire. Se ha abocado, como bocado dulce de vitalidad, a los niños en la música y en ellos a la dirección coral.
Federico García Vigil. . ., nuestro maestro mayor musical, le cedió la batuta y ella agradecida la recogió, y sin ella en las manos, sus chicos emplean la música, su canto, y sus manos jóvenes para explicarles a sus congéneres, niños también, pero con capacidades diferentes, la ayuda que pueden brindarles.
Amigos . . ., la historia de vida de:

Marcela Hernández                              Marcela Hernández 



-          Marce, la vez pasada hace ya dos meses, intentamos esta charla y hicimos, los dos locos de la vida. Pero mi MP4 me jugó una mala pasada. Cuando llego a casa y me encuentro que tenía cero bytes grabados casi me da ¡un ataque! La cosa se fue posponiendo, pero hoy no me falló anda ¡de diez! Recuerdo y tú también que te había llevado este mismo cuaderno, con estas mismas preguntas, que en realidad no lo son, sino más bien son pautas para que puedas ir llevando tu misma el hilo de una charla que casi nos fluye sin demasiado formalismo. Así que dale que vos sabes ¡cómo es!
-          Gracias Horacio es cierto, bueno pero la historia es así y así la sobrellevamos. Mis nombres completos son Marcela Paula Hernández Rodriguez, conocida como Marcela Hernández, tengo cuarenta y ocho años, soy de sagitario, nací en noviembre. . .
-          Así que andamos medio cerca, yo cumplo en estos días. . . Toda la vida dedicada a la música.
-          Si a los siete años empecé a estudiar, es decir a los siete empecé y dejé y a los ocho ya comencé y no dejé más. Los profesores de infancia han sido Eva Laguna, Raquel Rivera, y en la adolescencia Graciela Pegazzano y la última Eralia Barrios de Peralta hasta que estuve en Colonia. También hice a los dieciséis años flauta dulce con un amigo de mi misma edad Alejandro Silveyra, pues teníamos en el liceo un grupo musical que compartíamos. Ese grupo, concursó a nivel liceal, en el IPA en Montevideo y ganamos un segundo premio allí. En realidad es como qué quedamos con las ganas de seguir cantando y de allí comenzó un trabajo muy interesante en lo que se denomina ‘canto popular’. Era plena época de dictadura, dos o tres años antes de que viniera la democracia.
-          ¡Lo que implicaba ello, en esa época, hacer música popular! ¡Faaaaa, eran “unos peligrosos”!
-          Siiii, observá. . .( con un movimiento de su mano, ella señala hacia adelante y forma como un semicírculo en el aire. ¡Propio de un director coral!! Y me dice. . .:) en las primeras filas de los escenarios, en el público, cuándo actuábamos, siempre había cuatro o cinco policías de investigación, escuchando a ver si no  cantábamos algo que no había sido permitido por ellos. Por qué, obviamente, dos días antes teníamos que llevar las letras a las comisarias, para que ellos las revisaran y las autorizaran. Si no. . . no cantabas. . ., tenías que estar encuadrado dentro de los temas que ellos, no sé, o les gustaban o les parecían perniciosos, no sé en realidad que buscaban con ello. Pero, consustanciado ‘la presión psicológica’ que ejercían. ¡Era nefasto!! Aún así, nosotros sentíamos que en ese momento, y ahora hablo por mí, valía la pena luchar por los ideales políticos, sociales del país o lo que fuera. Hoy en día con otra edad, lucha por otros ideales, mas chiquitos y no menos importantes.
-          Tal vez más importantes
-          Si eso. Si cada uno luchara por su pedacito chiquito de su ideal, los valores de todo el mundo, englobándolos a todos, serían otros. Es una utopía pero. . . si se diera que distinto sería.
-          Sería todo más justo.
-          Sí, claro. Además a través de los años uno llega a la conclusión de que aquel ideal que uno tenía de que iba a existir cierto tipo de gobierno de una forma o de otra, nunca pasó.
-          Hasta ahora estamos esperando.
-          Y se nos están acabando las cartas.
-          A mí sí.
-          Y a mí bueno, no soy vieja. . .
-          ¡No yo tampoco, pero ya soy abuelo!
-          Allí en ese contexto social Horacio, te das cuenta de que uno espera cosas, que por lo general, no suceden. ¡Y a veces no es malo que no sucedan! Es diferente a lo que uno espera. Pues suceden otras cosas lindas. Entonces, yo creo que. . ., no en el mal sentido de la palabra, ‘cuidar lo propio’, pero sí emprender cosas por uno mismo y no esperar que los demás te lo ejecuten.
-          Lo que yo sé de Marcela Hernández, es que a cada lugar del departamento o del país que voy, alguien por allí. . ., la conoce.
-          Sí, me conocen sí, pues comencé a trabajar de joven. Mis primeros trabajos fue dirigir el coro de Ombúes. Adonde, no regresé nunca después, pues fui consiguiendo trabajos en otros lugares y ya no volví allí.
-          Fuiste desarrollando y demostrando tu cultura musical en otras ciudades y pueblos.
-          Exactamente, de allí, fui a Carmelo junto al ballet, en Juan Lacaze tuve un coro, trabajo desde hace tres años, en la actualidad con el coro de Artilleros, Tarariras y Santa Ana con gente . . .
-          ¿Y cómo va eso? Pues recuerdo en esa entrevista fallida, me contaste que estabas muy contenta con ese emprendimiento y que el mismo era muy satisfactorio para ti. Es más, en las entrevistas que hice para esta misma propuesta, la gente de Carmelo, me refiero a diferentes directoras corales, me han dicho que te escucharon con una plenitud coral y un ensamble muy logrado.
-          Sí, sabes la Sociedad Italiana de Carmelo nos invitó y fuimos en representación de la Intendencia. Pero eso fue  en marzo y a través de los meses, hemos evolucionado muchísimo, ellos evolucionan los coreutas, se han integrado mucho y muchos pues ha aumentado en cantidad el coro y es más, no te diría que son todos profesionales, pero todos son coreutas que como les decía yo un día antes de entrar a una presentación, por suerte acá no hay nadie de relleno. Son todos buenos y cuando alguno le falta un poco los otros compensan perfectamente al compañero. Realmente precioso y muy satisfecha con ellos.  
-          Seguí contándonos sobre tus estudios musicales. Que es todo tan interesante.
-          En un determinado momento de mi vida, di comienzo a clases de piano a alumnos que tomé. Lo hice confieso, no muy convencida de lo que estaba haciendo, pues yo misma me daba cuenta que no tenía edad pero. . .
-          Sí también recuerdo, que me contaste Marce, que en realidad tu inclinación afectiva en la vida era la medicina, la ciencia.
-          Mi meta era estudiar medicina, sin duda. Me gustaba y me gusta, mucho la biología, pero. . ., incluso después de ser músico había tenido la intención de retomar, inscribirme en la facultad, pero. . ., bueno pensé algo intercalado entre ambas profesiones y dije hago musicoterapia, conjugar lo que era la sanación con el arte. Y la verdad que hoy día no estoy muy de acuerdo lo que es la medicina ortodoxa
-          Si, la medicina convencional o alopática.
-          Claro estoy más por lo alternativo.
-          Coincidimos plenamente, en las mañanas de mi vida que son todas, desde hace diez años tomo mis medicamentos homeopáticos. No dejo de recurrir a la medicina convencional, que te diré también se ha transformado en un tecnicismo muy invasivo, pero bueno cuando no hay más necesidad, lo hacemos.
-          Si en lo que se refiere a la música ya es una terapia en sí. La gente que se dedica a la
música. . .
-          Perdón, Marcela que te interrumpa. Pero una cantidad de señoras a la que he entrevistado, me dicen lo mismo: ‘la música cura’ ¡y lo afirman. . .! ¿Qué piensas?
-          ¡Por supuesto que sí! La música y cualquier arte que a vos te dé placer. Pero la música tiene el aditamento: ¡a ver. . !, cuando tú mandas a un niño a estudiar música, estás utilizando los conocimientos de matemáticas, está leyendo, está escuchando, está corrigiendo a través del oído, adquiere conocimientos de física, motricidad. La lectura de la música es una de las lecturas más completas y más complejas, que existe en el universo.
-          Tiene hasta silencios. . .
-          Exactamente, que: ¡hay que saber respetarlos!. Si tocas un instrumento de viento, trabajas el aparato aéreo o respiratorio, de tu organismo, si cantas el aparato fonador. . .
-          Si digitalizas. . .
-          El aparato muscular, es un ejercicio la música que a través de los años, previene muchas cosas. Incluso problemas de depresión. . .,yo los he pasado y no digo que lo pases tan lindo pero te diré, a mí la que me ha sacado siempre es la música. En momentos de soledad, de angustia, alguna vez cuando mi padre estuvo tan grave, gracias a Dios está bien ahora, ya hace diez años.  (Ella, busca en derredor suyo y ‘toca madera sin patas’ es más, ‘se toca la cabeza’. En la otra entrevista anterior a que hacía referencia al principio, lo recuerdo con claridad: ‘había hecho lo mismo’. ¿Sugestión? ¿Perspicacia. . .? “¡Yo. . ., yo . . ., hago lo mismo!!!” ) Y fue allí cuando salió el álbum ‘Las Princesas’. Estando él enfermo, yo estaba con una angustia terrible y sin embargo, fue el detonante para que yo grabara el disco. Este disco ha recorrido, las escuelas, de acá y de Europa, sé que en Holanda se lo hacen escuchar a los niños que hablan español. No solamente en Uruguay.
-          Repíteme el nombre del disco, Marce.
-          ‘Las Princesas’. El nombre, pues hay una de las canciones, que está dedicado a mis dos hijas. Después los otros temas, son de adolescencia, diríamos para la juventud. Hay dos canciones que las compuse a los diecisiete o dieciocho años y que fueron ganadoras del Concurso de Canto Popular en Canelones de la Comuna Canaria.  Fueron Primeros Premios de la Canción Inédita, las dos canciones, primer y segundo premio en el mismo festival.
-          Con el ‘Dúo Juval’ que en aquel momento era el que sonaba muy fuerte y muy bien.
-          ¿Vos y. . .?
-          Daniel Laza, con acompañamiento de Freddy González en percusión. Bueno, tal vez nos estamos yendo un poco del tema.
-          Nooo, el combo va relindo Marce, dale que me interesa y nos interesa. (Nos reímos pletóricos que estaba saliendo bien ¡Ché, gente lectora,  en realidad. . . ! ¿A ustedes les gusta verdad?) Marce y aparte de ‘Las Princesas’ a nivel discográfico, ¿algo más?
-          Algo más. . .Sí, antes, justamente cuando hablábamos de la época de la dictadura. Bueno, allí, en ese momento existía lo que se llama Alianza Cultural Sueco-Uruguaya en Montevideo.  Era un lugar que tenía un estudio de grabación y con el Grupo Antología, que fue mi primer grupo de canto popular, éramos como seis o siete acá en Colonia, fuimos a grabar a ese centro cultural, ellos tenían un  estudio de grabación muy sofisticado, pero era para grabar en casetes. Después pasó que el casete estuvo pronto, se le hizo una tapa, que la misma recuerdo la dibujo Gustavo Fripp, a lápiz. Él fue a varios ensayos, nos hizo un retrato a Daniel Laza y a mí, después lo comprimimos y esa fue la tapa del casete. Pero nunca salió a la venta por cuestiones de dinero. Jamás tuvimos dinero para editarlo en mas y luego venderlo. Pero todo Colonia lo tuvo, pues uno que préstamelo, lo copio y te lo devuelvo, en fin y así fue pasando y sabes que mucha gente lo tiene. Bueno cuando yo hice Las Princesas, nunca pensé en ganar un peso, gané, vendí muchos y gané, no perdí dinero con ello, pero. . ., tampoco fue la intención de decir ¡uy! voy a ganar dinero en serio con ello. Primero que no es música comercial, y segundo que siempre hay algún amigo que te lo copia. No está mal, pues si ese amigo no tiene para pagar un disco, no se va a quedar sin escuchar la canción, sería muy egoísta de mi parte me parece ¿no? Entonces,  es muy interesante que la música hoy día esté toda en internet  y que todos podamos escuchar de todo.
-          En lo que a mí concierne, entre el tres de setiembre y el quinde octubre del año dos mil doce, he realizado un curso online, por internet, ‘Arte y Cultura en circulación: Introducción al Derecho de Autor y las Licencias Libres’ de Creative Commons, en la Escuela Ártica Global en la tú cedes tu licencia de autor en todas partes del mundo de tus productos artísticos. Es más, cosa que yo no sabía, todos los países que están comprendidos o que aceptaron esta modalidad, lo hicieron por normas internacionales de acceso a que tus derechos de autor no puedan ser reclamados, tú los cedes, y los demás artistas de otros países también acceden a dar sus derechos de autor, eso es para agilizar la cuestión tan polemizada de todo esto. E implícitamente puedes ser reconocido en otras partes del universo. 
-          Está muy bueno Horacio.
-          Sí, no obstante, yo en mi caso registro todos mis libros e incluso algunas pinturas, en la Biblioteca Nacional con Derechos de Autor, Depósito Legal y Diario Oficial, y con ello sé también que están legalmente autorizados.
-          He registrado una cantidad de cosas yo también. Lo que no tengo registradas son las canciones que están cantando los niños actualmente. Debe de hacer cuatro o cinco años que no registro nada. Y sin embargo, hay una cantidad de coros de niños y de coros en las escuelas, que están cantando canciones mías, con letra y música.
-          ¿Vos estás también, trabajando en escuelas?
-          Trabajo en una escuela privada, donde tengo dos coros, uno de niños chiquitos y otro de niños más grandes. Ellos van a van a cantar el dieciocho acá también, son muy lindos los dos coros.
-          Y el Coro Municipal de Niños, cuéntame, pues el otro día no pude venir a la actuación pero me dijo mi esposa que sí estuvo que fue fantástica la actuación. Yo estimo después de haber trabajado diecisiete años en el municipio, que tú siendo funcionaria municipal, ¿no te resultó nada fácil armarlo?
-          Si quieres, te cuento la historia mía dentro de la Intendencia. Yo entré a la Intendencia, el día que cumplí dieciocho años y me contrataron como cantante de coro de la orquesta municipal. Yo venía cantando hacía uno o dos meses y no me podían contratar. Al otro día de mi cumpleaños me llevaron a la intendencia y me dijeron firma acá tu contrato. Y allí empecé a cobrar un sueldo y yo decía, yo no puedo creer, que me paguen por hacer esto, ¡por cantar! Después uno va tomando conciencia que los artistas, también deben cobrar su sueldo, por qué justamente, es una necesidad que algo tan sanador y tan productivo, debe ser recompensado, por el valor en sí. Bueno en la orquesta estuve alrededor de cinco años, simultáneamente estuve en el coro municipal, en el que llegué a estar un tiempo como subdirectora del mismo. Cuando la dirección era de Dante Magnione. Después vino la época en que yo me casé, tuve mis hijas y allí, tuve un tiempo fuera diríamos, aunque uno nunca está afuera. Pero cuando pude volver a trabajar, me llamó Mariucha Pegazzano que era directora de cultura de la Intendencia, que estaba junto a Jorge Vasallo, que era un jovencito en ese momento, me propusieron dar clases de flauta dulce. Entonces ello me permitió, dar clases en forma particular dentro de la Intendencia. Luego cuando se va el pianista de la escuela de ballet clásico, llamaron a concurso y quien era la directora del ballet clásico, Prof. Marina Korolkova, me selecciona para el cargo. Bueno allí comienza otra etapa totalmente distinta de mi trayectoria como músico. Es una etapa de exigencia brutal, ella venía de trabajar en el Sodre, con los mejores de Europa anteriormente y aprendí un montón con ella, pero también sufrí un montón. Pues, no lográbamos entendernos, yo no entendía que la profesión de pianista de ballet, es una profesión en la que el músico debe especializarse en ballet o sea tener conocimientos de esa disciplina. No bailarlo, pero si entender y saber qué es lo que necesita el bailarín. Entonces allí me fui a estudiar piano a Montevideo con Susana Fariña, que es una pianista del Sodre que ha trabajado con figuras internacionales, como Plácido Domingo, José Van Daam un montón de cantantes líricos de primer nivel. Ella era acompañante de cantantes y de la Escuela Nacional de Danzas, no sé estuve viajando como dos años a tomar clases con ella. Bueno, Marina llegó un momento en que reconoció el esfuerzo y allí sí, logramos entendernos. Después ella se retiró para su jubilación. No obstante, yo seguí y llegué a trabajar veinte años en el ballet junto a la profesoras, Brenda Crotti y Janinne Montans.
-          ¿Son quiénes están ahora?
-          Sin pianista, pues yo no estoy más con ellas. Esto no implica que no lo haya estado, fue una tarea preciosa poder trabajar junto a ellas, cualquiera de las dos son para mí personas más que importantes. Excelentes profesionales que trabajan muy seriamente y obtienen resultados muy loables. Después que había pasado todo esto, di comienzo de nuevo a algo que venía trabajando pero muy tranquila, con mucha suavidad diríamos, que es reinsertarme con los coros de niños, cosa que nunca había obtenido respuesta de la autoridades. Más adelante te cuento en que terminó esto de  los coros infantiles. . .
Porque recuerdo, que también en ese momento yo estaba estudiando dirección de orquesta con el maestro Federico García Vigil en Montevideo. Él me dijo dedícate a la música Marcela.  Para mí esa indicación y de quien provenía ya fue importante.
-          Y qué te parece. Una varita mágica.
-          hablando de varita todavía tengo, una batuta italiana que él me regaló. La tengo y no la uso, pues no uso batuta, pero él me dijo: ‘cuídala pues si se te rompe, se termina tu carrera’. Lo que pasó una vez yo venía en el ómnibus y la batuta salía del portafolios y se quiebra la puntita. . .
-          Es muy oriental eso. . .
-          Y la clase siguiente voy y me dice: ‘ Marcela, mira, el curso se termina’ ¡Así que, era cierto que algo sucedía cuando la batuta se rompe! Se terminó el curso, porque había llegado la democracia y a Federico le dieron todas las direcciones de orquesta que existían.
-          Claro si él estuvo prohibido años. . .
-          Sí, era por lejos el mejor director de orquesta que había en el país. Con él, todavía tengo contacto. Jubilado y todo, hace poco tiempo me recibió en su casa, junto a su esposa que era bailarina del Sodre. Le llevé como propuesta un proyecto y él: ‘Sí, dale para adelante, dale para adelante, que vamos acá, que vamos allá’ Así que bueno. . . el pedir, pedir, no siempre sale como uno quiere.
-          Y volviendo a los coros infantiles. . .
-          ¡Ah!!! Algo, muy importante para mí. Mira sin el apoyo de las autoridades, los coros de niños, no se mantienen, pues los niños deberían pagar. Y cuando entramos en ese tema, la cosa se complica pues uno empieza a hacer diferenciaciones y eso no está bien. Está el que puede pagar y el que no lo puede hacer.
-          ¿No me digas que pudiste conquistar a un intendente para que te de apoyo financiero para una tarea tan loable como esta?
-          Sí. En el año dos mil seis, con el apoyo de Jorge Vasallo siendo él director de cultura, lo hablamos y me dijo: ‘por qué no te haces un proyecto para trabajar con un coro municipal de niños y se lo presentamos al Intendente Zimmer’, eso fue en su primera gestión. Eso se transformó en un expediente, este empezó a caminar y caminar de oficina en oficina y mientras tanto, Jorge me dice: ’tú empieza, dedica algunas horas de tu trabajo al coro de niños y sigue’ Bueno en octubre de ese año, llegó la respuesta del intendente autorizando la conformación del primer, Coro Municipal de Niños de Colonia. Y el día veinticuatro de noviembre, un día antes de mi cumpleaños, se hace la primera presentación, en la Casa de la Cultura con diez niños. De ellos, no solamente logramos de que estuvieran los que podían y los que no podían pagar, logrando con ello como te imaginas una amplitud social impresionante.  Sino que además yo como tenía muy poquitos niños, empecé a recibir todos los que venían, no hice ninguna prueba de admisión. Afinen o no, sepan o no música, toquen o no toquen flauta. . .
-          Si  no recuerdo mal, en aquél entonces estaba Marcelo ‘Chelo’ Duarte, había un chico Marcos Berger que tocaba muy bien ‘traversa’ . . .
-          Si pero ese, fue el segundo intento, año dos mil se llamaban Jóvenes Músicos de Colonia. No prosperó por falta de dinero. Y te diré que muchos chicos de ese grupo, son músicos hoy día. Bueno pero ahora sí el del dos mil seis, prosperó legalmente digamos, ese apoyo es dado por el ejecutivo comunal, ya lleva seis años trabajando, y este año, en este momento, en que estamos haciendo esta entrevista, te diría que es como que dio el ‘batacazo’, tenemos 35 niños. Un pianista de primerísimo nivel, tiene doce años Juan Felipe López. . .
-          ¿El chico de El General?
-          Exactamente, junto a él tengo a Matías Rostagnol que estuvo desde chiquito en el coro, pero quiso dedicarse a la batería, se me fue del coro y yo decía: ‘¡hay que pena!’, así que a los tres o cuatro años volvió siendo baterista. Ahora sí se sienta en la batería y toca. A principio de este año hicimos una serie de conciertos didácticos en el Teatro Bastión del Carmen, muchas escuelas, rurales y urbanas y alrededor de mil niños nos han ido a ver, no hemos hecho más, pues no tenemos tiempo ni espacio. Eso ha hecho que se acerquen para participar del coro.
-          Nos consta el trabajo que estás realizando Marcela. El viernes cuatro de octubre estuviste con los chicos junto a coros de adultos y de adultas mayores y no pude estar, pero me contó mi esposa que canta en el coro Voces de Mi Ciudad, que los chicos ‘¡la rompieron, fueron el centro del espectáculo!’
-          Sí. . ., mira no es falsa modestia, pero el aplauso fue tan unánime y cerrado que ni te imaginas. Yo no soy de agrandarme ni decir cosas que no son, pero lo digo: ¡por ellos! El trabajo mío es . . ., pero detrás de mi trabajo, están  ellos. . .
-          ¡Qué deben de interpretarte!!!
-          ¡Sí por supuesto! pero los aplausos, fueron ¡impresionante! Lejos el coro más aplaudido y no sé la cantidad de coros que había. Pero además de ello, la gente cuando se acercaba y me felicitaba, ¡ah. . ., no!!! Se acercó una señora del Coro Municipal, a felicitarme con los ojos llenos de lágrimas. Pues la gente se emocionaba, por que los niños despiertan eso. Hace bien poco, hicimos una integración junto a niños con capacidades diferentes. Hicimos una canción cantada, pero a la vez aprendimos todos, la letra de la canción con lenguaje de señas para que los niños que estuvieran en la platea y que tuvieran problemas de audición, pudieran interpretar que era lo que estaban cantando los niños en el escenario. Y eso lo dirigió una maestra sorda, que me miraba la boca a mí, me leía los labios y dirigía los gestos. . . yo te digo que salí de allí y después tenía que tocar el piano y no lo pude hacer pues me quedé con una emoción, que hasta ahora lo recuerdo y siento la misma sensación. Eso a los niños, los hace crecer mucho, están en contacto directo, no es ver en la televisión, los nenes que están cantando, es tener que ayudar a bajar, a subir, un compañero con capacidad diferente, es saber aguantar que un niño le ocurra algo y saber ayudarlo. Entonces, ya no hablamos de música, hablamos de integración, de valores, de vida y eso es muy importante. Déjame agregar que todo esto de trabajar con niños con capacidades diferentes, se debe a un apoyo donativo que realizó el Director de Cultura Mtro Carlos Deganello con tres docentes de esa entidad comunal, para con la Escuela N° 131 especializada en esos niños.
-          ¿Quiénes son los docentes?
-          Ana Cecilia García en teatro, Luis Nuñez en guitarra y yo en coro.
-          Marce, yo para terminar esto. . ., como podría decirte, es difícil terminar esta entrevista con alguien que posee maestría de enseñanza de vida. Aparte, de agradecerte por ello, quiero agradecer por conocerte, por tu sinceridad, no somos amigos, pero grandes conocidos. . ., y debo decirle aquellos que nos lean, que eres tan grande de corazón, que un día hace varios años te pedí tu colaboración para la presentación de mi tercer libro en Carmelo, que por otra parte era a beneficio del merendero ‘Las Lomas’. Te fuiste allá, estuviste al firme casi sin conocernos. Después en la presentación de mi octavo libro que fue un regalo para mi nieta, en el patio de la casa de la cultura hace dos años, no solo fuiste tú, sino que llevaste al Coro de Niños y Diego en percusión y bajo el roble pusieron la nota musical, agiornamiento de artes, literario y musical  sin pedir absolutamente nada en ambos casos. PUEBLO!!! sepan, tenemos entre nuestra sociedad una gran mujer, madre excepcional y profesora de aquellas, si las hay. . . ustedes ya lo ven!! 
Gracias Marcela por ser quien eres!!!!



                                      Colonia, octubre 9 de 2013


Juan Lacaze

Marina Luján Hernández Quiroga   MARINA LUJAN

Son . . . songoro cosongo. . .;¡Mira chicooo . . ., Nicolás Guillen lo hubiera imaginado!
Señora, nacida en esta ciudad, desliza su canto por las praderas y serranías a lo largo y ancho del país; esa descendencia afro, que proviene de sus ancestros, evidencia, hacerle llegar alguna letra de ritmos antiquísimos casi perdidos y que ella los pone al servicio social, sin ninguna incomodidad de su parte o hacia usted.
-          Tus comienzos.
-          Desde chiquita, mi padre, mi abuelo, todos los parientes,  estaban influenciándome en este arte. Papá como lo hace todavía, en las escuelas, allá, me llevaba y yo cantaba alguna canción, aunque con un repertorio modesto, nunca cantaba más de una, obviamente. Con mi hermano, tendría seis, siete años. . .
-          ¿Cómo es el nombre de él?
-          Oscar José Luis, tiene tres nombres. Siempre tuvimos esa visión desde chicos. Papá fue el que nos inculcó, pero abuelo por parte de padre con sus orquestas de tango. Por parte de mi línea sanguínea paterna pero de forma concreta, abuela paterna, eran todos venidos de la murga, son repentistas, payadores, con la improvisación encima. Desde que nací recuerdo, olfatear música por doquier. Y muy chiquita recuerdo perfectamente cuando papá integraba el Sexteto Indoamericano. Junto a él estaban Ramón Páez, Mariela Amorelli, Estela Maris Viglien, Ledo Urrutia, Julio Cobelli, desde ahí que mi recuerdo hace sus primeras incursiones musicales, quedé prendida. La vocecita de Estela, la tengo en un rincón muy especial. Luego, los cuentos de papá cuando llegaba de los festivales. O como digo yo, ‘. . .de los atrás de los escenarios. . .’, las anécdotas, los amigos, compartir cosas, los cuentos.
-          Me parece interesante, eso que dijiste recién; pues yo que conocí a tu abuelo con su viejo contrabajo meta y ponga en los bailes del Cyssa y la Agremiación Obrera Textil, donde dejaban el alma en el escenario y más atrás en el tiempo ni te cuento lo que habrá sido (Risas). En un trabajo preliminar a este libro, incluyo como una de los diferentes aportes de la sociedad hacia la música, justamente la oralidad o música repentista a la que tú hacías referencia hace un momento. Y mi pregunta apunta: ¿Te consideras dentro de ese rango?
-          No. Es muy particular esta música a la que haces referencia. Creo que la persona, tiene que nacer con esa impronta, para mí es un ‘don’. Para improvisar debes de tener una mente abierta, y saber de lo antiguo, de lo moderno, de lo que cause en el momento, aparte,  que estas improvisando. Tienes que saber historia de todo y de todos, no es fácil. Creo que se nace con eso y yo, para mí lo mío, es. . ., la interpretación. Me gusta hacer canciones que no estén trilladas, que pueda contar, que pueda decir algo, que tengan un buen contenido de letra. Yo a veces me preocupo mucho por esto. Y mi padre que está más en la parte de música, que me dice, pasa por aquella nota, por aquel acorde y yo estoy verdaderamente en lo que digo. Y a veces escucho la radio, o un cd de gente  que ha llegado a una fama a un gran éxito y me pregunto: ¿Pero mira lo que canta, sino tiene ningún contenido, está diciendo algo? No dice nada, pero bueno. . ., me preocupa eso. Yo rescato muchas letras de papá que escribió y escribe a menudo. Muchas andan tiradas por ahí, las encuentro y le digo: ‘mira encontré esto’ y le pido que la arregle para mí;  ‘si tienes que arreglármela para que la cante yo, dale vamos arriba, que la hago’
-          Digamos, música folklórica, popular y urbana.
-          ¡Exacto! Folklórica, pues me gusta montones hacer milongas. Me encanta hacerlas, entiendo que el público necesita más que eso. Me gusta lo melódico, que es lo que menos hago, pero. . ., convengamos, que, también dentro de lo folklórico existe ese ritmo, puedo hacer una milonga medio sentimental, trato de hacer todo folklore oriental, pero cuidando al público, a veces, ello me lleva a realizar chacareras, que como saben no son uruguayas, u otros ritmos diversos. No obstante trato de hacer todo lo que sea de nuestro territorio.
-          Sabes, me divague un instante Marina y entendí mal, se me vino que habías nacido en Argentina, no me hagas caso, disculpa.
-          Sí claro, no soy argentina. Hacía referencia, a que el público a veces, te pide, canta una de Soledad, o del Chaqueño Palavecino. Y no me gusta, y tampoco quiero, pasar por antipática. Entonces siempre tengo algo en el repertorio, como para darle el gusto al público. si bien le debes ese respeto de hacer lo que a ellos les gusta, también, veo que es una manera de cantar lo que a ellos les gusta y meter lo que yo quiero meter. Llevarlos en ese sentido.
-          En sí, tu línea de trabajo es. . .
-          En sí mi línea de trabajo es el folklore uruguayo. Folklore puro.
-          Sí cuando nombras la milonga, nos das la pauta de que eres folklorista de pura cepa, arraigada junto al maestro Zitarrosa, que él sí fue un rescatista de la milonga.
-          Sí. La milonga que yo empecé a cantar y que se la escuche a Estela Maris, aparte de ‘La milonga a Juan Lacaze’ que la hizo ella,  Julio Cobelli y Clares es ‘Las Carretas’, esa milonga es de Néstor Feria y Romildo Rizzo que también es argentino. También hago el gatito ‘Del Cardal’, que hacía Don Alfredo. Bueno eso sería mi fuerte, pero como que no quiero tampoco aburrir en ese sentido. Entonces canto milongas un poco más livianas, como ‘El Ave’, de Lucio Muniz. Mi padre hizo una canción que se llama: ‘Histórica Colonia Oriental’, tu sabes que quiero hacer algo especial con ella, pues cuenta de la historia de Colonia, lo que fue Colonia, pero también que tenga que ver con la actualidad, entonces la rebautizamos diríamos en criollo y le pusimos: ‘Como Mujer y Oriental’ y después del cambio sí fue registrada, canto lo que pasó en Colonia y narro desde el canto, sobre lo que era la estructura de y como con el tema de los modismos o modas la están degradando. Hicimos una milonga por cifra estructuralmente hablando desde el contexto musical. Un verso se canta como milonga y otro como cifra. Ese tipo de cosas me gusta hacer. Pero bueno. . .
-          Un modo musical tan antiguo como la cifra en el ‘Río de la Plata y  adyacencias’. ¡Rescatarlo en el Siglo XXI, es sorprendente! Me encanta eso y es alentador que generaciones nuevas la ejecuten, Marina.
-          Sí. También con la experiencia de los escenarios uno adquiere un semblante cancionero, digamos. Y allí me doy cuenta que si uno canta toda una milonga por cifra, el público, entra como a querer aburrirse o  con bajón y como a no escuchar que es lo que se dice, entonces, le damos un toque, de una cosa, de la otra.
-          ¿No te ves mucho en el nuevo folklore, por lo que percibo?
-          ¿A cuál te refieres?
-          Veamos, ese en que los temas son para atrapar juventudes, en que el público comienza con        aclamaciones como ¡Hey, hey! u otras.
-          Claro te entiendo. No me veo en eso. Tendría que hacerlo por complacer al público, o a su pedido, pero no me sale hacer algo en el que me siento incómoda. Y como ídolos son. . .
-          ¡Me diste pie! Lo intuyo. ¿Un ídolo?
-          ¡Y ya te imaginas! ¡Ponlo entre signos de admiración por favor! PAPÁ. . ., aparte de ser mi padre, es mi amigo, mi compinche, es todo. En este momento, yo he cambiado de trabajo y todo ese tema del diario vivir, estoy un poquito en baja temporada convengamos Pero él sigue en todas sus cosas, presentaciones de libros, comisión de cultura, escuelas que va a donde lo llamen siendo para los niños.
-          Y todos estamos en esto trabajando arduo para la cultura.
-          Sí ya lo creo, debo agradecerte por este camino que comenzaste con este libro, me parece muy bueno.
-          Gracias, pero son ustedes a quien yo debo agradecer y en realidad, me gustaría ahora preguntarte: ¿Cuando cantas, te acompañas tú misma con algún instrumento, papá, algún músico?
-          Este año en el festival ‘Colonia Canta en Carmelo’ que lo organiza Fito López, fue la primera vez que subí a un escenario sin mi padre. Sí tengo una hermana en El Calafate provincia de Santa Cruz en el sur argentino, hacía tres años que mamá y papá no la veían, entonces decidieron ir hasta allá y justo coincidió con la realización del festival. A Fito no le podía fallar, me eligió como ‘la madrina del festival’, es un tipo que le apuesta a la gente de Colonia. A todos nos da trabajo todos los años y cueste lo que cueste el siempre está, entonces dije no puedo fallar, y allí estuve, nunca había subido a un escenario sin mi papá, espero: “¡que no se vuelva a repetir!” (Risas) Siempre me acompaña él con dos o tres guitarras más. Canto con pistas también, pero yo no me acompaño.
-          Me acuerdo de verte en la escuela N°20 Rural de Laguna de los Patos.
-          Sí allí me acompañaron Papá, Oscar Pimienta, Alfredo González y Omar Cáceres. Era la formación que había de la presentación del CD que conformaron ellos llamado ‘Etiqueta Negra’, en la que me dieron participación en él. Luego pude realizar un disco propio.
-          ¿Cuál es el nombre? No lo tenía registrado.
-          Mira le puse el nombre de la letra de la canción que te comente antes. ‘Como Mujer y Oriental’ ‘Marina Luján y sus Guitarras’.
-          ¿En  qué año fue editado?
-          Lo grabé en el estudio ‘El Altillo’ de Omar Cáceres, mitad en dos mil nueve y mitad en dos mil diez, así que fue en dos mil diez, cuando salió al público. Este disco ya tenía una base de dos canciones que había confeccionado en el estudio ‘Orión’ de Fernando Ximénez, que lo habíamos dejado ahí. Rescaté la canción ‘Las Carretas’ que había grabado con las guitarras de Julio Cobelli que hizo un par de guitarras y papá en guitarrón. (Es de explicar para aquellos amigos que no están en el mundo de la grabación musical, que hoy un mismo instrumentista, por ejemplo un guitarrista graba un día un tema en guitarra española, otro día el mismo tema en requinto que es una guitarra mas chica que la convencional  y otro día el mismo tema en guitarra flamenca por dar ejemplos de un mismo instrumento en sus diferentes versiones. Luego el estudio de grabación, con los modernos programas de grabación y ensamble como puede ser el Sound Forge, el Cool Edit y tantos otros, se compaginan de tal manera que parecen al oído qu tocan varias personas, que al fin termina siendo la misma. Hecha esta aclaración de mi parte, seguimos con la entrevista).
-          ¿Dentro del CD, son que otros temas, nos deleita Marina Luján?
-          Tenemos ‘Del Cardal’, ‘La Milonga a Juan Lacaze’, ‘¿Qué te ha pasado Justicia? ’esta canción versa de la problemática de ahora de la política que te prometen, te prometen y nada. ‘Soñé con Volver’ un tema que papá hizo para aquellos que van a estudiar a la capital y después que se reciben, tienen que quedarse allá por razones de trabajo, en contra de su voluntad, pretendiendo volver a su pueblito pero por la necesidad se tienen que quedar. Bueno y algunos más, unos diez en total.
-          Dime tu año de nacimiento.
-          El veinticinco de julio de mil novecientos setenta y cinco.
-          Leonina. (Risas) Rescato tu bondad para conmigo, aunque siento necesidad de preguntarte: ¿Cuál sería el tema que te identifica, que se marca en ti a fuego, esa canción que ‘te llega y llena’?
-          Siempre fui a los festivales con una canción, esa era mi símbolo, un emblema, incluso con ella gané festivales. . .
-          Pero. . . ¿En qué año y dónde?
-          De firme arranqué en el año dos mil con una historia muy particular. Para ir a los festivales, yo tenía que acceder a las condiciones que se imponían que es una prueba previa en donde un jurado te calificaba. El problema era que papá, siempre era jurado. Entonces, no podía. Pasó que mi abuelo me dijo, deja que tu padre siga siendo jurado y yo te voy acompañar. Sucede lo peor, yo con una inquietud increíble, el abuelo enferma, fallece y quedo sin poder ir y con la congoja de haber perdido al abuelo. Entonces al otro año, papá dijo: ‘¡Noo! Dejo de hacer de jurado, voy hacer lo que tu abuelo te prometió’ Y allí entonces sí, salí segunda en el festival ‘A Orillas del Olimar’, pasé a la final en Durazno, algunas cositas por allí que anduve haciendo esto entre dos mil dos mil uno y para el dos mil dos gané en el Departamento de Rocha en la Fortaleza de Santa Teresa y ‘Entre Mates y Guitarras’ en San José pasé a las finales en ese certamen ‘Nacional del Mate’. Ya en el dos mil tres, salí segunda en el Certamen de ‘Guitarra Negra’, teniendo que competir por Montevideo; pues papá de nuevo hizo de jurado.
-          Eso es Sala Zitarrosa de Montevideo.
-          Sí. Tuve que concursar en una preselección por Montevideo. La eliminatoria fue allá y era una cantidad impresionante de participantes. Luego ya en el certamen, pasé a la final y bueno quedé con ese premio. Agradecida a la vida que me ha dado estas oportunidades. ¿Te imaginas?
-          Y tu canción era. . .?
-          Siempre fue: ‘Las Carretas’, pero en Durazno me dijeron, esta canción es muy vieja, no va a tener andamiento y por eso cuando llegué a la final me echaron para atrás. Y entonces siempre hice o ‘Como mujer Oriental’ o maticé con algunas de las otras, pero mi canción siempre fue ‘Las Carretas’ pues como te dije antes, lo saqué de Stella Maris Viglien quien fue la señora de Julio Cobelli. Canto un montón de veces, las que puedo te diría, ‘La Milonga a Juan Lacaze’ también de ella, porque muestro de donde vengo y es una melodía muy linda. Vuelvo a repetir cuando hagas el cd que saldrá en forma conjunta con el libro, creo que va a ir ‘Las Carretas’ por la historia que tiene. Pasa también que tengo tantas canciones que me identifican por lugar, por esto o lo otro, que. . .
-          Déjale un mensaje a quienes ahora no te van a escuchar, sino a leer.
-          Tendría para decir tantas cosas, pero: ‘No se olviden más allá de las modas y los ritmos pegadizos que existe nuestro folklore, de lo que nos puede contar, lo que puede decir. La gente, aquella que lucha, tanto sea en el canto, en la pintura, artesanos, escritores, de los que la luchamos día a día, que por no ser promocionado, no quiere decir que no seamos exitosos en lo que hacemos. El uruguayo es muy exitista y no da oportunidad a veces, a nuevos valores, el círculo se cierra en lo mismo, siempre. Que quienes o pretenden tener un poco más de inserción social que otros, no se olviden de ellos y le den un poco más de participación a los muchos que, están en la lucha constante. Y agradecerles aquellos que siempre están presentes o en las radios o en otros medios de comunicación como lo va ser este libro y esta idea tuya que me parece digna de destaque.
-          Gracias Marina esperemos que a fin  de este año o principios del que viene, este modesto trabajo esté para que lo puedan leer y escuchar.
-          La agradecida soy yo.


                             Juan Lacaze 26 de mayo de 2013
            De otro departamento; vengo cantando y en la                  
             vida voy llevando, aconteceres de ayer y de hoy
             con que el arte me consagra, el alma mía se 
             llena de mi propia circunstancia.
  
             María Cristina Alonso           Cristina Alonso












-          Cuénteme algo de su trayectoria, su vida. Comencemos un dialogado sin paredones frente a uno, como dice el tango, mano a mano y sin soslayo. Aunque se vino preparada con su esposo Don Mendiberry Ayala (¡cantor si los hay!)
-          Sí, ando trabajando en esto de la música hace años, de jovencita.
-          Bueno, hace poco entonces.
-          No mira que, ya tengo casi diez lustros, si llego al trece de agosto!!! (Risas a granel)
-          Toda la vida canté. Mi madre fue una gran cantante de San José. Mis hermanos cantaban mejor que yo, pero. . ., ellos se casaron, formaron su hogar y dejaron de cantar. Yo siempre seguí, desde los catorce años que empecé a cantar en radios de San José y el día que me convocaron, me largué. Sabía muchas pero firme y que me jugara por ellas eran solo dos canciones, nada más. Una era ‘Palmeras’ y la otra ‘Zambita pa’ Don Rosendo’. Dos temas argentinos.
-          ‘Palmeras’ si no recuerdo mal de Daniel Toro.
-          Pero yo ese tema lo hacía al estilo del grupo cordobés ‘Los del Suquía’ y mucha gente quedaba impresionada por ver a aquella joven de catorce años haciendo ese tema con falsetes que llevaba la canción y como lo hacían ellos. A las radios de San José me llevó un señor vecino recuerdo “Orive Arambillette” que junto a su señora Margarita Buenseñore, conocían a mucha gene del ambiente artístico, ya que trabajaron mucho tiempo en circos y teatros, me llevaron al programa ‘Mañanitas Domingueras’.  En aquella época era dirigido por el payador Clodomiro Callejas.
-          ¿Año?
-          Y como decía, tenía catorce años. . ., hace cuarenta, mil novecientos setenta y tres. Justo era el aniversario del Club Rampla Junior de San José y el fogón iba a cantar con toda la gente y participaban  en ese tipo de espectáculos, también todas las radios con sus programas y allá marché con ellos también. El primer debut fue allí en el Rampla, hoy por hoy, seguimos yendo año a año con mi esposo a cada aniversario  y fiesta criolla a cantar allí, se hace en el bosque de eucaliptus, queda frente a la cancha del club. Cuando canté allí la primera vez para mí fue impactante, estaba: ¡chocha de la vida! Me acuerdo que en aquella época quince pesos me pagaron, era una hazaña, para mí era, era. . ., como ser famosa.
-          Y ser maragata . . .
-          Siii, un orgullo ser de San José, aunque hace años que vivo en el departamento de Colonia, ahora en Juan Lacaze. Mi sueño, era cantar en el Teatro Maccio de la capital maragata. Me sentaba en la plaza del centro y veía los carteles que decían: ‘Llegan Los del Suquía, Mercedes Sosa, Horacio Guaraní, Aldo Monjes. . .’, en realidad me volvía loca ver aquellos espectáculos. Bueno, pasó el tiempo y casi enseguida me fui a Montevideo tenía unos quince años, en el año mil novecientos setenta y nueve me presento a un  certamen que se realizaba en la fonoplatea de radio cuarenta y uno, se llamaba ‘Cantarina’, allí gané el primer premio en mi género con una guitarra y aparte fui revelación del evento, aún conservo aquella guitarra después de años. Luego, estuve actuando en programas de radio en la capital, en un ciclo en Radio Montecarlo ‘El Tren de la Noche’ con Gustavo de los Santos, para mí fue muy importante, él me abrió las puertas en una radio que realmente escuchaba todo el país, los jueves, yo tenía un ciclo allí. El tiempo me fue llevando de la mano de grandes amigos como ‘El Colorado Fernández’, ‘Héctor González’ que fueron un puntal fundamental para mi carrera ya que era prácticamente una niña y eran tiempos muy difíciles, junto a ellos conocí a grandes payadores como Walter Apessetche, Pampa Barriento, Aramis Arellano, Carlos Molina, después conocí a Santiago Chalar, Teresita Minetti y tantos otros. Estuve actuando en programas de radio, en CX 40 Radio Fénix, en CX 46, en CX 28 Radio Imparcial, bueno circulé allí varios años, pues antes las radios hacían contratos por ciclos de tiempo y tuve mucha suerte en esos programas. Después empecé actuar con el Ministerio de Educación y Cultura, en la época de la dictadura se tomaban artistas y nos daban  dos o tres actuaciones al mes, donde nosotros teníamos que hacer una, a beneficio.
-          ¿A diferentes instituciones públicas o privadas?
-          ¡Exacto! Podían ser hospitales, escuelas, concurrí a muchas escuelas del país, eso me abrió un campo de acción y oportunidades muy valiosas para mí formación artística. Antes se llamaba al Ministerio y ellos mandaban los artistas y los pagaba. En aquel momento llegué a ganar hasta setenta pesos las actuaciones. Siempre me acompañaba un guitarrista, que era de Colonia, digo ‘era’ pues lamentablemente falleció, Miguel Ángel Lima, de la ciudad de Nueva Helvecia. En las actuaciones importantes, él era quien siempre estaba a mi lado. En ese momento el Ministerio manda un artista representando a San José al Teatro Maccio, pues le hacían un homenaje a Wenceslao Varela y no solo eso sino que era la redición de su libro ‘Diez Años sobre el Recao’, lo tengo firmado por él. Y allí tuve la ocasión de cantar en el Maccio y me di cuenta que empecé a pisar ya más firme. Para mí fue increíble de verme sentada a su frente, en la plaza, a estar actuando en él, ver mi nombre como una cantante era como se dice ‘tocar el cielo con las manos’. Son logros que he tenido en suerte, como una conquista.
-          ¿Y anduvo por otros países?
-          Sí, después me fui a la Argentina, radicándome allí durante ocho años, esporádicamente venía al Uruguay, haciendo actuaciones allá, estudié canto., con el Profesor Galvé en Buenos Aires. La persona que me recomendó a él, me decía: ‘No mires dónde vas, donde tiene el estudio’. Era un sótano y entrábamos a ese sótano y era un mundo aparte.
-          Los grandes maestros están en cualquier lugar físico del planeta.
-          Él, me decía, acá vino Mercedes Sosa, que había sido alumna de él. Le decían el sótano, por lo apartado y cuando entrábamos al lugar caminábamos  por un pasillo y encontrábamos dos hermosos salones, donde uno era de canto y el otro era para declamación. Estudie mucho con Galvé.
-          Como se ha ido dejando el arte de la declamación, recuerdo que de joven se hacía declamación en mi pueblo Juan Lacaze en la Biblioteca Rodó. Muchos pensaban: ¿Para qué serviría todo eso?. Sin embargo con los avances tecnológicos de radio, televisión, teatro, canto y tantas otras disciplinas, hasta para uno mismo en su modulación diaria se debería implementar. Habríamos menos enfermos de lo que es musculatura de hombros, garganta, nariz y oídos, en fin menos lesiones.  
-          Para el arte del escenario es fundamental esa disciplina. Conocerlo y llegar a él no fue fácil, era una persona que abría su agenda y desde las nueve de la mañana hasta las siete de la tarde tenía todo completo y allí cortaba. A parte en la Casa de la Cultura de Buenos Aires, él, hacía certámenes y realizaba uno a nivel internacional, del cual participé y saqué el primer premio. Después de haber sido galardonada a nivel internacional  este hombre que era asesor mío de canto Fernando Galvé, me pidió si yo no quería hacer tangos, a sabiendas de que a mí no me gusta cantar el tango; aunque provengo de una familia tanguera debido a que mi madre cantaba tango. No obstante, no quiero decir que no cante tangos, si tengo que hacerlos, los hago. Él se inclinaba a que yo los cantara por mí desempeño sobre el escenario. Bueno, le explicaba, pero mi estilo de vestir es siempre de pantalones, han sido muy pocas las veces que he utilizado pollera o vestidos, pues mi forma de pararme no es para esas prendas de vestir femeninas y como tengo una pose o posición cuando canto, reconozco y considero que eso para cantar tango, no le hacía bien a mi persona como cantante. ‘Sólo te pido que cantes dos tangos’, bueno le dije, si tú me pides. Preparé dos tangos, para un certamen que él hizo, pero canté como invitada debido a que ya había ganado un certamen antes, aparentemente a la gente le gusto mis interpretaciones de ese género musical.
-          ¿Y recuerda cuales fueron?
-          Sí, uno fue ‘Cantando’ y el otro ‘Loca’. Cuando bajé del escenario, vino Fernando y me dijo: ‘Tenés que insertar en tu repertorio uno o dos tangos’. Yo los canté con piano y me llevaba muy bien con el pianista que era un ejecutante sensacional, de primera línea. No obstante, nunca incluí en mi repertorio tangos. Valses sí, me encanta cantarlos y. . . recuerdo que a una fiesta de los certámenes de él, canté ‘La reja’ (ella no puede con la condición y desde el alma le brota por entre sus cuerdas vocales, el tema ejecutado a capela con un sentimiento desbordante de simpatía. . . ‘la casa tenía una reja laira, laira. . .,’), ese vals, lo cantaba con él acompañándome en el piano.
Después regreso al Uruguay. . .
-          ¿Y como fue ese regreso, con muchos sueños, verdad? Muchas añoranzas y nostalgias que habrán reverdecido.
-          Si pero antes, anduve por Brasil, Paraguay, siempre cantando. A Brasil, fui por medio del Ministerio de Educación, representando al Consejo de la Tradición de allá de Montevideo. Aquí en Uruguay, recorrí varios escenarios.
-          Siempre con su música popular folklórica a cuesta.
-          Uno acá. . .(queda pensativa. . .¡cómo rememorando cosas!); nosotros que tenemos el dúo con mi esposo, lo llevamos más a la música tradicional.
-          Cuando hablamos de música tradicional, específicamente. . .
-          Específicamente. . . hablamos de milongas, de valses rioplatenses, también la zamba, canciones. . .
-          Y dentro del repertorio milonguero que nos puede mostrar Cristina Alonso; una mirada hacia Zitarrosa un puntal, un verdadero labrador, un académico  de la milonga en nuestro país. O nos revela milongas argentinas, como usted sabe hay si mal no recuerdo tres ritmos de milongas distintos.
-          Es importante destacar que cuando uno va a la Argentina trata de no cantar una milonga de ese país, canta temas de Zitarrosa o representativas nuestras. Eso nos lleva generalmente, a arribar allá a través de él, que fue tan conocido y respetado en esa tierra. Como tú decías una mirada muy especial hacia Osiris Rodríguez Castillo, uno de los referentes del folklore gauchesco. Tuve la oportunidad de conocerlo y pedirle autorización para cantar un tema de él. ‘Como yo lo siento’, era muy celoso de su obra y no le gustaba que cantaran, sus temas sin antes ver como lo hacían, ya que él decía que los temas suyos, ‘eran hijos de su obra’. Por suerte me autorizó a cantarlos.  Mira, no es fácil llegar al Teatro Colón de Mar del Plata, durante el transcurso del año dos mil doce tuvimos la oportunidad de actuar allí, para nosotros fue como un evento más, como algo que pasa, aunque nos preguntábamos: ‘¿por qué a nosotros?’ y llegamos a entender que uno hace las cosas de corazón. Nosotros damos sin esperar respuesta. Eso nos ha llevado a tener hoy un dúo que es reconocido regionalmente.
-          ¿Tiene un nombre específico el dúo?
-          No, Omar Mendiberry Ayala y Cristina Alonso, precisamente por ello, pues mi esposo es una persona que ha sido reconocida por sus actividades musicales dentro del departamento de Colonia. Y yo tengo mi nombre a nivel también regional. Si la gente va ver a uno se encuentra con el otro o indistintamente, cada uno con una carrera, por su lado. Hubiésemos tenido que empezar muy de abajo si cambiásemos el nombre al dúo. Hoy nos está dando un fruto muy importante.
-          Una de las cosas que me llegó a mí, Cristina y Omar, cuando los vi por primera vez, y no arriba de un escenario sino caminando entre la gente en el Shopping de Colonia, tan de entre casa, como aquel claper que anda puerta a puerta mostrando su mercadería o el que canta en la calle Florida en Buenos Aires, o en la Ciudad Vieja de Montevideo. Los vi, decía, vestidos de gauchos, portando, ya sea una rastra o un poncho al hombro con la bandera patria que no es para todos, muy pocos pueden lucir nuestra enseña patria con tanta hidalguía y buena presencia y pulcritud en sus atuendos y pregunto: ¿Qué les dice la gente común y también los jurados o académicos si los catalogásemos de alguna manera, cuando tienen oportunidad de hablar con ellos?
-          Es decir uno lo hace por qué le gusta. Cuando nos conformamos como dúo, recuerdo un día en casa, mi esposo me dice: ‘A mí me gusta vestirme de gaucho’. ¡Ahhh! estaría muy bueno dije yo y nos hacemos trajes iguales. Me quedó mirando y hoy por hoy. . ., si no nos ven vestidos de gauchos, no, nos conocen. El atuendo nos identifica.
-          ¿Los colores. . ., recuerdo algo beige. ..?
-          Efectivamente, tenemos también rayaditos, en realidad hay unos cuantos trajes de gauchos, diversos. Eso hace también el respeto a la gente. Cada vez que viajamos, llevamos un traje para cada actuación, por ejemplo vamos a la Argentina y tenemos tres o cuatro actuaciones. Allá lo que sucede, no pasa acá en nuestro país, actuamos en un lugar y vamos a trescientos kilómetros a actuar a otro evento y la gente nos sigue, esa misma persona, nos va a ver con indumentaria distinta en cada espectáculo y eso hace, creemos nosotros, el respeto al público y a la gente que nos lleva o contrata. Creemos en que la imagen es fundamental en  esto del arte musical.
-          ¿Temas propios, componen. . .?
-          No. Nosotros tenemos cada uno por su lado temas inéditos, podríamos llamarlos así, pero nunca los incorporamos al repertorio.
-          ¿Y qué pasó allí, con eso?
-          ¡Buena pregunta! (Responde Omar que hasta ahora solo había abierto la boca para toser dos o tres veces, debido a su resfrío)
-          Son cosas como que uno se dejó llevar por temas escuchados, o temas que quizás no se cantan, o no son muy regularmente pasados en la prensa oral y televisada pero que tuvieron su éxito y quedaron y nosotros los rescatamos y los interpretamos.
-          ¿Por ejemplo, algunos de los que hacen?
-          Cantamos: ‘La López Pereyra’, ‘Los ejes de mi Carreta’, ‘Serenata del Novecientos’, que se yo  zambas como ‘Piedra y Camino’ de Yupanqui, Valses ,‘Adiós, Adiós’, ‘Engañada’, ‘Adoración’, ‘Me duele el corazón’, es decir temas que son cantados con un estilo propio, que la gente no los escucha ahora, pero que nuestra generación, sí que los escuchó y mucho.
-          Convengamos como decíamos que no existen medios que los pasen.
-          A no ser Radio Clarín de Montevideo que rescata y rescató desde siempre mucha música de este calibre.
-          O Radio Provincia en Buenos Aires.
-          Ahora me hace recordar algo, muy interesante, yo canté para Radio América en Buenos Aires, grabé para Landriscina
-          Ahora que lo tiene cerca, allí en Santa Ana, podría ir y presentársele. . . (Risas de los tres)
-          No, no sé si acordará pues yo era muy jovencita en aquel entonces y él tenía un ciclo de ‘Las Voces Nuevas’ recuerdo que allí no tenía guitarrista, no tenía nada, fui a tocar y cantar sola. El Profesor Balvé, me dijo: ‘Andá, andá que vas a quedar. ¿Qué canción vas a cantar?’ Se la hice escuchar, la ensayé junto a él y fui y me largué. Pero siempre reflexiono, a veces uno ve a la gente que va y se sube sobre un escenario y ya se cree Gardel como decimos nosotros, a veces nos miramos y  decimos: ‘pobre lo que les falta ¿no?’ Para grabar con Landriscina, me dijeron: ‘Para hablar con él tienes que ir al canal’. Fui al canal trece, en aquella época él tenía un programa que se llamaba. . ., bueno ahora no recuerdo como era, pero. . .justo cuando llego se cierran las puertas del canal y hasta que no se terminara de grabar no podía entrevistarme con él. Lo esperé afuera, desde la siete de la tarde a las doce menos cuarto de la noche que salió. Es: ‘querer o querer’. Recuerdo el portero abrió la puerta y me dijo ahí viene Landriscina, me le planté y le dije soy de Uruguay, a mí me gusta cantar, quisiera seguir haciéndolo. Me dijo: ‘Venga el martes al estudio’. Me dio la dirección de la Radio y fui, había una cantidad de gente joven y de todas las edades que ni te cuento, el escuchaba as todos y les decía: ‘Venga la semana que viene, o dentro de quince días, o prepare mejor la guitarra’. Bueno cuando fui a cantar yo y mi guitarra, canté una décima que no recuerdo bien de aquella época, una milonga que tengo mía que habla de donde vengo, cuando empiezo a cantar la primer décima, el me hace con las manos que está, yo pensé que mandaba para afuera y me dijo: ‘No, quédese, quédese. . ., vamos a grabar’ Yo no podía creer, ¿cómo que vamos a grabar? decía yo, ¿con la guitarra? ‘Sí, sí. . ., no sé si le queda mejor cantar sentada o parada’, me afirmaba él. No, yo canto parada. Bueno: ‘Empiece a cantar, nomás, haga de cuenta que esto va salir, ya estamos grabando’ Y salió después en un programa de él.
-          Una muy buena experiencia. En ese momento él estaba con todo el empuje. ¡Y usted también!
-          Sí, era el espacio de las Voces Nuevas en Radio América de la capital Argentina. Más tarde, canté en Canal Once en un programa de Víctor Hugo Morales que se llamaba ‘El Espejo’, en el barrio de Núñez cerca de la cancha de River. . .
-          Fue, es y será un valor imprescindible el Nene Morales, dentro de la sociedad rioplatense.
-          Sí, que te dieran un espacio esa gente, son logros, que uno muy pocas veces los puede contar, no los andamos diciendo por ahí, pues no es nuestro cometido.
-          Para una ocasión como esta me parece que está muy bueno que usted rememore todo esto pues la idea es hacer una valoración de la mujer en ese aspecto artístico-músico cultural.
-          No siempre se da una ocasión como esta para que uno pueda exponer lo que ha hecho. (Esta vez fue de nuevo Don Omar que por segunda vez y con mucho disfrute hacia lo que escuchaba, intervenía dando su invalorable experiencia de:  ¡voz masculina y cantora de tantos eventos!)
-          Los agradecidos, en mi nombre y en el de mi esposo, somos nosotros, pues nos han pasado cosas tan lindas últimamente, que el año pasado fui elegida para grabar los premios ‘Grafittis’, me llamaron que venía la productora en setiembre a grabarme, temas de artistas nacionales y ya había grabado dos temas que fueron seleccionados y que van a ser grabados con distintos artistas de todo el país, que ellos eligieron. La Dirección de Cultura de la Intendencia de Colonia, hizo el aporte de una cantidad de artistas departamentales, ellos fueron seleccionando y le dieron oportunidad a casi todos los artistas de todo el departamento, no obstante quedamos Yabor y yo.
-          Me da una primicia que ojalá podamos salir juntos los premios ‘Grafittis’ y esta modesta selección literaria-musical-femenina. Debo de agradecerle Cristina, pues el otro día, fui hasta su casa a buscarla justamente para ponerle en conocimiento mi pequeña locura, y auscultar la posibilidad  de su aceptación y si me daba el visto bueno de hacer esta nota y me encontré con sus dos hijos, un domingo de noche a las veinte horas y en realidad es para hacerlo notar, la calidez con que Martín y Rodrigo me atendieron. Nunca me habían visto y así de una, se comunicaron con usted que estaba volviendo de una gira y al toque me pusieron en contacto con su persona vía celular, me hicieron pasar y ya concretamos esta entrevista, realmente unos hijos de diez, los felicito en serio.
-          Gracias, si son el orgullo de uno y los adoro.
-          Les agradezco sinceramente el haberse acercado hasta mi domicilio para que esto quede plasmado en un libro y con orgullo para la mujer que tan lejos había quedado relegada y hoy está ocupando el lugar que nunca debió perder. Algún mensaje final.
-          Aquellos que quieren llegar, insistan. Insistan que todo llega en la vida, lo que uno quiere, tienen que continuar hasta lograrlo, sin perjudicar a nadie, siempre luchando, hasta conseguir las cosas, que todo en la vida se da. Tratando de ir de a poco. A veces no salen, bueno no importa, cuando va logrando cosas por uno mismo, lo disfruta mucho más y no solo eso sino también que se pueden dejar estos mensajes a los demás. Muchas Gracias Horacio y suerte.

Ella, lo ha hecho todo. Ser lacacina, no es poca cosa; ser maestra, es, un ser grande; insertarse como maestra de niños discapacitados auditivos, es, ser enorme para ellos en ese mundo sin mundanal ruido!!
Por tanto y tanto que da, ella nos da, desde ese mundo que imagina, después de ardua trabajosidad, da:  ¡Música rioplatense!! acaso, para que la escuchen: ¡Hasta esos seres y ese mundo que ella ama tanto!

María Eleonora Pérez Zuloaga                                       
                                  
                   María Eleonora
                 
                                  Cantante de Da Capo Tango Trío
    





-          Vecina, amiga, compañera en el arte contemporáneo, María Eleonora, así le llamamos desde chicos, y sale siempre con su mismo temperamento de mujer conocedora de las debilidades sociales que nos aquejan a muchos de nosotros. Ella, ha cantado para mi familia, en ocasiones esenciales de necesidad. ¡Presentante, María vos sos tango por elección y por excelencia!!
-          Gracias, querido. (Siempre me trató igual. . ., siempre). Ya tienes mis nombres, nací acá en Juan  Lacaze, de padres lacacinos, abuela italiana y abuelo nacido en Rosario. Nacida en el año cuarenta y ocho ( para que adivinen la edad, jaaja!)
-          Yo te iba a preguntar por las decenas de años. Me atoraste en información.
-          Un veintiséis de marzo de ese año.  Tuve una infancia muy alegre, muy divertida, fui una de las niñas que me crié en mis primeros años en la ex  ‘Casa del Niño’ de Campomar y Soulas SA (Antigua Fábrica de Tejidos, como se la conoció) Allí mi madre fue la directora de esa repartición de la Fábrica. A los seis años ingresé al  Colegio María Auxiliadora, hice liceo en el Colegio de Nueva Helvecia Mater Ter Admirabilis y a los dieciséis años ingresé en el Instituto Normal José Pedro Varela de Rosario y a los veinte años me recibí de maestra. Trabajé en la Escuela de Discapacitados Intelectuales N°136 que es acá en Juan Lacaze. Después trabajé en la Escuela N°105, durante cinco años, simultáneamente lo hacía en Colegio de Hermanas (María Auxiliadora) en mi pueblo. En el año mil novecientos setenta y cinco di concurso y conseguí la efectividad para dar clases en el Paraje Sarandí Campana en la Escuela N° 116, trabajé dos años allí y me fui hacer una especialización para discapacitados auditivos a Montevideo. Terminada dicha especialización, no había en nuestro departamento para dar clases de niños sordos y me fui a Maldonado con la idea de estar dos años allí y volverme a Montevideo, con la idea de seguir estudiando, pero de acuerdo a las circunstancias de la vida y la situación que se vivía en ese momento, no lo pude hacer y me quedé en Maldonado veinte años. Terminé de trabajar, lo hacía simultáneamente en una escuela de sordos de allí y en el Instituto Uruguayo-Argentino, colegio normal, para niños sin discapacidad. A la edad de cuarenta y ocho años, y, como siempre me quedó eso, y teniendo la posibilidad de jubilación, dentro del apartamento que alquilaba frente a la Playa Brava, un día mirando el mar me dije: ¡Qué hago acá en Maldonado! Gran interrogante ¿verdad? Entonces, me jubilé y me volvía a Juan Lacaze. ¿Por qué volví: . . .? No sé. Yo sentía que tenía que volver. Todo el mundo me preguntaba que hacía pues acá se me veía cuando había vacaciones, siempre en vacaciones andaba en la vuelta por estos, mis lares de crianza. Nunca perdí contacto con mi familia. Tenía sobrinos chicos, siempre en la vuelta y compartía con ellos su infancia pues era una cosa que importaba compartir, su niñez ya que no lo hacía durante todo el año lectivo.
-          ¿Y la vuelta que emprendiste a nuestra tierra arenera, con rompiste tus inquietudes. . .?
-          Recuerdo que empecé un curso de italiano, uno de portugués y un  día se presentó una muchacha Ana María Fleitas, me dijo: ‘María Eleonora, ¿quieres hacer teatro?’. Le pregunto donde se hacían talleres y era en Bibiloteca Rodó, ingresé allí. Era en ese momento, cursos patrocinados por el MEC y desde ese momento, sigo en el Teatro. Luego di comienzo a trabajos en una clínica donde se atienden chicos con dificultades de aprendizaje. Viajaba a Colonia en mi auto y  en la radial de Juan Lacaze, estaba parado un  chico haciendo dedo, paré, le pregunté a dónde viajaba, contestándome: ‘Que lo hacía a Colonia’. Le digo eres estudiante. Me dijo: ‘No, estoy paseando, estudio medicina en escuelas y soy de la zona’ Yo escuchaba música clásica en mi radio y me dice: ¿Te gusta la música clásica?’ Sí me encanta le digo. ‘¿Y el canto?’ Ah me apasiona, cantar sé, pero me encantaría poder aprender a cantar. Me dice: ‘Mi madre es profesora’. Le dije ¿Y dónde trabaja? ‘En Juan Lacaze’, me contestó. En realidad no estoy enterada. ‘Sí, ella empezó este año’. Bueno de esa manera conocí a Marina Villanueva, que fue la que me inició en toda la parte de canto, seis años trabajé con ella.
-          ¿Villanueva aquella familia de Villa Pancha?
-          Tú sabes que no. Esta muchacha es de Tarariras y vivía en La Paz. Trabajamos vocalización, todas las técnicas que me pudo dar y bueno cuando yo le dije, mira Marina a mí me gusta cantar tango, en realidad otra cosa no me interesa. Dice: ‘Y bueno tendré que enseñarte a cantar tangos’. Bueno en esas vueltas de la vida en que se me fueron dando las cosas así sin querer, conocí a Heraldo Roland que es bandoneonista que me acompaña en el trío.
-          ¿De Rosario?
-          Sí y nuestro primer trío fueron él, Pedro Otegui, que el papá integraba Nuestra Razón en esta localidad, después por razones de trabajo Pedro no pudo seguir más.
-          ¿Qué instrumento tocaba Pedro?
-          Él tocaba guitarra, en un primer momento fuimos bandoneón, guitarra y voz. Ahora se incorporó Ivana Pontet que es de Nueva Helvecia con teclados y seguimos con el mismo nombre.
-          ¿Por qué el tango?
-          Siempre me gustó el tango, desde chica me acuerdo que venía, me sentaba al piano, tocaba y cantaba tangos.
-          De acuerdo a mis lecturas y estudios María Eleonora, algunas clasificaciones metodológicas de musicología, el tango se estudia como música popular. A su vez, en el Río de la Plata Argentina y Uruguay, los orígenes de dicha interpretación  se remontan hacia mil ochos cientos noventa más o menos y hasta las primeras tres décadas del siglo XX denominado, como Guardia Vieja, aunque hacia atrás en años se podría hablar de un tango incipiente.  Y después de esas tres primera décadas se lo denominaría como Guardia Nueva, a sabiendas de la revolución tanguera de Piazolla y del tango electrónico más acá, ya dentro del siglo XXI. Todo debido a que el tango realza el valor de lo nacional a veces influenciado por la cultura francesa, no obstante representa lo exótico, mundano se ve esa cultura orillera que intenta invadir transformar la sociedades rioplatenses. Bien, ¿en qué período se insertan ustedes con vuestro repertorio? Hablo de ti como intérprete y de Da Capo Tango Trío como ejecutantes.
-          Mira, me gusta la época del cuarenta. Troilo, Manzi, Piazzola, los Espósito, Discépolo, Marianito Mores. No entiendo aún por qué el tango, pues en casa se escuchaba todo tipo de música, no obstante, yo era chica ocho o diez años y en casa se miraba un programa de televisión denominado La Familia Gessa se Divierte, donde estaba Virginia Luque.
-          Estuve a punto de preguntarte por ella, pues, había algo distinto en esa mujer. ¿Verdad? su peinado, su lunar, su impronta arrabalera sobre el escenario.
-          Sí pero con una impronta arrabalera que no dejaba de ser femenina. ¡A mí, eso me           encantaba! Nunca me perdía ese programa. Y otra que me gustó mucho como cantó el tango fue Alba Solís.
-          También otra mujer de ese estilo.
-          La interpretación de ese tipo de tango, es el que a mí me gusta.
-          En mi caso María, yo podría decir por qué me gusta el tango. Mi padre que era un desenfrenado por el tango, me lo hacía escuchar todo los días de la semana, en casa no se escuchaba otra cosa que no fuera esa música. Llegó a veces a prohibirme escuchar a Pescado Rabioso, a Vox Dei, en fin, ¡me fui al carajo, jajaj!
-          Recuerdo, en mi caso, íbamos al Palacio de la Música a Montevideo con mis padres y me decían: ‘¡Cómprate unas partituras!’ y yo terminaba siempre comprando tangos. En casa se escuchaba, pero no era que mi padre sea fanático del tango, lo que sí en mi casa se cantaba. Mi abuela, siendo italiana, cantaba todo el día, aunque también cantaba tangos. Y mi madre cantaba, entonces cantaban a dúo. 
-          Invoco a mi padre, como te decía antes, pues él nos hizo a mi hermana y a mí estudiar con tu vecino aquí a la vuelta a dos cuadras Don Francisco Martinatto, italianísimo de pura cepa y músico si los hay, guitarra. Hicimos seis años. Y papá iba a Montevideo y que nos traía partituras de tangos, allá las tengo en casa. El Garrón, Duelo Criollo, Rodríguez Peña y que se yo nunca los pude sacar pobre papá se quedo con las ganas de escuchar a sus hijos tocarle un tango en la guitarra, sin embargo toco otras cosas muy interesante de la antigüedad de los siglos XVI o XVII y no tengo problemas.
-          Yo creo que ese fue el impulso creador que me motivó a ser cantante de tango después de algunos años. Escuchando más a mujeres  que a hombres. Esa pasión, eso que vos trasmitís a través  de todo, de la letra, interpretación, música, todo hasta lo bailado entra en esto.
-          ¿Te llegó  Tita Merello, Azucena Maizani, y Rosana Falasca por decir épocas y cantantes diversas?
-          Vos sabes que la única de las que nombraste Rosana Falasca, bastante, pero me gusta más el tango arrabalero. Como te explico, yo creo que tiene que tener vida detrás,  ese tango para que llegue al otro, debe de sumirse en una impronta de seguridad interna de un ser humano para ser trasmitido a sus congéneres en este caso, como arte musical.
-          Quienes te hemos escuchado en varias oportunidades, nos preguntamos: ¿Una mujer lacacina cantando tango y dejando el alma en esos tres cuatro minutos. . .? Siempre asociamos a nuestro pueblo como carnavalero, murguero, candombero, chamarrero, milonguero. . .
-          Seguro, pues los tangos que yo elijo para cantar y los que elijen mis compañeros de tareas musicales, siempre tienen que ser tangos que tengan vida. Mucho, me gusta la bohemia, la noche, creo en la noche, allí descubrimos una cantidad infinita de situaciones, hechos, desenlaces y encuentros en fin. Creo en la noche. Desde allí, creo que se aprende un conocimiento y sin él, no es posible enseñar la vida.
-          ¿Hubieras vivido más la noche?
-          ¡Sin duda, sin lugar a duda! Viví como pude la noche.
-          Hubieras desempeñado la tarea docente. . .¡de  noche! Jajajaja (Risotadas de ambos, festejando la chanza)
-          Si hubiese sido otros tiempos. . .casi seguro que sí (me lo expresaba muerta de risa).
-          Da Capo Tango Trío fue tu iniciación allá por dos mil cinco, pero aún sigue siendo tu experiencia musical de vida por lo que aprecio. ¿Han integrado partituras nuevas claro, desde los comienzos uno siempre va variando verdad?
-          Si, si, siempre estamos en constante cambio, siempre dentro de la misma dinámica. Tenemos un tango de Gardel para interpretar. No obstante, no lo hacemos igual a él, le damos nuestro estilo, le imponemos nuestro perfil.
-          Es un matiz distinto
-          Si vos sabes que sí, es un matiz diferente y lo hacemos desde allí diferente. No es para hacerse análisis, pero vemos diferencias en eso.
-          ¿Actuaciones?
-          ¿Qué hemos tenido?
-          Si
-          Hemos actuado en el Bastión del Carmen, actuamos en los museos, tenemos muchas actuaciones a través de los Centros MEC, ahora el quince de junio tenemos una actuación acá en Juan Lacaze. Ahora tenemos otra con el esposo de Nora Sena, Pepe, él sabe muchísimo de tango y él va haciendo un raconto de todos los cantos que cantamos y luego nosotros los interpretamos y se forma un  ensamble muy bonito que al público le agrada.
-          Bueno, no son  gente de presentaciones en concursos ni nada de eso. . .
-          ¡No, nooo! Ese tipo  de cosas la dejamos para la juventud. No obstante son jóvenes quienes me acompañan, veinte y pocos años, pero nunca nos interesó presentarnos a concursos, ni nada de eso. Porque es hacer lo que uno quiere, le gusta, lo siente y. . ., bueno y está.
-          Es la energía sacada hacia el exterior.
-          Efectivamente. Yo veo que hay una energía, y una necesidad de manifestar lo que es uno siente y que a veces no se puede descifrar.
-          Supe por ahí. . ., de parte de alguien que te aprecia mucho  y que es tía mía, que alguien. . ., más precisamente mi ex vecino de niño Norberto        Silva, que anduvo por estos lares hace muy poco tiempo, presentando un libro, dedicándote un tema musical.
-          Es cierto yo era muy amiga de Chiquita su hermana, que falleció hace algún tiempo, y él no sabía que yo cantaba tangos y esa venida a nuestro país como tú dices, él tenía el libro para presentar, yo le coordine algunas cosas acá y cuando se enteró de que cantaba tangos me digo: ‘lo presento con la condición de que tú cantes’. Bueno canté dos o tres tangos y él después me dedicó esto; ¿quieres que te lo lea?
-          ¡Me encantaría!
-          Cantando
Donde cantaste antes
que el tango te llegara
susurrando
desde los rincones de tu pueblo.
 Palabras de vida
se arrastran en tu canto,
como se arrastra el río
llevando lejos miedo y soledad.
Cuando todas las campanas
doblaban a muerto,
tú te encerrabas en tus canciones
para no endurecer tu corazón
Tus ojos que no lloraban
dejaron caer lágrimas en tu voz
que imperiosa maduró uvas
e hizo llover sobre los naranjos
para florecer al atardecer
Tu voz que no escuché ayer,
hoy llega hasta mí
en esta noche
y en las palabras de VOLVER.
Para María Eleonora Pérez.
Juan Lacaze, 10-02-2008.
 Cuando él volvió para Italia, desde allí me mandó esto.
-          Si tuvieses la fotocopia, para ver bien  el desarrollo de los versos y la puntuación y demás me la haces llegar, así lo paso tal cual.
-          Para mí es hermoso pues me llega mucho la letra y aparte es un amigo. Esto me motiva aún más a cantar.
-          María, muchas gracias por tu tiempo
-          Decirte gracias, y proponerle a la sociedad, que si uno quiere realmente hacer algo, se tiene que proponer hacerlo, en mi vida se me había ocurrido, ni me podía imaginar que después de los cincuenta años, me iba a poner actuar, e iba a ponerme a cantar. Pero mucha gente que me conoce me dice María: ‘¿lo pensaste?’ Pero no, esto fue lo que quise hacer toda mi vida y lo tenía escondido, entonces. . ., yo creo que uno tiene que animarse hacer lo que le gusta hacer, no importa la edad, no importa el tiempo, cuando lo hagas, lo que sí cuando decidas; ‘¡Lo hago y lo hago bien!’ En ese hacer lo que nos gusta es entregarnos realmente como somos, y le damos realmente a los que nos rodean, lo nuestro. A veces tenemos miedo de dar lo nuestro, nos parece que lo nuestro siempre es poco ¿No? Y yo creo que si todos nos convencemos vamos a dar lo mejor de cada uno y desde el punto de vista del arte, empezamos a dar lo que realmente sentimos, creo que la sociedad sería muy diferente. Porque el arte nos permite ser libres. En la medida que tienes libertad, esa es la medida que podes dar, te das plenamente.
-          Gracias nuevamente y nos estaremos viendo en alguna ocasión artística, la más probable es en la que cantes para este humilde trabajo! Gracias


                                         Juan Lacaze 9 de Junio de 2013


Nueva Palmira
Desde los pagos del norte departamental, viene rockeando y sonando en sonido musical.
No se crean que son de así nomás, son de certificada calidad. Ganadoras de certámenes, impregnadas de notas musicales hoy llega

María Noel Pessi                                              María Noel

-          Me llamo María Noel Pessi Vico tengo treinta y seis años,  dos hijos el mayor toca el piano y el más chico batería.
-          Si me enteré por nuestro amigo en común Alfredo Zaldúa, me contó que toca el piano muy bien.
-          Claro pues el año pasado, tocó junto al él en una actuación teatral en la que necesitaban un pianista. Sí toca muy bien.
-          Siempre es muy bueno hablar de los hijos. Pero me gustaría, me hables de ti, aunque Alfredo me anticipó que sería muy interesante sacarte algunas frases. que eres muy tímida, callada y. . . voy a intentarlo. Dale. . ., cuéntame. . .
-          Sí, en realidad empecé muy chica, escuchando cantar. Mi madre y mis tíos cantaban muy bien, tenía una bisabuela que tocaba el piano excelente, según me contaban. De estudiante en UTU (Universidad Técnica del Uruguay), me presenté a concursos de canto en mi adolescencia. De allí se dio la posibilidad de concursar para ir a Durazno al Festival de esa ciudad. No fui sola. Esta actividad fue realizada en grupo, éramos. . ., cuatro jóvenes, ¡no!,   éramos. . . cinco chicos en realidad. Sí, cinco.
-          ¿Y. . ., cómo se llamaba el grupo?
-          ‘Amanecer’.
-          ¿Qué tipo de música tocaban?
-          Folklore. Sí eso era folklore.
-          Qué bueno, poder acceder a esa actividad de tan joven. ¿Tuviste alguna otra oportunidad musical?
-          Siii. Estuve integrando también otros estilos musicales, como rock. Te cuento que en realidad estuve integrando dos o tres grupos.
-          ¡Ah!! pero estamos en presencia de una cantante de primera índole.
-          ¡Nooo! Los he tenido pues me apasiona la música
-          Claro, veo que eres introvertida para una entrevista pero la cantante en escena debe ser de primera. ¡JaJaJa! (No tuvimos más remedio que reír a carcajadas ambos) ¡Ah y me debes los nombres de los grupos!
-          Sí. Uno era ‘OneWay’, otro ‘Open Music’, está. . ., esos dos.
-          Y fueron locales o. . ., como los rockeros hicieron giras nacionales y regionales.
-          Si, con Open, fuimos a Tacuarembó, anduvimos por Montevideo, por Colonia. Yo más que nada, me divertía cantando. Acá he cantando con Tabaré Pedrosa, con Jorge Pólvoraa, con Iglesias. Pero con el que más he cantando, ha sido Tabaré, él toca la guitarra muy bien y canta precioso.
-          Alguien me contó, como dicen los mayores a los niños ‘un pajarito, me contó’ je je je!! (Nos floreció una risita niñosa y seguimos), que también patinas. . .
-          Sí, soy profesora de patín artístico. Es por ello que he dejado un poco de cantar, pues no me da el tiempo, fíjate que desarrollar esta tarea no es nada fácil. Es una tarea que demanda mucho tiempo, el aprendizaje a niños chicos, aunque ellos arrancan enseguida, pero también están los jóvenes y adultos, ensamblarlos en esta disciplina no es fácil. Elección de temas para danzar sobre patines, lleva un tiempo muy largo y se me hace escaso el día. Mismo para cantar y preparar lo que conlleva un grupo musical también es muy delicado, digamos para que luego salga todo bien y el público se lleve una buena imagen y quede conforme. Y todo no se puede y opté por el patín hoy día. Tal vez mañana. . .
-          Como veo que tu inserción musical camina por lo popular. Se me viene a la mente. . . ¿ya que realizas rock, alguna vez se te dio por pasar en géneros musicales como el blues o el jazz que son de un corte que podríamos llamar como la raíz rocanrolera?
-          Tú sabes que no. Rock, pop y como dije al principio folklore, pero no mucho más.
-          ¡Bueno eso es bastante! Y algún instrumento, ya que del rock normalmente, salieron muchos guitarristas, bajistas, en fin. . .
-          Mira, guitarra un poco algo muy superficial y en el caso de teclados un poquito más, fui a estudiar algún tiempo, pero no mucho más. Lo mío en realidad es el canto. Allí, encuentro mi comodidad en la música.
-          Dime. . ., y en el caso de cancionero propio, es decir escribir letras para canciones. Como andamos por allí.
-          No. Nunca me puse a escribir una canción.
-          Así que las canciones, por lo que veo, son de rock uruguayo, argentino. . .
-          Sí efectivamente, tú lo has dicho, andamos por ese lado cuando cantamos. ¡Ah! recuerdo ahora, también le metemos alguna letra en inglés también.
-          ¡No me digas!
-          Sí claro metemos algunos temas en inglés, le salíamos por todos lados.
-          Pero. . . te veo más por el lado de Doors, Pink Floyd. . .
-          Si por todos ellos pasábamos. ¡Pero hace muchos años! Ya es como que. . .
-          Pará, pará un poquito. . ., todo bien con tu rock, pero con esta te mato: ¿Seguro que no de Ossy Osborne, ni de Marilyn Manson. . .?
-          ¡Noooooooooo, nada que ver!!! ¡Eso sí que no! ¡Jua Jua Jua!  (Nos reímos a carcajadas los dos, no por defenestrar ni mucho menos la música de rock pesado, en la que por otra parte, muchas veces me he insertado a escuchar, pero a sabiendas de que era complicado su toque y desde esa perspectiva es que nos reímos.  
-          Es decir, vives para el patín y la música.
-          No solo eso. También soy maestra, pero no ejerzo, pues no me da el tiempo, me paso con el patín todo el día. Eso me da una impronta musical que muchos quisieran tener.
-          Claro, mi hija hizo de niña, hizo patín artístico y me daba cuenta cómo trabajaba el profesor con los temas musicales, apreciándolos en toda su magnitud para después influenciar sobre las personas que ejercían el deporte, haciéndoles ver que era la misma música; en que las diferentes edades cronológicas personales debían de enfrentarlas en ese acto y posesionarse de ella como propia y gozarla y disfrutarla hasta sacarle el máximo provecho. Me parecía algo tan sutil y trascendente a la vez, que me quedaba todo el ensayo mirándolos yo ensimismado en ello.
-          Eso, eso lo dijiste tan bien que, es tal cual. Pero agregaría, yo debo de meter música por todos lados. Esto es como en casa, yo vivo cantando en mi casa todo el día y de allí muchas veces van saliendo o implementando diría, los temas para las clases de patín.
-          ¿Estamos hablando de música más pop, María Noel?
-          Más clásica. En el patín meto mucha música clásica.
-          Como te conté mi hija hacía patín con un profesor de acá cerca de Dolores en el Departamento de Soriano, Leonel Cóccaro, él metía mucha música pop en los ensambles.
-          ¡Ah, Cócaro!, si había un profesor de patín con ese apellido en el club Libertad de Dolores, hace tiempo ya. Y yo tuve un profesor de dolores que venía aquí a brindarnos clases que era de apellido Morono. No obstante como te decía, yo he escuchado de Cóccaro.
-          ¿Así que los músicos en Palmira siempre van adelante aquellos que ya tienen una trayectoria?
-          Exacto, casi todos los cantantes de aquí cantamos con los músicos que te nombré más arriba de nuestro dialogado.
-          ¿Así que cantan todos en tu casa?  (Una voz, desde dentro, exclamó: ¡‘Sí, como canta su madre’! Era la voz de Sonia Calleros a quien le habíamos invadido su casa).
-          Sí, mi madre canta muy bien. ¡Ah! y mi padre no te cuento, mis tíos también.
-          Lo tuyo es genético.
-          Mis dos hijos como te decía uno con el piano y otro con la batería, hace años y toca relindo.
-          Así que todos cantan y decime: ¿imagino que estudian vocalización, canto, etc.?
-          ¡Nooo, para nada, nunca estudiamos nada! Es más te digo, ni conocemos lo que es vocalizar o algo de ello. Igualmente, mi voz la conservo intacta, estimo que es porque hago mucho ejercicio, abdominales, imagina con el patín, vives, diría, haciendo ejercicio. Y aún más, hago bicicleta, hago remo. ¡Debe ser por eso, sí claro!
-          Sacas energía y te entiendes muy bien con tu estómago, ventilas muy bien tus pulmones por otra parte la musculatura del abdomen es primordial.
-          Si por supuesto, te diría que yo hablo con mi estómago, todo mi  esfuerzo pasa por mi panza. (Se vuelve a escuchar a Sonia Calleros que asevera que no se puede cantar si no es con la panza) Si no entiendo, aquellos que utilizan los pulmones para cantar.
Bueno acá, se produjo un suspiro, una lenta aspiración de aire, un momento de aletargamiento en la entrevista y. . ., entreriéndose con humildad me dice: . . . ‘!Ay, no sé. . . qué más puedo decirte!!!’. Cada vez más entendía que lo que mi amigo Alfredo me dijo con realidad: ‘Mira, María Noel es muy calladita, introvertida. . ., deberás sacarle las palabras con tirabuzón’. En fin no debí insistir más y. . . le agradecí muchísimo por su deferencia para conmigo.
-          No obstante debo decirte gracias Horacio, pero perdona, soy re callada.
Insistí. Me dejé llevar por mi espíritu investigativo y. . . le digo:
-          ¡Cuéntame más sobre lo que haces musicalmente!
-          ¡Ay, Horacio! No sé más que decirte. De los lugares que ido, de los grupos que he tocado. . .
-          Pero con la gente de rock con quienes tocaste no fue la misma que lo hiciste con  los de folklore por ejemplo.
-          ¡Ah nooo! En principio eran todos músicos de aquí de Palmira, en ambos casos. en el grupo de rock teníamos tecladistas, bateristas, bajo guitarras. . .Aquí hay una cantidad de gente que toca y que toca rebien. Lo que sucede es que no se difunde mucho, y no hay mucho mercado para ir.
-          ¿Y con la noche de Palmira que pasa?
-          Es medio tranquilita digamos. Ahora por ahí es más o mejor la noche, pero cuando yo era más chica digamos no había casi noche alguna vez podrías tocar, pero no había ni cerca la gente que  hay ahora. Te hablo de veinte años atrás.
-          Te acordás de algún título de canción de rock. . .
-          ¿De rock? Faa, no se me viene ahora, hace tanto que no canto más rock.
-          Como popular argentina, de Charly por ejemplo, se hacía algo. . .
-          Si cantábamos de Charly con Open Music, teníamos una chiquilina de Carmelo que venía Karina Sosa, que es profesora de música, ella cantaba con nosotros y cantábamos a Charly, últimamente, cantábamos canciones de La Vela Puerca. . .
-          ¿Ah te gusta la Vela? 
-          Si me encanta
-          ¿Y del Cuarteto del Nos?
-          No nunca canté del Cuarteto. . . (En este momento, de improviso, le saqué una foto y la Señora medio como que no me miró muy bien a los ojos y. . .), faaa soy antisocial Horacio que voy hacer; cuando hago las fiestas del patín me quedo por allá atrás bien  lejos, que nadie me vea, y me tienen que hacer fuerza para que salga a saludar. En realidad yo canto, pues me gusta cantar, no lo hago para que me miren, en realidad, no me gustan que me miren, ja ja ja!! ¡Soy muy rara!  (Se ríe como diciendo ‘disculpen muchachos pero soy así! No obstante, sabemos que es una gran persona, joven y muy considerada para con nuestro modesto trabajo y la sociedad palmirense en el mundo artístico ) Si Horacio soy Rockera y bueno gracias . . .por todo esto, por venir hasta Nueva Palmira para realizarnos esta entrevista que yo en mi caso no merezco pero bueno ya viniste así que espero salga bien y desearte que este libro que estás emprendiendo sea para el bien de toda la comunidad, especialmente las mujeres. Gracias.

                                          Nueva Palmira 1 de Julio de 2013
 Esta Nueva Palmira os va a llenar de sorpresas. Aquellas mujeres que uno ni siquiera sospecha de su impronta, hoy nos asombran con su calidez de vida. Conformada a fuerza de tesón y coraje, de pálidas y maduras, de convencimientos y resquebrajaduras, de fuerza a fuerza. Templanza, sabiduría adquirida en embates de vida la fue arrinconando a momentos de canto, en soledad, en clubes, en eventos, en certámenes. . .
¡Oye tú, me has entendido!
Ella, ejemplo de palmirense:


Sonia Calleros                                               Sonia Calleros

Entré a su casa en la que habíamos quedado de encontrarnos a las catorce horas del día convenido. En realidad, también y con agrado, recibió allí, a la entrevistada de más arriba María Noel Pessi. Es decir que no entré solo, sino que fue como una pequeña intromisión artístico-hogareña con la que se encontró nuestra querida Sonia, en ese momento.
Como no podía ser de otra manera su equipo de música, sonaba de lo lindo. Así que nuestro dialogo, comenzó no de una manera convencional. Fue así:
-          Hola, hola.  ¡¿Cómo estás. . .!? (le dijimos casi a dúo con María Noel, que había dejado su bicicleta aparcada a dos metros de la puerta de entrada a su casa, sobre a la Avenida Bravo de aquella ciudad)
-          Bien, bien, pasen y tomen asiento. (En realidad he de confesar que no las conocía, ni ellas a mí, como en la mayoría de los casos, en ese momento recién nos habíamos registrado como dicen los chicos y adultos de ahora y. . . ¡de antes!)
-          Gracias señora. Voy a sacar algunas de mis pertenencias para grabarles. (El MP4 estaba desparramado dentro de mi maleta y después de hallarlo. . ., ella sentada en la cabecera de la mesa de su living, y María Noel a un costado, mientras yo procuraba sentarme y buscar hasta que. . .) eres muy gentil de recibirnos, dime: ¿podría bajar yo un poquito tu equipo de música para grabar mejor?
-          Claro hazlo.
-          Es este botón grande.
-          El del medio.
-          ¡Aja!
-          El del medio.
-          Bien vamos a ver. (Evidente no embocaba al toque del botón. . . ¡y ahora eran las dos a coro!
-          ¡El del mediooo!
-          Allí, por fin baje el volumen. ¡Bueno disculpen! (Una risita traviesa se me estacionó en los labios Jejeje!)  Arranquemos a grabar (nos reímos los tres) 
-          Bueno mi nombre es Sonia Calleros Arrecoús, tengo cincuenta años. . ., no digo más (¡jua jua! fuertes risas no creyentes). Nací un veinticinco de agosto.
-          ¡Mirá que bárbaro! ¡Patriota perdida!
-          Sí sí claro, ya lo verás. Mis inicios musicales nacieron de la familia, de mis padres. Tuve una infancia muy pobre y muy rica a la vez, muy feliz y muy triste, vaya la contradicción. Quedamos siete hermanas a cargo de mi papá. Algunas, la mayoría con dones musicales unos desarrollados y otros no tanto. Empecé a cantar desde los cuatro años en público, me llevaban a los carnavales. Tenía mi voz privilegiada según la gente de esos momentos, tenía mucha más desfachatez que ahora eso es obvio. Era mucho más fresca y no tenía vergüenza. Ahora sí. Siempre me gustó la poesía, la literatura, escribo canciones desde chica, muchas, pero muchas me he guardado para mí. Soy madre de tres hijos y abuela de tres hermosos soles, separada, he tenido que luchar muchísimo y lo sigo haciendo. Mi vida no ha sido nada fácil, dejé de cantar pura y exclusivamente por amor. Sacrifiqué todo lo que a mí me gustaba. Entre otras cosas, la política, fui  Edil Departamental, trabajadora social desde los trece años, sigo trabajando para INAU por los niños que son quienes me hacen feliz, pienso que hay mucho sufrimiento. Escribo cuando tengo que hacer terapia. He pasado por una enfermedad horrible que he podido superar que es la depresión, perdí tres años hermosos de mi vida en ello y cuando me desperté tenía un montón de cuadernos, con notas, poesías, participé de un concurso de poesía que nadie supo. Un día dije  ‘nunca más’ y hice una canción que me hizo despegar de toda mi vida musical. Con otro tema mío participé en el Festival de Durazno, traje premio y enterré lo que había escrito. Nunca más volví a cantar esas cosas. No obstante participé en muchos festivales, y lugares importantes, Sala Zitarrosa, Prado, Festivales de Durazno, de UTU, no sé cuantos me faltan pero Guitarra Negra, Festival de la Cerveza en Paysandú, Juan Carlos López, el locutor de ‘Americando’ tenía interés en mí, como artista, justo cuando se abría camino a la fama Pablo Estramín. . ., y esa vez elegí ser madre. Bueno creo que . . .
-          No es poca cosa.
-          No es poca cosa, conozco muchos músicos uruguayos, me encanta la música ciudadana uruguaya, no es folklore, pero es más tirando a Laura Canoura, Washington y Cristina Carrasco
-          Música ciudadana y popular. . .
-          Exacto, que no es lo mismo que folklore, si bien se me ha identificado mucho con esta temática, canto de todas cosas, pues por ejemplo, fíjate que yo estaba trabajando en el Club de los Abuelos, que tuve un taller de canto comunitario y salí como cantante de tango, que nunca se me hubiese ocurrido. Fue algo maravilloso, he tenido muchas oportunidades de estar en diferentes radios y la canción inédita que me llevó a Durazno, la canté por primera vez en Gualeguaychú y en Radio Nacional Argentina.
-          ¿Cómo se llamaba el tema?
-          ‘Adiós sin despedida’. En esa ciudad viven tres hermanas con sus familias y me invitaron para salir un poco de aquí, me propusieron buscarme unos músicos de allí y que saliera a cantar y así fue. . ., entre charlas y convencimientos de que lo hiciera, me acordé de la letra, mejor dicho siempre me gusta más la melodía, y como que la letra va cayendo sola. Y bueno me animé, me acompañaron dos músicos, canté en la Plaza San Martín de esa localidad, me encontré aparte de ellos una cantidad de personas, que no conocía ni nunca había visto en mi vida y allí empezó un poco, los  recorridos y propuestas por Argentina.   Como ‘La Uruguaya’ y me invitaron a Radio Nacional de Argentina y me escucharon de verdad de lugares que nunca se me hubiera ocurrido. Hice un mini recital en vivo.
-          ¿Y en Radio Nacional en que programa?
-          Con un muchacho de allí de Entre Ríos, a decir verdad, ni me acuerdo pues hace años te estoy hablando año dos mil cinco. Es más si él algún día leyese esto le agradecería me devolviese todos los temas  uruguayos y de Aníbal Sampayo que le presté, ¡por favor!! que los perdí. . . Después he trabajado comunitariamente en escuelas de forma prioritaria en la N° 8, haciendo talleres de canto y expresión, eso es muy importante y me ayudó por años, pues la voz hay que mantenerla y trabajarla y eso la verdad, me ayudó muchísimo. Hay que hacer mucha gimansia, mucho coro.
-          ¿Has cantado en coros?
-          Sí claro, en el Coro Santa Cecilia de Carmelo con Marta Maihle y en el primer Coro que se formó acá en Nueva Palmira.
-          ¿Cómo se llamaba este último?
-          Coro Vocacional de Nueva Palmira, después en los coros del liceo y todas esas cosas, ya desde primer año estaba al firme cantando, como la Guaraña a Artigas que fue algo conmovedor. Mira la primer profesora de música y canto que tuve, que nunca más me olvide, yo soy bastante pispireta para olvidarme de todo, es Susy Artús de Colonia, ella fue la profesora que empezó a trabajar conmigo en calentamiento de voz, de cuerdas de respiración esas cosas con las que uno ya nace pero después hay que mantener y no solo eso sino que trabajar y perfeccionar. No puedo hablar de profesores de acá pues en aquel entonces no había tanto perfeccionamiento como existe hoy. Después Marta Maihle y profesores de mucha calidad, que se traían del Coro Santa Cecilia yo estuve muchos años ahí, sí Martha realizaba unos talleres que nos preparábamos con dedicación. Después empecé yo a preparar niños y algunos adultos, hasta el día de hoy, es algo que me encanta eso. Si bien soy vaga para cantar me encanta que la gente aprenda canto. No hay que guardarse nada, generalmente, la gente se guarda cosas, pero a mí me parece que no hay que guardarse nada cuando uno encuentra talentos.
-          Perdón a que se debe el entierro musical que hiciste, disculpa capaz uno se mete en un terreno de familia que no quisiera te molestara o fuese un terreno prohibido. . .
-          Bueno yo creo que uno elige cosas que lo puede llegar a ser feliz y realmente no es así. Yo dejé todo, primero pues al faltar mi madre nunca me quise ir, aunque tenía promesas para irme. Yo estudié Relaciones Públicas y Marketing y Publicidad, Cooperativismo, y tenía propuestas para Montevideo, pero tenía hermanas que no tenían madre, es decir papá no me dejaba que me fuera y terminé siendo madre de mis hermanas, madre de mi esposo, madre de mis hijos, y no fue fácil para mí. Después mi ruptura matrimonial, fue una etapa bastante dura, porque de hecho cantaba siempre en las bodas en las iglesias y llegué al límite de ni siquiera poder hacerlo allí. Yo pensaba que me casaba para toda la vida y encuentro un cambio muy importante en la familia y se dio un cierto estruje para mí. Mi corazón fue como que se revolucionara un volcán, ciertamente mi esposo no le gustaba que yo cantara. Realmente yo me iba muchos días. . .
-          Es que no es fácil ejercer esta profesión de cantante (la miraba a María Noel y ella también afirmaba con su cabeza mi afirmación)
-          Si me iba a festivales que llevaban muchos días, como la fiesta de la Cerveza, que te ibas siete días.
-          Y eso significa mucho para la pareja.
-          Si claro, eso es muy competitivo, yo siempre me preparé más para competencias que, para dar un espectáculo solista. Yo hice teatro para poder tener mejor. . .
-          Presencia y dominio del escenario.
-          Yo creo que fue un poco el origen de mi enfermedad, el vitiligo que me inhibía sobre el escenario y me hacía que no quisiese estar junto al mismo. Todo el mundo me veía y me preguntaba porque no se me veía más. Yo creía que podría cantar más como detrás de algo que no en presencia del público.
-          ¿Vitiligo?
-          Si es una enfermedad, que se te pone la piel como de otro color. (Interviene María Noel y le pregunta: ¿la enfermedad de Michael Jackson?
-          Efectivamente, esa maldita enfermedad, ella me inhibió muchísimo y. . .
-          Es un problema de piel.
-          Exacto. Ahora estoy perfecta, pero yo tenía dos colores en la piel. Y toda la gente decía: ‘hay que preciosa es, porque te pasó eso’ A mí me mataba mirado desde el punto de vista artístico. Me sentía como expuesta y que yo no servía artísticamente.
-          ¿Es una enfermedad distinta convengamos verdad?
-          Sí, sí, igualmente ahora es como que me quedó una piel nueva. Fue una enfermedad bastante compleja cuando uno es adolescente, o tiene una vida social pública, o te expones delante de la gente. La vida me llevó igualmente por otros caminos, mucha preparación mucho estudio, pero, uno estaba acostumbrado a que cuando eres joven, hacías lo que había que hacer sin problemas, dactilografía, contabilidad, que esto que lo otro. . . que prepararse, pero. . . bueno estuve haciendo cooperativismo familiar y social, siendo dirigente de un partido político, tuve oportunidad de hacer muchos cursos que organizaba el partido, luego por diferentes motivos. . . un impasse y. . . largué todo, hubo un cambio, por rebeldía política, algunos desencuentros. . . Milito desde los dieciséis años, siempre en la izquierda uruguaya. Una gran desilusión y me retiré. 
-          Si recuerdo tu caso, fuiste edil departamental y como que me quedó en el imaginario mío un enojo o una retirada tuya. . ., no sé.
-          No yo nunca dejé, dejé ahora hace un tiempo breve, la política, no me encontraba en un buen estado de ánimo y con claridad suficiente. Como referente siempre cuidé mi imagen y un día. . ., bueno esa estructura, se vino abajo y me retiré, como corolario diría, me enseñaron a ser honesto y así concluí, siempre entendí que por sobre todas las cosas, la honestidad y no vender nunca su necesidad, es la base de la formación política. Digo las cosas como las pienso no voy por detrás. Eso no es muy fácil para una mujer, en fin, ya estoy fuera de eso. . .
-          Si es cierto, pero volviendo a lo de la música convengamos que hay muchos cantantes de la música popular uruguaya que apoyan a la izquierda en este país. Es algo bastante contemplativo mirar ese efecto. ¿Verdad? ¿Y Palmira no debe ser la excepción? Intuyo. . .
-          Sí. Sí. Ayornadamente, pasa eso en mi localidad. Uno madura y todas las personas somos inteligentes. ¿No? Todos nacemos con capacidad está en uno desarrollarla o no. A mí me pasaba que ante la necesidad de nuestro caso, en la que teníamos que vivir y ser correctos en la vida y la gente hoy por hoy culpa: ‘pues no tuve esto o no tuve lo otro’. Nosotros no tuvimos nada, cuando falleció mi mamá, todavía la veo amasando el pan y en el horno de barro. Después de lo acontecido, me doy cuenta que no teníamos ni luz para alumbrarnos, mientras estudiábamos y leía con una vela. Eso fue fantástico. Y tuve mucho después y nunca cambié eso. No me olvidé de eso, al contrario me enriqueció.
-          Y dentro de esos temas que escribiste. . .
-          Nunca pude escribirle a mi madre.
-          Está bien, pero dentro de esos temas algunos habrás musicalizado. Y dime, que cancionero tuviste. Cuéntanos cuales eran tus predilectos. . .
-          Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Serrat, Sabina, Mercedes Sosa, canciones de Violeta Parra, León Gieco, Víctor Heredia, yo creo que la música debe tener una finalidad constructiva. . .
-          ¿Y quién te acompañaba?
-          Alejandro Iglesias, un músico guitarrista excepcional de aquí.
-          ¿Con percusión a veces?
-          Si depende, eso era en función de la canción que tuviese algún arreglo o no. Nosotros, con Alejandro, modestia aparte, nos amalgamábamos tan bien que solo con la guitarra me parece que bastaba. Ella te puede decir. (Se refería a María Noel que nos escuchaba con mucha atención)
-          Me nombraste por allí a Jorge Pólvora. . .
-          Si pero fue compañero de un conjunto que integrábamos que se llamaba ‘Encuentro’, junto al desaparecido Horacio Gómez, un músico muy bueno, cantaba Luis Pedrosa. Con muchos músicos canté, tuve un grupo musical, ‘Cuatro Voces Fantásticas’. Mucho talento en Palmira, mucho talento, pero. . . es como que se ha dejado de lado la cultura acá; estamos ocupados en otras cosas. Pero volviendo al tema pues no quiero dejar de cerrarlo pues para mí es importante, eso de que cuando uno tiene una inclinación de vida, pues la vida es una política, pues la política lamentablemente se emplea en todos los ámbitos. Y no quiero parecer una política, pues soy más una servidora social que ello. Pero hay realmente mucha música de compañeros de izquierda que para mí son grandes compañeros y creo que cuando decís que acompañan mucho, es cierto, las personas que tenemos ilusiones de cambio radicales, cuando queremos un cambio profundo, en un lugar donde podamos vivir todos con las mismas posibilidades yo creo que vamos trasmitiendo eso, desde la voz, desde las letras. . .
-          En general el arte no se pude cambiar entre ellos la música y alguien a quien podrán leer en este libro, me decía: la música te cura. Fíjate vos.
-          Si, a mí, la poesía. Es más te digo yo que paso mucho tiempo a veces sin cantar, la técnica empleada es la que me cura. Yo en este momento trabajo ocho horas diarias. Hoy estuve todo mi horario a la intemperie, al sol y eso para la voz es muy malo. A parte hago cosas que no debo como fumar, pero creo que voy a morir y podré aún tener esa virtud de cantar y al emplear técnicas, es allí donde uno se beneficia aún más. Cuando yo me he sentido presionada por ejemplo y tenía algún espectáculo y alguien me decía: ‘tienes que ir, mira que necesitamos que Colonia gane y vos lo podes hacer’ me estaba enterando de esa presión que se ejercía sobre mí, automáticamente perdía la voz. Donde primero repercutía era en mi voz. Es allí entonces donde empleando técnicas complementarias para canto que curaba de esa herida y salía adelante. En Durazno recuerdo que me paso eso y sin embargo traje un premio de allá. Estimo con claridad, que el músico necesita tiempo, te diría que no tendría que trabajar para realizarse como músico o cantante. En mi vida eso es imposible, yo para cantar cuatro meses antes, tengo que estar haciendo abdominales, ejercicios, estiramiento, vocalizar, etc., eso me lo impongo yo pues soy demasiado dura, con las cosas tienen que salir bien sino no sirve. Primero que nunca vivía de ello y ahora ya no está para mí. Siempre hice caridad en todos lados y a mí me sacrificaban a que nunca cobrara. Iba a cantar a cualquier lado pero me pagaban lo querían, casamientos, cumpleaños, a Montevideo a Fray Bentos, me han requerido de muchos lugares, pero acá en mi ciudad me han acompañado mucho, sería muy egoísta si dijese otra cosa. Pero he participado de festivales por ejemplo el que hizo ‘Fantasía’ (grupo musical de la ciudad de Dolores), llené un club, la gente quería que se hiciera acá, y cuando no era acá la gente se iba en ómnibus; en Durazno había un ómnibus lleno más otras cosas, un peluquero, un maquillador, ropa que la gente sacaba de sus boutiques para que me vistiese. No puedo negar, no obstante el apoyo fundamental me lo debía de dar yo. La gente creía en mí, tal vez los defraudé cuando dije no canto más acá.
-          Mira todo lo que te hablaste. Me decías que no, que no, y mira todo lo que has dicho. Ahora, y antes de que se nos corte el plazo del mp4 déjale un mensaje como luchadora social aquella gente que  se va a insertar a la música y al canto. Aprovecha.
-          Desde el momento que nace uno se debe de insertar a la vida. Jugarse hasta lo último en todos los sueños, no hay que postergarlos ni dejarlos de lado. y lo digo porque lo dejé, pero no me arrepiento de haber dejado nada por amor, porque por amor yo creo que es lo más importante que hay en la vida pero. . . el que quiera cantar, el que tiene su voz, bueno que la prepare, que la eduque y solo quiere cantar por cantar que lo haga, no hay cosa más linda que cantar y que ello te haga feliz. Todos debemos luchar por nuestros sueños y no dejarlos a la deriva o que sean postergados, a veces hay que sacrificar cosas, pero. . . los sueños no se pueden postergar ni sacrificar, yo creo que para tener la felicidad completa, hay que mediar si hay amor de por medio, yo creo que uno tiene que mirar bien las cosas y en cuanto a cantar profesionalmente, Uruguay es un buen mercado, nos obstante hasta los grandes que yo admiro trabajan en otra cosa, para poder solventar sus vidas. Igual el dinero no es la vida, uno aprendió que no es todo. Hay cosas más importantes, el amor, la paz, la tranquilidad. Y el amor y la paz llegan del lado de la música. Anticipar lo que uno siente, lo que su modo de vivir, su modo de pensar, también le llega a la gente a través de la música, todo llega ahora, para ser un trabajador social, no es nada fácil ser un trabajador social yo creo que con eso se nace o se va cultivando a medida que pasa el tiempo y va haciendo solidaridad. Poner voluntad y el poco tiempo que uno dedique a esto con eso se hace uno feliz. Un abrazo, un beso y amor. . .este es mi mensaje para todos aquellos que lean esto. Gracias por haberte venido hasta aquí y mucha suerte.

Carmelo

A ver. . . a ver. . ., esta señora, profesora de música, desde años jóvenes aprende y enseña, aporta, ingresa aún hoy, en el intelecto de sus alumnos en busca de que las notas musicales se vean multiplicadas en compases con tresillo, en un seis por ocho. Ha perfilado su vida enredada en pentagramas, adonde, sin duda, todas las demás eran notas y ella, el sol que brillaba en la lucha por dar hijos al país. En silencios mostraba un signo, tal vez un becuadro; y los becuadrados de cabeza negra la enfocaban de peligrosa, sin saber que ella seguía aportando rayos musicales académicos y populares. . .   
¿Ustedes creen en el aporte social?
Escuchen, como de ella se prodiga lentísimo, lento, forte, fotíssimo, una sinfonía de voces libelulares, volando en el aire del suelo americano con finísimo aletear melodioso, penetrándonos el corazón.

Martha Mailhe                                  Martha Mailhe







          

Estamos junto a una persona que por sencillez, humildad y decoro profesional se ha ganando un respeto musical y no es poco en estas sociedades avasalladas
-          Cuénteme Señora, se que no le gusta que le digan la mamá de Celeste Roselli, pero déjeme decirle. . .
-          No justamente, soy Martha Mailhe de Roselli, tengo en este momento setenta y seis años. Mi vida ha ido por vías. La primera la vida familiar pues soy madre de nueve hijos.
-          Uh!!!! Que buenaso!!! La felicito!!  
-          Muchas gracias. Y la música por el otro camino. En la docencia, fui profesora de liceo, soy maestra pero nunca ejercí, la docencia, la efectué desde secundaria. Fui destituida en el año mil novecientos setenta y seis.
-          ¿Docente de música?
-          Sí, efectivamente. Allá en un año que no recuerdo exactamente. . .,(relaciona en su cabeza y busca incesantemente, hechos y acontecimientos y los encuentra)bueno voy a empezar unos años más  atrás. La música es parte de mi vida pues en casa se escuchó música siempre.  Mi padre fue un melómano que nos hacía escuchar óperas por radio, después cuando hubo tocadiscos había calidad y cantidad de sonidos, a todo volumen, escuchabas o escuchabas. Y mi madre que digo siempre que fue una pianista frustrada, mamá murió hace poco tiempo, de cien años.
-          Otra felicitación! (Se ríe con mucho fervor  y apego a la vida, denotando que el tiempo no es escaso, es tiempo de hijos y de cultura, sin cronología que la desvíe).
-          Yo me doy cuenta después de grande que mi madre hubiese sido una muy buena música, excelente pianista, pero sus padres no entendían la cosa de tal manera. Ella me insistió, al igual que a mis hermanas también, en el aprendizaje del piano y. . ., le hicimos caso, yo creo que tendría seis años cuando comencé a estudiar el piano. Pero como toda niña, que no quiere sujetarse a una disciplina, le hice la vida imposible y un día dije esto no va más y no fui más y dejé este instrumento. Pero a los pocos meses apareció la orden de que teníamos que ir a la casa de una profesora de Carmelo la señorita Zulma Castiglioni, que con ella íbamos a retomar el piano. Allí fui y partir de ese momento descubrí que el piano era mi amigo, era para mí y nunca más di trabajo. Pero en el año mil novecientos cincuenta y tres, se formó la Asociación Coral de Carmelo. Y yo de cabeza me inscribí, en la cual yo, soprano, era una del montón. Evidentemente que no fui una voz destacable, pero yo me daba cuenta que mi oído me decía cosas que otra persona tal vez con muy distinguida voz, no captaba. De esas veinte y tanto sopranos, la única que continuó fui yo. A partir de ese año mi vida cambió. Siempre a pesar de que tenía novio, pues me ennovie de muy jovencita, él también cantaba, era bajo profundo, siempre me apoyó. Nos casamos y comencé a tener hijos y hasta que en un momento tuve que suspender mi actividad musical, pues no me daba el tiempo para atender a la familia. Estuve algunos años sin actividad, aunque después comencé a trabajar para la cátedra de música en el liceo. La coordinación inspectiva, me dijo que había para ser efectiva debía realizar concursos y bueno. . . lo logré acá en el liceo de esta ciudad. Fue un gran sacrificio para ir todas la semanas a Montevideo con siete hijos nacidos estoy hablando del año. . . sesenta y siete.
-          Yo estaba en segundo de liceo (Risas recordatorias de aquellos tiempos).
-          No era tan sencillo como ahora. Y me dio por formar el coro en el liceo de Carmelo, pues allí no había nada. Estaba la Asociación Coral, pero nada más, de allí había salido el Coro Vocacional de Carmelo dirigido por Román Iturburúa, una migo del alma que falleció, un gran músico, (lo dice con un énfasis que me contagia)  autodidacta, con un oído privilegiado, que ese sería otro tema del que podríamos explayarnos también. Bueno estoy en la formación del Coro. Usted sabe como es la formación de secundaria, horas creadas, etc. etc. En algunos liceos del país existían los coros, dentro de la curricula. En Carmelo no existía. Pero, a mí me salía del alma, llegar a eso que a mí me gustaba y ahí, no tengo las reglas claras, me acerqué al Coro Vocacional pues ya tenía mis hijos más criaditos y mi esposo detrás, siempre palanqueándome, dándole para adelante. Siempre insistiéndome que hiciera el coro del liceo. Yo a su vez palanqueé a él en el ajedrez, que era su pasión también. Evidentemente éramos muy apasionados los dos.
-          ¿Como era su nombre?
-          Diego Roselli. Fue ganador de certámenes, campeón zonal de ajedrez en diversas partes de aquí a la vuelta. Colonia, Soriano, San José y creo que hasta Fray Bentos. Los dos trasmitimos a nuestros hijos nuestra pasión. Yo tengo tres mujeres, la mayor siguió mi línea, es docente de secundaria, hoy Inspectora Nacional de Música. La menor es Directora de Coro y la del medio es profesora de Idioma Español y Literatura. Y de los varones, todos practican ajedrez y uno de ellos, es dieciséis veces campeón nacional de esa disciplina. ¿Habremos trasmitido nuestros sentires?
-          ¿Y en qué terminó el coro del liceo, tuvo alguna denominación
-          Coro de Cámara del Liceo Piloto de Carmelo, pues Carmelo tenía liceo piloto por el plan setenta y tres y por aquellos tiempos o llamamos o vino la inspectora de música y dijo: ‘no puede ser que no exista un coro con alguien que lo quiere crear y que lo esté haciendo
honorariamente’ y desde allí en adelante, recomendó la creación de la horas de coro en los liceos. Yo de para bienes, después de haber luchado tanto por la creación de los mismos que se dé esa oportunidad a los liceos, realmente, quedé impresionada y gratificada. A parte de ello lo que significaba que las profesoras de música que tuvieran esa posibilidad, empezásemos a cobrar por ese trabajo. Nunca se me había ocurrido ello y yo trabaja diez horas en forma honoraria. Bueno así fue que se creó el coro del liceo. En el año mil novecientos setenta y cuatro, se hace lo que se llama el primer concurso, a mí no me gusta que se llame así  ‘concurso’, pues los adolescentes no conocen muchas veces de concursos pero sí de intervenir  y divertirse en distintas disciplinas. Hicimos una presentación departamental en Colonia, una zonal en San José y luego una final en el Teatro Solís.
-          Un orgullo verdaderamente.
-          Si, esfuerzo, mucho y luego en el año mil novecientos setenta y cinco se debería de haber hecho lo mismo, pero por razones de no sé quién, no se nos invitó al Solís. Como enmienda de ello, se nos mandó a Libertad en forma conjunta con un coro que era del este del país. La cuestión fue que nos dimos cuenta, que como para compensar la injusticia, nos hicieron ir a Salto a un festival, en el cual también cerramos nosotros.
-          ¡No había escape para ellos, el coro estaba más que bien ensamblado!
-          Uno recuerda aquellas instancias, con mucho orgullo. Se creó como un ambiente de pertenencia al coro y ello fue trascendental para los liceos, y para mí fueron años muy importantes de mi vida.
-          Lamentablemente, en el año mil novecientos setenta y seis, me cortaron los brazos y las patas y me destituyeron, aún no sé por qué, estimo por mis ideas de integración artística.
-          Una marca que le queda a uno, aunque dura muchas veces y que lastimó hasta la profundidad del ser humano, dejándolo a  veces inerte. El ser humano trata de revertir constantemente ello ¿Verdad? Y hubo algún acercamiento para que siguiera junto al coro del liceo.
-          Nooo. Yo nunca tuve más nada que ver con el coro. Es más por un decreto y que se yo fui sumariada y se me prohibió la entrada a el liceo.
-          Aún Martha, estamos pagando las consecuencias de aquella época de terror y las secuelas no se borran tan fácilmente. Pero me interesa saber si usted igualmente siguió con su arte tan arraigado y persistió en formación de coros en su ciudad.
-          Justamente, en ese momento yo estaba embarazada de mi novena hija. Como estaba muy ligada a la parroquia, un día, integrantes de la misma, se allegaron a mí con el propósito de que yo formara un coro parroquial. Allí fue el nacimiento del Coro Santa Cecilia. ¡Ni un solo integrante del coro del liceo!
-          Borrón y cuenta nueva.
-          Efectivamente. Sí, hubo gente allí que continuó con el trabajo, quiere decir que el despegue había sido bueno y más que satisfactorio. Por lo tanto con él Santa Cecilia, formé otro hijo más. Ja jajaja (Risas de satisfacción por la carrera desempeñada, aquel hijo al que no pudo seguir cuidando y había sido arrebatado, en ese momento ya caminaba solo. Y en esa satisfacción percibida por mí se me entrecortaba la voz para seguir preguntándole. Y entendía en mi modestia musical que otro vástago estaba engendrado.) Así que tengo nueve biológicos míos y dos hijos más el Coro del Liceo y el Coro Santa Cecilia.  
-          ¿El comienzo fue mismo en el año mil novecientos setenta y seis? Y recuerda el nombre del o los sacerdotes que tuvieron el privilegio de invitarla para la gestación de su undécimo hijo.
-          Exactamente. ¡Cómo no me voy a acordar! ¡El padre Ramón López y el padre Juan José Ramillo! Bueno empezamos a transitar el camino nuevo, siempre con gente allegada a la parroquia comenzamos con música litúrgica o propia para esos menesteres filosóficos religiosos y después fuimos incorporando, música popular y académica. La presentación se hizo en el santuario Del Carmen, tal usted no recuerda  porque en realidad era muy chico y a esa altura, lo que estaba proscripto, estaba proscripto.
-          No, no era chico y ya le voy a contar fuera de micrófono mis vicisitudes personales. Que no fueron pocas. (Otra vez risas, pero de impotencia, por parte de ambos).
-          Bueno con gusto lo escucharé. Pero. . ., recuerde entonces, era muy difícil realizar cualquier actividad y máxime cuando estás proscripta. Realizábamos esas actividades en la parroquia y a veces en algunos lugares no muy públicos, más bien, diría en ámbitos o lugares de beneficencia. Yo no era una persona grata socialmente para ellos, los que pretendían dirigir el país y los gobiernos departamentales.
-          Pero a Marta Mailhe no se le podía prohibir la dirección coral pues, usted es el coro por genética y formación educacional, sistema, éste último del que ellos carecían, es más no conocían.
-          Si pero. . ., muchas gente entendió que Marta era peligrosa, para la docencia, tenía este salón  (señalándome hacia su derecha la pared que nos separaba del mismo y que en aquellos años no estaba, lo que permitía una unidad edilicia). Aquí desarrollé mi actividad privada dando clases de piano y de canto a muchas personas, el liceo controlada era peligrosa, acá en mi casa. . ., podría haber sido mucho más ( y se ríe. . ., con unas ganas un énfasis característico de las personas que han dado su vida con amor por la profesión)
-          Es más, le diría que podría haber sido allanada. (Risas aún más fuerte de ambos)
-          Esto fue allanado sí, pero buscando a mi marido.
-          Volviendo al Coro Santa Cecilia, fue un baluarte en el arte del canto coral.
-          Teníamos participación en algunas celebraciones, todo muy a las cortas. Acá, en Palmira, en Colonia, allí raramente en un festival que organizó la Intendencia se nos invitó a un cursillo que se realizaba en la región militar N° 2 creo, con unos maestros argentinos que vinieron a dar un curso y por allí tengo un diploma firmado por un general.
-          Sabe lo que sucede que entre ellos evidentemente no había mucha comunicación, pues sus mentes eran muy estrechas. Y Marta profesora dentro de su casa, como fue su historia.
-          Vamos a partir de algo, nací, me crié, tuve hijos, los años de destituida los usé para nutrirme de todo aquello que coralmente, andaba en la vuelta y que yo no conocía, cursitos, cursillos, me iba a Montevideo en una búsqueda constante hasta hoy día siento esa necesidad de seguir aprendiendo, es más fuerte que yo. Hoy día el físico o la cabeza no tienen la energía de antes, yo entiendo que esa energía la deposité en mi hija más chica y ella es la que hoy levanta ese estandarte.
-          Usted sabe que mi esposa canta en coro. Hemos andado por varios países. Y créame que tengo dos o tres en mi retina uno Belho Horizonte Brasil, uno de La Paz Bolivia y el de su hija. El ensamble que logra su hija en siete voces es excelente. Siempre lo retengo muy fresco en mis  sensaciones.
-          Gracias, sí. . ., con el Coro Santa Cecilia, después de la reapertura democrática, nos empezamos a mover y creo que la gran empresa, porque como no tenemos subvención de ninguna empresa privada o estatal y mi trabajo es absolutamente honorario, la gran empresa fue como decía concurrir a un festival a Cabo Frío, es al noreste de Río de Janeiro, allí se reunió una embajada cultural de artistas plásticos, artesanos, etc. Productores destacados de la zona nos apoyaron, dándonos vinos, quesos y otros productos. . ., esa creo fue la empresa más grande que emprendí, aunque no dejo de destacar que fuimos dos veces a Criushma a los festivales de allí, también hemos pegado el saltito alguna vez hacia la Argentina, Buenos Aires, etc, en varias oportunidades. Creo que por amor al arte, me mando y me mando y sigo en eso. . ., con apoyo oficial menos cero por supuesto. Pero recuerdo, cuando Santa Cecilia cumplió diez años de vida, colateralmente formé un coro de niños llamado ‘Las Voces Blancas’ fue para esa ocasión, trabajamos tres años con mucho ahínco, pero como todo luego se perdió el impulso creador y quedó allí. Cuando uno llega a una determinada edad, las energías empiezan a flaquear. . ., ahora que hago, me doy el placer de seguir a mi hija con mi misma vocación y escucho coros de otros lugares que a mí en realidad, me llenan el alma.
-          Hay que aprovecharla
-          ¡Al máximo! Quisiera decir antes de que terminemos, que tal vez los tiempos han cambiado y los intereses son otros, acá en Carmelo da la sensación de que la cosa va por temporadas, en este momento hay un auge de grupos de danza. . .
-          Disculpe creo que hoy Carmelo debe ser a nivel departamental en movimientos artísticos la numero uno, fotografía, literatura, radios, cine, coros, pintura, en fin un sin número de acontecimientos artísticos que ha dejado chico a otras ciudades importantes del departamento.
-          Sí creo que también, grupos de teatro y como que el coro ya no tiene. . ., aquella impronta. Yo propicie los cincuenta años del movimiento coral en el departamento que fue en el dos mil tres y en ese momento había siete agrupaciones corales, hoy vemos mucha gente con inquietudes y yo agradezco y sigo insistiendo, toquen, canten, que siempre de quinientos de mil personas que salga uno eso es por lo que uno siempre debe de bregar.
-          ¡Y esto, es la libertad, Marta! Gracias Señora por todo, principalmente por esta maravilla de sabiduría y esfuerzo, que nos ha dejado.
-          Gracias a Usted y que tenga la ocasión y el equilibrio para llegar por este camino, al fin tan preciado.



                    Carmelo 1 de julio de 2013

María Celeste Roselli Mailhe            Celeste Roselli

In crescendo, in crescendo. . . son siete, son ocho y con pezón de madre pronta, cantan arreglos a seres, que en cantatas disfrutarán.
Desde Celeste y Gaudium Feminis  alegrar para las mujeres; han.
No olviden este motivo de vida, que seguro os provechará y entre motivo y motivo; léanla. . .










-          Como recién estuve con tu mamá y ya conocimos algo de esta familia tan peculiar dentro de la música, nos propusimos no adentrarnos mucho en tu mundo coral así que, cuéntanos. . .
-           Mi nombre es María Celeste Roselli Mailhe, nací el diecisiete de junio de mil novecientos setenta y seis. Nacida criada y vivo aún en Carmelo. Hasta dentro de un mes. Mi nacimiento en la música creo que fue desde mi casa. Desde el vientre de mi madre pues era ella directora del Coro del Liceo de esta ciudad que hoy se llama Dr. Daniel Bonjour. Bueno, cuando en la época de la dictadura ella fue destituida yo, siempre desde chica iba a los ensayos, también daba clases de canto y de piano acá en casa, en este mismo salón. Y yo escuché, durante años sentada en la falda de mi madre como ella tomaba clases a sus alumnos. De muy temprana edad, me sentaban en el piano y sin siquiera llegar a los pedales, ponía los dedos sobre el teclado e imitaba lo que los alumnos tocaban ya me inclinaba hacia este arte tan importante como es la música y cómo ves lo fue a través del piano. También te diré, veía y escuchaba diferentes ejercicios de vocalización que alumnos de mamá realizaban. Junto a todo ello, a esta casa venía a menudo, José Martino Rodas un maestro de canto y vocalización muy reconocido a nivel nacional.
-          Unos de los primeros que formó la Coral Colonia creo recordar que fue fundador de ella, también anduvo en ese entonces el maestro Eric Simon.
-          Si  exactamente. También junto a ellos estuvo en Colonia Jorge Magnione, aunque eran casi de la misma época. Martino Rodas era de Mercedes y acá en casa daba clases de canto también, así que obtuve un bagaje de conocimientos muy importantes acerca del canto y a través del piano proseguí con mi formación. Y cuando mamá formó el coro de niños ‘Las Voces Blancas de Carmelo’, yo canté allí y desde ese lugar pasé al coro del liceo que aunque estaba en tercer año pedí a la directora del coro que me admitiera pues era solo para cuarto, quinto y sexto año. Yo tenía ganas de cantar y me admitió. Mis comienzos fueron más o menos así y de allí pasé al Coro Santa Cecilia que dirigía mamá, lo hice en la cuerda de contraltos, así que cantaba en los dos lugares. Más tarde terminé el liceo y por allí en el año dos mil tres me convocaron y seleccionaron para la formación del Coro Juvenil Uruguayo del cual participé durante un año y medio.
-          ¿En Carmelo?
-          No. A nivel nacional, primero lo promovía el Ministerio de Educación y Cultura, lo dirigía Pablo Trindade Roballo, una persona que admiro, quiero y me enseñó mucho, un gran arreglador y músico que ahora vive en Brasil. Después de este paso, mi madre me fue asignando roles de maestra preparadora en el Coro Santa Cecilia, un poco como que ella confiaba en mi seguridad y capacidad para la música y entonces yo hacía ensayos para la cuerda de contraltos. Comencé mi formación docente y mi profesorado de educación musical, a su vez empecé a dar clases de música en el liceo, en el año dos mil. Una vez allí, fui formando y dirigiendo coros en diversos liceos como el de la localidad de Miguelete, de Ombúes de Lavalle, de Conchillas, y fui también pianista acompañante de otros coros liceales.                            En el año dos mil tres se me ocurrió formar el Coro Gaudium Feminis que significa en latín, ‘Alegría desde o para las Mujeres’, se nos dio por salir por diferentes lugares y un día cantando en Colonia del Sacramento en el Teatro Bastión del  Carmen, invitadas por el Coro Municipal de allí, el director del Coro de Juan Lacaze me escuchó y cuando él tuvo la necesidad de dejar esa institución, me llamaron a mí para seguir con su tarea. Desde el año dos mil siete estoy dirigiendo el coro vocacional de Juan Lacaze, también. Entonces, mi trayectoria a nivel musical como se dará cuenta, pasa por diferentes facetas, pero siempre desde el mismo lado de la música y siempre vinculada a la docencia, porque el espacio coral, también es un espacio de docencia. Uno debe de tener condiciones para ello y si no, no se puede.
-          Tal cual. Sin duda que es así. Mira, mi esposa canta en el ‘Coro voces de mi Ciudad’ de Colonia y uno que viajado junto a ellas (cincuenta mujeres) veo como Silvia Maddalena deja un poco de su ser en cada actuación y ni te cuento en los ensayos. Si tu capacidad de liderazgo se agota ni te metas en esta. ¿Verdad?
-          Por supuesto. ¡Ah! Algo que me olvidaba, también tengo mi título de piano y solfeo que fui estudiando con distintas maestras. La primera fue mi mamá, la segunda fue una señora que se llama Silvia Bianchi, con quien estudié dos o tres años y por último con Marujita Sarachu que es un puntal en Carmelo.
-          Ella, estuvo en la presentación de dos de mis libros aquí en el Archivo y Museo del Carmen, quien me trajo fue su hermano Alfredo, que en paz descanse, un ser humano excelente. Es más en una de esas presentaciones, acompañó a Cristina Risso  al piano. Tan amable el pueblo de Carmelo, que ciertamente quedé impactado. 
-          A Cristina yo la conocí en el Coro Santa Cecilia, hoy somos grandes amigas a pesar de la diferencia de edad, somos amigas íntimas. Cuando se me ocurre la formación de Gaudium Feminis, yo por no comprometerla no la quería invitar pues no sabía si confiaba en mi capacidad y ella después me pidió para entrar. Hemos iniciado un camino bastante interesante, recorriendo distintos lugares del país y siempre hemos sido muy bien reconocidas. Aún nos falta la parte este del país para recorrer. Durazno, Salto, mucho Colonia y Montevideo. Allá por el dos mil once se nos ocurrió presentarnos en un concurso a nivel nacional que organizó la Asociación de Coros del Uruguay (Cordelur), superamos ampliamente el puntaje básico, aunque, no competíamos con otro coro dentro de la categoría que nos atribuyeron, no obstante había un puntaje mínimo y no hubo inconvenientes en superarlo. De allí, nos mandaron a competir a Brasil, a San Lorenzo Minas Gerais en agosto de dos mil once. Allá marchamos como una empresa entre todas y con un gran sacrificio, competimos con coros de Colombia, Venezuela, Brasil, salimos segunda en la categoría asignada, ensamble vocales. Eso generó una credibilidad por parte de Ameride que era la organización que generó el concurso, festival muestra y seminario coral, era un triple objetivo pues realizan diferentes cosas en el evento. Quedamos seleccionadas como para ser un coro referente para diciembre, en el concurso interno de Brasil, este país realizó el evento y debían de invitar un coro de referencia y nosotros fuimos como invitadas especiales.
-          ¡Qué orgullo!
-          Gracias. Si también en ese mismo momento, fui invitada para integrar el jurado del concurso.
-          ¡Doblemente orgullosa!
-          Si la verdad que sí. Eso fue en diciembre de dos mil once en San Roque San Pablo. Tuvimos una serie de conciertos preciosos. En el dos mil doce tuvimos un año tranquilo pues yo estuve embarazada. Y en el dos mil trece, ahora, recibimos otra recomendación de Ameride Internacional para participar como invitadas en Seminario y Concurso Internacional Jalisco Canta en Jalisco México. en este momento, estamos a seis días de partir.
-          Pero también me dijeron que se iban a Perú.
-          Claro Jalisco Canta nos invitó y como la mayoría de los vuelos hay que hacer escala en Lima, entonces allí vamos a tener dos conciertos, uno en la Universidad Ricardo Palma, que es una de las más prestigiosas de Perú y después vamos a tener un concierto en el auditorio de Santa Úrsula, un Colegio para niñas con una sala de mejor acústica y de muy difícil concreción para actuaciones de este tipo. allí vamos a tener un concierto didáctico para alumnas de tercer, cuarto y quinto nivel secundario. En este sentido vamos a tener unas jornadas bastante interesantes. De Lima nos vamos a Guadalajara, Jalisco, donde estaremos diez días, donde daremos distintos conciertos en diversas ciudades. Casi siempre son conciertos de una hora. También lo haremos en Jalisco y a veces conciertos compartidos.
-          Yo conversaba con tu madre, que he tenido oportunidad de ver infinidad de coros, en Asunción, Crishuma, Montevideo, Capao da Canhoa, Argentina Tandil, no sé, nos vamos ahora a Mendoza y Chile en unos días, pero en realidad lo vuelvo a reiterar para aquél que lea esto: tú coro junto con uno de Belho Horizonte y alguno más de Montevideo y La Paz Bolivia creo, son los que más han llenado mi espíritu.
-          Gracias de nuevo. Creo que si uno hace las cosas como corresponde con voluntad y profesionalismo, no tienen por qué salir mal. No obstante, el público y nuestro oído son los jueces. Si el director denotase una falencia en ambos casos se engañaría él y haría lo propio con el público y eso no es bueno, socialmente. Estas cosas deben de lucir y ser fieles testigos ellas, mimas de la realidad que impera en ese momento tan especial, que por otra parte es de minutos solamente. Mi persona tiene muy claro lo que quiere y he conseguido personas que intentan seguirme en el andar y que no me ponen trabas a nada. Fundamentalmente tienes que encontrarte con gente que esté dispuesta a darte todo, todo y más, todo lo que yo puedo dar doy. Debes sentirte como pez en el agua y en esa comodidad trabajar ambos yo como directora y ellos quienes realmente llevan la tarea del trabajo vocal adelante. Y déjame desde aquí dar un agradecimiento hacia mis compañeras, pues yo me siento una privilegiada teniendo a ellas junto a mí, siguiéndome la cabeza, y además tengo mucha gente trabajando junto a mí también. Yo y ellas somos la cara visible, pero mi esposo por ejemplo es el compañero ideal, es director de coro también, pero él es el arreglador de Gaudium Feminis ha realizado arreglos esenciales y él sabe lo que yo quiero y adónde debo llevar al grupo. Él es un muy buen arreglador y nos ha levantado muchísimo el nivel grupal y ello para un director es fundamental, hace los arreglos a medida y un poquito más, eso nos permite crecer, cambiar la sonoridad del grupo y hacer que el grupo sea especial como es.
-          No se dan muchas oportunidades en la vida de poder hablar en profundidad con figuras con tantos conocimientos dentro del rol que nos ha tocado en la vida. Yo por mi parte agradezco infinitamente tu tiempo, que sé, eres madre reciente, de tu tercer hijo, felicitaciones a ti y a tu esposo, por los niños, y por lo que hacen en forma conjunta por la sociedad.
-          Mira, yo quisiese contarte algo más, primero, yo fui madre soltera muy joven, a los diecinueve años, en mil novecientos noventa y cinco, me casé recién en el dos mil nueve y formé mi matrimonio con tres hijos más que son los que tengo ahora. Mi mensaje hacia las mujeres en forma personal y a la sociedad toda sin discriminaciones, es que si tú te enfocas en una cosa, ello se va a dar. Más allá de las adversidades en mi caso, tanto en  lo coral como en mi profesorado, lo hice con hijos chicos, muchas veces sola, otras acompañada, a veces con ayuda y muchas sin ella. Mucho sacrificio mientras estudiaba, trabajaba. Luego un poco más sobre ruedas, pues con un compañero ya es diferente. ¿Verdad? Todo se puede si uno no antepone la imposibilidad del acto o de la acción a la cual quiere llegar. Todo se puede dar, te paras, caminas un poco menos, tendrás tu vida doméstica un poco menos organizada, a diferencia de una ama de casa modelo, quizá estarás más desprolija, con más ojeras, o no, pero todo se puede hacer. Si ese es tu camino ese camino se dará, las cosas fluyen, si vos lo que haces lo sientes con el corazón y aprovechas los dones que te dieron, vas a seguir y en ese camino te va a ir bien. Por otro lado como te decía en un trabajo conjunto, quiero destacar a personas que son pilares en mi vida, a nivel afectivo y profesional a la vez. En este caso a mi mamá, ella a nivel emotivo y familiar y profesional ella es mi primera maestra, después está mi hermana María Marta Roselli que es Inspectora Nacional de Música en Secundaria, ella fue la que descubrió que yo tenía un oído absoluto para la música, yo no lo sabía y ella me impulsó a seguir mi profesorado de educación musical y a terminar mi profesorado de piano. Mi marido, me impulsó también, él tiene mucho que ver en ello: ‘vos podes, como no vas poder, vos pone tesón, a vos te sobra capacidad’, siempre apoyándome. Y en el caso de Cristina Risso, también sin ser familiar, para mí fue un pilar siempre apoyando y alentándome para que siguiera y diera conclusión a esto de mi profesión, ella es mi amiga del alma y me dijo sí Gaudium Feminis sí vamos que sale y este coro es todo un mundo nuevo de posibilidades y desafíos de animarme a afrontarlo y poder superarlo. Cristina me dijo a mí vos podes. En muchas cosas también a independizarme a nivel económico, fue ella quien me dijo puedes.
-          Te dicen Chele
-          Si me dicen Chele, solo los familiares y los muy, muy, amigos (as).
-          Bueno ahora van a saber muchos, que te dicen  así (Risas fuertes de alegría de parte de los dos)
-          Gracias Horacio, todo esto que haces levanta mucho la autoestima y que se vea esto algún día, aún más.



                                                 Carmelo 1 de julio de 2013

Cristina Risso                                               Cristina Risso
Ella, siempre está dispuesta.





-          Hable señora, como con usted ya nos conocemos de hace años, dele hable sobre usted misma Cristina Risso.
-          Bueno a mi me gustó cantar desde niña.
-          ¡Aja!!, acá a doña Cris la voy a embromar jajaj!!!
dime,  ¿cuántos arrabales cantando?; como dice el tango.
-          ¿Cristina? Setenta y cuatro. Cumplo el miércoles.  (Risas fortísimas de ambos como festejando sus nuevo y próximo aniversario). Por lo tanto en esta gira que vamos a emprender con la Gaudium, yo no sé si no seré la geronta del festival (Nuevamente risas de alegría). Esto me hace muy feliz, yo si Dios quiere estoy cumpliendo cincuenta años con esta actividad diríamos semi profesional. mis comienzos fueron por los trece años, las primeras intervenciones fueron totalmente inconsciente. A mí me gustaba cantar y yo sabía canciones y me invitaron a cantar en el teatro en un evento que realizaba allí y dije que sí y me mandé y me mandé. . ., debe ser una de las cosas que a mí. . ., me sale natural, veo en otras personas que tienen nervios, vergüenza, timidez. Yo para el canto nunca tuve nada de ello. Fue en ese momento cuando me largué a cantar. Al año siguiente de la mano de una amiga Marta Silva. .
-          ¿Y en qué año fue eso?
-          Mil novecientos sesenta y tres. Yo seguí igualmente cantando folklore. En el año sesenta y cuatro canté mucho folklore argentino, pues el uruguayo era insipiente. Igualmente después se diversificó la musicalidad en el Río de la Plata y comencé a disfrutar de otro tipo de música en actividad grupal que para mí es algo que no tiene desperdicio. Es muy lindo cantar sola, he tenido esa experiencia varias veces, también en dúos, conjuntos, y la de coros. Persisto con el coro pues es otra cosa, yo creo que en el canto si no estás allí, de otra manera no llegas, se incursiona en metodologías que un solista es muy difícil que arribe.
-          ¿Has estudiado música, te has capacitado?
-          Eso por una lado, por otro una va agarrando experiencia, en una época ante un compromiso sumamente importante, con el coro de Marta Mailhe, Santa Cecilia, acompañamos al maestro Eric Simon, en la Federación de Coros del Litoral en donde se encaraban obras, importantísimas. De allí surge espontáneamente en cada ser integrante del coro la necesidad de estar a la altura de las circunstancias. Eso hacía que tuvieras que aprender respiración, vocalización, recuerdo que venía para esas técnicas el maestro Pepe Martino, un tierno Pepe.
-          Y algo que recuerdes placenteramente.
-          Siii, claro, nunca voy a olvidar cuando nos trajeron la grabación de Carmina Burana y decíamos, esto no lo podemos cantar, era una altura el registro y Pepe empujaba con un trabajo minucioso y arduo para que llegásemos a esa tonalidad, los barítonos y las sopranos allá arriba y había que llegar. Siempre yo cantando sola o dúo o en conjuntos pero paralelo trataba de seguir cantando.
-          Estas recontenta con lo que has hecho.
-          Qué te parece. Yo nunca fui profesional del canto, pero te diré que lo siento como si lo fuera pues la vida me ha dado tanto en este ámbito, he cantado y tenido una permanencia. Es lo que a uno le gusta y te diré más que el gusto es mi necesidad interior, lo llevo muy dentro de mí. No puedo concebir un día sin cantar.
-          ¡Faaa! Eso sí que está bueno estar cincuenta años en lo que uno ama.
-          Toda una vida. Si es así. Y después de grande mira, yo tenía cuarenta y pico de años y me metí por primera vez en un festival. Fue un certamen nacional y tuvimos la oportunidad de ganar en Durazno, de tener un segundo solista. un tercero en Treinta y Tres a orillas del Olimar. Siempre tratando de dejar bien parado a nuestro terruño carmelitano.
-          Siempre dejan do una impronta en lo que uno hace.
-          Incluso he musicalizado algo, dentro de lo que yo podía hacer. ¿Verdad? Yo no toco instrumentos pero con un  grabador yo se me ponía una melodía y las interpretaba. Lo he hecho con algunas poesías de Pablo Silo, a Pablo Gyurkovits y algo mío también. En un año una poesía musicalizada de Pablo Silo, fue ganadora de un segundo premio en Treinta y Tres, o sea que uno dentro de lo que ha podido humildemente, hemos intentado todo y algunos logros hemos tenido.
-          Esto de Gaudium Feminis es. . .
-          Te digo. . ., es un regalo de la vida. Este viaje por emprender, un compromiso importante a nivel internacional. No olvides que cuando se escuchan los coros deben quedar guardados en el otro y si uno logra eso es el mejor reconocimiento por lograr. Y que a mí me llegue, en este momento de mi vida, es el regalo de la vida que te decía antes. Igualmente uno sigue caminando para seguir adelante. Uno nunca sabe lo que puede dar. Fíjate ahora se me viene a la memoria que en el año mil novecientos sesenta y cuatro compartí escenario con Los Olimareños.  Jovencitos Los Olima. . .
-          Y vos. . .
-          Siiii jajaja!!!! (Risas a granel de los dos) Ellos estaban haciendo una gira con Jorge Cafrune, quien los llevaba y los presentaba. Y amí me llamó Jorge y me dijo: ‘Vení Chiquilina’ con aquella voz penetrante y rústica pero de un candor sin igual. Es más cuando me hablaba yo decía pero este hombre es viejo, por su voz lo pensaba. Y yo tenía catorce años ¡Imagínate! y me decía: ‘Vos tenés cantar canciones del sur, estilos, milongas. . .’ Y yo cantaba toda la música del litoral. Yo tengo en la casa de un tío abuelo unas firmas de Los Olimareños y de Jorge Cafrune. Después en el dos mil  cuatro canté en el Festival de la Liga Federal y al otro día cantaba El Pepe. Entonces cuando al otro día cantó, yo me puse allí cerca del escenario y le dije te voy a molestar un poco, yo quiero que tú me firmes: ‘acá’ y cuando va a firmar, me dice: ‘¿Pero esta es mi firma y vos cómo tienes esto? Yo lo tengo pues no recuerdas pero este día (el de las firmas de antaño) no cantaron ustedes solos. Y  le dije aquella gurisa que cantó en aquella oportunidad era yo. Nos habían invitado a mí y al conjunto que me acompañaba. Sabes Pepe, es un grato reencuentro acá, le dije, hace justo cuarenta años. Vos seguís haciendo lo tuyo profesionalmente, pero yo también sigo haciendo lo mío. dos caminos distintos pero en definitiva la permanencia es la misma. Hay gente que los toca una varita mágica para desarrollar una carrera en serio y profesionalmente. yo tuve una oportunidad, era muy jovencita, mi padre me debería haber llevado a Buenos Aires y no me llevó. Tampoco me siento frustrada al respecto. A mí lo que me hace feliz es cantar y lo poco que he podido hacer lo logré.
-          Te preguntaba recién por Gaudium, me contó Celeste que eres un poco la impulsora del equipo femenino y ese proyecto tan bueno del canto coral. . .
-          Bueno. . ., somos de las fundadoras. Nosotras veíamos en Celeste un potencial enorme. . ., su mamá tenía coros, ella formar otro. . . era como medio. . ., su cabeza le daba vueltas y no encontraba el ensamble y yo le dije : ‘Vos hacé que yo te sigo’. Al poco tiempo estaba elaborando el proyecto.
-          Y volviendo a hacer un poco la recorrida de tu vida. ¿Cuándo fue que recibiste el segundo premio como solista en el Festival de Durazno?
-          Fueeee.  . ., en el añooo. . . mil novecientos noventa y dos y acompañada por Jorge Rodríguez, en guitarra, podríamos llamarlo entonces un dúo. Allí escuchaba todo lo que sucedía, como se daba la cosa, diríamos uno investigaba un poco, el panorama. Escuchaba principalmente a los conjuntos folklóricos, pues, al estar tantos años en coros, se te abre la cabeza de cómo escuchar con más delicadeza el ensamble en los conjuntos ¿verdad? Entonces a la vuelta dijimos; la posibilidad, no es tan lejana de hacer un conjunto para el próximo año. Y así fue al otro año fuimos con un conjunto.
-          ¿Te acuerdas de los integrantes?
-          ¡Sí cómo no! Juan Daniel Frache que hubo de hacer un permiso de menor, pues tenía quince años, el ejecutaba guitarra. Luego Álvaro Cuello voz, Jorge Rodríguez, guitarra y voz, Chiqui Pereyra y yo. Nos juntamos personas afectos a la música pero que, éramos de distintos extractos musicales. Chiqui era murguero, Jorge más afecto al folklore, yo cantante diríamos de coro, otros con sus afectos tendientes a lo melódico.
-           ¿Cómo se llamo el conjunto?
-          ‘Conjunción’, pues como te dije antes conjugábamos voluntades de música.
-          Todas guitarras  y voces.
-          Sí dos guitarras y las demás voces.
-          Y. . . ¿Cómo anduvieron? (Ella como siempre tan gentil, humilde y formal, daba vueltas y no me daba el resultado del festival!!!)
-          Y. . . ¡Ganamos!
-          Ah bue. . ., como dicen los pibes de ahora. (Se formó un aluvión de carcajadas de nostalgia y satisfacción del cumplimiento de los trabajos, ella por su lado  y yo con el mío que como se habrán dado cuenta a lo largo del modesto libro, en esta búsqueda los valores y son sólo femeninos,  están y ustedes, ¡ni saben que existen!)
-          Mira, hay una cosa que yo siempre digo, el hecho de ser o no profesional, pasa por el hecho de trabajo, en los respeto hacia los actores, en escuchar melodías, poesías. . . A veces escuchas cosas que te quieres morir. Ahora te dicen: ‘está versionada’, ‘esta versión’! jajajaj; no es así! Tú debes entregar un producto que tenga y contenga formas. Pasa lo mismo con Gaudium, en fin con todos los trabajadores en serio de cada género artístico, que ahora no se me vienen a la memoria. Vos llegado el momento vas andar cada vez mejor.
-          Cristina, quiero agradecerte de forma especial a ti que estés junto a otros artistas en esta edición que pienso llevar adelante. Pero déjame explicarte a vos lector, que yo necesitaba que estuviera ella en este trabajo. ¿Por qué? Pues cuando yo comenzaba con mi inquietud de escribir algunas cosillas, Carmelo esta ciudad que tanto aprecio, me recibió en dos oportunidades para presentar mis ediciones literarias. Y sin conocernos y sin saber que íbamos a estar juntos por el arte, ella se presentó a cantar para mí espectáculo sin pedir nada a cambio, y sin saber quién era yo. Este es mi humilde reconocimiento a esta gran cantante, mujer y abuela Sra. Cristina Risso. ¡Permítame pararme y aplaudirla!
-          No olvidemos Horacio que todo esto se debe a una persona que ya no está entre nosotros que fue Alfredfo Sarachu, él allí en su trabajo y con su timidez, llevaba delante una tarea que ennoblecía al pueblo de Carmelo y al Museo y Archivo del Carmen. También a su hermana Marujita Sarachu que ha formado a un pueblo musical.
-          Sí y que en esa oportunidad te acompañó al piano. Gracias mil Crisitina y que sigan tus éxitos.
-          Gracias a ti Horacio igualmente para ti.


                                          Carmelo 1 de julio de 2013


 Dora Bouvier                                           Dorita Bouvier





Ella es Dora Bouvier, la vida le ha dado un don: el canto, apreciarán en esta reseña de su vida, la  vida misma de una cantante lírica por excelencia. Allí va.




-          Encantado de conocerte Dora. . ., Dora. . .
-          Dora Raquel Bouvier Sánchez, Dora Bouvier me conocen en el ambiente artístico, aunque en Carmelo me conocen como Dorita.
-          ¿El canto. . ., así nomás, viste. . ., concreto?
-          Mira, desde que tengo uso de razón, te digo a los cuatro años comencé a cantar. Allí comenzaron mis recuerdos. Nací en el campo y cantaba todo el día. A los cinco años, mi maestra descubrió mis condiciones musicales, y me hacía cantar. Desde pequeñita, ella me seleccionaba en cuanto acto había, era como un caballito de batalla. Por primera vez canté la Canción de Cuna de Johannes Brahms. (Lo dice con un énfasis, con una limpieza de espíritu que lo ve, lo ve, de tal manera, que es toda expresión y me pone realmente sentimental, pues la imagino en esa época frente a un público distinto al que ella está acostumbrada hoy día, respiro profundamente y la sigo escuchando en su grabación y sigue. . .) Me sentaba en un sillón, con una muñeca y yo cantaba Brahms y me aplaudían, en realidad, no me daba cuenta por qué lo hacían, pues, tan pequeña no lo entendía. Después de haber pasado toda una vida, vivir lo que he vivido relacionado con este arte tan impresionante que es la música, creo que mi maestra consideraba que era talentosa.
-          ¿Así que fuiste un referente, sin darte cuenta?
-          Creería que sí. Musicalmente estoy segura que era un referente en la escuela, en los seis años escolares, lo fui. Cantando zarzuelas y otros ritmos musicales.
-          Y el comienzo en el liceo. . .
-          ¡Ah. . .!! Exactamente igual. Sí, me detectaron y en seguida me buscaban para cantar en coros y festivales en fin y seguía cantando. Después, esta señora que está a nuestro lado, (Mi paréntesis, que no podía faltar, es en referencia a la Profesora Marta Abella, a quien también habíamos convocado en su casa y que seguirá a continuación de Dora) a los quince o dieciséis años, me redescubre podríamos decir, pues ella era profesora en el Instituto Magisterial Artigas y profesora de canto. Como mi vida transcurrió en la docencia, paralelamente a mi razón de vivir que era el canto, ella me dice: ‘¡Uy!, contigo, hay material para todas la colaciones de grado, Dora’. Me reiteraba una y otra vez: ‘Tienes que hacer esto, aquello y lo otro’, y así empecé a pisar las tablas y sentir ese olorcito del Teatro Uamá. Tenemos, el lugar ideal en Carmelo, es un  santuario para mí el teatro. Yo era muy audaz y Marta basada en ello, me hacía cantar Voces de Primavera de Johann Strauss. . ., recuerdo. . ., que yo aún en ese momento ¡todo lo hacía por amor! No había estudiado canto, no obstante en todos los actos del teatro contaban conmigo. Luego hubo un concurso de Juventudes Musicales en el Sodre, llamaron aspirantes del interior y ahí me presenté con la preparación  de Hugo Balzo y Zulma Castiglioni y Marta por supuesto, canté ‘Música Prohibita’ en el escenario del Sodre.
-          ¿En qué año fue?
-          Mil novecientos sesenta y cuatro.
-           El profesor Balzo, Dorita, venía a Colonia a tomar exámenes y fue con quien se recibió mi hija de profesora de piano, años más tarde.  Hoy, existe una sala con  su nombre en el Auditorio Nacional Adela Reta.
-          En ese momento éramos cinco o seis estudiantes, aspirantes a la beca de Juventudes Musicales y gané con ese tema. Hice usufructo de esa beca un año con el maestro Osvaldo Tourn, viáticos y estudios. Mientras tanto, seguía cantando aquí, todo lo que salía, eventos, Radio Carmelo, Uamá, canales diez y cuatro de Montevideo, y comencé a cantar con Roman Iturburúa en distintos lugares de departamento. Comenzó toda una movida lírica en Carmelo, y ahí apareció Mariucha Piceda quien fue la responsable de grandes puestas en escena como la ópera Aida de Verdi, El Cafetal, Cecilia Valdés, Antología de la Zarzuela y otros eventos importantísimos que marcaron una época cultural lírica de oro en Carmelo. Además integré distintos coros: Coro Vocacional, coro Reggione Puglia, y los Coros del Litoral que dirigía Eric Simon; en todos ellos fui soprano solista. Recorrimos distintas partes del Uruguay, sur del Brasil, Paraguay y Argentina. Como verás, fue una etapa de mi vida muy rica e interesante. Paralelamente trabajé treinta y cinco años como docente y formé una familia.
-          ¡Qué bárbaro para nosotros los hombres! (Otro breve impasse y comienzo de risas entre los tres y me dice:. . .)
-           Momento de decisión en la vida. . ., ‘Momento de decisión’ ¿hay una película. . .no? a la derecha  el canto. . .
-          Esta foto que me muestra Marta, ¿eres tú?
-          Si
-          Claro, ¿Cómo no te vas a casar? (Risas a granel)
-          El arte y el casamiento. Mi familia no me apoyaba en el arte. . ., me decían el canto no, no te va a dar de comer, aunque en casa, todos cantaban,  mis abuelos, mis papás, mis hermanos, pero no me apoyaban en el arte musical. Sin embargo, mi padre que era hijo de franceses,  junto a mi abuelo, tocaban un acordeón que la habían traído de Francia. Todo los hacían de oído, mamá entonaba divino. . ., pero yo: cómo a veces la vida  te enfrenta a una decisión; el canto o el matrimonio; elegí lo último aunque seguí cantando esporádicamente en mí pueblo. . . De mi familia te diré que tengo una hijas y unos nietos divinos; el mayor de ellos: Lorenzo heredó mi veta artística y ama la música, toca la guitarra y canta hermoso, le pongo todas las fichas que va a llegar y quien te dice que los demás nietos también me den una sorpresa porque cantan muy bien. ¡También mis hijas cantan!!!                                                                              Volviendo a mi beca, Montevideo era un escalón, para seguir mis estudios en el exterior como me lo propusieron.

-          ¿Así que nunca dejaste el canto, totalmente?
-          ¡Nunca es mi vida! Te diría más: después de todo lo narrado, insistí y se me dio por volver a estudiar canto y lo hice de muy buena gana con el maestro José Martino Rodas, durante muchos años. No puedo dejar de nombrar al maestro Eric Simon, con quien viajamos todo el litoral, también Montevideo realizando obras  bellísimas como El Mesías, Carmina Burana, El Requiem de Mozart en el Teatro Solís y en la Catedral de Montevideo.                                                                Estos movimientos corales fueron realmente impactantes para mí. Eso sí que realmente fortificaban el espíritu.  (Por momentos la Prof. Marta Abella, me mostraba con gentileza y pasión fotos, muchas fotos de colecciones en la que ellas, habían estado en forma conjunta con otros coreutas). No puedo dejar de recordar que en el año mil novecientos ochenta y cinco (año de apertura democrática), participé en el primer festival a Orillas del Olimar en el escenario Rubén Lena, cantando tres temas que compusieron grandes músicos carmelitanos. Euclides López Herrera, su hijo Obdulio López y en el tamboril Walter Gómez, obtuvimos el primer premio con el tema ‘El Negro Pancho’
-          ¿Premio solista?
-          Sí, sí, claro. Nos trajimos un trofeo. Después vinieron recitales con Román.
-          Para el lector que no lo conoce, ¿quién era Román?
-          Román fue un ser excepcional, un genio. . ., a los tres o cuatro años, se sentó al piano y tocaba todo, todo, todo, de oído. Hicimos juntos el liceo y después él, se fue al mundo como showman, recorrió varios países: Japón, todo el sur Argentino, Inglaterra, Francia y después se radicó en Madrid y estuvo hasta el final de su vida. Excelente compositor e intérprete. Cuando venía a Carmelo, realizábamos recitales, él se daba el gusto de hacer lo que quería. (Ella lo recuerda con una semblanza y sentimiento propio de las personas que aman a otra desde las entrañas mismas del arte, mirado para ambos como el reflejo cierto de sus propias personalidades. Es entonces que Dorita, como la llamaba Román, tenía encendido su plasma y en forma conjunta con su video dio comienzo para que escuchásemos ‘La Flor de la Canela’ interpretada por el mismo. Tal vez en recuerdo eterno a su gran amigo y compañero de vida artística y junto a Marta nos quedamos, disfrutando de aquel momento sencillo, pero locuaz, al mismo tiempo. Yo para distender el momento, le saqué a Dorita una foto en la que me miró de repente, mientras escogía otro cd para colocarlo en el video. . .y me dijo: ‘¡Uy. .! ¿qué hiciste. . .? No, esa no la vas a poner, mira que después. . .¡la gente!  .!Yo poso para otra, ¡pero esa, no!’; ya la vieron al comienzo de la nota, con su figura bella como la planta y el cuadro que posee en su living de fondo).
-          ¿Seguimos grabando. . ., Dorita?
-          Seguimos. . ., ¿reitero? ¡Mi pasión fue el canto!
-          Sigues cantando
-          Sigo cantando y  parece increíble pero. . . a esta edad tuve un impasse, donde hubo afecciones y enfermedades y cosas en la familia y un día dije: ¿y por qué no empezar nuevamente?, me di cuenta que tenía ánimo, fuerzas, tengo la voz todavía y dije: ¡‘Sí adelante’!, también aprovechando la gentileza de Marta y Mariucha, que siempre están a mi lado y me impulsan al igual que mi familia. (Aquí mientras colocaba en el video un nuevo cd, ese que buscaba mientras le saqué la foto que ustedes no conocerán, dio comienzo en la pantalla su canto en el escenario del teatro Uamá, un reconocimiento de su persona al amigo desaparecido, Román. ¡De repente!, me miró y me dijo: ¡quieres qué te lo cante! Su voz de soprano, con una fuerza de pulmones colmando la sala y dando sentido a mi entrevista. Tal vez este camino iniciado por mí, esta vez iba dando buenos resultados, me paré y la plaudí, como si estuviera en ese Uamá tan querido para ella. Espero haberlo trasmitido en palabras lo mejor posible). Viste, así que tenemos proyectos, varios. . .
-          Cuéntame tus proyectos.  
-          El proyecto es este sábado, donde viene el Ensamble de Metales de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Sodre, donde me vieron para cantar tres temas; antes de ellos, voy a cantar ‘El día que me quieras’, una seguidilla: ‘de España vengo’ y el área ‘Nessum Dorma’. Luego actúa la orquesta, y finalmente, canto el ‘Brindis de Traviata’ porque es el cumpleaños del Teatro. Eso es lo inmediato que tengo, sábado seis hora veinte, estás invitado.
-          Muchas Gracias Dorita pero vengo medio apretado de agenda. Y sigues deleitándonos con tu canto.
-          El mes que viene, es decir este mes, si hoy es primero, por ser el mes de la Virgen María, canto  ‘En Canto a María, La Vergine degli Angeli’ de Verdi , con pista, en el Santuario del Carmen. Y en noviembre, con motivo del Bicentenario de la muerte de Giussepe Verdi, cantaré diversas áreas del mismo. Eso será en la Sociedad Italiana dirigida por Mariucha Piceda y acompañada en el piano por Marta Abella.
-          Me contabas de que habías ganado en Treinta y Tres y se me ocurre preguntarte, tal cual lo deduzco, ¿si has incursionado en otros géneros musicales?
-          A mí me gusta toda la música, así que he cantado, tango, melódico, zarzuelas, operetas y lo lírico que es mi fuerte. Si te canto un tango, lo canto a mí modo, ¿me entiendes? (Aunque ustedes no lo crean, escuchen. . . es. . ., esto. . . ‘Acaricia mi ensueño, el suave murmullo de tu suspirar. . .’; cantado a capella, así, sin más, realmente estoy deslumbrado con Dorita, su jovialidad, su entereza y el manejo desinteresado a que empeña su voz, cuando y donde quiere, estremece tener aquel privilegio tan cercano y tan precozmente dejarlo, para seguir entrevistando a otras mujeres del departamento, yo debía de estar en Nueva Palmira, prontamente, pero quedé en volver a escucharla. Y lo haré) Viste, me sale lo lírico y lo melodioso de adentro. . ., no obstante, incurro en todos los géneros. Se me viene a la memoria el candombe que te conté. Bueno, a ese género lo paseamos después por todos lados. Recuerdo que hicimos sobre el escenario, una rememoración de ese Viejo Pancho. . .
-          Te van quedando emociones prendidas en el ser ¿no es así?
-          ¡Uf! Claro
-          Y después de realizarle el homenaje a Roman. . .
-          Me dejó una paz, una plenitud, una armonía, una sorpresa conmigo mismo, ¿cantarme un espectáculo entero de dos horas? ¡Canté dieciocho temas seguidos! Tuve invitados, como el tenor Eduardo Casanova, mi nieto Lorenzo, mis hijas Analía y Verónica en canto y Marta Abella, Obdulio López, Walter Gómez, Eduardo Pittamiglio y Matías Funes en acompañamiento. Si bien la tecnología te da un gran apoyo, lindo es tener los músicos acompañándome. . .
-          Si tú que has tenido la posibilidad, es insuperable ¿verdad?
-          Claro, insuperable. Nosotros que nos hicimos así a pulmón, había que demostrar lo que uno tenía dentro, hoy, nos ayuda la tecnología.
-          Tampoco te puedes equivocar mucho, convengamos.
-          Nada. . ., ¿equivocación?, ¿hoy? nada; la tecnología no te espera como un músico, ella sigue adelante y bueno el micrófono no te perdona, pero es un gran sustento igualmente. Tanto que yo no quería computadora, ¿viste? y ahora preparo el recital y allí me paso horas y horas, viendo aquellas cosas que tal vez en el año setenta u ochenta, yo las cantaba pues me las cantaba alguien y ahora las tengo ahí y me digo: ¡Ah, pero mira, no había estado tan mal cuando las interpretaba entonces! Yo cantaba Cecilia Valdez, pues me lo contaron y cantaron  de una manera, de oído, sin una partitura, sin nada, Román con su oído al piano y yo lo que me decía él. Estoy chocha de haberlo hecho.
-          Bueno Señora, siga así demostrándonos su entereza, siga invitándonos que, cuando podamos, estaremos junto a ti. ¡Aplaudiendo tu arte!
-          El otro día, motivé a muchas señoras, que después me decían gracias Dora, pues nos haces ver que todavía se puede. ¿Vieron que se puede? les decía yo. ¡No sé entreguen, en lo que sea no se entreguen. sigan. . .! ¡Esa es mi satisfacción de hoy día. La música es un impulso vital que te ayuda en todo. (Mira hacia al costado la ve sentada junto a la mesa delliving en búqueda de más fotografías y le dice. . .)  Y Marta, a vos te pasa lo mismo ¿verdad?.
-          Sabes Dorita, María Concepción Fassini una cantante que está al comienzo de este libro, me decía: ‘¡A mí la música me cura. . .! Ahoraaaaaaaa, Dorita, háblale a mis nietas, que son los nietos de muchos que algún día te leerán.

-          A mi nieto, que está haciendo sus primeros ensayos con el canto y que tiene una voz preciosa, siempre le digo: ¡Aunque cantes, siempre tienes que tener ese impulso que te lleve más allá! y cantaron y cantan, algunas veces, lo hicieron junto a mí. Lo que yo siento ahora es trasmitirle mis ganas de vivir y de no entregarse, y que cuando haya momentos tristes y amargos, cortarlos y escuchar un poco de música, silbarla, cantarla y meterte en ella  y descúbrela que está junto a nosotros en todos lados. Destapa tus oídos, escucha y tómalo como una terapia, en ello irás olvidando los males.
-          Gracias Dora y que Dios bendiga tus dones.
-          Gracias ti Horacio y adelante.

                                                      Carmelo, julio 1 de 2013

Marta Abella, tributo a una grande. Su corazón y su espíritu, han llenado de sensibilidad la vida, que es en realidad sensibilizar a los otros, sus discípulos, quienes la escuchan, la interpretan y gozan de su sabiduría pentagramal.  Aquellos que transitaron y aún prosiguen el camino musical y también quienes la reconocieron como directora  del Liceo en una localidad tan pequeña como Conchillas.

-          Profesora, cuéntenos. . ., pues realmente hoy, yo me voy de Carmelo lleno de bemoles, becuadros, claves de fa, de sol, de semifusas y redondo de alegría después de haber escuchado en cuatro horas, tanta intelectualidad musical. Ahora espero sus anécdotas, sus vivencias, luego de mostrarme cientos de recortes adheridos a carpetas, cuadernos, etc. Adelante. . .
-           A mí me gustaría que, mientras yo te hablo, tú fueras mirando estos cuadernillos, carpetas, etc. de toda mi trayectoria en la docencia musical.
-          Como no con gusto
-          Bueno, yo empecé muy niña a los ocho años a estudiar piano con la profesora Nilda Leys de Morena, se ve que tenía un poco de facilidad porque muy pronto me hizo sacar el Himno Nacional. En la Escuela N°6 donde yo concurría, cuando faltaba profesora de piano, la directora me llamaba para acompañar a los chicos, con el piano. Fui creciendo como maestra acompañante y me llamaban de varias escuelas para ejecutar el Himno Nacional, recuerda que tenía doce años, estaba en sexto de escuela, y ya era acompañante, me llamaban de todas las escuelas para que acompañara al piano en las fiestas que se realizaban. Después, siendo menor, no tenía dieciocho años, comencé a trabajar en el Instituto de Formación Docente de Carmelo, durante trece años gratuitamente
-          ¡Eso es amor! Marta
-          Si amor al arte musical (Afirma Dorita que andaba sacando unas bandejas de sándwiches y refrescos con que querían agasajarme)
-          Si  (reitera Marta) era muy jovencita. Fíjate que tenía mis alumnos particulares que todos eran normalmente de mi edad. Allí, fue que la conocí a Dora y lógicamente que todos los años, hacíamos audiciones en el Teatro Uamá. O sea la colación de grado y entrega de anillos, en la que hacíamos una fiesta. . ., una fiesta que hasta el último anillo del teatro Uamá se llenaba. Y Dorita como era la principal (quiso decir la estrella, esto corre por cuenta mía)
-          Allí hizo el rescate de la niña!!
-          Efectivamente, allí di comienzo al rescate de esta voz maravillosa. Yo tocando el piano, ella cantando, y tambiénbailando como lo certifican estas fotos, (y me muestra un álbum lleno de fotografías de su juventud, las dos actuando). Compañeras de ellas hacían bailes y allí están documentados. Después en mi casa seguía con los alumnos. Llegué a tener ciento veinte alumnos.
-          ¿En qué año fue aproximadamente?
-          Y esto fue en el año mil novecientos cincuenta y cinco.
-          Yo tenía un año. (Risas a todos lados)
-          ¡Vio que joven que soy!
-          Por supuesto, ya la veo en la foto. (Vuelta a reírnos los tres en forma placentera y a destajo)
-          Piano, acordeón a piano, guitarra, esos fueron los primeros instrumentos que ejecuté.
-          ¿Así que usted toca acordeón?
-          Sí, sí, soy profesora. Más tarde, me llaman del Liceo para hacer una suplencia de la señora Panero, que era la profesora, eso fue en el año mil novecientos cincuenta y nueve. (Allí vuelve a buscar en sus fotos y me muestra una del Liceo de aquella época, ‘esa del saco rayado soy yo’ me dice). Recuerdo que un año, el director nos hizo hacer un acto ¡en pleno invierno, en la calle, se imagina qué frío!  En realidad en el lugar que más trabajé fue en el Instituto Magisterial Artigas. Lo hice durante trece años en forma gratuita y en el año mil novecientos sesenta y ocho se oficializó y seguí hasta que me jubilé. (Dorita interviene diciéndole: ¡Allí empezaste a cobrar Marta! Todo lo documenta con sus fotografías en blanco y negro por ahora. ¡Pero que lo dicen todo!)Esta foto ves, es del Instituto viejo, allí trabajé durante cuarenta y cuatro, cuarenta y cinco años. ¡Mira esta es mi hija! Estoy tocando el piano, es una fiesta de colación de grado, se están entregando anillos en el Instituto Magisterial. ¡Mira vos, hace años que no las veía a las fotos! (Sin embargo esta es en color, así que es más nueva que las otras) También vemos a Dora que está cantando. Yo ya retirada lógicamente, pero también aportaba, como había sido profesora del Instituto, había veces que no tenían una figura como Dora y yo la llevaba a cantar al Uamá como figura principal, siendo ella también maestra, fíjate tú.
-          ¿Martha, usted siendo profesora tantos años de música, de coros y demás; estima que Dorita es una excepción dentro de la sociedad de Carmelo, como cantante?
-          ¡Ah!, yo creo que sí. Hay sin duda otros valores, que cantaban y cantan y que se han destacado, también.
-          Su voz es. . .
-          ¡Sí, sí. . .,! Cómo ella no. Ella estudió canto en Montevideo y acá con varios profesores. Ella lo hace excelente, sin desmerecer a otros valores que hay en Carmelo. Se esforzó y estudió mucho para lograr una buena técnica.
-          ¿Y su trabajo siguió en la docencia y en la música?
-          Sí. Yo también trabajé once años en Colonia. Siempre viajando. Trabajé en Coros y realmente, traté de que brillaran de la mejor manera posible. Un ejemplo fueron los del Liceo N°1, o en el Liceo de Carmelo,  donde los chicos durante tiempo tuvieron que participar en concursos y cuyo premio era, ir a dar un concierto al Teatro Solís o a la Sala Dieciocho de Mayo. Siempre, con otros coros que también habían sido ganadores  en sus respectivos liceos departamentales.
-          Es un buen fenómeno social el suyo Marta. Siempre, por lo que aprecio buscó adentrarse en la cultura musical, mirando o adentrándose en la música académica y en la búsqueda de valores allí dentro.
-          A Dios gracias, sí, yo siempre tuve la suerte que estuve rodeada de alumnos que les gustaba cantar. Cuando nos reuníamos con otros profesores, me manifestaban que ellos no conseguían tener tantos alumnos en un coro. Yo siempre tuve alumnos destacados en el canto.
-          Eso en realidad va en la docencia de cada profesor. ¿Verdad?
-          Sí, yo veía grupos de quince alumnos, cuando competíamos. Y les preguntaba a los docentes: ‘¿Por qué tan pocos?’ Y me respondían: ‘¡Ah! a mí no me van a los ensayos’. (Aquí Dorita muestra otras fotos) ¿Ves?, aquí estoy en una formación con gente del Instituto. Aquí era tanto Directora como pianista.
-          ¿Desempeñaba las dos funciones?
-          Claro, recuerdo corría de un lado a otro. Pero cumplía las funciones. Este Coro que vemos en esta fotografía, es el mismo que después en el año mil novecientos ochenta, tuve el honor de dirigirlo bajo el nombre de Regione Puglia. Allí cantó Dora, como solista.
-          Como buscadora de valores, que luego rescató,  usted: ¿formó algún coro que luego perdurara en el tiempo, de forma paralela a la educación oficial?
-          Si tuve el honor de formar en la Sociedad Italiana de Carmelo este Coro Regione Puglia (región de Italia)  Con ese Coro Italiano, recorrimos muchísimos escenarios dentro del país como también en la Argentina, Brasil y Paraguay.
-          ¿Quién gestionaba todos esos viajes?
-          El presidente de la Sociedad Italiana de Carmelo y a la vez integrante de Rotary Club de Carmelo, señor Ángel Coppola. Recuerdo como encuentros muy importantes, el Victoria Plaza de Montevideo (cantamos para el presidente y su comitiva, el Dr. Luis A. Lacalle); con los rotarios internacionales en ciudades de Río grande Do Sul, ciudades como Alegrete, Santa María, Paso fundo, en varia oportunidades en Argentina y Paraguay. En Asunción estuvimos cinco días, cantando en distintos escenarios entre ellos, en el solar de Artigas donde también pusimos una placa, también cantamos en el Yacht Club de Asunción. Debo recordar que Víctor Alhers hijode Carmelo pero ciudadano paraguayo, nos abrió las puertas generosamente en todos lados.
-          ¿Muchos coreutas?
-          Eran cuarenta. Un ómnibus completo. Bueno con este coro estuve veinte años hasta el dos mil cuatro.
-          ¿Dentro de la enseñanza pública tuvo la oportunidad de ser docente?
-          Sí, claro. No solo eso en mil novecientos noventa y tres, me designaron directora del liceo de Conchillas. Yo no quería aceptar ese cargo, pero la inspectora de música me dijo que allí era necesario formar un coro y me conquistó. Entonces se me permitió formarlo en la institución y terminé en la dirección del mismo; cinco años estuve allí con el cariño de toda la sociedad de ese pueblo. Pensar que pedí un cuarto para los profesores y terminaron haciéndome un Liceo nuevo. Cuando me dijeron que había fondos para hacerlo no lo dudé al instante dije que sí. Está al lado de la Escuela. Luché tanto por él, pero al final dio sus frutos.
-          En una localidad tan chica encontrar voces. . ., la tarea se hace ardua. ¿No es cierto?
-          Tal cual, yo venía de tener coros muy buenos, pero haciendo el esfuerzo, las cosas salen. Bastante susto me llevaba pues sola intentándolo, pero igualmente lo logramos. (Dorita que le hace un poco de apuntadora le dice: ‘perdón, el encuentro en Colonia del año pasado’) ¡Ah! fue maravilloso.
-          Cuénteme, como fue eso.
-          Sí, me llamó, sin conocerme, el Director del Liceo N°1, por los cien años del Liceo. Yo no lo conocía. Me dijo: ‘Me dijeron que los coros acá en el liceo anduvieron mejor cuando estuvo usted’. Yo había dejado en el noventa y uno, allí. Por teléfono le dije que era un poco difícil, encauzar algo pero que de todos modos intentaríamos. Le expliqué pongo tres o cuatro canciones, las elijo yo pues serán canciones que cantaba el grupo que yo tuve allí.
-          ¿Gente de Colonia?
-          Si claro de allá. Aunque nos fue difícil, pues empezamos a buscar y había gente que estaba en España. No logré reunirlos a todos, pero la satisfacción fue igual pues eran unas cuarenta personas. Fue una emoción muy, pero muy grande. . ., encontrarme con aquellos chiquilines después de tantos años. . ., me emocionó muchísimo realmente.
-          Si, el director logró hacer varias actividades durante un período largo de tiempo y fue llevando adelante ello hasta finalizar el día del verdadero cumpleaños del Liceo. Estuvo muy bueno eso en Colonia. ¿Y algo de ensayo?
-          Sí. Marcela Hernández y otra chica más, me ensayaron varios días, y después fui yo. Se cantó la Leyenda Patria, Más Vale Trocar y después cantamos La Ronda de los Enamorados de una Zarzuela, los acompañaba yo al piano y después bajé los dirigí y tocó otra chica el piano. Eso es lo que uno ha dejado, el amor a la música. Varios de ellos tocan y cantan. Marcela vino a cantar a la Sociedad Italiana con el Coro de Artilleros hace poco y me hizo un reconocimiento público a mi persona. Muy lindo coro de adultos. Después ella dirige coros de niños, también. Hace dos meses que estuvo acá.
-          Marta, Marcela, una gran persona y mejor profesional. Ella siempre ha estado a mi lado. Cuando he presentado libros de mi humilde trayectoria, ella ha estado con músicos de gran nivel y con el Coro de Niños en dos oportunidades. Una aquí en Carmelo y otra en Colonia. Realmente un ser, con mucha docencia y espiritualidad para sus congéneres.
-          Bueno, el próximo lo hacemos acá.
-          Con mucho gusto, donde ustedes digan.
-          En la Casa de la Cultura (Dorita dice: ‘ en el Teatro Uamá, en el Museo y Archivo. . ., en cualquier lado, no hay problemas aquí en Carmelo)
-          Gracias siempre debo de agradecer a Carmelo. Es más hay una movida cultural muy buena en vuestra ciudad, en este momento.
-          Sí es cierto, pero ustedes en Colonia, tienen también gente de muy buen talento. Me acuerdo que estando en cuarto año de liceo, se presentaron para la orquesta municipal, varios integrantes de mi coro. Recuerdo que el director Nelson García Prietto me dijo: preciso una soprano, una mezzo y una contralto y le mandé a  Fernando Maddalena, Boschetti y Marcela. Y recuerdo que Fernando fue el que dejó. Entraron ganándose un cargo remunerado. Después sugerí si era posible que nombraran a los hermanos Maddalena: Fernando y Daniel en el Coro Municipal. Me parece ver a María de los Ángeles Tognola siendo mi pianistaen el coro Departamental durante once años, en colonia, ¡una gran pianista!, ella para mí fue y es una amiga realmente valorable.
-          Así ha transcurrido su vida Martha, pero no me ha hablado de su familia, si puede y quiere, pues para el ajetreo del arte hay que ser  fuerte, ¿verdad?
-          Exactamente. Mi familia, también ha aportado lo suyo. Yo tengo tres hijos, dos varones y una mujer,Juan Daniel, Marcelo y Laura quien se recibió de piano y estuvo en el liceo como profesora de música y luego se recibió de abogada. Hoy es defensora pública. Los dos varones, también estudiaron música, guitarra, etc. pero ninguno se dedicaron a este arte. Y tengo dos nietos, un niño Martín y una niña Paulina. Yo hoy me dedico a ayudarlos, me llaman y voy, pudiendo estoy siempre presente. Recuerdo cuando mis hijos me llamaban: ‘¿mamá, podes venir?’ y yo contestándoles ¡ay! ¡ahora no estoy con ensayo de coro! ¡Si me habrá pasado eso! Igualmente estoy muy feliz disfrutando mi familia hoy, y acompañando a Dora en lo que ella hace.
-          Les agradezco a ambas que me hayan recibido, estoy muy contento. ¿Saben por qué? Pues sé que tener gente con la trayectoria de ustedes en mi libro, a la vez de dignificarlo, otorgan un plus extra para aquella juventud que algún día puedan leerlo y encuentren en él a gente que ha hecho y hace cultura en serio. Lo manifiesto por ustedes y por todas las otras mujeres que integran este volumen.
-          Nosotras, agradecidas porque enaltezcas el valor de la mujer luchadora en esto del arte musical. (Marta saca un recorte de diario del año mil novecientos ochenta y me muestra el titular: ‘Impresionante Concierto Coral: Mil liceales con la Osodre’ y un movimiento realizado por el maestro Eric Simon: ¡INOLVIDALBE ETAPA!
-          Vuelvo agradecerles y si Dios quiere nos estaremos viendo nuevamente en alguna actividad cultural. Gracias por atenderme.                                      

                                                                                                         
                              Carmelo 1 de julio de 2013

 Ombúes de Lavalle

Susi Adriana Maurin Dávila, en una sola persona, todo, todo lo que puedan imaginar de una cantante maravillosa que ha dejado en su país y el exterior, el timbre de canciones que la llevaron sola, totalmente sola, a recorrer el inmenso y mágico mundo musical referenciándose frente a un espejo para entenderse, cantarse, mirarse como si estuviera en el escenario haciendo un show. Así nació una luchadora por el canto y allí la leen ustedes. . . y la escucharán por supuesto!!!


Mientras nos deleitábamos ambos, viendo como mi mp4 intentaba grabar, pues lo había mandado arreglar y cambiarle pilas. Miraba a su entorno el lugar donde habíamos dispuesto para tal fin. Era nuestro modesto taller de pintura, en mi caso y de esculturas de madera en el de mi esposa. Ambos, realizamos allí nuestras tareas en esas actividades artísticas. Susi, también encontró actividades a la que ella no estaba muy acostumbrada a realizar. Cuando el pequeño instrumento, se echó andar comenzó nuestra conversación al principio los dos un poco descolocados pero que después resultó de mi parte muy enriquecedora en conocer a esta mujer que ha. . ., que ha. . ., bueno ya lo leerán. ¡Dale mp4 cántame al oído, toda nuestra entrevista!
-          Dime tus nombres completos y dónde naciste. . .
-          Susi Adriana Maurín Dávila y soy nativa de Ombués de Lavalle.
-          Y sí, con esos apellidos (con reímos con ganas pues el departamento, también está sectorizado en ese aspecto étnico) Y ya que estás, que nos digas cuantos lustros tienes tú. . . (allí, quedó medio entrecortada y me repregunta ella: . . .)
-          ¿Mi trayectoria, decís vos?
-          Nooo. De los años hablamos. . .
-          ¡Ah.!!! Cuarenta y cinco. Uno va aprendiendo paso a paso todos los días. Yo anduve por muchos lugares, entonces. . .
-          ¿Hiciste la escuela en Ombúes?
-          Exactamente. Luego de terminarla, comencé el liceo hasta tercer grado. Allí dije no me gusta esto y lo que quiero: ¡Es cantar!
-          Así que a la edad de catorce o quince años, te dio por el canto.
-          Es así. allí comencé a ver a uno u otro guitarrista, a ver cómo me iba. Comencé a subir a los tablados, hacer folklore primero.
-          ¿Cuando dices tablados. dices. . ., murga o junto a murgas?
-          No. Murga no.
-          Entonces, decimos tablas de escenarios, ¿es en ese contexto que lo expresabas?
-          Exactamente. Comencé allí.
-          ¿En qué lugar?
-          En la Iglesia Católica, que tiene un escenario, donde allí también se hace teatro. Di mis primeros pasos allí tratando de ver qué pasaba. Me di cuenta que cada día me gustaba más y más. Digo nunca, fui a canto, jamás aprendí nada. En realidad, cuando me decidí ir a una profesora, me dijo: ‘¡Estás gastando dinero!’.
-          Y como fue esa conexión con la música. Es decir, ¿escuchaba la radio, interpretabas temas cantando sobre un cd?
-          Exactamente, escuchaba radio y ya me iba quedando en el oído y sacaba la letra y me la aprendía y. . . ¡vamo arriba!
-          Desde allí dio comienzo tu búsqueda paralela de guitarristas.
-          Sí. Ahora no me pidas nombres pues en realidad, no me acuerdo. Tendría que preguntar ese dato y traértelo.
-          No. Escucha recuerdo que hay un amigo, de allá de Ombúes que toca la guitarra muy bien. Es Mario Mansilla que es muy conocido y aparte ha acompañado a muchos cantantes.
-          Mira recuerdo a uno Miguel Dibar. Sí Mario lo conozco, en muy capaz en todo lo que hace, no obstante “pues”, nunca tuve la oportunidad de subir a un escenario con él. 
-          ¿Y. . .en que ritmo musical podríamos encauzarte?
-          Melódico. Es lo que más me gusta. Ahora si el público me pide otras cosas, las hago también.
-          Si hay chicas en este mismo libro, que me lo han dicho y que por hacerle el gusto a la gente, lo hacen. Pero no es lo que sienten. Se deben un poco al profesionalismo.
-          Exactamente. Te explico, si yo no siento un tema, directamente, no lo hago. Tengo que sentirlo para poder demostrarlo, como lo entiendo y que es lo puedo llegar hacer con ese tema. Si no siento nada, directamente, no te hago el tema. Dentro de todo puedo hacer reggaeton, salsa, algo de cumbia, ritmos que me gustan.
-          ¿En cumbia colombiana, o villera?
-          Nnnooo. Gilda, algo así. . ., salsa por ejemplo Marc Anthony, lo adoro me tengo que sacar el sombrero para su figura.
-          Y, otros.
-          Whitney Houston.
-          ¿Y cantas en inglés?
-          Sí también.
-          Y sigue con la nómina, ¡qué esto viene de diez!
-          Talia. Ricardo Montaner, palabra mayor, tiene un sentimiento espectacular, cuando canta. Abel Pintos, Nino Bravo,  hago de todo un poco. De lo que más me gusta voy sacando.
-          Bien melódico, lo tuyo. Dime y en un momento, te diste cuenta que las guitarras, no te podrían acompañar más, no eran suficientes, ¿qué emprendiste o cómo lo solucionaste, pues para esa música faltaban elementos musicales, de que te agarraste musicalmente?
-          Podrás creer que no tuve que hacer nada. Mira yo estaba en un baile en el Centro Social, en Ombúes, parada al lado de un parlante y empiezo a cantar los temas que estaban pasando y se me acerca, pues, un muchacho y me dice: ‘te gustaría, cantar en una orquesta?’. Le digo ¡uff, me encantaría!, quedo en esa. A los dos o tres días me llaman por teléfono y me dicen: ‘Mira vamos a solicitar una cuantas personas para hacer una prueba, tienes que preparar un  tema’. Dije bueno con gusto. Preparé un tema en inglés de una propaganda de la Coca Cola,  ’Eternal Flame’
-          ¿De quién es?
-          De Bangles. Lo preparé bien, esto fue en Carmelo y éramos, más o menos veinte mujeres. Empezaron a pasar una, otra, otra, yo la última. Entro, hago el tema y me dijeron: ‘bueno, estás contratada’
-          ¿Cómo se llamaba la orquesta?
-          Grupo Eme1
-          ¿De Dónde?
-          De los hermanos Marzuca de Carmelo. Estuve con ellos cinco años. Recorriendo con ellos por todos lados, digo, Argentina haciéndole la cortina a Los Fabulosos Cadillacs, a Fabiana Cantilo, a Vilma Palma e Vampiro, después en Uruguay actuaciones en Paso de los Toros, y. . . te diría todo el país.
-          Así que eran cinco chicos y tú.
-          Exactamente. El tecladista José Reynoso. . .
-          ¡El Pepe Reynoso! ¡Faa un tecladista, espectacular! anda ahora por el mundo dejando su música, impresionante, estuvo hace bien poco en Carmelo, vive en Barcelona, pero mira, en este momento, hace dos días estuve escuchando en Radio Uruguay una entrevista de Nelson Caula hacia él que estaba en Colombia, pues creo tiene su pareja allí.
-          Si realmente una figura con un despegue impresionante José. Te diré fueron los cinco años más hermosos de mi vida. Junto a él estaba Leonardo Almaraz, de Montevideo, tocaba “pues”, la guitarra. Jorge Parentelli ‘El Yuyo’, tocaba el bajo eléctrico. Beri Marzuca en batería y Piti Marzuca su hermano, que era el otro cantante. Por último de saxofonista Julio Durañona.
-          ¡Siii, con esos músicos chauuu!!
-          Claro, te sentís un profesional en serio junto a ellos.
-          En ese mismo reportaje a que te hacía referencia de Caula y Reynoso, éste último dijo algo que me dejó, realmente muy gratificado. Sabes hablando de bateristas, lo colocó a Bananita Durañona (hermano de Julio y ambos, hijos de Tomaso un saxofonista ¡de aquellos!) como uno de los mejores del continente. Mira, para que una personalidad de la música, hable de esa forma de este coloniense siendo tan joven es porque. . . hay calidad real en este ejecutante ¿verdad?
-          Ni te digo. Se me había olvidado decirte, como más o menos llevamos un acontecer de mi vida, antes de yo estar con ellos, había tenido la oportunidad de subirme al escenario con el grupo ‘Fantasía’ de Dolores, en tres o cuatro oportunidades. Probé con ellos y allí fue como una decisión personal, donde me dije tengo que incursionar en esta música. “Pues”, es lo mío definitivamente.
-          ¿Vives de la música? 
-          Vivo de esto y no. Siempre buscando un trabajo que me asegure estabilidad, si no es medio imposible.
-          Todo lo que me has narrado, lo podemos encuadrar dentro de un cierto ciclo de vida tuyo. ¿Dentro de que edades aproximadamente?
-          Con Eme1 comencé a los dieciocho y estuve hasta los veintitrés, veinticuatro años. Estando junto a ellos, me presenté a un concurso, para ir a representar a Uruguay a México. El mismo lo gané.
-          ¿Dónde fue eso y cómo se llamaba el Festival?
-          Mira fue en Mercedes ahora el nombre. . .
-          Bueno no importa. Lo buenos es que. . .
-          Mira, vino gente de todos lados. Fue privado, con el auspicio de Mario Fernández, integrante del grupo Fantasía. Con todos los canales del interior y hasta de Montevideo, como canal el cuatro.
-          ¿Y. . .?
-          Me fui quince días a Cancún.
-          Sola. A ver qué pasaba. ¿Y qué pasó?
-          Allá salí tercera (Se hizo un silencio profundo y veraz. Para mi evidencia circunstancial y lógica, recordaba interiormente momentos de su representación con emotiva algarabía y en otros
su memoria se retrotraía a no tan gratos) Sabes lo que pasa, debes de tener mucha suerte en todo esto. No es sólo el que sepas cantar, el que sepas llevar un escenario, poder convencer a gente y jurados, “pues” lo demás. . .Va en suerte y ella a mí no me ayudó mucho en esa oportunidad.
-          Acompañamiento, supongo yo, Susi, de una orquesta estable que acompañaba a todos los participantes en cada uno de los temas que interpretaba. Un tiempo de ensayo junto a ellos y luego la presentación. ¿Con una remuneración?
-          Exactamente. Sí, pero fue complicado, el que organizaba todo esto allá, se quedó con todo. Salís con una idea de aquí y cuando vas a retornar se te borra toda la buena imagen que llevabas. Volví. . .
-          Seguiste tu camino con Eme1
-          Efectivamente, seguí con ellos hasta que se disolvió. Los dueños resolvieron no seguir más y bueno.
-          A seguir luchándola.
-          Sí, pero fue automático casi te diría, encontré a Juan Carlos Cáceres, que de inmediato me llamó para entrar en ‘Brumas’ de Montevideo, en ese momento él tenía representación sobre ‘Nietos del Futuro’, ‘Chocolate’, etc. Con ellos canté siete años. Y te digo músicos espectaculares todos.
-          Te acuerdas de algunos nombres.
-          ‘El Canario’ le decíamos al baterista, Alfredo Monetti, en teclados y los otros no los recuerdo bien, pues van cambiando y rotando de un grupo a otro.
-          Y después de ese pasaje tan intenso por Montevideo con grupos de primer nivel. . .
-          Ahí me vine para Colonia. Recuerdo que ‘El Colorado’ como le decían a Cáceres dejó con estos grupos, pues se insertó en otro ritmo musical que le dejaba más ganancia monetaria como era la cumbia. Una vez aquí, entré en la orquesta municipal. Compañeros de alto talante musical, Julio (hijo) y Tomaso (padre)Durañona. cantantes éramos cinco. ‘El Lucha’,Luis Vergara, Conce Fassini, Celiana Costa, con ellos estuve dos años. Y un día decidí, agarrar mi valija, vender todo lo que tenía, tomarme un avión y. . .
-          Por todo lo que hemos hablado te fuiste a España. (Por ello, ustedes habrán visto que he resaltado en un entrecomillado doble la palabra “pues”. Evidencia de su pasaje por esas tierras que han sabido colonizarnos tanto a estos territorios latinoamericanos. No obstante, ella se fue con su afán de progreso y vaya si lo logró. ¡Miren, lo que viene!!)  Era obvio. Siempre buscaste superarte Susi y. . . ¿A ver cómo te fue?
-          Me fui en dos mil. Vendí todo lo que tenía, aunque estaba re bien con la orquesta municipal y me dije me voy a probar suerte. A los quince días de llegar, aún no conseguía nada. Es más mi pasaje era por esa cantidad de días. O lo hago y me supero o tengo que regresar. ¡Sin mentirte!, tenía, cinco mil pesetas que en ese tiempo no eran nada. Dije, como mi ración diaria o compro el periódico, a ver si hay algo. En una columna del diario, vi que había un aviso que decía: ‘se necesita cantante, urgente, treinta músicos’ Llamé a número de teléfono que figuraba y me contesto una persona que me dijo: ¿Dónde vives? En Valencia, ‘Torrente’. La misma persona me sigue diciendo: ‘Bueno nosotros te vamos a encontrar allí, en un bar restaurante; y ahí vemos. Los esperé, vinieron, me hicieron una prueba, allí mismo, me dijeron: ‘cántate algo’. Les canté, ¡un éxito! recuerdo, fue un miércoles. Me volvieron a decir: ‘Quedas contratada y para el viernes, tienes que preparar treinta temas, que ya te los doy ahora, pues nos vamos de gira’. No entendía nada. ¿De una te imaginas, Horacio?. Con ellos estuve tres años.
-          ¿El nombre de la orquesta?
-          Orquesta Zafiros.
-          Músicos de buen nivel, supongo. Y con dinero, también. . ., supongo. Allí se precisara lo que se necesitase, había.
-          ¡Ah!! ni te cuento. Músicos de primer nivel. Pero tenían desventajas, únicamente conseguían actuaciones, para los veranos. Entonces, yo necesitaba algo más estable, que actuásemos invierno y verano. Entonces me presenté a un casting para un trío. Un tecladista, un cantante y una cantante. Y quedé.
-          Te tienes fe en eso. ¿De verdad?
-          Vos sabes que sí, me lo propongo, digo voy y lo hago y lo hago. Estuve hasta el dos mil tres con Zafiros y desde ese año al dos mil diez que me vine con ellos.
-          Ellos eran. . .
-          Grupo Tahití.
-          ¡Che pero el tecladista. . .!!!!  
-          ¡A fullllll !!! hacía sonar todo lo que pensares.
-          Claro, mucho más compacto, menos inversión monetaria y se llenaba un espectáculo.
-          Sí la pasaba re bien e hice unos mangos, me compre todas la cosas, traje todo para la casa, todo, en un container hasta un coche, la luché. . . mucho sacrificio, “pues” no era solo cantar, también trabajaba, en el invierno en el correo y en el verano en la playa  y un día decidí volver. Y la verdad, no me arrepiento de nada. En el dos mil diez, retorné y dije, ¿ahora qué hago?
-          Si, y a Colonia, que no era tu ciudad, por otra parte.
-          En realidad me vine a Ombúes primero y allí me empezaron a llamar de un lado y otro que supieron que yo había regresado y dije bueno perfecto. Si entro en una orquesta aquí, lo que ganas monetariamente, es mínimo. Dije me tiro sola. Escenario tengo. concluí si he estado en grupos, bueno, también lo puedo hacer sola. Y comencé con ‘pistas’ y mi voz, y mi actuación. a las pistas, le grabo los coros, primera, segunda voz yo misma y le hago todo.
-          O sea, computadora, Soundforge o Cool Edit (programas para grabación) y allí metemos lo que venga.
-          Exactamente. Igualmente, te diré quise formar un grupo, pero que veo, la gente no es constante. Y yo soy muy profesional, trato de que no escape nada musicalmente y en los momentos que uno dedica a esto de hacerlo bien. Si no para eso no lo hago, directamente. Soy muy insistente conmigo, así que quien esté a mi lado se asemeje. Como vi que acá no lo pude lograr dije, no. Mejor sola, sé que voy, hago, me piden tales temas y a la otra semana están prontos y chau.
-          ¿Bueno y cuéntame donde andas?
-          Estuve y estoy viajando mucho a cantar en Mercedes, acá en Colonia en La Pulpería de los Faroles, en el Centro Unión Cosmopolita cuando estaba Julio García. . ., Mercedes es como mi cuna, pues yo allí gané varios concursos. Recuerdo de nuevo mira ‘El Cante y Gane’ con una orquesta de allá Nueva Lógica. Ellos organizaron ese evento donde la gente tenía que mandar algo grabado a ver como andaban. Yo envié y quedé para concursar. Luego, gané ese concurso. Del anterior que ya te había hablado fue en el mil novecientos noventa y uno y este fue en el noventa y tres. Por eso digo, Mercedes es mi cuna, allí fueron mi primeros pasos.
-          Lo bueno es que hiciste lo que te gusta y sacaste un buen rédito de ello. Y me habías dicho que nunca estudiaste canto.
-          Jamás, es innato en mí. Yo escucho y ya está. No me preguntes de notas, ni de nada por qué no entiendo nada. Pero yo sé donde tengo que entrar, aguardar el tiempo todo eso lo tengo como incorporado, viste. . . que se yo, es así. Es solo oído nada más.}
-          ¿Y tu voz no se ha visto deteriorada?
-          No. sabes que como canto todos los fines de semana, es muy rutinario y bello pues siempre estoy en actividad. A parte de ello,  como yo armo todo en casa y hago como un  tipo de show, así voy sacando los temas, entonces nunca dejas de cantar. Es de la forma que uno mantiene no solo la voz, sino la respiración, la musculatura del diafragma, etc.
-          Es un don que uno tiene y que lo ha sabido explotar.
-          Exacto. Después te voy a traer “pues” un cd para que escuches.
-          Yo realmente agradecido de poder escucharte, es más viste que te decía, que mi idea es sólo una canción de cada una para hacer un cd en el que todas, puedan estar representadas y se acople al libro para que la gente las conozca mejor aún.
-          Me parece bárbaro que puedas realizar esto.
-          Si creo que es una de las mejores formas que también se vayan conociendo los artistas en todas sus dimensiones. Bueno, Susi, recién conocidos, pero agradecerte de sobremanera que pueda tenerte como una verdadera representante a nivel internacional de nuestro departamento. Gracias en serio.
-          Gracias a vos Horacio y si todos realizarán actitudes como la tuya realmente sería mejor y más llevadero todo gracias y éxitos.


                                         Colonia, 7 de agosto de 2013.

Rosario




































Ella nació en el Rosario Oriental, cuna de aborígenes coyas. De su pueblo rescató el honor de haber sido una cantante de primer nivel nacional. Querida e irremplazable en la eterna civilización de una ciudad que permeó crisoles de razas que han participado en las calles de allí y allí su mágica voz también, debe sin duda, estar ensamblada en los murales de cada esquina rosarina. . . si usted ve uno de ellos cuando va por allá, transite su caminata lentamente y procure escuchar si de ellos no se escapa su voz. . .


María del Huerto Bentancour Díaz

                                                        María del Huerto













‘Encumbrar’ dentro del léxico y la semántica del idioma es: ‘Subir a la cumbre’. ‘Es elevación’.
En mi caso, he buscado a esta figura, hasta que con sensibilidad, propia del interior del país, conseguí una entrevista con ella. 
Les doy por cierto que quien escribe, la destina como una mujer en la cumbre, en la cima.
Y también siento como  ‘Brisas del Plata’ que me llegan, y presiento en mi aura que una figura masculina  me  susurra con docencia al oído, alguien que no dice nada, pero que está y estará presente en estas líneas hasta el fin de las mismas.
¡Aguarden!! Ya lo leerán y ella, ella. . .
Ella, lo siente así, lo percibe al igual que yo.
Desde el momento en que sentí el rodar de la llave dentro de la cerradura de su puerta, en el centro de Montevideo; lugar al que arribé, gracias a un amigo en común, él fue, quien la había contactado para que yo estuviese depositado allí, noté en la llave el elemento que nos abrió, a mí la cabeza de que estaba realmente frente a ella, ya que escuchaba su nombre en todos los medios  masivos de  comunicación y no entendía de que pudiera estar junto a ella y a ella la deferencia, pues entrevistas, no le faltan. Prestó su interior artístico para mi modesto trabajo.
Figura joven, esbelta, armoniosa, con ojos resplandecientes abrió la primera puerta y luego la reja.
Fina y sencilla me dijo: ¡Horacio, gracias por venir!; le respondí:

 
Valeria Lima                                            Valeria Lima
 
¡Gracias señora por recibirme; y abrir y abrirte a mi reportaje, gracias!
¡Se lo imaginaban!!!
Ahí va, Vale, para ustedes: ¡Se lo merecen, ciudadanos departamentales!!!









-          Valeria, recorreremos un poco en este reportaje tu vida, si tú me lo permites. Luego de que te expliqué como era mi propuesta y accediste, esto va a ser una charla normal, común y corriente. Intentando eso sí, en ella, desentrañar como llegó a ser quien es en el mundo musical, tu persona. Valeria Lima. . .
-          Bueno, mis nombres son Valeria Luján (igual que mi mamá) Lima Figueiras. Siempre mi nombre artístico ha sido Valeria Lima, alguna vez mi mamá se enoja conmigo por ello, pero después me dice: ‘¡está bien, está bien!’. Muchos han bromeado en algunas oportunidades con mi nombre artístico, pero a mí me gusta mucho la combinación de mi nombre y mi apellido. Salvo que tengas un nombre complicado, bueno, lejos de eso no me gustan los apodos artísticos.
-          Están demás, ¿verdad?
-          Me parece que sí.
-          ¿Valeria y como fueron tus comienzos, es decir dando por descontado escuela. . .?
-          Mira hubo música desde que tengo uso de razón.
-          Vos sabes que todas me dicen lo mismo (Risas plenas de ambos)
-          Y. . . sí, yo estoy segura que es así en la mayoría de los casos. Con la salvedad, de que cuando elegís dedicarte a esto, no lo haces de un momento para el otro. Hay una historia propia de cada uno y creo que hasta una carga genética, obviamente. Sí en mí, la música la sentí como propia desde el nacimiento. Dicen los cuentos que a los tres años yo andaba de canto desde tierna mi memoria o quizás repetición de las letras y músicas. ‘Mi padre’, era maestro de primaria de escuela rural.
-           ¿Allá en Rosario. . .? Nací allá y nos fuimos a vivir a Paraje Zunín. Camino a Cardona, por allá. . .
-          Por esos lugares hay unas canteras de balasto.
-          ¡Exacto! a un kilómetro de la escuela o menos. Allí aprendí a caminar, la gente que me veía de chica decía, que a los tres años yo no solo andaba detrás de él sino que cantaba en los actos y esas cosas de las escuelas.
-          Che: ¡qué lindos comienzos de olor a tierra! ¿No?
-          Absolutamente. Tengo una mezcla que uno no sabe bien si son recuerdos o son cuentos, de ir muy chiquita a buscar la leche, con un bidón de tres litros a los vecinos.
-          Uno se vuelve niño siendo niño: ¡qué infancia divina esa!  
-          Sí, totalmente. vivimos allí en la escuela y después, ‘papá’ a la edad  mía de cuatro años, y cuando debía de dar comienzo al jardín, papá no quiso que hiciera escuela rural. Él quería que hiciese el Colegio de Hermanas, el Colegio de Monjas, así que allí nos fuimos a Rosario a vivir a un complejo habitacional que está a la salida de la ciudad.
-          Sabes que me trae recuerdos, allí en ese complejo vivía o vive mi maestra de quinto año, que después fue directora de la escuela donde yo fui la N° 100 de Juan Lacaze. Sra. Raquel López de Isbarbo, si no recuerdo mal.
-          Entré a la Escuela de Hermanas y el mojón que yo me instauro musicalmente, fue a mis seis años, contratada, fue la primera vez que cobré por cantar. ¿Imagínate? Y el show fue en lo que antiguamente era el ex Hotel Brisas del Plata, de Colonia Valdense. Contratada por Ariel Barolín, otro cantor de mil y unas que tenemos. Hicimos una cena show con ‘papá’. Estaba también Daniel Maddalena haciendo su espectáculo. Esto para mí es un recuerdo para toda la vida.
-          ¿Muy joven Daniel verdad?
-          Sí, jovencito. Para mí fue inolvidable, la primera noche que me quedé en un hotel, junto a mi padre, si fue todo una emoción así. . . como explicar. El recuerdo imperecedero de lo vivido se entremezcla con la fragancia de un ‘jaboncito’ que me quedó de por vida guardado y que lo cuido y no lo toco casi nunca por ese el primer regalo de un momento artístico mío.
-          Ese es tu punto de inflexión de decir, salgo a cantar y ganar dinero.
-          En realidad, salgo a trabajar con mi ‘papá’ y de allí en más es que la historia no paró más. No paró más. . . (mira hacia abajo, sus piernas entrecruzadas en situación romboidal, como en posición yogui, su espalda erguida, evidenciaban que recuerdos no le faltaban)
-          Claro, seis años después habrán seguido actuaciones en las escuelas. . .
-          Eso, eso, ni que hablar, acto que hubiese, allá estaba yo cantando.
-          Y cuando te volvían a contratar de tan niña, ¿Cómo hacías, ibas con ‘papá’?
-          Claroooo. ‘El viejo’, fue el que me enseñó todo,
-          Él como maestro y conocedor de la niñez fue referencial para ti
-          Exacto. Desde acompañarme con la guitarra, hasta cantar muchísimas cosas a dúo, folklore, mucha música melódica, los hits de los sesenta y setenta, la música de él diríamos. A veces me preguntan: ‘¿por qué conoces tanto de toda esa música?  Y porque  desde Santiago Chalar hasta los Iracundos todas, situaciones musicales muy diferentes las cantábamos con ‘papá’. Si hacíamos cosas muy diferentes musicalmente hablando.
-          Yo recuerdo haberte visto por primera vez, Valeria, en la Plaza de Deportes de Colonia en un Carnaval, realizado. . . por. . . Moris creo, allá por los años ochenta y pico casi los noventa. Tú eras muy jovencita.
-          Y sí allí tendría nueve años. Allí empezamos a recorrer y a salir a los tablados en carnaval, Rosario, Colonia  y algún lugar que se presentaba.
-          ¿Y tú qué edad tienes ahora Vale?
-          Treinta y tres, recién cumplidos. Sí a los nueve participé en mi primer concurso o certamen que fue en Valdense. Allí gané mi primer concurso de canto y a los quince, allí vino un quiebre importante en mi carrera, que fue mi primer contacto serio con el tango. Y esto fue accidental totalmente accidental.
-          A ver para que entiendan tus lectores. ¿Como resolvía una niña, luego una adolescente, el tema de saber las letras íntegras de las canciones de tan diferentes contexturas musicales?
-          No, mira yo tenía un cuaderno, hace muy poco perdí a mi padre, así que me cuesta hablar en pasado, hablaré en presente. Durante muchos años, mi padre se fue encargando de armar un cuaderno con un índice, escrito a mano por él, con una letra cursiva, espectacular, que yo heredé pues él me hacía hacer planas en cuaderno doble raya y muchas horas de trabajo.
-          Me pasó igual. De la misma forma, con el Cura Inella en segundo de liceo en Juan Lacaze el me transformó mi letra, era mi profesor de Idioma Español. Y mi padre que no era maestro, siguiéndolo al cura Inella me lo hacía hacer en casa
-          ¡Ay, sí. . .!, horas y horas borrándolo y haciéndolo de nuevo. No te pases de la línea de abajo, hace bien inclinado, en fin. En ese cuaderno, yo no sé las canciones que habrá escrito ‘papá’, pero lo tengo guardado por allí. Con el abecedario completo había de lo que pidas. Era él quien se ocupaba de ello y yo cantaba desde ese cuaderno. Te imaginás.
-          ¿Te das cuenta, la influencia de nuestros padres Valeria?
-          Absoluta. Yo Horacio, hacía lo que decía él. Cantaba lo que le gustaba a él, y hubo toda una etapa, en la que yo no sabía si cantaba porque quería, o porque me gustaba. Era evidente que cantaba en principio pues no se puede cambiar la genética humana, pero también en gran parte, pues él me fue insertando de a poco en ese mundo. Tuve una etapa de mucha crisis con eso,
 también.
-          Disculpa Valeria pero había denotado en nuestra conversación esa impronta tuya hacia tu padre y es por ello que te desvié un poquito esa línea a la que tú querías llegar que eran tus quince años, ¡mira qué edad! y tu inserción con el tango. Salvado esto que me encantó ‘lo de tu papa’; ahora sí, con tu permiso: ¿podemos meternos de llenos en los quince y el tango?
-          Claroooo. En esa fecha, el gran Donato Racciatti, realizó un certamen a nivel nacional, donde él buscaba la voz del tango para Japón. Recorrió varios lugares y una de las sedes era Rosario. Como todo pueblo chico, del interior, todo el mundo empezó: ‘se tienen que presentar’. A los dos a ‘papá’ y a mí. ‘Preséntense’, insistía la gente y familiares conocidos. Y nosotros: no que es de tango.
-          Y . . .
-          Bueno, nos presentamos, recuerdo claramente era en el Club Colegiales de Rosario, eran una cantidad de personas que se presentaron. La cuestión fue que quedamos entre los mejores. Y de allí quedamos dos Raúl Cúneo y yo con ‘papá’. Bueno como la cuestión estaba empatada en votos, se definió en aplausos y gané.
-          De allí en más me imagino, tus aconteceres.
-          Si, mira no paré más, era ir a cantar a diferentes lugares. Fui a Japón y representé a nuestro país.
-          ¿Y que es el tango para vos?
-          Y fíjate Horacio es todo. Mira un día estaba cantando en Sorocabana. Ah algo que quiero destacar, ¡siempre con ‘papá’ al costado! Se venía conmigo, con mamá en los ómnibus y al costado impulsándome con fervor. Incluso cuando ya era mayor él siempre con su impronta junto a mí. ¡Lo recalco fue mi hacedor! Aunque también te digo, mi relación con ‘papá’, fue de padre a hija o sea, no se piensen que era todo bonito, teníamos nuestras discrepancias, altibajos, pero era todo para mí. hoy que ha pasado el tiempo rescato su figura como la más grande. Es una lástima que haya fallecido como aconteció.
-          Quieres decirnos. . .
-          Sí en un accidente automovilístico en la Ruta Nal. N°1. el iba en una moto y bueno lo chocaron y falleció en el instante. Realmente una lástima.
-          Bueno Valeria, aclarado, me estabas contando que en el Sorocabana. . .
-          ¡Ah. . . sí! Disculpen es que la figura de mi padre, fue demasiado en mi vida artística. . .Te decía, que estábamos cantando y se me acerca un señor y me dice: ‘¿Valeria, estudiaste canto tú?’ No voy a dar el nombre pues fue un compromiso que nos hicimos le dije: no, nunca estudié canto. Bueno me dijo: ‘ toma este teléfono, es de una academia, llama y te van a atender y cuando des tu nombre te dirán la fecha de comienzo y anda, estudia canto, yo te pago todo y tienes nada más que hacer que ir’ Él si algún día lee esto sabrá que mi agradecimiento es de por vida también. Nunca más nos vimos. Solo una vez me llamó vía telefónica para saber si estaba estudiando y ¡nada más! ¡Te imaginás!
-          Fue tu despegue real Vale.
-          Si ya cuando era mayorcita, Montevideo me estaba tirando, empujando, como diciéndome: ‘vení te estoy esperando’ Y así lo hice al final me vine a vivir y dejé un poco mi familia allá.
-          Familia a la que sigues viendo. Si tengo un hermano de mami y otro después que papá se divorció y de su nueva pareja tengo un hermanito de ocho años. (Esta aclaración que hago en este momento, vale la pena destacarla: hoy cuando estoy escribiendo esto, dejo mi actividad a la hora diecisiete pues tenía un compromiso, una entrevista con canal 3 de Colonia por otra actividad literaria, la misma se llevó a cabo en la Casa de la Cultura de la Intendencia de Colonia. Allí me entero que este hermanito de Valeria casi pierde su vida en un hecho lamentable en Nueva Helvecia en un robo que iba a ser efectuado y resultó con una herida de bala. De inmediato me comuniqué con ella para brindarle mi solidaridad y apoyo y estaba junto al niño en el hospital. Está fuera de peligro a Dios gracias. Es lamentable, pero así se forja la historia de gente importante culturalmente y de la gente toda que pasa por esto que es, la vida. Hoy dieciséis de setiembre te decimos fuerza Vale y fuerza a la familia para sobrellevar estas distorsiones. Disculpen pero es así. Seguimos con la entrevista.)  
-          Che Valeria y dime, has recorrido varios países, nos consta. Pero, la gente del interior, recuerda mucho, pero mucho, tus pasos por ese interior oriental junto a un maestro del humor y del piano, me refiero a Julio Frade. Cuéntanos un poco acerca de cómo fue eso.
-          Es cierto, una gran persona, mejor ser humano y a mí, fue como el paso que me faltaba dar para cerrar el comienzo de mi carrera es decir, como el ensamble que une el ciclo. De allí en más seguís tú buscando las metas. Si recuerdo, un productor que me conocía, me llama por teléfono un día y me dice: ‘Valeria, Julio Frade anda necesitando una voz femenina para cantar tangos. Yo me acordé de ti y le dije que tú lo llamarías. Te dejo su teléfono y si quieres concreta algo, ve que necesita, si te parece.’ Le agradecí, y bueno al otro día, lo llamo. En realidad me atendió con una cordialidad impactante. Un verdadero profesional. Sabes me dijo te estoy necesitando para que cantes junto a mí.
-          Yo le respondí bueno pero como hacemos para vernos y esas cosas previas viste como es el arte del canto y la música. Me dijo: ‘mira mira, venite a mi casa (me dio la dirección) mañana a las trece horas’
-          Y estuviste prontísimo.
-          Te imaginas, al otro día estaba allí. Bueno mira la cuestión fue que me presente como corresponde, conversamos a manera de presentación y le sugerí si me había visto, enseguida me dijo: ‘claro, por supuesto es más tenemos que preparar sólo un tema’. Yo le digo ¿cómo. . .?.  Me miró y cómo expresando una afirmación: ‘El viernes tenemos que estar en New York, estamos contratados para cantar ´Nostalgias’ en un hotel (y me dio el nombre) para el casamiento de la hija de un uruguayo que vive hace años allá’ En realidad, no sabía lo que decirle.
-          ¿Y cuál fue el resultado, pues hasta mí me pusiste en situación? (Risas de ambos, hacia todos los costados)
-          Mira subí al avión y nos fuimos. ¡Al llegar nos esperaba una limousine, larguísima que jamás me hubiera pensado en andar en algo así !!Después arribamos al Hotel en New York ¡Horacio, no te imaginas lo que era aquello!!! Yo en una suite que parecía presidencial y solo bajaba para el ensayo previo y después fue para el acto en sí. Pero si quería recorrer algún lugar, tenía la limousine a disposición. ¡Ah no, ni yo misma me lo creía! Cantamos y después de la fiesta al otro día tomamos un vuelo y otra vez aquí en este pedacito de suelo nuestro. Ja ja ja!!!
(Nos reímos. A más no poder. Risas que contagian la buen aventuranza de una uruguaya triunfadora)
-          Y después todo lo que anduviste con Julio.
-          Ah mira realmente hicimos espectáculos por lugares que nunca me hubiera imaginado poder llegar allí. Pero realmente junto a un grande uno se engrandece Y ese es Frade un padre espiritual, un amigo incondicional, un artista y músico de primer nivel. ¡Ya lo creo!
-          Valeria no quiero robarte más tiempo, pero hoy, todos los colonienses te podemos ver por un canal privado, casi abierto, pues en todos los cables operadores del país está. En esta ronda de cantantes de todo el país.
-          Sí fui convocada como jurado público para este certamen buscando voces en todo el territorio. Una tarea que ennoblece a cualquiera y. . . ¿lo habrás visto?
-          ¡Pues claro mujer! Me prendí junto a mi esposa la noche en que estuvieron varios chicos del Departamento, de Tarariras, de Carmelo, de Colonia, en fin muy lindo descubrir voces nuevas y que puedan llegar.
-          Si me enorgullece estar allí y brindar lo poco que uno sabe y ha aprendido en estos años. . .
-          Claro yo también me enteré que estás con una academia propia. . ., un poco debe haber incidido en todo ello.
-           Sí, gracias por recordármelo, dentro de un rato tengo que salir hasta cerca de Sayago y vuelvo para dar unas clases de canto, donde también hay bailes, instrumentos, es decir trabajamos ahora dentro de la Academia para brindarles a nuestros uruguayos orientales todo lo que fuimos aprendiendo nosotros en el trabajo diario musical.
-          Valeria quiero agradecerte de sobremanera a ti por recibirme, darme esta oportunidad de presentarte en un libro de alguien que aunque haya escrito algunos ya, no es de renombre pero tenemos estas posibilidades ambos yo de escribirte y tu de contarme (no de cantarme) lo que has vivido como mujer y artista. Ah! y dos cositas más. Déjame agradecer a nuestro amigo y vecino en común Gerardo ‘Negro’ Hernández pues sin él yo no hubiera llegado hasta ti. Y la otra: sabes que me interesa una foto tuya para colocarla en el libro, pero también y esta va a ser una excepción quiero una foto de tu ‘papá’, por qué ¡el viejo valió la pena! En su vida nos dejó tu persona. Gracias Vale.
-          Horacio, no quiero emocionarme, pero no sabes lo que valoro que me hayas hecho este pedido, claro que lo tendrás y más cuando presentes tu libro espero si los tiempos nos coinciden a ambos poder estar junto a ti. Son pocas las personas que dentro del arte, en tu caso literario se ubican para enseñar otro arte en mi caso musical. Gracias Horacio y muchísima suerte con tu proyecto.
Bajé dos cuadras silbando Nostalgias. . . y me encumbré en un ciento ochenta y uno y por allá quedé a la espera de mi camioneta que rota estaba y después de esto me devolvió pensativo de la vida a mi Colonia Departamental. . .  

                        Montevideo, 9 de agosto de 2013






  


















2 comentarios:

  1. Gracias Horacio por tu mención a aquel lejano (y desprolijo) artículo que escribimos con otros colegas hace mucho tiempo sobre la música popular urbana. Y felicitaciones por poner en blanco sobre negro la labor de mujeres que, desde tan pocos kilómetros al otro lado del río, nada sabemos. Un saludo. Ricardo Salton

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  2. Gracias Horacio por tu mención a aquel lejano (y desprolijo) artículo que escribimos con otros colegas hace mucho tiempo sobre la música popular urbana. Y felicitaciones por poner en blanco sobre negro la labor de mujeres que, desde tan pocos kilómetros al otro lado del río, nada sabemos. Un saludo. Ricardo Salton

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